Cine bélico de 1970
Tora! Tora! Tora! + Patton + Waterloo
¿En qué orden?
La verdad es que da igual. Quizás sean tres de las mejores películas de guerra de toda la Historia del Cine. Quizás incluso las tres mejores del género. Para que veáis que las tres son de altos vuelos. Menudo año eligió Tora! Tora! Tora! para aparecer.
Porque la peli que os traigo hoy es una verdadera obra de Arte, del 7º Arte.
¿Qué podría deciros de Patton, o de Waterloo? Quizás Patton sea la mejor peli de la segunda guerra mundial y Waterloo la mejor fuera de la segunda guerra mundial. Digo «la mejor»… Aunque mis dos favoritas (en la 2GM) sean El submarino (1981) y Un puente lejano (1977) y el propio Patton. Esta última, quizás por ser mi general favorito dentro del conflicto. Waterloo es para ponértela en bucle y abandonarte al placer culpable de quien sabe que está consumiendo caviar del bueno. Y nunca mejor dicho siendo soviética, para que veáis que soy imparcial y me rindo a la evidencia.
En cualquier caso las tres pelis bélicas de 1970 fueron tres obras de arte del género
Cualquiera de ellas, por separado, habría merecido por si sola acaparar todos los premios habidos y por haber. Esa suerte recayó en Patton, pero si la triunfadora hubiera sido la del triple Tora! o Waterloo, nadie habría protestado porque bien lo merecían las tres.
Eso es para que veáis el nivelazo del cine de aquellos tiempos. Y me dejo mogollón en el tintero, todas del siglo XX. No como con el siglo XXI, del que sólo llevamos (casi) un cuarto pero cuenta con la tecnología y los medios de los que no disponían sus predecesoras. Las pelis antiguas, o clásicas eran artesanales como Tora! Tora! Tora! Cuando digo «artesanal» me refiero exactamente a eso, a que sus escenarios (casi todos) y sus efectos especiales eran físicos y palpables, como luego os contaré.
Cine bélico del s. XXI que salvo
Black Hawk down (2001). Cuando éramos soldados (2002). Master & Commander (2003). El hundimiento (2004) y En tierra hostil (2008): cinco grandes películas de cine bélico del siglo XXI. Y para de contar. Hablo desde mi gusto personal, que conste. Llevamos 23 años del siglo del cine digitalizado y no alcanzo a reunir cinco películas que merezcan entrar en una hipotética:
Lista de Mejores pelis de guerra del siglo XXI…
- Y eso que incluyo Master & Commander que, para mi gusto, tiene más de aventura que de guerra. De épica, de lo que sea, pero no es puramente bélica
- El hundimiento es un peliculón, pero tampoco la considero 100% de guerra. ¿Se desarrolla en un ambiente bélico? Eso es indiscutible, de hecho lo shechos se desarrollan en el corazón de la Segunda Guerra Mundial, pero bélica, lo que se dice bélica, no lo es. Siempre según mi propio criterio
- Black Hawk Down es una maravilla. Esta sí es 100% bélica y sí merece estar en cualquier listado de mejores pelis del género. Por méritos propios
- En tierra hostil… a mi me encanta, la verdad. Me parece un peliculón, pero de verdad que no sabría deciros si la metería en cine bélico. Quizás mis dudas y mis afirmaciones hablen más y peor de mi que de las pelis, de las que no hay nada malo que decir. Solo que yo, a título personal, esta la metería más en terrorismo, aunque suceda en el contexto bélico. Igual que Bajo la arena (1917). me parece otro peliculón, pero no bélico. Si no se puede traducir Land of mine porque se pierden matices semánticos y juegos de palabras, por favor, no lo traduzcáis)
- Cuando éramos soldados me parece valiente al ser una peli capaz de meternos en contienda y reflejar el drama de la guerra desde el punto de vista de las esposas que se quedan en casa esperando el regreso del marido vivo, o muerto
- Incluiré la peli de cine bélico española Zona hostil (2017) en este grupito de privilegiadas. No tanto porque sea una obra de arte. Aún siendo muy buena, pero sí porque parece una ráfaga de aire fresco en nuestro cine, y bien merece la pena reconocérselo
Pelis entretenidas. Menos la de 1898, que es un truño como un puño
No menciono 1898: Los últimos de Filipinas (2016), ni 1917 (2019), ni Dunkerque (2017), ni mucho menos Sin novedad en el frente (2022).
