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1984

Tabla de contenidos

Ficha técnica de 1984

Título: 1984
Título original: 1984
Director: Michael Anderson
Año: 1956
Nacionalidad: Reino Unido
Duración: 90′
Guión: Ralph Gilbert, William Templeton (novela 1984 de George Orwell)
Música: Malcolm Arnold
Producción: N. Peter Rathvon
Productora: Holiday Film Productions
Distribuidora: Columbia Pictures

Ficha artística

Edmond O’Brien – Winston Smith
Michael Redgrave – General O’Connor
Jan Sterling – Julia
David Kossoff – Charrington
Mevyn Johns – Jones
Donald Pleasence – Robert Parsons
Llevo un tiempo deseando morder este pastel. Pero ahora temo que amargue…
 
No es que no sepa qué decir de 1984. Es que, hasta cierto punto, no me atrevo.

Orwell. Ese socialista «idealista»

 
No sé qué partes podré contextualizar. Cuáles explicar y razonar. Y cuando me toque hablaros del autor… me da pánico. Tendría que hablaros de un socialista idealista que vino a España a luchar en la guerra civil y no le gustó lo que descubrió. Pero no de los fascistas a los que venía decidido a combatir, sino de los comunistas y de sus camaradas socialistas españoles.
 

Para explicaros 1984, y a Orwell tendré que hablaros de la guerra civil española

En las fechas que corremos no sé si corro un grave peligro al hacerlo. ¿Y si se me ocurre dar mi opinión? ¿Y si lo que opino difiere a la versión que impone el Gobierno? ¿Me sacarán de mi casa por la noche y desapareceré? ¿Me llevarán a algún sitio como el que aparece en la peli, en los que te torturan, para hacerme cambiar de opinión? En Madrid ya los hubo, y se llamaban checas.
Para que quienes aplican leyes de opinión, a continuación citaré a Wikipedia y de ella sacaré la información objetiva que reproduzco en este texto. Lo aclaro para que nadie diga que escribo porque lo que haré será transcribir.

Las checas de la II República

 
De hecho no me molestaré ni en cambiar el tipo de letra, para que quede más claro que tomo de Wikipedia las explicaciones de la checa:
 
«Una checa o cheka era una instalación que durante la guerra civil española fue utilizada en la zona republicana al margen de las leyes para detener, interrogar, torturar, juzgar de forma sumarísima y asesinar a sospechosos de simpatizar con el bando franquista.123​ Las checas fueron utilizadas principalmente por algunas personas o grupos relacionados con partidos y sindicatos que operaban en la zona republicana».
 
Recapitulando, y no he empezado todavía…
Para hablar de 1984 tendré que hablar de la peli (he visto dos de las tres adaptaciones, ésta de 1956 y la del mismo 1984). Tendré que hablar de la novela de Orwell, publicada en 1949. Os hablaré del autor, aunque ello me obligue a mencionar de puntillas un tema censurado en nuestros días, la guerra civil española. ¡Ah! lo olvidaba… Y como esta peli o novela, es una distopía… no me quedará más remedio que explicaros qué es una distopía y ver hasta qué punto se acercó, si es que lo hizo, Orwell a su futuro, a nuestro presente.
 
Como veréis tengo mis motivos para temer hacer este comentario. Pero me armo de valor porque pienso que, de no hacerlo, habría recurrido a la autocensura. La peor de las censuras. La que uno se autoimpone por miedo a que aquello que piensas o dices sea su pasaporte para paseíllo.

Nos vamos a Scarbotough, en Inglaterra

Así pues, me armo de respetos y me voy a Inglaterra. Pero no a Londres, todavía no, primero nos vamos a Scarborough. A la casa de mis tíos socialistas. A una de sus casas, porque como buenos socialistas tienen más de una propiedad. Antes dije Orwell fue un «socialista idealista». No lo dije por casualidad. No había combinación semántica que más horrorizara a mis tíos: «Socialista + Idealista»Para ellos ser idealista era sinónimo de ingenuo y lo tomaban por insulto. Odiaban que se les llamara idealistas, por ser socialistas.
 
Pues bien, dicho sea desde la admiración más profunda.

