Las Dos Torres

Ficha técnica de Las dos torres

Título: Las dos torres
Título original: The Lord of the Rings: The Two Towers
Director: Peter Jackson
Nacionalidad: Nueva Zelanda
Año: 2002
Distribuidora: New Line Cinema
Duración: 223’
Producción: Peter Jackson, Barrie M. Osborne, Frances Walsh
Productora: WingNut Films, The Saul Zaentz Company
Guión: Philippa Boyens, Peter Jackson, Fran Walsh, Stephen Sinclair (novela: El Señor de los Anillos: Las Dos Torres, JRR Tolkien)
Fotografía: Andrew Lesnie
Montaje: Michael J. Horton, Jabez Olssen
Música: Howard Shore
Efectos especiales: Weta Workshop

Ficha Artística

Elijah Wood (Frodo Bolsón)
Sean Astin (Sam)
David Wenham (Faramir)
Viggo Mortensen (Aragorn)
Ian McKellen (Gandalf el gris)
Bernard Hill (Rey Theonden)
Miranda Otto (Eowyn)
Karl Urban (Eomer)
Dominic Monaghan (Merry)
John Rhys-Davies (Gimli y la voz de Bárbol)
Sean Bean (Boromir)
Orlando Bloom (Legolas)
Billy Boyd (Pippin)
Cate Blanchett (Galadriel)
Christopher Lee (Saruman)
Andy Serkis (Gollum)
Craig Parker (Haldir)
Brad Dourif (Lengua de serpiente – Grima)
John Noble (Denethor)

Premios

Oscar Mejores Efectos Visuales, Mejor Edición de Sonido

Las Dos Torres tiene el comienzo más impactante de toda la saga

Sin desmerecer la narración de Galadriel al comienzo de La Comunidad del Anillo. Que está entre mis favoritos, no sólo de la trilogía, sino del cine en general.

Howard Shore nos sitúa primero (a través del oído) en un clima de pre-tragedia, así, sin comerlo ni beberlo. Con una melodía que me hizo temblar desde la primera nota hasta que Jackson (con la vista) nos hace atravesar la montaña. Literalmente, a través de su inmensa mole y hasta sus cimientos en lo profundo de la tierra.

De este modo enlaza la peli con La Comunidad del Anillo. Y de paso ver cómo Gandalf cae al vacío en el puente de Khazad-Dûm. Os hablo de la defensa de los enanos contra invasiones desde fuera de Moria. Obligaba al enemigo a avanzar de uno en uno. Recordad que Gandalf cayó tras defender el puente, y al resto de la Comunidad, del Balrog. Y fue este mismo balrgo el que, al caer, tiró del mago con su látigo y lo arrastró consigo en la caída.

La verdad es que, para mi…

Primera escena y la mejor de la peli

Jackson nos regala la mejor escena de toda la película en el mismo comienzo. Una de las mejores de toda la trilogía. Junto con la marcha de los ents con Barbol al frente y la carga de los Rohirrim.

Sin embargo, y lamentablemente, estamos ante la peor de las tres películas. Hablando, siempre, desde mi punto de vista y desde mis propios gustos, que quede claro.

Y me explico:

Tolkien escribió Las dos torres como una secuencia lineal

Continuando la narración de “un todo” que es El Señor de los Anillos. Cierto es que si nos pusiéramos frente a un calendario (de la Tierra Media) la trama que lleva a Frodo y Sam hasta Cirith Ungol correría en paralelo con el asedio a Minas Tirith (El Retorno del Rey). Por esto mismo Peter Jackson procura evitar este “gap”, o salto narrativo, para mejorar la comprensión del espectador. Para ello se inventa un argumento igualmente líneal.

Hasta aquí bien, comprensible. Pero se pasa tres pueblos.

Lo que hace para rellenar de tiempo ese desfase entre obra literaria y cinematográfica es introducir pasajes de su propia cosecha. Así casi arruina la película. Así arruina la novela y se separa del texto y de la intención primigenia del autor: Tolkien.