Pero ninguna de ellas con la calidad que haría falta para meterse entre las TOP. Quizás por factura: la de Sin novedad, pero tratándose de una supuesta adaptación que se desmarca y pervierte a la obra original, ahí se desinfla y pierde valía. Siempre digo lo mismo: esta misma peli, cambiando el título y cambiando los nombres de los personajes me tendría con un fiel admirador. Pero nos la han vendido como una nueva versión de la novela de Remarque. Y por eso mismo la excluyo de las buenas, porque ha tomado lo que le ha dado la gana de una novela maravillosa para después reescribir el texto de modo irreconocible.
Como ya he dicho en otras ocasiones, y salvadas las excepciones destacadas antes, el resto son pelis del montón. Palomiteras. Sin más. Con muchas pretensiones pero poco cine. Como si comparásemos La batalla de Midway (1976) con Midway (2019). Y eso que la nueva está muy bien, pero se queda en el intento. No hay color. Y aún así la de 2019 me sorprendió para bien. Claro que si menciono esas dos pelis porque coinciden en el episodio bélico para comparar Tora! Tora! Tora! debería echar mano a Pearl Harbor (2001), pero me tacharíais de ventajista y de hacer sangre con el truño de la segunda. Porque sí queridos lectores, Tora! Tora! Tora! nos cuenta la misma historia que Pearl Harbor, o eso dicen los que hicieron la segunda.
Luego hay otra rama propia del la década de los 20’s del siglo XXI…
El cine WOKE
Esta género surgido de la deriva buenista despendolada y descontrolada. Moda que espero que pase más pronto que tarde, es especialista en pervertir el cine. La cantidad de actores, directores, demás personas públicas y particulares que se avergonzarán dentro de una década cuando vean las cosas que decían. Y cómo las decían, en los medios y en las redes. Pero mientras tanto han trufado el cine de esta década con mensajes perversos, cuando no directamente pervertidos, que están atrofiando la cultura, la convivencia y la identidad de generaciones venideras.
Pervertir películas. Pervertir guiones, personajes y todo cuanto haya existido antes de esta década. Por pervertir pervierte hasta la conciencia de los espectadores pues es un cine nacido y concebido para adoctrinar y moldear mentes frágiles para poderlas pastorear.
El WOKE ni crea ni recrea, sólo destruye y pervierte
La pervierte, mancilla y cambia sin prestar atención ni a la lógica ni a la realidad.
Es cine edulcorado para satisfacer a todos los ofendiditos. Esas mentes frágiles que huyen de pensar por si mismos y necesitan que les digan qué tienen que odiar. Esto es 1984 de Orwell.
Lo hace desde puntos de vista ajenos a la realidad y de lo preexistente. Niegan la evidencia científica y para ellos lo de Darwin es ficción. No saben hacer pelis sino que arrebatan a la cultura popular películas ya existentes para tiznarlas con mensajes woke con la verdadera y única intención de destruir occidente, sus valores y sus principios su fe y su gente.
Títulos infames como USS Indianapolis: Hombres de valor
Roba la tragedia del Indianapolis para convertir ese episodio triste de la Historia de los Estados Unidos en un panfleto sobre el racismo. Es decir, te venden una peli atractiva y cuando te metes en el cine y la ves te sientes engañado. Hasta insultado con una inclusión forzosa que desvirtúa la realidad y reescribe la Historia cambiando géneros, orientaciones sexuales y hasta razas de personajes ficticios e históricos del Occidente.
Como decía en mi podcast sobre el USS Indianapolis, en Antena Historia: «El racismo es malo y hay que denunciarlo, pero esta no era su película». No podemos obsesionarnos con reorientar episodios históricos para forzar su tema principal y cambiar la esencia del hecho histórico. Pero lo hacemos.
Nada más lejano y contrario a Tora! Tora! Tora!
Una película que no padeció la inclusión forzada y sin embargo reparte al 50% la diversidad racial de sus protagonistas. Bueno, estoy equivocado: 51% orientales (del japón + 1 japonés americano) + 47% caucásicos (blancos) + 1% afroamericano (negro) + 1% polinesio (nativo de Hawaii).