Orwell era un laborista y, en su idealismo, se vino a España para luchar contra el fascismo

Para que os hagáis una idea, un laborista (no idealista) sería el socialista moderado como los que han votado a Ayuso en Madrid. Muy respetables. Pero en su momento, Orwell se dejó arrastrar por la propaganda republicana española (en esta peli la recreará y la reflejará) y se vino para España a empuñar un fusil. Y lo empuñó.
 
Al llegar a España era un socialista convencido, y anti nazi. Los nazis, para quien no lo sepa, son los socialistas con sentimientos nacionalistas. De ahí lo de nacionalsocialistas, comúnmente conocidos como nazis. Quizás por eso quería combatirlos. Igual que los fascistas italianos, que también habían evolucionado a partir de los socialistas. Su misión en España respondía a un resentimiento contra sus primos descarriados y ganas de hacerles pagar por desviarse de sus ideales (idealistas) originales y radicalizarlos (idealizarlos) hasta el extremo.

Los periódicos reescribían las noticias que llegaban de la URSS… esto es 1984

Como buen laborista podía estar o no de acuerdo con sus otros primos, los de Zumosol: los comunistas. Pero por entonces, por mucho hacer, miraban para otro lado y justificaban las noticias que llegaban desde la antigua Rusia para limpiar sus conciencias e ideologías. Más que justificar, reescribían esas noticias, matizando y justificando las atrocidades que edulcoraban para no tener que repudiarlos. Esto habría supuesto tener que replantearse su propia ideología y entenderla como perversa. Como no darían crédito a lo que leían, como decía, lo reescribían. Una práctica que también veremos en 1984 y que no nos es desconocida en 2021.
 
Esto de reescribir la historia y la actualidad soviética fue una práctica de todos los socialistas del resto de Europa. Tenían que esconder la barbarie para que nadie los tomara a ellos mismos por bárbaros, o por cómplices. Y si leéis El País veréis que 100 años después siguen reescribiéndola. A diario.
 
El caso es que llegó a España y, como dice Wikipedia, se alistó en el POUM (

Partido Obrero de Unificación Marxista). Participó en la guerra, por supuesto, matando fascistas. Hasta recibió un tiro en el cuello. Pero lo que más le horrorizó, según leo en Wikipedia, fue participar en las luchas intestinas de las Jornadas de mayo de 1937. Entonces los comunistas dejaron de mirar al enemigo común, dejaron de matar fascistas, y se centraron en matar a otros comunistas (lo dice Wikipedia): matándose entre ellos. Y por verse envuelto en esa revuelta, sin comerlo ni beberlo, estuvo a punto de ser fusilado.

 

Orwell huye de España por miedo a ser fusilado por los comunistas

Eso le hizo volver a Inglaterra huyendo de España y huyendo, si he entendido bien lo que dice Wikipedia, del Frente Popular español. Comunistas, socialistas, anarquistas e independentistas… La guerra civil española le impactó de tal modo que cambió su visión de la vida. Siguió siendo laborista, pero se alejó de todo tipo de totalitarismo. Al principio, recordaréis, odió al nacismo y al fascismo y, según deduzco por lo leído, terminó haciendo lo mismo con el comunismo y (no me queda tan claro) con el anarquismo.
 

Rebelión en la granja y 1984

 
La primera era una fábula satírica en la que, y vuelvo a citar a Wikipedia «cómo el régimen soviético de Iósif Stalin corrompe el socialismo«. Esta fábula, junto con la novela cuya peli comento hoy, fueron su expiación y catarsis para «contra el totalitarismo tanto nazi como soviético«. Son pues, sendas denuncias hacia las dos ideologías que revolucionaron al mundo entero.
 

En Rebelión en la granja denuncia la Revolución Rusa – Contra el comunismo

Explica, mediante animales (de ahí lo de «fábula«) la expulsión de los seres humanos de una granja (haciendo referencia a la aniquilación del Zar y de su familia) y cómo los animales se hacen con el control de la misma (en alusión al Partido Comunista). Hecho esto refleja la corrupción de los líderes y cómo someten al resto de animales imponiendo el terror.

En 1984 denuncia la propaganda del absolutismo socialista

Pero será con 1984 cuando Orwell toque el cielo con su mejor obra literaria. En ella lo dará todo y le servirá para, quiero creer que sin dejar de ser laborista, quitarse de encima el sentimiento de culpa, o de asco, por haberse dejado arrastrar hasta una guerra. Quede claro que si lo hizo, y lo hizo convencido, fue porque sus ideales le impusieron tomar partido en una contienda que entendía justa. Pero la entendía así porque se había dejado engañar (y esto le dolería en su orgullo) por la propaganda y por la manipulación de los hechos y de la información.

