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Oblivion

Tabla de contenidos

Oblivion es una de esas pelis que, vista una vez, apetece volverla a ver.

Pero no por segunda vez, y dejarla en el olvido. No. Apetece volverla a ver en cualquier momento. Si te apetece una peli de acción, porque tiene acción. Poca, condensada, pero trepidante. Si quieres ver una distopía porque refleja un futuro que ojalá nunca llegue. En cambio, si te gustan los clásicos, pese a ser futurista, también tienen cabida en ella. Y si te apasiona la Ciencia Ficción también. También es para ese perfil de espectadores, de los puristas a los que les gusta que la ficción no se distancie demasiado de la realidad.

Pero si eres de los que aprecian la belleza. De los que disfrutan con las obras que rezuman buen gusto y de los que buscan un guion por encima de cualquier otra cosa, entonces Oblivion es para ti. Porque, ¡ojo! Oblivion tiene esas otras cosas: diseño, un planteamiento de un futuro y de una tecnología futura plausibles, y chulísimas… lo tiene todo, pero nos brindan todo eso con un texto formidable que da sentido en nuestros oídos al deleite que percibimos por los ojos.

Y tiene dos protagonistas que lo bordan, porque nacieron para el cine y viven del cine y nos han hecho amar el cine: Tom Cruise y Morgan Freeman. Un reparto rematado con las no menos formidables Andrea Riseborough y Olga Kurylenko. Y un quinto, Nikolaj Coster-Waldau, a quien seguro que reconoceréis si lo nombro como Jaime Lannister…

Si la belleza fuera película, sería Oblivion

Una peli nacida para ser bella. En su guion, su reparto, en su banda sonora. ¡Y en su fotografía!

De verdad. Si ya has visto Oblivion entenderás perfectamente lo que acabas de leer. Y si no lo has hecho, dala una oportunidad porque quien saldrá ganando serás tú. Son 125 minutos de cine en estado puro. Un regalo para tus ojos, para tus oídos, para el amante del buen cine que le pide a una peli algo más que diálogos rimbombantes y saturación de CGI, y ropas y armas estrambóticas.

Esta película está cuidada al detalle. Está mimada y querida por quienes la hicieron posible. No es un título para hacer taquilla de manera compulsiva. Y se nota. Es una peli hecha con cariño y desde el cariño. Por personas que aman hacer cine para personas que aman el cine. No palomiteros, ni fans compulsivos. Esta peli es como un buen vino, o un buen whisky. Para verla acompañado por otra persona que sepa apreciar lo bueno tanto como uno mismo. Para saborearla y disfrutarla, y hasta para comentarla.

No tiene una falla. Puede tener algunas fisuras en el guion, algunas cosillas que uno habría escrito así y otro asá. Pero esta peli, si no eres de los que exigen al cine que te chuten adrenalina vacía de contenidos. Es fabulosa en su continente (estética, BSO, reparto…) y en su contenido (guion y producción). No sé a vosotros, pero con eso, a mi, me basta. Y no es poco, que conste, pues son muy pocas las pelis tan redondas de principio a fin… y tan entretenidas, porque además de todo eso es entretenida. Que total no hay pelis que son bodrios, pero gozan del favor de las masas.

Oblivion es una distopía de Ciencia Ficción

No es la primera distopía que encontraréis en el fancine.

Es más, Oblivion es la distopía nº47 en el fancine. Para que veáis si me gusta el género… Y me faltan algunas, pero si curioseáis en esa sección seguro que os gustará lo que encontraréis. Y seguro que, a más de uno, os descubro algún título y luego me lo agradeceréis.

Lo bueno, quizás hasta «lo mejor» de esta Ciencia Ficción es que se me antoja plausible. No su trama, ni quizás su planteamiento. Me refiero a que no me chirría lo que veo en la pantalla. Al contrario, su tecnología, amén de respetar ese gusto exacerbado por la estética, parece toda posible. Hasta lógica. Y esto, en una peli de Ciencia Ficción, se agradece…

Es inevitable que vea en ella trazas de otras distopías que la precedieron. Pero siempre me deja buen gusto y no me sacan de la peli. Sobre todo, cuando me recuerda a cierto pasaje de Independence Day. Precisamente esa, que no la tengo en el fancine. Y que no querría comentar porque su mera mención sería un spoiler de primera categoría.

Veo zonas prohibidas que me llevan al Planeta de los simios (esa sí está en el fancine, abajo encontraréis el enlace). Sobre todo, cuando Jack Harper sobrepasa la antorcha de la Estatua de la Libertad. No mencionaré King Kong porque no es una distopía, aunque el bicho está omnipresente por la importancia del Empire State Building en la trama de esta peli. Qué bonitas son las vistas desde allí arriba. Yo las tengo grabadas y de tanto viento que hacía vibró la película dentro de la cámara y sale un poco movido todo. Qué viejuno me ha quedado el comentario de «la película dentro de la cámara».