Ese negro que mencionaba era el de la foto de arriba. Creo recordar que un camarero dentro de uno de los barcos que no dudó ni un instante en salir a cubierta y ponerse a disparar a los japoneses.
Vemos una proporción entre los orígenes étnicos de uno y otro bando (comprendiendo que por entonces era escasa la cantidad de negros que militaban en el ejército americano). El hecho de que todos los japoneses fueran orientales es de cajón, cosa lógica y acorde a los tiempos que reflejan la película. Incluso hoy en día. Pero su presencia constante y masiva no resulta grotesca ni forzada porque rezuma total naturalidad y lo que es más importante:
Responde a la lógica
Refleja la Historia como fue y no la reinventa como le habría gustado al guionista de turno que hubiera sido.
Si esta misma peli la hicieran hoy y si quedara algún superviviente que la viera no reconocería el hecho histórico por la cantidad de contaminación woke que la meterían. Esto pasa con el cine actual, y si no os remito de nuevo a la del Indianapolis. Episodio, por cierto, que tiene dos películas, Misión suicida: USS Indianapolis de 1991 cuyo tema principal es la tragedia del barco primero y la del capitán McVay después y no la segregación racial, como en la woke ya mencionada: USS Indianapolis: Hombres de valor.
Yo voy al cine a ver películas. No a levantar un censo para calibrar el equilibrio de representaciones de nacionalidades, razas, credos, orientaciones sexuales ni todas esas cosas que se están cargando el cine y a toda nuestra Sociedad. Para que me entendáis: Una de mis pelis favoritas es Ip Man y cada vez que la veo no la termino de ver ruborizado porque no salga ningún caucásico. Es fiel a la Historia, y eso es todo cuanto yo pido. Solo salen chinos y japoneses, ¿y cuál es el problema? Ninguno. Es más lo lógico es que así sea.
Recapitulando: el principal activo de esta película es su lealtad a la Historia. Tanto que bien podríamos pensar que estamos viendo un documental con actores que interpretan y recrean el hecho histórico. Con total veracidad. Y ahí es donde a mi me gana.
Tora! Tora! Tora!
Etimología y significado del título
Hay quienes quieren ver TORpedo Attack (ataque con torpedos) en TORA, pero esto es una casualidad que no se acerca a la realidad. Permitidme que os lo explique porque leeréis otras teorías que apuntan a «tigre» como traducción, de hecho a ¡Tigre! ¡Tigre! ¡Tigre! pues la palabra «TORA» significa eso en japonés. Pero no en este caso. Quien vincule esta clave secreta (y título) al felino lo hará porque le han metido un gol desde medio campo. Sí, significa «tigre» pero no si lo aplicamos a en este contexto.
TORA es un acrónimo: To+Ra… de TOtsugeki RAigeki
Acrónimo que traducido al español significa «Ataque relámpago». Este era el mensaje que se debía enviar por radio en caso de culminar con éxito el ataque sorpresa a Pearl Harbor. Y el éxito implicaba no haber sido descubiertos en el trayecto, haber cogido por sorpresa a los americanos y haber hundido buena parte de la flota amarrada en puerto y parte de la aviación en el aeropuerto.
Y así fue. De ahí el título de la película y de ahí que el capitán nipón la grite lleno de júbilo. Solo después, en frío, comprenderán que no había ningún portaaviones en el lugar. Y de ahí que los japoneses leven anclas y viren rumbo a Oriente tras haber diezmado la flota del Pacífico estadounidense. Por temor a un contraataque americano despegando sus cazas y sus bombarderos desde los portaaviones que no habían hundido.
Luego volveré sobre la trama, ahora os daré un detalle curioso.
Esta peli es una coproducción entre Estados Unidos y Japón
Y tiene tres directores: un estadounidense y dos japoneses.
Querían hacer una película sobre el ataque a Pearl Harbor que incluyera la visión de los dos contendientes. No olvidemos que este ataque precipitará la entrada en la guerra mundial de los Estados Unidos. Es decir, que esta peli aborda un tópico relativamente reciente (poco más de un cuarto de siglo antes de la peli) y en ella vamos a vivir el ataque visto con ojos japoneses y con ojos estadounidenses.
