Me niego a llamar «Granujas a todo ritmo» a los Blues brothers.
Sé que así tradujeron el título para la versión española. Pero quien lo hizo, o no conocía el blues, o no sabía los distintos significados que tiene la palabra. El que más se le acercó fue el que tradujo, al año siguiente, en 1981, Hill street blues y tituló la serie Canción triste de Hill Street.
Y digo se le acercó porque «blues» no significa literalmente «triste«, sino que iría más por el sentido de «melancolía«. Quizás con cierta inercia de ésta a la tristeza. Pero por lo menos comprendió el sentido de la palabra. No dio en la diana, pero estuvo cerca. Lo de Granujas… eso no tiene ni medio pase.
Dicho esto, los Blues brothers son dos hermanos, de ahí lo de brothers, y por blues sumamos tres razones distintas:
- Aman el blues, o música negra
- Tienen cierto aire melancólico, por lo que, de traducir el título, que no sería necesario y menos haciendo alusión al nombre de la banda de música
- Tienen una banda que se llama The Blues brothers
Por todo esto opino que podrían haberlo traducido así (en caso de haber sido necesaria dicha traducción): Los hermanos melancólicos. Pero tampoco, porque en este caso sí que prima el blues como estilo musical, a partir del Rhythm & Blues, aderezado con soul, por si fuera poco.
Es como cruzar a Elvis con el protagonista de Soul…
El resultado habrían sido estos dos granujas.
Sí, Elvis Presley. Abajo encontraréis el enlace a su biopic.
No obstante, se crio escuchando la música negra y fue el primer blanco que cantó la música negra mejor que los cantantes negros.
Eso lo encumbró a lo más alto del Rock & Roll e hizo de él el mejor cantante de la Historia… Hasta que apareció Freddie Mercury (para mi gusto Freddy tenía la mejor voz que jamás haya escuchado y me temo no escucharé otra igual). Digo que ambos tenían las dos mejores voces de todos los tiempos, pero no hay registros que me permitan afirmarlo. Aunque sí me valdría la aseveración si después apostillara «(…) de todos los tiempos desde que hay registros sonoros«.
Los auténticos Blues brothers
Sea como sea, y preferencias al margen, cada cual tendrá la suya, ese es el ambiente, y el mundillo, en el que se desarrolla la peli. Apuesta por el Blues de, precisamente, los auténticos Blues Brothers, que eran Dan Aykroyd y John Belushi.
La banda surgió como número musical, orientado a la comedia, dentro del Saturday Night Live. Un programa original de 1975 que sigue emitiéndose en la actualidad. Parece que en 2025 tendremos una peli sobre la producción y ejecución del primer episodio del show que se llamará Saturday Night.
Un espectáculo, inédito hasta la fecha, en la que un puñado de cómicos se pasaba (y se sigue pasando) las noches de los sábados haciendo de las suyas en directo.
Saturday Night Live
De él salieron la inmensa mayoría de cómicos estadounidenses de los 70s, los 80s, los 90s y hasta nuestros días.
Echo un vistazo a Wikipedia para que me refresque sus nombres y pongo algunos ejemplos para que veáis el nivel del programita: Steve Martin, Chevy Chase, Robert Downey Jr., Will Ferrer, Eddie Murphy (uno de mis dos cómicos favoritos en los 90s) Chris Rock, Bill Murray (el otro de mis dos favoritos), Mike Myers, Ben Stiller, Adam Sandler y nuestros protagonistas de hoy: Dan Aykroyd y John Belushi.
Sobre Adam Sandler ya me pronuncié cuando comenté su película Garra. Todo lo que tiene de «flojete» en las pelis románticas y en sus comedias (exceptuando la propia Garra y Spaceman, que todavía no sabría cómo catalogarla, pero como poco «bizarra«) lo tenía de brutal, grotesco e irreverente como cómico. Y lo digo para bien, porque ver sus monólogos, y verle tocando la guitarra es una verdadera pasada. Aunque con la guitarra, por sus canciones, salta de lo grotesco a lo grosero. Pero repleto de humor.
Ben Stiller tiene su propio sello y un buen puñado de pelis buenas como Algo pasa con Mary, su remake de La vida secreta de Walter Mitty (peliculón) y Tropic Thunder. El que menos me impacta del grupo es Robert Downey Jr. quien empezó como un meteoro, se dejó arrastrar por una vida de vicio y resucitó con Iron Man. Steve Martin, el galán convertido en imán para la risa ya tiene su propia entrada en mi comentario de Aterriza como puedas.