Me quedan otras dos distopías… 2001: Una odisea del espacio es la primera, porque me evoca a Hall 9000 unas cuantas veces. Y La carretera. No es que ésta última quepa dentro de Oblivion, o que la vea reflejada, pero sí coinciden, más o menos, en el espacio físico en el que se desarrolla la trama y buen nudo en el estómago nos dejan ambas pelis cuando vemos, o cuando reconocemos, algún aspecto cotidiano de nuestra civilización actual (mientras nos dure) en la ruina distópica de ambas.

Sobre la Ciencia Ficción

Que me he liado con las distopías, pero he pasado de puntillas en lo de la ciencia ficción, casi sin mencionarla. Una Ciencia Ficción, según mi gusto y mi parecer, de la mano con los efectos especiales, que aportan verosimilitud y credibilidad a cuanto sale en la pantalla.

Da igual que veamos una especie de helicóptero sideral. Nos lo creemos. Bueno, no generalizaré. Hablaré por mi: me lo creo. Es más, si no me lo creyera, querría hacerlo. Porque estas aeronaves son de tal belleza y tan prácticas, que me volvería loco tener una de ellas. Versatilidad sería la palabra, amén de bonitas. Por la inmensa panoplia de funcionalidades que, vistas con la mirada de alguien que viene del siglo XX y está viviendo la sobredigitalización del XXI, me parece una tecnología hasta plausible.

Los drones son fríos, duros e insensibles, pero los han hecho de tal modo, y su tratamiento es tan fino, delicado y depurado que parecen personajes animados. Es increíble la tecnología que se han inventado para hacerlos volar, hasta de costado, mientras apuntan y disparan hacia otro lado. Lo dicho, me parece plausible que esa tecnología pudiera estar en uso, o en fase de desarrollo. Eso es un plus para esta peli, ya de por si fantástica.

Diseño de producción

En esta faceta lo han dado todo.

Las viviendas esas en las que viven los últimos habitantes humanos del planeta. Qué regalo para la vista. Qué delicadeza y qué bien diseñado está todo. Pura harmonía. Se han esforzado por mostrarnos un planeta inhóspito pero esas viviendas, dentro de ser como vivir en lo alto de un rascacielos con una base minúscula, y que están eso, en medio de ninguna parte, resultan cálidas. Son un conglomerado de tecnología que, así con todo resultan cálidas. Y resultan un lugar en el que no me atrevo a deciros me gustaría vivir, pero sí en el que me pasaría unas vacaciones (si mi vértigo me lo permitiera).

Ya he mencionado las naves, los drones y las viviendas. Pero ¿y los vestuarios? Minimalismo al poder, qué hermoso es el resultado de un diseño de producción discreto, coqueto. No recargado ni emperifollado. Sin aspavientos como cada vez que vemos a los piratas de Hook. O a los malos de Mad Max. Siempre lo he dicho, a mi me gusta lo sencillo, que no simple. Para simple es reconducir todo a lo recargado y lo grotesco. Lo difícil es transmitirnos todo con poco.

Menos, es más. Como en Internet

Y en este caso lo han bordado. de verdad. Cuánta belleza.

Por no hablaros del casting, que al mencionar «belleza» es lo primero que me ha venido a la cabeza, más que el mismísimo diseño de producción. De verdad, ¿a quién le importaría ser uno de los últimos habitantes de la Tierra si tienes a Victoria por pareja? Si toda la peli: guion, fotografía, música y diseño de producción rezuma harmonía y armonía (que las dos valen por igual y con una no me basta para expresar lo que os quiero comunicar), al saltar al aspecto humano esta peli riza el rizo.

Andrea Riseborough y Olga Kurylenko

Si me quedara solo en el planeta, con ellas dos… No echaría de menos la superpoblación. Ni lamentaría perderme los atascos. Ni recordaría la pérdida de identidad de Europa, ni de los Estados Unidos… Sería feliz. Y si encima tuviera esa nave, y esa moto y esa cabaña escondida en el bosque. Me sobra el mundo.

A partir de aquí haré Spoiler

Por lo que te recomiendo que veas la peli antes de leer lo que sigue.

Morgan Freeman, Nikolaj Coster-Waldau, Tom Cruise…

¿De verdad? Mira que yo era un inmenso detractor de Tom Cruise. Es curioso, Legend, una peli de fantasía protagonizada por él está entre mis películas favoritas. De hecho, es mi peli para ver en vísperas de Reyes Magos desde finales de los 80s, no os digo más. Y Rebeldes, otra peli en la que salía él, esa también me encantó. Pero no me gustó en TAPS, más allá del valor. Ni en TOP GUN.