De modo que te encuentras con que si eliminas todo lo relacionado con Ella-Laraña te queda un lapsus literario que, en metraje de cine (siguiendo las proporciones de Jackson), equivale a más de 70 minutos… y para rellenarlo se inventa tres desarrollos alternativos para las otras tramas paralelas…

La de Pippin y Merry en manos de los Uruk-Hai por un lado
También la de los tres cazadores, Aragorn, Gimli y Legolas
1. El reencuentro con Gandalf
Y el felchazo de Eowyn

Los tres cazadores parten con Gandalf hacia Medusel. Lo harán, tras su reencuentro, para instar a Theoden Rey a prepararse para la batalla contra Saruman el multicolor. Traidor cuya codicia le ha apartado del bien.

Saruman fue el más sabio de los Istari

El líder de su orden. Por eso era el blanco. Por su pureza y su capacidad para el liderazgo.

Su afán de conocimientos, y de sabiduría, terminaron corrompiendo su corazón. Emponzoñando su espíritu y pervirtió esa sabiduría para ponerla al servicio del mal. De ahí que cuando Gandalf el gris y Sarunam el blanco se encuentran en Orthanc, en La Comunidad del Anillo, la túnica blanca de Saruman sea arco iris. Multicolor.

Porque ha quebrado la luz para comprender su misma esencia. En vez de estudiarla y venerarla. Esto no lo vemos en la peli de Peter Jackson. Sí lo vimos en la de Ralph Bakshi, de 1978. Pero en esta se omite la explicación del paso del blanco al multicolor; De la pureza a la perversión.

Por eso, cuando Gandal se enfrente a Saruman no se enfrentará al blnaco sino al multicolor. Y por eso el gris tornará en blanco, para que perduren pureza y sabiduría.

Hecha esta reflexión, volvamos a Medusel y al Palacio de Oro.

La perversión multicolor de Saruman le llevarán a crear un ejército de orcos y humanos para invadir Rohan. Todo bien hasta la clásica historieta de los dos niños concevida para humedecernos el lacrimal.

En Medusel también veremos sobredosis de crónica rosa.

El flechazo de Éowyn

Cae rendida ante Aragorn. Y este está profundamente enamorado de Arwen. Lo sabemos porque nos lo repite una y otra vez nuestro querido Jackson. Por si tenemos memoria de pez, o por el mero hecho de rellenar y de trufar el guion con paja.

Los restos de la Comunidad del Anillo

Aragorn, Legolas y Gimli.

Liderados nuevamente por Gandalf.

Atraviesan las marcas de Rohan hasta llegar al Castillo de Oro y adiós Tolkien y hola Sergio Leone. Saltamos de la Tierra Media a un “espagueti Western”.

La entrada que hacen los protagonistas en Medusel es gloriosa en la novela, y llena de humanidad. Penetran en la sala principal del Castillo para encontrarse con un Theoden decrépito y liberarlo del mal que lo constriñe a los cuatro muros que le rodean…

Peter jackson reconvirte la escena en una vulgar aparición de matones dentro del Saloon de cualquier pueblo del oeste americano. Cuatro macarras que avanzan a mamporros que te hacen esperar ver a Terence Hill haciendo de Legolas y Bud Spencer de Gimli.

Rumbo al Abismo de Helm

Volvemos a atravesar Rohan.

Esta vez para llegar al último baluarte defensivo de Rohan ante la marea de orcos que se avecina: el Abismo de Helm.

Asaltan las fronteras. Irrumpen en las tierras del norte. Son incompatibles con los seres humanos. Violan, asesinan, queman y roban todo cuanto encuentran en su camino. Los «vikingos» de Rohan tienen que replegarse porque, sometido a Saruman, su rey no permite cerrar las fronteras. Y si no las cierra la invasión es imposible de evitar.

Por eso, cuando el rey abrió los ojos, y se liberó del hechizo buenista de Saruman y aera tarde. Las tierras fronterizas estaban perdidas y los uruk-hai, negros, incivilizados, salvajes y sombríos, campaban a sus anchas imponinendo la anarquía y la destrucción.