Dan Aykroyd
Volviendo a la banda, la esencia de esta película. Decidieron darle identidad propia y llevarla a la gran pantalla.
Cuando lo hicieron Dan Aykroyd ya había evangelizado a John Belushi y lo había reconducido del Heavy Metal al Blues. Y, a decir verdad, siendo un converso se convirtió en el icono de esta familia musical.
Tal es su pasión por el Blues. Se metió a John en el bolsillo y lanzaron la banda. Esta banda trascendió y del programa de televisión saltó a los escenarios de garitos. El público acudía y el blues, y el soul, se fueron filtrando en el alma de Belushi. Hacían una pareja brutal cuando se ponían delante de los micrófonos y se enfrentaban a la audiencia.
Dichosas drogas…
Tras la muerte de John Belushi le sucedió su hermano Jim Belushi y así salvaron a los Blues Brothers y siguieron con sus espectáculos.
Carrie Fisher
Luego estaban sus hábitos… Ya he mencionado la vida viciosa de Downey Jr., pero parece que era algo común para todo este grupo de cómicos del show. El alcohol y las drogas fluían por sus venas con mayor densidad que la sangre. Si al grupo le sumamos Carrie Fisher, icono erótico de toda una generación interpretando a la princesa Leia en La guerra de las galaxias, que compartía estas adicciones y aportaba la suya propia, que parece que era adicta al sexo.
He leído y escuchado algunas de sus filias, pero las pongo en cuarentena. No sé si no doy crédito o no quiero dárselo. En cualquier caso fue la novia de Belushi, quien, al parecer, la salvó la vida en un restaurante con la maniobra de Heimlich porque se había atragantado. Bonita manera de iniciar un romance.
John Belushi
Belushi, el mismo que declaró que no iba a respetar su cuerpo y murió relativamente joven por una sobredosis de Speedball: Cocaína + Heroína.
No obstante, parece que él fue el responsable del despilfarro en drogas durante el rodaje de la película. Se dice que había un bar en el set, a modo de barra libre con todo tipo de drogas y que una parte del presupuesto de la peli se destinó para comprar cocaina. Ese es el lado oscuro de un tipo indomable que, a veces, faltaba al rodaje porque se había montado alguna fiestecilla improvisada.
No fueron pocas las veces que, tras desaparecer, lo encontraron en algún domicilio particular del barrio liándola parda. Y cuando digo «liándola parda» no me refiero a montando algún numerito ni a teniendo problemas con los vecinos. Al contrario, al parecer se autoinvitaba y montaba unas fiestas de escándalo. Los vecinos, que lo conocían porque era un tipo famoso de la tele, encantados con su visita. Quizás los que menos lo celebraran fueran sus compañeros que tenían que parar de grabar y esperar a que amaneciera.
De capitán de fútbol a hippy problemático
Esa fue su evolución.
En su colegio canadiense destacó jugando al fútbol. No sabría deciros si americano o al europeo, o soccer. Era un tipo fuerte y agresivo que edulcoraba su agresividad combinando sus excesos en el deporte con sus dotes para la interpretación en el teatro y demás espectáculos escolares.
Su transformación llegó en la universidad. Allí relativizó todo al máximo y se dejó llevar por la ola hippy y abandonó el deporte. Siguió interpretando y participando en espectáculos, pero cambió el deporte por la juerga descontrolada.
Ya en Nueva York se unió al National Lampoon’s Radio Hour, como trampolín para llegar al Saturday Night Live. Ahí cambió su vida. Quizás demasiado. Su nueva faceta de animal del espectáculo tenía la vertiente salvaje de quien, como os decía, no estaba dispuesto a poner cortapisas a la juerga desmedida ni quería verse condicionado por su propia salud. Fue como si le pusieran una mecha corta y tuviera que divertirse en unos pocos años lo que cualquier mortal se habría divertido en toda una vida.
Bluto es John Belushi y John Belushi es Bluto
Entre medias, y conforme se iba metiendo en esa espiral de descontrol total, interpretó algunos papeles de cine. Fue John Landis quien lo descubrió y le fichó para National Lampoon’s Animal House, conocida en España como Desmadre a la americana. Cualquier película de gamberros en una fraternidad universitaria bebe de esta película.