Habéis leído bien. El Maverick de TOP GUN me parecía un cretino. Nada que ver con el de TOG GUN: Maverick. Este sí me ha fascinado, tanto como la peli. Pero en ese intervalo, sin desmerecer su carrera, cuyos títulos le abalan, mi yo subjetivo no disfruta con la mayor parte de su filmografía en su etapa adulta. Pero ahora que ya está madurito, (y yo voy camino hacia los 50), me parece que está mejorando con la edad (como yo). Y que mejora también su interpretación (y yo mi escritura). Hasta el punto de deleitarme en pelis de acción como Al filo del mañana.

¡Ojo! Me pareció genial como Lestat en Entrevista con el vampiro. Los viernes que la vería en los 90s, (junto con Dracula), en mis noches de cine acompañado en el sofá de mi casa. Sin olvidarme de Tropic Thunder, donde no es el protagonista, pero encarna un personaje que derrocha sentido del humor por los cuatro costados.

Todavía no he hecho spoiler 😂

Pero allá voy.

De hecho, os contaré de qué va la peli.

Por lo que, ahora sí, si no la has visto…

Estamos en el año 2077. La Humanidad ha abandonado el planeta Tierra. La inmensa mayoría de los seres humanos viven ahora en Titán, una de las lunas de Saturno.

La migración se debe a un ataque alienígena que destruyó nuestra luna y arrasó la Tierra. Los humanos vencieron, pero la destrucción de nuestro satélite, cuya influencia sobre el planeta es crucial para las mareas y otros factores climáticos, hizo que los maremotos y los terremotos se multiplicaran. Cambió la faz de la Tierra y con el cambio las condiciones de habitabilidad. Los tsunamis hicieron el resto.

Pero ahí no se quedó la cosa. Tras todos los desastres naturales (provocados artificialmente por la destrucción de la luna), los alienígenas invadieron la Tierra. Los humanos se defendieron y vencieron al invasor usando armas nucleares a gran escala.

«Ganamos la guerra, pero perdimos el planeta»

Por eso nos explican al principio de la peli que ganamos la guerra a los extraterrestres, pero perdimos el planeta. Extraterrestres que iban de planeta en planeta huyendo del suyo, esquilmado. El problema es que allá donde fueran hacían lo mismo: se apoderaban de todos los recursos naturales del planeta al que llegaban. En nuestro caso, los humanos vencimos, pero a qué precio: abandonar la Tierra.

Vencimos, pero los supervivientes fueron enviados a Titán. Se quedó un grupo de militares, o paramilitares, no sé… ¿de científicos, astronautas y técnicos de la NASA? Algo parecido, para supervisar la misión que tenía como objetivo mantener los drones que lo vigilan todo en la superficie de la Tierra. Una vigilancia necesaria porque sigue habiendo carroñeros (así llamaron a los extraterrestres) que sabotean las plantas extractoras de agua. Un agua necesaria para producir energía de fusión para viajar por el espacio. Tienen esas plantas a lo largo de todas las costas y están vaciando los océanos.

Vika y Jack son los únicos terrestres en la Tierra

Por lo menos en el territorio de los antiguos Estados Unidos.

Por eso la peli nos cuenta la vida cotidiana de Jack Harper y Vika Olsen.

Él es un especialista en drones y ella sirve de contacto e informante con el Tet, la central para la que trabajan. Digamos que hay tres tipos de humanos: los que están en Titán, los que garantizan la energía a esa Humanidad, esté donde esté, desde el Tet, en nuestra estratosfera, y estos dos protagonistas, que vigilan los drones que vigilan la recolección del agua, en tierra firme.

Vigilan, y Jack los repara. Hasta tienen uno en reparación en su propia torre.

Vika y Jack no están casados. Vaya, ahora me asalta la duda… ¿son pareja formal, informal? ¿Viven en pecado? ¿Son pareja de hecho? O de hecho viven amancebados. La verdad es que no lo recuerdo, pero yo diría que no lo están. Que son compañeros de trabajo y están liados. Aprovechando que viven juntos, que son dos figurines y que no les ata nada a nadie… Más bien porque no hay otro nadie a quien atarse en el planeta.

Su vida es monótona pero placentera. Y tienen libertad de movimiento por toda la zona no contaminada de la superficie de la antigua Norteamérica. Y viven en una atalaya que se alza en vertical centenares de metros y están por encima de las nubes. En un sitio, como os decía al principio, irresistiblemente bonito.

Ya están hechas las presentaciones

Día 1 en la peli. Jack sale a hacer su ronda en una nave de esas que os decía antes, que son super chulas, y recibe la noticia de que hay dos drones averiados. Se dirige a ellos y los repara. Esto nos permite ver la maniobrabilidad de la nave, la moto que lleva metida y desmontada, en un maletero y lo natural que le resulta a Jack ir de aquí para allá.

Es su vida.

Solo ha hecho esto desde que tiene memoria.

¿Memoria?