Por eso Winston Smith reescribe las noticias…

De ahí que su protagonista, Winston Smith, se dedique precisamente a eso: reescribir las noticias en los periódicos del pasado para borrar todo rastro de realidad y dejar constancia, para el futuro, de la versión oficial de los acontecimientos.
Pero para entender esto debemos sumergirnos primero en ese mundo distópico que planteaba a unos 30 años vista. Curioso… los mismos años que distamos del Plan 2050 creado para moldear la España de dentro de tres décadas por un gobierno integrado por socialistas, comunistas e independentistas. Curiosa coincidencia pues son las mismas orientaciones políticas que él vino a defender en España. Estos partidos políticos son los que quieren reescribir la historia de esa guerra y planificar qué debemos pensar, comer, hacer y decir tanto hoy como en las próximas tres décadas. Pura distopía en la que un líder político pretende perpetuarse a si mismo o, cuando menos, perpetuar su doctrina para que los libros de historia (con minúsculas) lo reflejen y nos hablen de él.
 
Como creo haber mencionado un par de veces el término «distopía«, hago un alto para explicar qué significa el término.

¿Qué es una «Distopía»?

Según la RAE:
«Representación ficticia de una sociedad futura de características negativas causantes de la alienación humana».
 
Da vértigo. Por lo menos a mi me lo da.
 
¿Y qué es lo de la Alienación humana…? Vuelvo a la RAE:
 
 «Limitación o condicionamiento de la personalidad, impuestos al individuo o a la colectividad por
factores externos sociales, económicos o culturales.
// Trastorno intelectual, tanto temporal o accidental como permanente. // Estado mental caracterizado por una pérdida del sentimiento de la propia identidad».
 
O sea…

La elucubración sobre un futuro negativo en el que los seres humanos son víctimas de quienes les gobiernan

Hay distopías en las que la Humanidad ha cambiado después de una calamidad natural, una guerra o la imposición de un régimen político totalitario.
 

Ejemplos de distopías en el cine

El cine contempla varias distopías que nos hacen sentir incómodos mientras vemos las películas.
Soylent Green (Cuando el destino nos alcance, en España) nos propone una super población en la que los alimentos escasean y en la que la eutanasia se ha convertido en la forma natural de poner final a nuestras vidas. Esta peli incluye otra subtrama que no destriparé en este comentario, pero si no la habéis visto deberíais hacerlo.
 
THX 1138 nos plantea una Sociedad en la que estaríamos monitorizados y careceríamos de sentimientos y emociones, sometidos a la mera productividad. Curiosamente, ésta peli de George Lucas bebe de un cortometraje, también suyo, Electronic Labyrinth THX 1138:4EB que bebe, a su vez, de 1984 de Orwell. Veréis que por muchas vueltas que dé, no me salgo del tema. THX 1138 comparte (para mi gusto) algunos contravalores presente en la, también distopía, La naranja mecánica. Todas pelis incómodas de ver, como podréis observar.
 
No son pocos los ejemplos distópicos en el cine. Enumero tan sólo algunos de ellos sin profundizar para no aburriros más: El planeta de los simios, Ready Player One, Robocop, Blade Runner (o su secuela Blade Runner 2049) o incluso DUNE. ¿DUNE es una distopía? Yo no terminé de comprenderlo hasta que me leí la novela. Sin embargo, y en referencia directa a 1984, existen otras dos películas con la vigilancia y la observación como centros de toda la trama: 2001: Una odisea en el espacio y El show de Truman.
 
Repito la definición que di antes de Distopía: «la representación ficticia de una sociedad futura de características negativas causantes de la alienación humana». Si esta es la definición oficial de Distopía, entonces 1984 es la distopía de las distopías. La mejor concebida y peligrosamente reproducible.
 
Pero no nos engañemos. Una distopía se escribe pensando en el futuro. Pero 1984 está escrita mirando al pasado y al presente en el que Orwell vivía y convivía con remordimiento de conciencia.
 
Lo explico.
 