Su irrupción (definitiva) en el cine fue total. El éxito de la peli cabalgó a lomos de Bluto, el personaje interpretado por Belushi: John «Bluto» Butarsky. Se comió la película, al resto del reparto, la promoción y se metió al público en el bolsillo. Un público que no sabía distinguir a Belushi de Bluto pues el segundo era su personaje, pero su conducta en frente de las cámaras de cine era igual a la de Belushi, la persona, frente a las cámaras de televisión.
Era como si persona y personaje fueran todo un uno indivisible e indistinguible.
Landis debutó en el fancine con Un hombre lobo americano en Londres. Película que pasará a la Historia del cine por los efectos especiales de una de las mejores transformaciones en hombre lobo de toda la historia del cine.
Todo por el cine
Protagonizó 1941, de Steven Spileberg. Peli que pasó sin pena ni gloria por las carteleras. Y más o menos en esas fechas, habiendo dejado ya el Saturday Night para dedicarse por completo al cine fue cuando empezó a coquetear con la cocaína.
Y la cocaína se apoderó de él. Esto, a corto plazo, le procuró una energía y una vitalidad que le permitía esconder en un cajón a su Doctor Jekyll y vivir a expensas de Mr. Hyde. Los más jóvenes entenderéis mejor lo que quiero decir si cambiáis Jekyll por Eddie Brock y a Hyde por Venom.
The Blues Brothers, la peli que ahora comentaré… Llevo comentándola un rato, pero en breve entraré en su trama, fue su gran éxito. Jake Blues fue el papel de su vida. Tanto que el personaje se comió a la persona, al contrario de lo que le pasó con Bluto. Desde esta película resulta imposible disociar su imagen real y la de su personaje y, cuando hablamos de John Belushi es inevitable evocarle con su sombrero, sus gafas de sol (que perdió más de un centenar durante el rodaje) y su traje negro, camisa blanca y corbata.
Pero su máxima de no cuidarse, o mejor dicho de no respetar su cuerpo se lo llevó por delante. Lo decía al principio del comentario, mezclando cocaína con heroína. Compartió su última juerga con Robin Williams, quien compartía su lado oscuro de las adicciones, y parece que también se pasó por allí (por su bungalow) Robert de Niro. También estuvo allí una antigua gruppy (para entender lo de las gruppys leed Casi famosos) Cathy Smith.
Si bien los primeros indicios fueron de muerte accidental, Cathy Smith declaró a una revista «yo maté a John Belushi» confesando que ella fue quien le suministró la dosis letal. Esto la hizo ser extraditada desde Canadá, pasar por juicio y cárcel, aunque logró reducir la pena y librarse de la condena.
Hechas las presentaciones de los principales actores de esta peli… (en sentido genérico y literal), ahora sí, vamos con…
The Blues brothers
La peli empieza con la salida de Jake (John Belushi) de prisión. En la puerta le espera su hermano Elwood (Dan Aykroid: (Los Cazafantasmas, Cazafantasmas: Más allá y Pearl Harbor)). Los dos se suben a un antiguo coche de policía y de ahí, a ver al pingüino que, dicho así, podría parecer el capo de una organización mafiosa.
Nada más lejos.
El pingüino es una monja (pingüino es el mote, por el hábito). Resulta regentar el orfanato en el que se criaron los dos hermanos Blues.
Ella se avergüenza de ellos, con razón. El tiempo, el dinero y el esfuerzo que dedicaron a esos niños y crecieron cual golfos y terminaron delinquiendo. Creando una banda de blues, y delinquiendo. Por eso sale ahora de la cárcel Jake.
El fin no justifica los medios
Al terminar de lamentar el camino elegido por los dos hermanos les comunica que el orfanato tiene que pagar 5000$ de impuestos sobre la propiedad o el edificio será expropiado. Los Blues son golfos, pero tienen su corazoncito, así que instan a la Hermana Mary Stigmata a que no tema, porque ellos lo resolverán en una noche.
Ella se indigna y les dice que no quiere su dinero sucio y pecaminoso.
Ella prefiere que se cierre el orfanato católico antes que mantenerlo a expensas de un robo o de un crimen. Eso demuestra no sólo lo bien que conoce a los hermanitos, sino sus principios y que quiere, aun siendo ya dos hombretones (descarriados) educarlos y reconducirlos hacia el bien.