Esa es la madre del cordero. Primero porque cada cinco años resetean sus memorias. No las suyas, las de todos los seres humanos del Tet, y las de estos dos. ¿Para qué? Vete tú a saber. Pero Jack lleva una temporada soñando cosas que le incomodan. Sueña con el Empire State Building. Y sueña con una mujer que no conoce. Siempre lo mismo y la misma persona. Eso le incomoda. Pero más le incomoda tener la extraña sensación de que no es un sueño y sí es un recuerdo.

En esa ronda diaria será presa de una trampa de los carroñeros. Le hacen llegar una señal emitida desde una baliza que él interpreta como la de un dron averiado. Pero no hay tal dron, y sí una baliza artesanal y la trampa que os mencioné, de la que huye por los pelos. Y se lleva consigo una lata con una plantita que ha trasplantado, encontrada en la superficie. Kack está asustado porque los carroñeros habían intentado atraparle, y esa noche le vemos cómo le quita el miedo Vika. Ya os adelanto que lejos de no tener miedo, a su lado, me encantaría tenerlo.

Pero viendo la peli, no la primera, y quizás tampoco la segunda vez, sino tras varias veces, comprendes que no es el miedo lo que le quiere quitar, sino la curiosidad. Él tiene curiosidad por esos carroñeros y tiene curiosidad, y recorre la superficie del planeta en su nave, y tiene un rinconcito al que le gustaría llevar a Vika. Pero cuando abre la puerta a la curiosidad Vika esgrime todos sus argumentos para desviar su atención. Conmigo funcionaría…

La explosión

Esa noche, en la inmensidad de la oscuridad ven un espectáculo inusitado. Una de las plantas extractoras explota y se alza un hongo (no nuclear, pero sí de energía) que se recorta en el horizonte.

Jack pone rumbo a la planta de extracción y comprende que ha sido un sabotaje. Un atentado de los carroñeros que bien podría haber detonado una célula de energía robada a uno de los drones. Termina inspeccionando el Enpire State Building siguiendo otra señal. Cosa fácil porque de las 102 plantas sólo queda en superficie la parte del mirador, es decir: las últimas. El resto está cubierto de tierra. Todo Nueva York yace sepultado debajo de 400m de arena. Esto lo deduzco porque el Empire mide 443.

Antes de localizar la baliza, que vuelve a tener origen carroñero se pasa por delante de uno de los prismáticos que se usaban para ver NY desde el cielo. Nada importante sino hubiera sido el mismo con el que sueña cada noche y en el que se le aparece esa mujer con la que os dije que soñaba. La señal emite unas coordenadas que marcan una posición desconocida y, a priori, vacía. Pero no puede llegar a ella porque está al otro lado de la frontera que no pueden traspasar por los niveles de radiación.

Cuando vira para regresar Jack hará una escapadita a un rincón totalmente natural. A un sitio que tuvo que descubrir en una de sus rondas y lo ha convertido en su refugio emocional. Nunca mejor dicho, porque es un refugio a modo de cabaña de madera junto a un lago. El sitio en el que, si desaparezco algún día, me encontraríais a mí. Allí tiene una biblioteca con todos los libros que se ha encontrado en sus rondas de vigilancia. Tiene una canasta y hasta un tocadiscos. Amén de su gorra de NY.

Se conoce que usa este sitio para desaparecer del mapa de vez en cuando y vivir, un ratito, desconectado de la tecnología y en armonía con la naturaleza. Hasta se queda un rato mirando una trucha, por el mero placer de mirarla. Y cuando se tumba para echarse una de estas siestas, se despierta primero porque ha vuelto a soñar lo de siempre y porque ha visto entrar en la atmósfera terrestre una nave que se estrella justo en las coordenadas que había leído antes, la de la baliza.

Recibe la orden del Tet de no ir a ver los restos de la nave

Porque de eso se trata, de una nave espacial humana. De antes de la guerra.

Por eso, y aunque tiene la orden de no ir, va y aterriza. Aun cuando le han dicho que han enviado un puñado de drones para que se hagan cargo de la situación. Para sorpresa suya se encuentra eso, una nave espacial, de antes de la guerra con los extraterrestres, y hay varias cápsulas con supervivientes, y son humanos, para sorpresa suya.

Pero la verdadera sorpresa, tras ver que varios siguen con vida, la última cápsula resulta contener una mujer. Está viva. Es la mujer de sus sueños. No en sentido figurado, en sentido literal: es la mujer con la que sueña todas las noches. Los demás supervivientes mueren porque los drones atacan y los queman vivos, sin dejar que salgan de las cápsulas. Él se interpondrá entre un dron y la cápsula de la mujer. El dron se larga y él se lleva la cápsula a la torre, con la superviviente.

Antes de verle llegar a la torre, donde Vika le espera, vemos a uno de los carroñeros que lo vigilaba desde la distancia.

La caja negra

La superviviente se llama Julia.