Por eso el Rey Theoden pone rumbo a Helm

A sabiendas de que no podrá luchar a campo abierto, como es costumbre entre los Rohirrim. Tendrán que acantonarse y esperar a que Gandalf reúna a los demás caballeros. Jinetes dispersos por los distintos foldes, huídos de la invasión, para no ser masacrados. No pudieron defender sus fronteras porque tenían orden expresa de no hacerlo, y por eso los salvajes se adentraron en sus tierras. Por culpa de Lengua de serpiente, Grima, el consejero del Rey. Un espía de Saruman.

Así pues veremos esa huída..

Eso sí, con un buen rato de película soportando chistes y burlas de un Gimli reducido a personaje cómico. Veremos el desdén de un Legolas rebajado de su alta alcurnia y a un Aragorn que parece pensar solo en su amada. Todo el rato con mirada perdida y plagando la película de flashbacks tan absurdos como innecesarios.

Puestos a trastocar la literatura original, sustituye estas tonterías por la llegada de la Compañía Gris. Mételaal término de esta entrega y tendría pleno sentido y habríamos evitado perdernos (no aparecerán tampoco en El retorno del Rey) a tantos y tan grandes personajes y de paso habrías mejorado buena parte de la tercera película…

Jinetes de wargos

Vamos de mal en peor. La película ha entrado en barrena y, a lo expuesto antes, sumémosle la escaramuza con los orcos jinetes de wargos. Innecesaria. Y también, puestos a meterla, esta es innecesariamente larga y ridícula en muchos aspectos. ¿He dicho en muchos? En todos los aspectos.

La floritura de Legolas saltando al caballo no se sabe cómo. Las peleas con los wargos. Pero lo peor de todo es la caída de Aragorn. No daba crédito en mi butaca. Dan por muerto a Aragorn y desaparece un rato de la peli.

Lloriqueos varios, pérdida de esperanzas… Y el caballo que salva a su amo y volveremos a verleoteando el horizonte y viendo a los diez mil Huruk Hai marchando rumbo al desfiladero. Todo esto es paja que nos mete Peter Jackson y es una manera vulgar y zafia de diluir la personalidad de Gimli y Legolas. Y le da un protagonismo absurdo a un Trancos que bastante protagonismo lleva de por si hasta el momento y en lo que le queda de trilogía.

Esto por un lado. Por otro…

Éowyn

Uno de mis personajes favoritos en la trilogía de Tolkien.

Una princesa guerrera que anhela la gloria del combatiente y se siente (muy de la literatura británica del XIX) como el pájaro enjaulado en una jaula de oro. Se enamora de Aragorn, deslumbrada por su majestad, su planta, su melancolía y su ascendencia moral y ética sobre los suyos.

Todo lo culto y elevado de la literatura de Tolkien se diluye aquí con coqueteos y tonterías como la escena del estofado de pescado. Esto arruina por completo a ambos personajes…

Faramir, el montaraz de Ithilien

El mejor personaje de la novela y el peor de la peli

Cambiamos de escenario para encontrarnos con Faramir, que se cruza en el camino de Frodo y Sam. A estas alturas estos tienen por guía a Gollum, que les ayuda a buscar una entrada en Mordor atravesando los bosques de Ithilien…

Puñalada para Tolkien en Las dos torres

Amén de Gandalf y Aragorn, si hay un personaje que representa la dignidad de acto y de palabra ese es Faramir.

Si hay un digno guerrero e hijo; de palabra y con un profundísimo sentido de la tradición, del honor, del respeto y la nobleza, familiar y de espíritu, éste es Faramir.

El Faramir de Jackson es tentado por el Anillo Único. Es capaz de apartar a Frodo de su misión. Y es capaz de arrastrar a los dos hobbits hasta Osgiliath para ganarse los favores de su padre. Un padre que está un poco tocado en ambas versiones: libro y película… Pero su hijo no.

Es un ultraje a la esencia de Las Dos Torres. Y todo por rellenar huecos en la trama para alargar la película.

Ah… lo olvidaba… Hay otra puñalada… La anterior dañaba el espíritu de El Señor de los Anillos. Pero la que voy a mencionar a continuación corrompe toda la historia.