Ellos se comprometen a recaudar esos 5000 dólares por la vía legal. Es decir… ganándoselo con el sudor de sus frentes. Vamos, trabajando.
Una misión divina
Creo que ya he mencionado los dos ingredientes clave para la peli: la fe católica que subyace, se esconde, reside y se percibe latente en el corazón oscuro de estos granujas.
¿Por qué una «misión divina«? Porque así la entienden los dos. Y porque Jake tendrá una epifanía: tienen que reunir a la banda.
Esto ocurre mientras asisten a un oficio religioso a cargo del reverendo baptista Cleophus James encarnado por James Brown. Oficia su ceremonia de estilo Góspel (yo asistí a un par de ellas en Wisconsin, cuando víví en Minneapolis). En medio del baile se produce esa epifanía en la que un rayo de luz divina se abre paso entre las nubes, alumbra la iglesia baptista e ilumina a Jake en sentido literal, pues se recubre con una luz misteriosa que sólo alcanzan a ver él y el reverendo, y en sentido figurado, pues le muestra el camino a seguir.
Porque los dos hermanos se criaron en el orfanato que está a punto de cerrar sus puertas por la deuda. Sí, son gamberros, irreverentes, hasta delincuentes. Pero en el fondo de su corazón, debajo de esas máscaras de malotes, saben que deben todo a la Iglesia. No serían capaces de hacer nada por nadie, salvo por su hogar infantil. Porque la Iglesia los acogió cuando se quedaron solos. Los alimentó, les cobijó, los amó, instruyó y los sacó de la calle. Que ellos se torcieran y, cuando tuvieron edad para elegir su camino, eligieran mal es responsabilidad suya, no de la monjita que los cuidó como si fuera su propia madre.
Por eso, pese a ser pendencieros y ser débiles ante el pecado… Cuando la Iglesia acude a ellos, su iglesia, se lo toman como una Misión divina. Y, además, aceptan la condición de auxiliarla sin recurrir a las malas artes. Van a ayudar al orfanato, y a reunir el dinero que necesitan para no cerrar, sin robar, timar ni estafar a nadie. Es su deuda con la monjita y, a pesar de ser quienes y como son, su sentimiento de deuda moral hacia «el pingüino» como llaman a la monjita es superior a cualquier falso estereotipo de malote. Eso les sirve para cuando están en las calles rodeados de tipos como ellos.
Hay que dar un concierto
La idea es buena.
Lo que no tienen es sitio, presupuesto, capacidad para publicitarlo y, en caso de tener todo eso, tampoco tienen banda.
Los Blues Brothers se desintegraron cuando Jake entró en la cárcel. Él no tenía ni idea, puesto que Elwood no le había dicho nada. Es más, se supone que Elwood había seguido en contacto con los demás miembros de la banda, para mantenerla unida, pero no lo hizo. O sí, mantuvo el contacto, pero sólo hasta que uno tras otros los músicos fueron dándose mus y desapareciendo del mapa. Y, aún así, siguió diciéndole a Jake que todo iba bien… Cuando el hermano le pregunta por qué no se lo dijo le contesta sin ningún rubor, que para qué iba a decirle la verdad estando en la cárcel, que sólo le habría causado un disgusto.
Borrón y cuenta nueva. Si algo tienen los Blues es que no son rencorosos. Pasan página con una naturalidad y una velocidad sorprendentes. No hay banda, pues habrá que rehacerla. ¿Se largaron los músicos? Habrá que ir puerta por puerta a buscarlos. Y lo hacen.
Música negra
¿Os acordáis del inicio de este comentario? «Cuando os hablé del Blues, y de la música negra...»
Según avance la peli iremos viendo personajes secundarios de renombre. No por ser actores secundarios conocidos, sino por ser inmensas estrellas de la música estadounidense. Por pantalla veremos desfilar a Aretha Franklin, Ray Charles, John Lee Hoocker y James Brown. ¡Hala! Superad eso.
Sí, todos ellos encarnan papeles secundarios, pero están ahí como un guiño al alma (soul) de la película. Son grandes intérpretes del género que se prestaron para participar en esta gamberrada de película. Se lo pasaron en grande y cuando entran en escena nos dibujan una sonrisa en los rostros a la par que empezamos a mover los pies en el suelo sin saber por qué.
Reúnen a la banda
No sin dificultades.
Por un lado, los miembros de la banda han rehecho sus respectivas al margen de la música.