Esto implicaba un ejercicio de contención por ambas partes de la realización. Una neutralidad exquisita y un trato respetuoso hacia la naturaleza del enemigo (de antaño). Digo «de antaño» porque para los años 70’s el mapa geopolítico había cambiado por completo. De ser el enemigo Japón pasó a ser el aliado en el lejano Oriente. De ahí que se quisiera devolver la humanidad a los japoneses y se les tratara de tú a tú. Una humanidad que por su nación (y por la fiereza con que habían combatido) se les había negado en el cine de décadas anteriores. Y una humanidad que por su raza se podía poner en entredicho si pensamos que justo en esos días de la peli los Estados Unidos estaban luchando en Vietnam.
Pearl Harbor: el principio del fin para el imperio nipón
Se habían expandido desde Australia a las Aleutianas y habían entrado a saco en la China nacionalista. Porque China sufrió dos invasiones simultáneas: nipona y soviética y mientras estaba dividida en dos por la guerra civil entre nacionalistas y comunistas.
La expansión colonialista de los japoneses tenía como objetivo hacerse con las materias primas de las que carecían en su archipiélago. Hierro, petróleo… pero esta maniobra se tambaleará desde el momento en el que despertaron al dragón que dormía. A partir de entonces no hubo manera de parar la sangría de soldados necesaria para conquistar, ocupar y proteger todos los territorios tomados por la fuerza en las diferentes costas del Pacífico. Insostenible teniendo el frente chino abierto. Nunca entenderé que los japoneses atacaran los Estados Unidos igual que nunca entenderé que los nazis simultanearan el frente oriental con el occidental. En ambos casos dividieron sus propios ejércitos debilitándose por ambos flancos. Esto llevó a las dos potencias del Eje a la derrota.
Una derrota, la japonesa, sellada con las dos bombas nucleares.
Hiroshima y Nagasaki
Lanzadas para zanjar la guerra y evitar la pérdida de unos 170.000 marines americanos más que habría costado tomar Tokio.
Pero como os decía, pasado un cuarto de siglo China había perdido la guerra civil a favor de los comunistas y la Unión Soviética se había expandido hasta el corazón de Alemania. En 1970 imperaba la Guerra Fría y los estadounidenses se dedicaban a intentar apagar todos los incendios que provocaban los rusos en países centro y sudamericanos.
Por todo eso, y siendo entonces aliados, deciden hacer esta película para cauterizar la herida provocada por…
El día de la infamia
De ahí que se optara por ser fieles a la Historia. No ceder a la tentación de meter amoríos y cosas que distrajeran de la película al espectador y por tender un puente de entendimiento poniendo a los supervivientes de los dos bandos contendientes a trabajar codo a codo.
Fueron tres años de producción en los que Fleischer (Los vikingos, Viaje alucinante, y Cuando el destino nos alcance) filmaría la visión estadounidense del ataque a Pearl Harbor y Akira Kurosawa ( Los siete samuráis, RAN y Dersu Uzala) la visión nipona.
Sin embargo Kurosawa se saldría de la ecuación y la responsabilidad de filmar la perspectiva japonesa recaería en Kiriji Fukasaku y Toshio Masuda.
El americano y los japoneses filmarían sus respectivas partes de la película y Fleischer montaría la película
Lo que más me gusta es que los japoneses hablan en japonés. Puede sonaros a Perogrullo pero para mi es crucial para el éxito de esta peli. No sólo está filmada por dos equipos diferentes sino en dos idiomas distintos con el aporte de credibilidad y de verismo que esto implica. Ya lo comenté en el artículo que dediqué a Garci, al VHS y al doblaje en el troblogdita: tener las voces originales de los actores recalca la personalidad de sus respectivos personajes y redobla nuestro conocimiento de su carácter y de su personalidad.
A diferencia de Un puente lejano, otra maravilla de película
Reunió a un elenco de actores de primer orden, de todas las nacionalidades. En esta peli se optó por prescindir de grandes estrellas y destacar a las personas (o personajes). Esto dio mayor sensación de documental hablado en japonés e inglés y evitó que las estrellas eclipsaran a la película.
Si hubiera que comparar esta peli con otra, lo ideal sería hacerlo con El día más largo (1962). Curiosamente también de la 20th Century Fox y también producida por Zanuck. Aunque, insisto, sin la concentración de estrellas.