Se lo dice a Vika cuando despierta. Y Vika se encarga de decirle que lleva casi sesenta años, bueno esto lo termina de decir Jack, hibernada. También la explican que es la única superviviente. Una vez repuesta la veremos cenando con la pareja de amancebados y se negará a explicar la razón de su misión. Porque es una misión secreta. Julia no quiere decir nada al respecto hasta que recupere la caja negra de su nave.

Julia se muestra contrariada y desorientada, y con razón. Se fue de una Tierra verde y poblada y regresa a una Tierra yerma. Y sola, porque el resto de la tripulación ha muerto. Vika se muestra reticente a hablar con ella. Quiere que abandone la torre, quiere enviarla al Tet y quitársela del medio. No sé si recela de Julia o si siente celos por la atención que la presta Jack.

Julia convence a Jack para volver a la nave a por la caja negra. Vika se siente desbordada. Se salta las órdenes, a escondidas, se siente sobrepasada después de toda una vida sin salirse de las normas y a pocas semanas de tener que regresar al Tet. Toda su vida se está complicando por minutos, y Jack parece inclinado a comprender a Julia antes que a obedecer al Tet.

Julia ve las cápsulas destruidas de sus compañeros. Y comprende que no murieron porque se estrellaran, sino que fueron asesinados, vilmente, mientras hibernaban. Encuentra la caja negra y aparecen decenas de carroñeros. Reducen a Jack y se llevan a los dos humanos.

La sede de los scavengers

Empieza una nueva etapa en la película.

Una en la que Jack descubrirá que los carroñeros no son extraterrestres. Son humanos. Es más, los scavengers no existen. Es una invención del Tet para que los humanos que hay en superficie vivan aterrorizados y teman dar un paso más allá de los límites marcados. El mismo Tet… no está fabricado por los humanos. Ni está en la estratosfera para cuidar de esos pocos humanos que merodean por la superficie de nuestro planeta agonizante.

El Tet es extraterrestre. Ellos son los que destrozaron la luna y devastaron la Tierra. Son los extraterrestres que esquilmaron su planeta y se están llevando nuestra agua. Y tienen a humanos vigilando que «la resistencia» pueda evitar que se terminen de llevársela. Es decir: han engañado a Jack y le han puesto a luchar contra los pocos humanos que luchan contra los extraterrestres.

Aquí es donde aparece Morgan Freeman, como el líder de esa resistencia. Y Coster-Waldau, como su lugarteniente.

Es un momento Matrix… Porque le abren los ojos a una realidad imprevista. Es más, le hacen ver que la vida, según la conoce, es falsa. No existe. Es artificial. Jack medio confiará en Malcolm, y éste le devolverá su moto, pues se la robó cuando le tendieron la trampa anterior. Y Jack y Julia irán hasta el Empire State Building, y será entonces ella la que se quede bloqueada cuando se tope con los prismáticos que antes habían bloqueado a Jack.

Misión espacial

Jack exige a Julia que le diga cuál era su misión. Y que le diga quién es.

Y ella se lo explica.

Ellos dos formaban parte de un equipo de astronautas enviados a investigar algo potencialmente peligroso para la Tierra. Algo que había aparecido en nuestra luna. Ese algo era el Tet. Ahí le explica a Jack que el Tet no es de origen humano, sino el origen de todos los males de la humanidad. Le explica que ella y él, hasta Vika, iban en esa nave. Y que los hibernaron y que posiblemente Wika y él fueran despertados los primeros.

Esto es un golpe difícil de encajar, como comprenderéis. Pero más aún cuando ella le explique él, Jack, está casado con ella, Julia. ¿Cómo se os queda el cuerpo? Ese recuerdo vago, ese sueño recurrente, era un recuerdo de cuando quedaron en el Empire State Building. Lo hicieron para ver Nueva York juntos, antes de su misión espacial. Pero la idea había sido de Jack, y la invitó a subir para pedirla matrimonio allí arriba. Y cuando Julia le cuenta todo se desbloquean sus recuerdos y comprende que ella está diciendo la verdad.

Entre medias Vika le envía la nave, por control remoto, a NY. Y como lo ve todo por una cámara pilla a Julia y a Jack abrazados. El ataque de cuernos será fenomenal. Ni le deja entrar en la torre. Ahora vuelvo sobre algo que mencioné cuando hice las presentaciones… ¿Os acordáis del dron que tenían en la torre? Uno averiado, que Jack arreglaba en sus ratos libres. No está averiado. Es un dron que tiene el Tet en la base de los humanos, preparado por si se salen de su papel, eliminarlos.

El dron mata a Vika y no hace lo propio con Jack porque Julia se sube en la nave y dispara contra el dron.

Huyen y son perseguidos por tres drones. Esto nos lleva a una escena de acción de las buenas. Una persecución en la que Jack pilotará la nave y se medirá con los drones. La secuencia es una pasada. A mí me recuerda a una de las pantallas que tenías que superar en un juego para PC de La guerra de las galaxias. No recuerdo su nombre, la verdad, pero era genial y tenía algunas pantallas superchulas. Tanto como esta persecución a lo largo de un cañón. Ver volar a esta nave, y ver a los drones, y la versatilidad de ambos es una verdadera pasada. De ahí mi gustazo por ver esta peli, y mi celebración de los efectos especiales, y sonoros y la fotografía que no han envejecido nada en once años.

La zona radioactiva

Esta es la parte que os avanzaba antes que me recordaba a El planeta de los simios. ¿Os acordáis?

Huyendo de los drones se adentrarán en la zona prohibida. Y cuando se estrellen en el desierto el último de los tres drones será abatido por ellos y caerá al otro lado de una duna. Cuando Jack sube la duna para ver el estado del dron empezará la cuenta atrás de la peli.

El otro dron está averiado. En la arena. Cuando menos se lo espera aparece otra nave, como la suya, que está estrellada en la arena. Alucina en colores, porque pensaba que la suya era la única nave en la superficie de la tierra. Y más alucina cuando ve que de ella se baja un tío vestido igual que él.

Pero todavía alucina más cuando baja la duna y se acerca al otro tipo y éste se vuelva asustado y le encañone. Se encañonan mutuamente. Los dos asustados. Ambos incrédulos. Porque los dos se tienen a sí mismos en frente. Son como dos gotas de agua. Jack apunta a Jack y el otro Jack apunta a Jack. Pero lo peor de todo es que Julie baja corriendo por la duna y cuando el nuevo Jack la ve la reconoce inmediatamente y vemos cómo se abstrae por un segundo recordando el sueño en el que ella aparece. Es decir, los dos Jacks tienen el mismo aspecto físico, la misma misión, la misma nave, la misma compañera de misión y el mismo recuerdo con la misma mujer que no conocen.

Nuestro Jack reduce al nuevo Jack y desactiva el dron a tiempo, antes de que se los cargue a los dos. Pero Julia está herida. Ha tenido que recibir uno de los disparos que se perdieron durante la persecución. Jack la esconde en una cueva, para protegerla del sol, ata a su gemelo y pone rumbo a la sede del otro Jack. No tiene que hacer otra cosa que poner el piloto automático, mediante su voz, igual que habría hecho en el caso de ir a su torre. Pero en vez de ir a la 49, que es la suya, va a la 52, que la del otro Jack.

Y en la torre se encuentra con otra Vika. Imaginaros cómo flipa en colores. Sobre todo, cuando ella lo reconozca como Jack y le bese en los labios. Él ha ido para recoger el botiquín de emergencias que, igual que lo tiene en su torre, lo tiene que tener en la 52.

Recta final

Vuelve donde está Julia. Lleva un aparato de primeros auxilios que sella, cauteriza la herida, y se la lleva a su cabaña en el lago. Cuando ella se recupera hablan de su vida anterior. Antes de su misión espacial, pues los dos eran astronautas y antes de casarse.

Ella le despierta recuerdos, emociones y sentimientos que él ni sabía que albergaba. Y le cuenta que el sueño de él fue siempre jubilarse y llevársela a vivir a una cabaña en un lago. Justo como y donde están ahora. Y él irá comprendiendo que en estos años no ha hecho otra cosa que vivir su vida de un modo inconsciente, y que toda esa faceta rebelde no era sino su faceta real, la del hombre libre que vivía en un país libre. Sin saberlo, pero actuando en consecuencia a su verdadera y primigenia naturaleza.

¿Y los 60 años?

Porque aquí hay algo que no cuadra.

Ambos salieron de la Tierra juntos. Recién casados.

Y ella ha pasado 60 años hibernando. Por eso no tiene, o no tenía, ni repajolera idea de lo que había pasado con la Tierra. ¿Pero y Jack? Ella despierta y se encuentra con su marido que sigue vivito y coleando (literalmente) y sigue exactamente igual que como ella lo había conocido, pero hace esos sesenta años.

Ellos no tienen la respuesta. Es decir, tienen media respuesta: la llevan en la caja negra de la nave espacial de ella. De ellos… La otra media se la contarán los humanos a los que hasta esos días había perseguido tomándoles por scavengers.

Habla con Malcolm y le dice que ahora le cree. Después de medirse consigo mismo no le queda otra que creerle. Y después de ver la reacción del otro Jack al ver a Julia. Y de lo que le ha contado la propia Julia.

Jack se dispone a usar el núcleo de energía del dron que desactivó cuando peleaba con su otro Jack. Lo usa para arreglar y reprogramar un segundo dron. Uno que tienen escondido los humanos. Lo tienen para meterle más cápsulas de energía para enviar el dron al Tet y volarlo por los aires para deshacerse de los verdaderos alienígenas.

