Ficha técnica de Los vikingos
Título original: The vikings
Nacionalidad: Estados Unidos
Guión: Calder Willingham, Dale Wasseman (novela «The vikings» de Edison Marshall)
Música: Mario Nascimbene
Producción: Jerry Bresler
Productora: Brynaprod SA, Curtleigh Productions
Distribuidora: United Artists
Ficha artística
Kirk Douglas – Einar
Tony Curtis – Eric
Ernest Borgnine – Rey Ragnar
Janet Leight – Princesa Morgana
James Donald – Lord Egbert
Alexander Knox – Padre Godwin
Per Buchhij: Bjorn
Estoy en Estocolmo
Víspera del Suecia Vs. España que se jugará a menos de 30 minutos de mi hotel, el Downtown Camper by Scandic.
Pasión vikinga
Todas ellas, aunque quizás con más lógica la versión literaria, beben de dos obras comunes y escandinavas: el Kalevala y Beowulf. Ésta última con una gran adaptación cinematográfica en los albores de la animación digitalizada.
Y no m epodía olvidar de mis Minnesota Vikings… de cuando viví en Minneapolis.
Estoy dando un rodeo, típico en mi… pero ya llego a la peli. Tranquilos.
Al hablaros de Los vikingos os hablo de buena parte de mi vida
Y sí…
Es cierto que las escenas de lucha de la serie Vikingos son mucho mejores que las que vemos en esta peli. Lo compro.
Pero por lo demás, me sigue pareciendo un peliculón
Porque el cine es entretenimiento. Sobre todo eso. Hoy en día exigiría un poco de rigor histórico y veracidad. De un hipotético guion de nuestros días, ni hablamos. Por no hablar del casting… que sería como en Asgarth de Thor.
¿Y qué deciros de Tony Curtis?
Condenado a darse cuchilladas con Kirk Douglas. Como veremos un par de años después en Espartaco. Con faldas y a lo loco, La carrera del siglo, y hasta una buena adaptación (sin pretensiones, pero sin «morcillas» de los guionistas para hacerla suya) del clásico literario El conde de Monte Cristo. ¡Ah! se me olvidaba… El canalla de Operación Pacífico.
El narrador de la película es Orson Wells
Protagonista en Ciudadano Kane y predicador en Moby Dick: La ballena blanca. Menudo reparto, ¿verdad?
Acabamos de darnos un paseo por lo mejor de la literatura clásica y por algunas de las mejores pelis de la historia del cine. Sin despeinarnos.
El regreso de los vikingos…
Después volvieron los vikingos al cine. Eso sí, en su versión edulcorada con vikingos pacifistas armados con un buenismo que tira de espaldas. Os hablo de Cómo entrenar a tu dragón… Y no, no incluyo enlace a su tercera parte, que también está en el fancine pero… ¿para qué? La 2 ni la comenté. No tengo estómago para verla de nuevo. Habéis leído bien. Vikingos pacifistas. en fin, s. XXI…
Menos mal que un tiempo después se redignificó el subgénero con The northman: El hombre del norte.
Una película (vuelvo a Los vikingos de verdad, los de la peli, los de la Historia…) dirigida por Richard Fleischer. Nada más y nada menos que el director de una de esas pelis que me dejan sin habla cada vez que la veo: Cuando el destino nos alcance. Con estos mimbres comprenderéis que el cesto no podía ser malo. A pesar de las piedras esas de cartón piedra, lo sé… 😉
Los hijos del rey Ragnar serán los dos protagonistas de la película
El hijo natural, Einar y el bastardo, Eric
Ambos competirán por hacerse con los favores del padre en una supuesta riña por acceder al trono.
Este es un dato no del todo cierto pues los vikingos elegían a su rey y la corona no era hereditaria.
Podía darse el caso de tener un gran rey con iguales o mejores hijos y que uno de ellos le sucediera. Pero no era obligatorio.
Estos dos hijos se disputaban esos derechos para alzarse con todo el poder sobre el clan una vez que desapareciera el padre y rey.
Antes hablaba de la pena que me da ver a Hipo renegando de su esencia vikinga para ser un animalista, pacifista y yo qué sé cuántas cosas más para ganarse al público de nuestros días. Y si no lo decía, lo digo ahora, qué pena me da.
Pero ésta peli es de 1958, de cuando los hombres se vestían por los pies y exigían a su cine cosas que se digirieran solas sin necesitar Almax.
Vikingos… los vikingos serían grandes navegantes, nadie lo discute. Y grandes guerreros… eso por descontado. Pero tenían que ser unas malas bestias sin moral y carentes de escrúpulos más acordes al Einar de Douglas que al sin sangre Hipo.
Malas pulgas vikingas
Tipos que llegado el momento dejaban a sus mujeres encargadas de arar o recolectar la cosecha para subirse a un barco (un drakkar) y salir a costear para robar, saquear, violar y asesinar.
Tipos que brindaban con hidromiel en los cráneos de sus víctimas.
El berserker
Por no hablar de los berserker, unas bestias pardas que entraban en paranoia antes de luchar y se desprendían de toda la ropa y toda armadura y, blandiendo un hacha de dos manos rompían las filas de los vikingos para cargar en solitario y cortar todas las cabezas que pudiera antes de caer abatido o matar con desenfreno.
Por matar, estas criaturas mataban incluso a sus propios vikingos como se quedaran con hambre de más al término de una batalla o si se le ponía alguno en el camino cuando tenían los ojos inyectados en sangre.
Estos son los vikingos
No el flojito de Hipo.
Menos mal que Hipo tiene a Astrid, la única valiente y con arrestos suficientes para saber lo que es un vikingo de verdad. Un vikingo como Einar en la peli de hoy. O vikinga, que también las había que salían a combatir. Todo menos un vikingo pacifista, por el amor de Dios.
Recapitulemos.
Tenemos al Rey Ragnar, a quien ya conoceremos de la serie Vikingos.
Un tipo que deja de surcar el Báltico en busca de bienes y de esclavos y pone rumbo al oeste para buscar nuevos territorios y nuevas gentes a las que esclavizar.
En la peli veremos el asedio de York
El mismo York del que os hablaba al principio. Ciudad fundada por romanos y refundada por los vikingos unos siglos más tarde. Del Eboracum romano al Jorvik vikingo para terminar siendo York en el año 1000 y hasta nuestras fechas.
Para que entendamos la importancia de esta plaza casi limítrofe con Escocia al norte que a punto estuvo de ser la capital de Inglaterra y de ella toma su nombre la actual Nueva York, antes Nueva Amsterdam y robada a los holandeses por los ingleses.
Vamos con los hijos.
Empezaré por el hijo legítimo, Einar
Busca suceder al padre, para lo que tendrá que hacer méritos, y para ello no dudará en navegar al oeste y seguir trayendo souvenirs de la pérfida Albión.
En esa época, como todavía no tenían porcelanas con la Reina Isabel se llevaban a los ingleses como esclavos. Y nos reíamos de los vikingos… Pero fueron los últimos que sometieron a los ingleses a su antojo.
Danegeld
Tanto que primero robaron y violaron, después mataron a algunos y al final se asentaron. Los daneses (término genérico) impondrían el Danegeld (oro danés) o impuesto para no saquear las poblaciones costeras y terminarían con el Danelaw por la que los vikingos se harían con una porción de la tarta inglesa imponiendo su propio reino en territorio insular.
Después está Eric, el bastardo
Por dicha condición será enviado a Roma para mantenerlo alejado de Einar y poderlo proteger fuera del alcance de los vikingos. Unos vikingos que nada saben del tal Eric, todavía. Pero Eric no llegará a Roma y sí terminará apresado por vikingos y hecho esclavo.
Al fin y al cabo era un bebé y huía no se sabía bien de qué. Así que a nadie le extraña su historia y menos aún que termine como esclavo.
Solo Lord Egbert descifrará el enigma y caerá en la cuenta de que la mitad de la sangre que fluye por las venas de Eric es real.
Tan real como que poco a poco se destapa el pastel y Einar terminará enfrentándose a su hermanastro bastardo y terminará perdiendo un ojo porque el halcón de Eric se lo arrancará en medio de la pelea.
Los hados serán (nunca mejor dicho) los responsables de salvar la vida al esclavo y esto pergeñará la historia de odios, celos, envidias y venganzas fraternales que hará las delicias de los espectadores.
Los intereses de unas y otras facciones vikingas se entrecruzarán con los intereses de unas y otras facciones inglesas. Los ingleses, no lo olvidemos, son únicos jugando al divide y vencerás.
Cizaña inglesa
Nadie mejor que un inglés para sembrar cizaña para recoger los frutos de las cuchilladas entre primos y hermanos, provocadas por ellos. Y no creáis que hablo con ardor patriota con la intención de menospreciar al inglés, no. Hablo como familiar de ingleses, cosa que no todos los lectores podrán afirmar como yo.
En esta película destacarán los lanzadores de hachas. Guereros vikingos que en la batalla se ceban con el enemigo lanzando sus hachas y en tiempos de paz se ceban con esclavos o con doncellas usándolos como dianas humanas para medir sus respectivas punterías.
En esta película habrá dos escenas con hachas que son inolvidables.
Por un lado el duelo cervecero por el que, puestos de jabalí asado hasta las cejas y con la cerveza (o hidromiel) saliéndoles por las orejas se lían a cortar trenzas lanzando hachas entre carcajadas de los participantes y de los testigos.
La escena de los haceros y el puente levadizo
Luego habrá otra escena, más mítica todavía. Probablemente la que siempre me viene a la cabeza cuando pienso en esta película. La escena del asedio en la que Kirk Douglas, bueno, realmente Einar, lidera a los hacheros (ya habrán caído unos cuantos) para lanzar sus hachas contra un portón y usar esas mismas hachas como escalones de una falsa escalera y tomar el castillo.
Hachazos, espadazos, flechazos… de todo recibirá Einar a lo largo de su vida como vikingo.
Pero ninguna de esas heridas le dolerá tanto como recibir el desdén de su bien amada Morgana quien rechaza su oferta de ser la reina de Einar porque realmente ama al hermanastro Eric.
Uno es vikingo y cree estar preparado para soportarlo todo y viene Morgana y te deja tieso. Después se le inyectará el ojo que le queda en sangre y se medirá en combate singular con su hermanastro.
La peli terminará con un funeral vikingo (cuando veo esta peli me acuerdo de Excalibur y viceversa). Pero no os diré quien yace en ese drakkar… Para saberlo os invito a ver la peli y a disfrutar con ella tanto como disfruto yo cuando la veo.