Socialismo ➡️ Comunismo ➡️ Dictadura y Militarismo

En breve tendré oportunidad para sumergirme en el argumento, pero a modo de guía y clave de interpretación, Orwell se limita a recrear en su novela el mundo creado por Stalin. Una dictadura socialista/comunista que genera una sociedad militarista, porque sólo en el ambiente de guerra puede mantener en activo la economía y sometida a toda la población mediante el espionaje interno y el miedo.
 

Quien no comprenda lo expuesto, que vea La vida de los otros

Lo mejor del cine alemán de las últimas décadas.
 
Como veréis Orwell no se había inventado nada. Luego profundizaré en el Ministerio del Amor. Pero antes, a modo de pincelada, recordad que Hitler se declaraba pacifista. Es más:
Mussolini, Stalin y Hitler fueron propuestos para el Premio Nobel de la Paz
En fechas distintas y por motivos diferentes, pero ahí estuvieron, abanderando el pacifismo. Tres lobos con piel de cordero. Sigo con el Ministerio de la Paz… Berlín acogió los Juegos Olímpicos. Y los JJ.OO. son símbolo de Paz y hermandad. Igual que la Unión Soviética organizó sus Juegos de la Paz, siendo una sociedad militarista y dictatorial. Como veréis no es nuevo lo de predicar una cosa y hacer la otra. Lo digo en la España de 2021, que no es moco de pavo.
 
Bueno… ya estoy entreabriendo la puerta al guion tanto de novela como de sus adaptaciones. No demos más vueltas y entremos en la peli.
 

1984 – La película

El mundo ha sobrevivido a una guerra nuclear y el nuevo orden mundial (su «nueva realidad») ha dividido a las naciones en tres bloques: Oceanía, Eurasia y Estasia.
  • Oceanía incluye: Oceanía, toda América, Gran Bretaña y el tercio sur de África
  • Eurasia es toda Europa y sus vecinas asiáticas, Turquía y Rusia, hasta el Pacífico
  • Estasia es la suma de la actual China, las dos coreas y el Japón

Tres superpotencias socialistas

El resto del planeta, los dos tercios (centro y norte) de África, la península arábiga y la India serán territorios «libres». En realidad serán escenario de guerra pues las tres superpotencias socialistas, porque Oceanía, Eurasia y Estasia serán todas socialistas, mantendrán una guerra perpetua. De ahí la economía bélica que comentaba antes.
 
Supuestamente lucharán para derrotar a las otras dos potencias y lograr la hegemonía. Pero ganar la guerra truncaría esa economía bélica. Por eso las tres naciones harán pactos y los desharán, entre si. Con el único objetivo de perpetuar una guerra infinita que mantenga el Status Quo y permita que los líderes de sus partidos políticos gobernantes (que son y solo pueden ser socialistas) se den la vida padre. Si se termina la guerra la población perdería el miedo y dejando de temer ya no odiarían y se empezarían a hacer preguntas. De ahí que tengan que mantener para siempre el clima bélico.
 
Mediante este clima pueden mantener a la Sociedad entera en Estado de Alarma. Esto, leído en los 90s podía chirriar. Al fin y al cabo nadie había vivido un Estado de Alarma. Hoy me lees en la España de 2021. Recién salidos de un Estado de Alarma.
El lector/espectador de 1984 de hoy comprenderá mejor que nadie lo que es un Estado de Alarma.

Pedro Sánchez – Socialismo – COVID – Estado de Alarma (anticonstitucional) – Vigilancia policial

Sabemos lo que es que nos inoculen el miedo para encerrarnos por nuestro bien. Que conste que estoy a favor de todas las medidas sanitarias que nos ayuden a prevenir el contagio por COVID. Lo que hace que meta este comentario dentro de esta película es el deseo de omnipotencia de nuestro presidente. Pedro Sánchez se ha valido de nuestro miedo, y lo ha alimentado sembrando incertidumbre, para someter nuestras voluntades y tapar su incapacidad para lidiar una pandemia que negó hasta el último minuto. Si no teníamos miedo al Coronavirus entonces se lo tendríamos a él. Porque su Policía nos ha vigilado, perseguido y amenazado durante el COVID. Todo esto sin tener que rendir cuentas ni a la oposición ni al pueblo. Sin pasar por las cortes y a base de Decreto Ley para no tener que someter su voluntad a la votación de nadie.
 
Si no te ha gustado esta observación, te pido disculpas. Pero no será la última que haga en este comentario. Vuelvo a la peli, pero veréis, según la vaya explicando, que 1984 bien podría renombrarse como 2021, en España.
 
Ya tenemos los tres regímenes socialistas a nivel mundial. Vámonos a Oceanía, y en concreto a su Londres, donde vive Winston Smith, nuestro protagonista.

Miembro del partido único, llamado Socialismo Inglés, que responde a las siglas  INGSOC 

Cuando digo «partido único» me refiero a eso. A que no existe ningún otro partido porque la Democracia está prohibida por el bien del pueblo. Socialismo en estado puro. Y lo escribe y describe Orwell, un socialista moderado. Qué miedos pasaría en la España republicana para terminar cambiando su manera de ver el socialismo y la vida, en general.
 
Este comentario quizás tenga que borrarlo dentro de unos años. Si por fin impera la Ley de Memoria Histórica por la que nadie podrá comentar nada que empañe las bondades de la II República. No es que vayan a crucificar a quienes hablen bien del bando nacional, es que mucho me temo que sólo se podrá cacarear la versión oficial que imponga el gobierno. Pero eso mismo pasó en la España republicana. Entonces se censuraba la Prensa. Y si no te sometías voluntariamente a la censura republicana, te incautaban el medio de comunicación, como le pasó al propio diario ABC varias veces.

Ya lo denunciaba Gernika

La única película valiente que ha denunciado la censura republicana y la comunista en toda la filmografía española. Una película sincera y rigurosa en la que vemos la doble censura que os comentaba (republicana y comunista), y vemos esas checas que abundaron en aquella España de la tortura en la que torturaron a católicos por serlo. A monárquicos por serlo. Torturaron a militantes de partidos del centro y de la derecha, por serlo. Y a muchos de ellos, tras torturarlos, los asesinaron, por pensar de un modo distinto.
 
En nuestros días hemos sufrido otros tipos de censuras, con la política impuesta por Pedro Sánchez y su punta de lanza Pablo Iglesias. Nos han censurado WhatsApp. Han imitado la libertad de expresión y de comunicación. Nos han prohibido opinar de manera diferente a la suya, y cuando lo hemos hecho nos han echado las hienas de Twitter alimentando los Dos minutos de odio diarios.
 

Luego os explicaré esos Dos minutos del odio

 
Mejor aún, lo haré ahora.
 
En la Sociedad orwelliana de 1984, todos los días tienen Dos minutos del odio en los que todos los ciudadanos aparcan sus labores y sus quehaceres para congregarse alrededor de una pantalla de televisión en la que Pedr… perdón, el Gran Hermano les dice a quién tienen que odiar, escupir, repudiar, linchar, perseguir e insultar. De este modo el Sánchez de turno generaba desazón perpetua entre sus seguidores inoculando el odio extremo a sus enemigos, que son todos los que piensen de modo distinto a su líder, a su amo.
 
De ahí la necesidad de un político por disponer de un espacio televisivo público «en propiedad» para subir a un púlpito mediático y marear la perdiz hablando mucho y sin decir nada. Confundiendo, manipulando, zarandeando, agasajando, incordiando, amenazando y supliendo con sobredosis de propaganda (os dije que llegaríamos a la propaganda) la falta de gestión. Mejor aún: la falta de ideas y de capacidad para gestionar. Por eso las horas de autobombo mediático en todas las televisiones de un tipo que ha dedicado eso, horas y horas a salir en la televisión, y horas a crear decretos Ley para no someter su poder infinito al pueblo y no ha sido capaz en todo un año de pandemia de legislar para crear una Ley de Pandemias por la que regirnos y que nos sirva de guía para saber qué y cómo podemos hacer las cosas bien. Nos mantiene en la duda y en la incertidumbre para estrujarnos la resistencia psíquica y, a la postre, para someternos.
 
Hablaba de Pedro Sánchez en la España de 2021, pero me sirve para referirme al Gran Hermano de la Inglaterra de 1984.
 
La diferencia es que la Inglaterra de 1984 era una distopía y la España de 2021 es nuestro presente. Y lo quiere alargar hasta 2050… si no es eso una amenaza distópica y socialista, que venga Dios y lo vea.
 
En esa Oceanía distópica sólo habría cuatro ministerios. En eso, aún siendo una distopía (negativa por natura) es también mejor que nuestro presente, que tenemos más de veinte ministerios. No recuerdo si 21 ó 23. Y más de 15 de ellos sin saber para qué sirven, salvo para dar de comer y procurar pensiones a miles de hermanos, hijos, primos, cuñados y amiguetes.
Porque se querrán cargar el modelo de familia tradicional, pero sus familias bien que las cuidan. Y a sus amiguetes, poniéndolos al frente de Correos, o del CIS, o de múltiples ministerios sin haber tenido experiencias previas de gestión alguna. Es más… sin estudios y sin formación alguna. Pues tenemos ministros que no han terminado los estudios y un presidente al que le escribieron su tesis doctoral. No es baladí que compare a Pedro Sánchez con el Gran Hermano: ambos son líderes que viven al margen de sus ciudadanos, de espaldas a la realidad, que cambian la historia pasada (Memoria Histórica), presente (censura) y futura (España 2050). Ambos inoculan miedo y odio en las personas que someten sin ellos someterse a Ley alguna, porque ellos dos, Sánchez y el Gran Hermano, son la Ley. Ambos nos vigilan y nos mienten y nos observan, y nos dicen qué tenemos que pensar, comer, sentir, decir y a quién y cómo hemos de amar y odiar. Y cómo hemos de expresarnos imponiendo sendas neolenguas de lo políticamente correcto para no ofender a nadie. A nadio… ni a Nadia.
 
El mejor ejemplo la mejora ejempla el mejere ejemple de Neolengua, Neolengüe y Neolenguo es el lenguaje, la lenguaja o lo lenguajo inclusivo, inclusiva e inclusive de nuestros díos, días y díes. Neolengua a favor del miedo a la comunicación y de la manipulación semántica de nuestras vidas cotidianas.

Sólo hay una diferencia entre estos dos personajes psicóticos: El Gran Hermano es una ficción

Pero todo esto sólo se sostiene y se mantiene sometiendo a la gente a la desinformación, en la que son los mejores, y amenazando a quien piensa de manera diferente con el linchamiento social en los Dos minutos del odio en Twitter.
 
Esos cuatro ministerios eran…
  1. Ministerio del Amor (Minimor en la neolengua)
    1. Su labor es garantizar el amor y el miedo al Gran Hermano de toda la población. Para ello, el Ministerio del Amor está legitimado para meter miedo, torturar, lavar cerebros y asesinar
      1. Dentro de este ministerio nunca hay oscuridad pues todo está iluminado las 24 horas del día y existe la habitación 101 destinada a torturar
  2. Ministerio de la Abundancia (Minindantia en la neolengua)
    1. Responsable de gestionar la pobreza ocasionada por el Socialismo Inglés y de centrar la economía en la guerra (que no puede tener fin) y de repartir las cartillas de racionamiento entre el pueblo. Es crucial su buen funcionamiento para generar pobreza y hambre, herramientas socialistas y comunistas para mantener sometida a la gente
  3. Ministerio de la Paz (Minipax en la neolengua)
    1. Es el ministerio responsable de la Guerra. No obstante el lema del partido socialista y único partido permitido, el INGSOC es «La paz es la guerra». Siempre mintiendo para engañar y confundir a todo el mundo
  4. Ministerio de la Verdad (Miniver en la neolengua)
    1. De éste Ministerio ficticio bebe y vive todo el gobierno español de hoy en día. Un ministerio creado con la única intención de imponer su verdad y denunciar a quien piense por libre. Toda mentira es válida para imponer su verdad, como vemos en la peli hasta hacer que el protagonista diga que 2+2=5
      1. Para que entendáis cómo funciona esto podemos pensar en los «organismos» creados para velar porque no se publiquen fakenews en las redes sociales, dependientes de medios afines al gobierno y del mismo gobierno que se proclaman paladines de la verdad. De su verdad
Más o menos os he presentado el contexto y la atmósfera en la que se desarrollará toda la película.
 

Ahora os contaré un poco la trama

 

El protagonista es Winston Smith. Un tipo gris

Todo el mundo es gris. Es un tipo más del montón y ese montón es toda la Sociedad. Sin identidad propia, sin gustos personales. Todas las personas forman parte de una maquinaria de guerra y mentira y nadie es dueño de su propia vida. Como os conté en Sinfonía en Rojo Mayor. La «mejor peor lectura» que he hecho en mi vida. Vives sometido a la vigilancia incesante del Gran Hermano. Monitores de televisión por las calles y dentro de los edificios que, incluso en las casas, que no hogares, ven lo que haces en cada minuto.
 
Esto en la vida de ficción que plantea la película. En la Unión Soviética las familias vivían donde las alojaba el Estado y en cada edificio convivían con informadores de la policía secreta. Obviamente no se identificaban. Podía ser el portero, el vecino del 5º… Y estos informaban de tus hábitos y te denunciaban si entendían que había algún comportamiento anómalo. Por lo que todos tenían que vivir interpretando el papel de amantes del líder y del partido, por miedo a ser denunciados.
 

No puedes infringir las normas del Gran Hermano

No te puedes enamorar sin permiso, ni mantener relaciones sexuales ni afectivas. Tampoco puedes leer, viajar… vives por y para el Gran Hermano. Y él, celoso y violento, te vigila por si le eres infiel. Es el psicópata incapaz de hacerte feliz que nunca te dejará huir de él. Celoso, peligroso y tortuoso. Te vigila hasta en el salón de tu casa y te pide que le des explicaciones de lo que llevas en tu maleta o lo que estás haciendo en cada minuto. Y allí a donde no llega la vista del Gran Hermano llega la vista de sus espías. Esto pasaba en la Rusia comunista: los hijos denunciaban a los padres y éstos iban a la cárcel por las denuncias de sus hijos. Por amor al líder político.
 
En la peli vemos este cuerpo de espías infantiles. En la Polonia comunista (no por voluntad sino conquistada y sometida) intentaron erradicar el movimiento de montañistas católicos. Chavales de una parroquia que salían a hacer alpinismo juntos. Pero no lograron eliminarlo. Por lo que decidieron cambiarlo. Como este movimiento era de ideología católica, dieron permiso para que siguieran existiendo pero poniendo ellos a sus curas católicos comunistas… Ahí es nada. Los muchachos siguieron a lo suyo y los «curas comunistas» a lavarles el cerebro.
 
Winston, nuestro protagonista, se verá sorprendido por un bombardeo y se refugiará en una tienda de un barrio prole. ¿Prole? De proletario. Al contrario de lo previsto, los proles viven al margen de todo. Son una masa informe de personas que no siguen la doctrina. No son nadie. No tienen derechos, no sirven para nada, pero son felices. Y esto choca en una sociedad gris y dictatorial. Estos proles viven su vida, se enamoran. Discuten celebran fiestas y, en su miseria y falta de inteligencia, viven de verdad.
 
Esto le choca a Winston. Que se encuentra curioseando por la tienda hasta comprar algo por impulso e inercia, sin que realmente tenga una verdadera utilidad. Esta acción y su coincidencia con Julia harán que entre una pequeña luz en su vida gris. Pero una luz que no identifica. Compra un diario, a pesar de estar prohibidos, y se decide a escribirlo a escondidas en un rincón de su casa. En el único punto ciego en el que el Gran Hermano no puede vigilarle. Y empieza a dar rienda suelta a sus pensamientos, por primera vez los verbaliza, aunque sea por escrito.
 
Esto podrá parecer una ridiculez, pero plasmar por escrito lo que piensas le podría poner en el punto de mira de la Policía del Pensamiento. Es la Stasi o policía comunista de la Alemania del Este. La de La vida de los otros. Pero ya le da igual. lleva viviendo décadas sin sentimientos y sin pensamientos y algo dentro de si le hace que despierte una conciencia de individuo, de persona…
 
Por eso volverá a la tienda prole. Quiere hablar con el dueño, quiere sacar información de cómo era el mundo, Londres, antes de que el partido Socialista impusiera la dictadura. No tiene conciencia del pasado. Es más, el propio Winston trabaja borrando dicho pasado. Su labor no es otra que ir revisando uno por uno los periódicos del pasado reciente para reescribir todas las noticias y moldearlas a los intereses del Gran Hermano. Si había una noticia en la que se explicaba que Oceanía había firmado un pacto con Eurasia para luchar con Estasia, y la situación geopolítica cambiaba y cambiaban las alianzas se retomaban todas las noticias del pasado y se cambiaban para demostrar que el Gran Hermano siempre tiene razón.
 
Estas cosas harán que empiece a tener dudas y se replantee todo. Pero ese replanteamiento puede costarle la vida. Y esas dudas dejarán de serlo cuando descubra una fotografía que contraría todo lo que la propaganda está haciendo pensar a la población. Él mostrará la foto y la noticia a la que está asociada a su jefe y éste no sólo le hará reescribirla sino que tiene que eliminar la fotografía para borrar su rastro. Tiene la clave para desmontar al Gran Hermano, y la destruye.
Sexo a hurtadillas
Mientras esto sucede pasarán varias cosas en paralelo. Entre ellas, las más destacables serán que empezará a tener una relación sexual a escondidas con Julia, una muchacha de la Liga Juvenil Antisexo. Como veréis todo son contradicciones en una Sociedad en la que la mentira es la columna vertebral de la existencia. Moral inmoral, falsas militancias, todo para que no te evaporen.
 
Y todo esto sucederá durante los preparativos y la celebración de la Semana del Odio
 

La libertad es esclavitud…

 
Uno de los lemas que dejarán claro que solo puedes ser libre si te olvidas de ir por libre y te sometes a la voluntad del líder supremo. Todo con tal de no ser perseguidos.
 
Y los Dos minutos del odio… Esos minutos en los que se les salen los ojos de las órbitas vomitando odio contra el supuesto líder de la resistencia, un traidor que quiere derrocar al Gran Hermano.
 
Otra trama, o parte de la oficial, será esa búsqueda de información sobre cómo era la vida pre socialismo. Y esto hará que Winston se adentre en los barrios proles para buscar a los más ancianos del lugar y preguntarles si de verdad el capitalismo arruinó a la Sociedad y la corrompió hasta hacer necesario que el socialismo se impusiera y sometiera hasta las voluntades de todos los ciudadanos.
 
Lo mejor de esta distopía es que termina mal. Y eso la da credibilidad.
 
Lo peor es que Julia y Winston serán llevados a la sala 101. Una de las checas que denunciaban en Gernika. Serán torturados por separado y ambos, huyendo del miedo y del dolor, terminarán acusándose mutuamente para echar el muerto al otro. Eso es el socialismo llevado a su último extremo, cuando se doblega ante el comunismo y rompe con toda conciencia individual y personal para convertirnos en autómatas.
 
Esas checas, prisiones para la tortura como las del Madrid republicano, emulando al cuartel del NKVD (estadio previo al KGB) en Moscú, en la sede del jefe de la policía secreta, Yagoda, cuyo punto álgido fue entre 1934 y 1936, como en Madrid. Ahí valía todo. Lo vimos también en la película La muerte de Stalin. Comedia que entre risas denuncia al comunismo. Ahí torturaban y lavaban cerebros sometiendo a las mayores tropelías a la gente.
 
Las checas republicanas de Madrid, por ejemplo, mantenían la luz de la celda encendida todo el día, y tenía ladrillos de canto por el suelo de modo que no se podían colocar los pies sin tener que estar en equilibrio. Y tenían un sólo banco en el que podía recostarse el prisionero, pero con una inclinación de 45º por lo que si se dormía se caía… y música a todo volumen… para romper sus nervios y sus músculos. Hasta derrumbarlos y lavarles el cerebro o asesinarlos.

Habitación 101… ¿es la única habitación 101 del cine?

Hay otra. La de Neo en Matrix.
 
En Matrix puede ser una alusión al 101 es como un manual de iniciación, de introducción a algo en términos informáticos. Para los masones, cuya espiral de poder empieza por sus ritos iniciáticos, el 101 representa al Templo de Salomón, en donde el primer 1 representa la columna izquierda del templo, llamada Baoz y el otro 1, el de la derecha, a la columna llamada Jachim. El 0 sería el mar de bronce que el propio Salomón mandó construir: un recipiente circular. De ahí el 101, y al atravesar esas columnas, a modo iniciático, se produce una «actualización» personal y renovación total. Eso es lo que pasa en la Habitación 101 de 1984. Renovarse o morir. Aceptar el lavado de cerebro o ser destruido. ¿Tendrá alguna relación con el IOI de Ready Player One? Una de las empresas que pugnan por lograr el dominio de Oasis, el mundo virtual en el que te reinventas día a día…
 
Como veréis la novela y sus películas podrán ser antiguas pero están de total actualidad.
 
Como curiosidad deciros que el «mejor amigo» de Winston, Parsons, estará interpretado por el clásico Donald Pleasance, el sargento de Sin novedad en el frente. Ambos actores volverán a compartir cartel en Viaje alucinante.

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