Malcolm le explica que después de la aparición del Tet, y de la desaparición de su nave espacial, regresó a la Tierra. Pero ya no era él. Era un ejército de clones que habían hecho los extraterrestres a partir de él, de Jack. Fue contra Jack contra quien lucharon los ejércitos humanos. Y fue él quien los derrotó. Y Malcolm le explica que no existe Titán. No existe un asentamiento humano en Titán. Que ellos son todos los supervivientes humanos. Que los clones, y los drones, están ahí para proteger esa extracción de agua y evitar que los humanos la paralicen defendiendo lo que es suyo.

Jack es un clon del verdadero Jack.

La batalla

Porque hay batalla.

Wika, celosa de Julia, habla con el Tet y pide refuerzos. Y envía las coordenadas de Jack y envía drones desde el Tet para terminar con Julia, con Jack y con quien se la ponga en el camino. Vencen a los drones, pero el dron que tenían reprogramado ha sido alcanzado por uno de los enviados por el Tet. Adiós a la única esperanza humana. No pueden enviarlo al Tet porque ya no funciona.

Tendrán que sacar la bomba del dron y transportarla manualmente, en una nave tripulada. No queda más remedio a Jack que ser él mismo quien se lleve la bomba. Es una jodienda, pero comprende que esa es su misión vital. Y como los del Tet (falsos humanos) habían pedido que los llevar a Julia, la humana superviviente, para «ponerles una misión nueva a los dos», aprovechará esa orden para llevársela consigo, hibernada de nuevo, para que no salten las alarmas cuando entre en el Tet con otra vida a bordo.

Esto es lo que me olía a Independence Day. Porque al final Jack pone la nave rumbo al Tet, con una cápsula de hibernación a bordo. Y vuela hasta la nave nodriza de los alienígenas, y me recuerda a El retorno del Jedi, cuando Han pilota la lanzadera rumbo a la Luna de Endor.

Otra vez la caja negra

En el trayecto rumbo al Tet Jack se pone a escuchar la caja negra. Y ahí se nos descubre el resto del pastel.

Se escucha a sí mismo, hablando como el comandante de la misión espacial de la NASA que iba rumbo al Tet. Luego tanto Julia como Malcolm parecen tener razón. Lo más fuerte, si no es suficientemente fuerte descubrir la verdadera realidad de tu propia naturaleza, es que en esa misma caja negra escucha a Vika. Era su copiloto y ellos (Vika y Jack) fueron los únicos que no hibernaron cuando iban en la misión. Y que tuvieron que desprenderse del resto de la nave porque necesitaban más propulsión. Esa es la nave que vería unos días antes, la que se estrelló con Julia a bordo.

Vemos cómo acude a ella, a Julia, se despide de ella y vuelve a la nave con Vika. Y como son Vika y Jack a quienes los extraterrestres ponen las manos encima. O las patas, o los tentáculos, o sus campos de energía… lo que sea… Es a ellos dos a quienes usarán para clonarlos, invadir la Tierra, extinguir a la Humanidad y ponerlos a vigilar aquello para lo que han ido en realidad: la extracción de nuestra agua.

Para aterrizar tendrá que pasar un pequeño scanner que le hacen con una máquina que es lo que os decía que me recordaba a Hall 9000 de 2001: Una odisea en el espacio.

La verdadera sorpresa nos la llevamos cuando abre la cápsula y vemos que no es Julia quien le acompaña, sino Malcolm, que lleva toda su vida luchando contra los invasores y no quería perderse la ocasión de estar presente en el momento en el que la bomba destruya al Tet.

Lays de la antigua Roma – Horacio

El libro que rescata Jack Harper, que mencioné arriba, es Lays de la antigua Roma (Lays of the ancient Rome). Un libro fundamental para entender el trasfondo de esta película que paso a contextualizar.

Los lays son composiciones poéticas de la Edad Media. En aquellos tiempos se escribían en provenzal (de la Provenza francesa, una región al sur de aquel país). Se destinaban a relatar leyendas o romances.

Es el punto de partida que tomó el británico, del s. XIX victoriano y whig, Thomas Babington Macaulay, para escribir esta obra en 1848. El Wigh fue un partido político supremacista en lo religioso, pues eran fundamentalistas anglicanos y contrarios al catolicismo. Creían en la monarquía parlamentaria y su rival eran los torys. Con el tiempo los wighs se bifurcaron en dos facciones que fueron reconvirtiéndose en liberales y conservadores.

En esa atmósfera religiosa, social y política apareció este texto (o la suma de varios textos) en formato de lays, dedicados a la antigua Roma. Un libro que se filtraría por los poros del mundo anglosajón y terminaría convirtiéndose en lectura de cabecera para casi todos los angloparlantes.

Horacio

Este es el protagonista de uno de esos lays. En él vemos a tres romanos, entre ellos, y liderándolos, el propio Horacio, sacrificándose a favor de Roma.

Explico lo de «sacrificándose«.

Roma estaba siendo asediada, y casi tomada por los etruscos. La fuerza invasora era muy superior a la romana, y la única defensa efectiva era el río Tíber. Pero había un punto débil en esa defensa: el puente Sublicio. Su naturaleza, obvia, era permitir el tráfico de entrada y salida de Roma, para el comercio y para acceder a la urbe. Pero en tiempo de guerra con los etruscos, y conforme estos cerraron Roma en una bolsa, se convirtió en la vía de acceso del ejército invasor. Si tomaban la ciudad Roma caería.

Por eso decidieron derribar el puente, para contener y detener a la vanguardia etrusca que ya asomaba por el horizonte. Pero los ingenieros no tenían tiempo suficiente para demolerlo, y menos si tenían que compaginar la lucha con las labores de demolición. Por eso Horacio Cocles, Espurio Larcio y Titus Herminius, se despojaron de sus impedimentas (equipos) y se lanzaron al combate.

Se interpusieron entre los etruscos y Roma, dieron tiempo para que los ingenieros demolieran la plataforma y su lucha se convirtió en todo un espectáculo por la crueldad con que pelearon. Cuando el puente empezaba a derrumbarse Horacio instó a sus camaradas a cruzarlo de vuelta, para ponerse a salvo. Sólo se quedó él, combatiendo el tiempo suficiente para sentir que el puente se desplomaba sobre el Tíber y, exhausto, saltó al agua huyendo de los etruscos que venían por oleadas.

Al cabo de un rato sacó la cabeza del agua para respirar y logró llegar a la orilla romana a nado desencadenando manifestaciones de júbilo por parte de sus compatriotas a los que había salvado.

Horacio, Winston Churchil y Jack Harper

Es indudable que el autor del guion quiso establecer algún género de paralelismo entre ambos personajes.

En la historia real hubo un precedente, Winston Churchill, quien se aprendió de memoria esta obra entera y la recitaba durante los bombardeos nazis en la Segunda Guerra Mundial. Ese Churchill/Horacio resistió peleando como gato panza arriba para superar los bombardeos, que eran la segunda fase (la primera era La batalla de Inglaterra, que enfrentó a la RAF con la Lutfwaffe) de la inminente invasión del Reino Unido por los fanáticos nacional-socialistas.

Este episodio histórico lo narro en cuatro artículos, de tres películas en el fancine cuyos enlaces encontraréis al término del presente artículo:

  • La batalla de Inglaterra
  • Durante la tormenta
  • El Señor de las moscas

Pero Churchill sobrevivió. ¿Y Harper?

Harper se inmola en el Tet.

Junto con Malcolm, a quien no le importaba morir tras defender la Tierra durante cincuenta años viendo como secan los ríos y los mares de su planeta.

¿Entonces?

¿Por qué Horacio?

Si Malcolm muere no puede haber paralelismo con el héroe romano, que al fin y al cabo logró sobrevivir. Si Harper muere, tampoco.

Ahí radica la paradoja de esta película. De esta distopía.

Jack Harper era un clon

Uno de esos miles de Jack Harpers que los extraterrestres fabricaron para invadir la Tierra. A partir del astronauta original.

Pero antes os dije que, en el tramo final de la peli, Harper lucha contra Harper cuando abre los ojos a la realidad y comprende que ni él es el original ni su rival tampoco. El nuestro, el Jack Harper 49 muere, pero el otro, el 52 logra sobrevivir. Y un par de años después de que el 49 destruyera el Tet vemos, en la peli, que el 52 encuentra a Julia, que vive con un retoño del 49 en la cabaña del bosque.

Aparece de la nada, como los indios que huían de ser sacrificados y devorados por sus congéneres en Apocalypto. Pero ya sin huir, puesto que el enemigo ha sido derrotado. Jack Harper 52 se ha unido a los rebeldes supervivientes, entre los que está, en calidad de nuevo líder, Sykes (el de Juego de tronos). Y se reencuentra con Julia, verbalizando que él es Jack Harper, como lo fue el 49, y rememorando la vida con Julia. La del humano que le dio forma, conciencia, memoria y sentido. Y Julia encantada de la vida porque a Harper muerto, Harper puesto.

Ese es el paralelismo. ¿Se inmola? ¿Muere? Sí y sí. Pero sobrevive en la figura y en la persona del otro clon que es tan Harper como él mismo.

Y como decía Horacio en su lay… en unos versos que se convierten en la columna vertebral de toda esta distopía…

¿Y cómo puede morir mejor un hombre que afrontando temibles opciones, defendiendo las cenizas de sus padres y los templos de sus dioses?

Horacio

Tom Cruise en el fancine

Distopías mencionadas en Oblivion

Enlace a la sección de Distopías en el fancine

Sobre Churchill y la Inglaterra de la Segunda Guerra Mundial

Otras referencias cinematográficas en el texto…

Otras películas

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