Volvamos a Theoden y Aragorn, preparándose para luchar con los invasores sureños y los huruk-hai… Lo peor de todo en esta película es la aparición de los elfos en el Abismo de Helm.

¡Sí!

Elfos en el abismo de Helm

Aparecen precediendo a los Uruk Hai para sumarse a las fuerzas defensoras de los rohirrim… ¡Por favor! Cierto es que yo mismo, como lector, habría vitoreado a Haldir a su llegada en caso de haberse producido, pero no es el caso. Hablando de elfos… Sí que hubo uno en la novela: Legolas. Y aquí le pillamos haciendo skate, o surf, bajando unas escaleras sobre un escudo y disparando flechas a troche y moche.

Lo de los elfos de Hildor es un conejo doloroso que se saca Jackson de la chistera para ganarse las bondades del público. Pero ¡ojo! Que podría haber sido incluso peor: esta tropa de elfos iba originalmente (en los borradores del guion de Jackson) liderada por Arwen… Hasta ahí podríamos llegar. Seguro que en su fuero (gore) interno se ensoñaba con Eowyn y Arwen peleando en el barro para ganarse los favores de Aragorn.

Ya me he desahogado.

Dicho todo esto, me toca limpiar un poco “el barro” que he salpicado y dejar las cosas en su sitio de nuevo.

Las dos torres sigue siendo una buena peli…

La película, como tal, abstraído del argumento y de las licencias, es una gran película. Nos deja expectantes pensando qué veremos en la batalla de los campos de Pelennor. Ver la batalla en el Abismo de Helm y saber que no es ni la mitad de lo que nos espera en la siguiente entrega nos deja salivando. a la espera de la siguiente película… Sobre todo al atisbar Mordor cuando Saruman se adentra en el Palantir y revela a la audiencia sus verdaderos propósitos.

Sí me gusta, y mucho, el trato que da a la uniformidad de los rohirrim. Dejando que solo la guardia vaya perfectamente pertrechada y dando la libertad que realmente se le supone a los “palafreneros” al no ser milicias profesionales. Ese tono granate para diferenciar a los nobles… Mientras prevalezca el verde, me gusta.

El flashback de Faramir

Hay otra escena inventada por Jackson que sin embargo sí enriquece a la película. El flashback de Faramir. Cuando está con los hobbits. Se abstrae y recuerda a su hermano caído. Boromir, tras recuperar Osgiliath (cierto con respecto al libro) y justo antes de recibir el encargo de Denethor (su padre) de ir a Rivendel (falso). Una escena en la que enarbola espada y bandera de Gondor.

Nos deja con la miel en los labios amagando pero sin pegar al enseñarnos los caballeros de Gondor, estos sí, perfectamente uniformados y compactos.

La película refleja también algunos de los principales mensajes de Tolkien

Por un lado su miedo a las invasiones bárbaras. El miedo a la pérdida de la civilización a manos de los bárbaros que vienen a destruirlo todo.

Por otro lado su tristeza frente a la industrialización. El abandono de la campiña por la ciudad, arrasar la naturaleza convirtiéndola en pasto de la maquinaria industrial. Y sobre todo, dada su experiencia vital, tras combatir en la I Guerra Mundial, una denuncia doble, contra la guerra en si misma y contra el inmovilismo ante un opresor sin escrúpulos.

Inmovilismo y pasividad representados por los Ents, o pastores de árboles, que no hacen nada por defenderse de un “amigo hostil” que diezma los bosques. Será la llegada de Pippin y Merry la que desencadene su furia contra Saruman.

Peter Jackson es un genio

Lo ha demostrado en cada entrega de la película, de eso no hay duda alguna, a pesar de esas licencias que no me canso de lamentar.

Su capacidad para coordinar el rodaje simultáneo de las tres entregas. Sus ediciones, sus efectos, la legión de actores y de extras. Y, por encima de todo, su capacidad para plasmar la Tierra Media como la ha plasmado sacando hasta el último jugo de su tierra natal Nueva Zelanda. Ha logrado recrear cada una de las atmósferas de El Señor de los Anillos, rayando la perfección… Eso compensa el resto de cosas que podrían haber sido mejor tratadas.

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