Una peli fiel al 100% a la Historia que, gracias a Dios, prescinde de historias personales, de amoríos y de todo cuanto pudiera desmarcarse de la contienda. Nos guía rotulando el nombre de localizaciones, buques, y de los oficiales que desfilan por la pantalla, para que en todo momento sepamos quién está en la pantalla, dónde está y cuál es su labor. No faltarán los fabulosos mapas que tanto me gustan (aficionado a la cartografía) y que en esta peli, como en La batalla de Midway serán tan esclarecedores.
Veremos errores y aciertos en los dos bandos
Para mi, el más destacable de los errores en pantalla sería cuando el teniente general Walter C Short, comandante en jefe del ejército en Hawaii acude a la torre de control del aeropuerto militar y tras ver los aviones desplegados se lucirá dando una orden desconcertante: pide que los reagrupen en la pista. Lo más peregrino sería la razón subyacente: temía más un sabotaje a manos de uno de los 130.000 japoneses residentes en Hawaii que un bombardeo nipón. Más tarde veremos el desastre derivado de esta orden, pues casi todos esos aviones saltarán por los aires cuando los bombarderos japoneses los bombardeen a placer.
La producción es una barbaridad. Por un lado es una inmensa inversión puesta en las manos de un director cumplidor que supo ceñirse al presupuesto y a los plazos de ejecución sin excederse y exprimiendo hasta el último centavo, hasta el último minuto y hasta el último cm de película. ¡O de películas! que ya os dije antes que Fleischer fue quien hizo el montaje de las dos filmaciones.
Barcos escala 1:1
Para alejar sus escenas de los estudios y poder hacer que los personajes se pasearan por los puentes reales de cubiertas reales de algunos de los barcos, del Arizona sin ir más lejos. En este punto sí habrá algunas cosillas que chirríen a lo largo de la peli: las imágenes de fondo. Lo normal suele ser que se plasme sobre un lienzo verde o azul que hay por detrás del actor una vez filmada la escena pero, en esta peli se proyectaban las imágenes de fondo y sobre ellas se filmó a los actores, y ahí hay momentos en los que vemos que no lograron el mejor resultado posible. Claro que comento esto por reflejar el único y aceptable «pero» de la peli.
Filmaban al actor con la imagen de fondo, pero no sobre un fondo verde sino sobre la imagen final proyectada.
Buena parte de los escenarios de interiores, e incluso algunas cubiertas de barcos de guerra se hicieron dentro en sets dentro de los estudios en platós.
Realismo
La película no duda en reflejar los momentos de torpeza y de lucidez de ambos contendientes.
Vemos a los americanos aprovechando la ventaja que les da haber descifrado el código encriptado del enemigo. Y vemos a los japoneses jugando con los nervios de los americanos para provocarles errores de cálculos. Aunque el mayor error sería, si cabe, de los japoneses dando un ultimátum para una hora que implicaba ser dado a conocer ante su vínculo con la Casa Blanca, que recibiría al embajador nipón y un retraso hizo que se perdieran las formas y los aviadores japoneses atacaran antes de haber declarado la guerra. Todo por un mero formalismo…
También veremos las confianzas y desconfianzas a la hora de compartir información, pues la información es poder. Esto llegará a tal punto que, por miedo a los espías el servicio de Inteligencia estadounidense se cuidará muy mucho de ir ventilando su información y reducirán el número de personas con acceso a esa información.
Como dato curioso veremos que el mismo Presidente quedará descartado de estar al día porque encontraron un informe anterior en la basura, por miedo a que un descuido así pudiera poner sobre aviso a un espía y éste alertara al enemigo.
BSO de Jerry Goldsmit
El planeta de los simios, Alien, Acorralado, Oscar por La profecía, presente en la última peli, (mejor dicho «en la anterior») del blog: La momia y curiosamente compositor de las dos pelis americanas de guerra de ese año 1970 junto con Patton.
Meteré esta peli en mis Pelis para MIBers en el que explico la digitalización mediante el cine a partir de esos fondos superpuestos que comenté antes y lo haré para explicar los fondos «fake» que tan de moda se pusieron con la proliferación de videoconferencias por la pandemia del COVID.
Aunque también podría hacerlo por las maquetas, algunas escala 1:1 que se usaron para simular explosiones durante el bombardeo, como un hangar que salta por los aires en la base estadounidense. Eso implicaba grabaciones de escenas de un solo intento porque se volaba por los aires y no se podía reconstruir.