Algunos se reenganchan a la primera y otros se harán los remolones. Habrá incluso quien no pueda volver a la banda porque su esposa se lo impide… por lo menos al principio.
Por otro lado, se irán cruzando con personajes de diversos pelajes a los que enfadarán, por uno u otro motivo.
Partido Socialista de los americanos blancos, los nazis
Se encuentran con los nazis de Illinois (nacional socialistas) en una manifestación en la que han cortado un puente. Se cansan de esperar, y como odian a los nacional socialistas, los embisten y los nazis se salvan saltando al río. Y juran venganza.
Lo de «socialista» lo he explicado varias veces en el fancine: nazis, fascistas y comunistas son diferentes manifestaciones del socialismo cuando se quita la careta socialdemócrata y aflora su verdadera esencia totalitaria. Sus mayores exponentes fueron Hitler, Mussolini y Stalin.
Lo de los «americanos blancos» tiene cierta lógica y trampa. Porque no todos los americanos blancos estaban admitidos en el partido nazi-onal socialista: solo los que fueran protestantes y socialistas (allí los socialistas son los demócratas) que, curiosamente, son los que fundaron el Ku Klux Klan, con las mismas condiciones).
Ellos, el KKK, los nazis americanos y los «demócratas» sienten verdadero desprecio por los católicos porque estos (los católicos) llegaron a América antes que ellos: los españoles. Y porque despreciaban a los italianos e irlandeses que llegaron después, también católicos. Por eso verbalizan en algún diálogo de la peli «son católicos» como algo negativo y a tener en cuenta a la hora de perseguir a los hermanos Blues.
Por eso la postura enconada del Partido Demócrata (socialista) estadounidense a favor del aborto y de la eutanasia. Por parte , porque en el otro lado están los republicanos (los populares yankis), que sí tienen un mayor porcentaje de católicos en sus filas y comparten sus principios provida contrarios a los promuerte (disfrazados de «derechos«) promovidos por los demócratas.
Si queréis conocer el origen del Ku Klux Klan leed mi comentario de la película El origen de una Nación. Y el de Arde Mississippi. O escuchad mi podcast de Historia Odio en blanco y negro sobre el origen del KKK.
La banda de country
Hasta que llegue el día del gran concierto tienen que ir sacando dinero de debajo de las piedras. Para ello no dudarán en suplantar la identidad de una banda de música country para tocar en un bar de carretera.
Al principio el público está a punto de lincharles. Y lo habrían hecho si no hubieran tenido una valla de metal protegiendo el escenario. Aunque los del público no desisten y tiran botellas de cerveza y jarras contra ellos.
Al final tocan una versión de una canción country, de una serie de televisión, y logran meterse al público en el bolsillo. Cuando terminan el espectáculo, en vez de cobrar tienen que pagar la diferencia por las cervezas que se han bebido en el escenario.
Al salir se cruzan con la banda verdadera. Ni que deciros que también ellos los perseguirán para vengarse.
La policía
También les busca la policía.
Elwood acumula más de 160 sanciones y multas por conducir sin carné de conducir y por impago de multitud de multas por infracciones de tráfico.
Hay que sumar que se escapan de la poli y la lían parda en una persecución por dentro de un centro comercial.
Por eso tenemos que sumar la poli a la comitiva que los persigue.
Una loca…
Loca, o eso parece al menos.
Durante toda la peli iremos viendo, de manera intermitente a una mujer que atenta contra la vida de los dos hermanos. Interpretada por Carrie Fisher.
- Los dispara con un bazuca, cuatro veces, cuando los dos hermanos llegan al apartamento de Elwood
- Cuando la poli de al lugar de las explosiones, y hace por entrar en el apartamento en el que duermen los Blues, detona una bomba que derriba el edificio entero
- Cuando se meten en una cabina de teléfono para hacer llamadas (esto no lo entenderán los Millenials (leed La cabina)) los rocía con lanzallamas
- Y cuando huyen del concierto, para evitar a sus perseguidores y llevar el dinero al Ayuntamiento les lanza una ráfaga de ametralladora M16. Vacía un cargador sobre ellos, pero no acierta ni un disparo
Al final descubrimos que es la novia despechada de Jake a la que dejó plantada en el altar.
El concierto
Es una locura.
De entrada, como los hermanos van de acá para allá, huyendo de unos y otros, retrasan su subida al escenario y el resto de la banda se ve obligada a improvisar para hacer tiempo.
Entre medias vemos a Cab Calloway interpretando Minnie the moocher y se mete al público en el bolsillo con un crescendo de ritmo frenético que coincide con la escena en la que los hermanos, ya en el aparcamiento del concierto, sabotean la caravana de la banda country y los coches de policía que están aparcados.
Esto implica que el público esté trufado de policía, vaqueros y todos los damnificados por los Blues.
El mismo Calloway presentará a los Blues Brothers cuando suban al escenario. En vez de decir que es su primer concierto en tres años porque uno de ellos los ha pasado en la cárcel les presenta diciendo que están de vuelta de una gira de conciertos por Europa.
Everybody needs somebody to love
Este es el clímax de la peli.
Es la canción que todos recordamos y la escena que todos evocamos cuando escuchamos su melodía. Da igual dónde estés o qué estés haciendo… suena y se te van los pies recordando a estos hombres de negro (visten como luego lo harán los Men In Black) bailando al unísono y arrancando una ovación del público.
El concierto es una locura. Vemos a todos mezclados y revueltos. Bueno, más mezclados que revueltos, pues el público está sentado. De hecho, los conciertos allí son sentados: yo fui a ver un concierto de Faith no more, Guns & Roses y Metallica en el Metrodome de Minneapolis y estábamos todos sentados. En las escaleras vemos a la policía y los miembros de la banda country están en un palco.
Aparece un promotor musical, o un representante de una discográfica que les ofrece 10.000$ para publicar un primer disco. Esto les dará para saldar la deuda del orfanato.
Persecución
Los Blues Brothers abandonan el concierto antes de que termine. Buscan llegar al coche, que lo tienen escondido, antes de que reaccionen todos los que les persiguen.
Si la peli es una persecución, de principio a fin, la recta final (nunca mejor dicho) será de infarto. A estas alturas no queda nadie en Chicago que no esté o en el concierto o persiguiendo a los dos hermanos.
La peli nos sorprende con una persecución que será una de las más grandes de la historia del cine. No obstante, batiría un récord destruyendo 104 coches convirtiéndose en la peli con más coches destrozados en su día. Después fue superada por los 105 de The Blues brothers 2000, y ahora la saga de Fast & Furious ha triplicado el número, y tiene cuatro pelis entre las diez primeras con Transformes: El lado oscuro de la luna y The Matrix reloaded como 1ª y 3ª, con 532 y 300 respectivamente.
La Guardia Nacional, el Sheriff, todas las policías del estado, los bomberos, el ejército… Y porque no era hora para que los Boy Scouts estuvieran por ahí, que sino, también.
Por fin llegan al Ayuntamiento y, después de bloquear todas las puertas que van superando, se tienen que parar para esperar al funcionario de turno porque ha dejado un cartel de «Vuelvo en 5 minutos» porque se ha ido a desayunar.
Me parto de risa con los polis haciendo rapel para descolgarse desde el techo del Ayuntamiento mientras medio millar de extras vestidos con todos los uniformes de los cuerpos nombrados suben por las escaleras, se descuelgan del techo, atraviesan la explanada que hay delante del edificio… No tiene desperdicio la secuencia.
Esperan, llega, entregan el pago de la deuda, el funcionario estampa el sello oficial y firma el documento y los Blues han salvado el orfanato. Sin embargo, eso no evitará que sean apresados y terminen cantando el Rock de la cárcel… en la cárcel. de Elvis.
Elvis «the pelvis«… y Atapuerca
No deja de ser alegórico que una peli nacida para alabar y festejar la música negra eche el cierre con Jailhouse Rock de Elvis Presley, el Rey.
Por eso decía que Elvis fue la mejor voz (antes de Freddie Mercury) y por eso esta peli dedicada a la música negra termina como termina, con la mejor voz negra en boca y pulmones de Elvis.
Aprovecho el 20º aniversario de las excavaciones en la Sierra de Atapuerca para aportar un dato paleo antropológico: Si será importante su figura que hasta en la mismísima Atapuerca llamaron Elvis a una pelvis que encontraron de un Homo Antecesor: Elvis the pelvis.
Si te gusta esta comedia musical no te pierdas el comentario de Grease.
Pelis mencionadas
Si quieres saber más sobre el KKK y los nacional socialistas americanos escucha mi podcast:
