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Los Cazafantasmas

Tabla de contenidos

Ficha técnica de Los Cazafantasmas

  • Título: Los Cazafantasmas
  • Título original: Ghostbusters
  • Director: Ivan Reitman
  • Ayudante de Dirección: Dary Daygler
  • Nacionalidad: U.S.A.
  • Año: 1984
  • Productor: Ivan Reitman, Bernie Brillstein
  • Duración: 105’
  • Guión: Dan Aykroyd, Harold Ramis
  • Música: Elmer Bernstein, Ray Parker Jr.
  • Productora: Columbia Pictures

Ficha artística

  • Bill Murray – Peter Venkman
  • Dan Aykroyd – Ray Stantz
  • Harold Ramis – Egon Spengler
  • Ernie Hudson – Winston Zeddemore
  • Annie Potts – Janine Melnitz
  • Rick Moranis – Louis Tully
  • Sigourney Weaver – Dana Barrett
  • William Atherton – Walter Peck

 

Navidad de 1984

Nunca olvidaré aquella tarde en las navidades de 1984.

Recién cumplidos los 10 años fui al cine con mi padre para ver una película de las que no te olvidas con facilidad. Sobre todo vistas a cierta edad.

Lo que lamento es no recordar la sala exacta, pero sí que la vi en uno de los cines de la Gran Vía madrileña. Si no me falla la memoria se trataba del Cine Rialto. Y para más datos… con dos pisos, en grada… ¿Qué por qué lo recuerdo?

Lo comentaré porque, a pesar de ser una tontería, tiene su gracia.

Navidades del ‘84. Recuerdo estar sentado a la izquierda de mi padre. Ansioso por que se apaguen las luces de la sala y empezar a ver la peli. Cuando, cosas de los 80’s, se empieza a escuchar un barullo en la primea planta. En la que yo me encuentro: unas cuatro filas por detrás de donde empieza el segundo piso. Barullo in crescendo, con la gente que parecía hacer la ola. Todo al ritmo de un billete de 100 pesetas suspendido en el aire, cruzando de derecha a izquierda la sala entera. La broma no tenía más misterio, alguien que cuelga un billete con un hilo de nylon y los demás intentándolo atrapar.

Si eso mismo sucediera hoy en día, veríamos pasar el billete sin gracia y se encendería una batería de móviles para hacer una foto y tuitearlo. Hemos mejorado los recursos pero creo que hemos perdido parte de la gracia que acarreaba la espontaneidad.

En fin, pedazo de anécdota ¿verdad? Os lo cuento en primicia a pesar de tener a la Agencia EFE y a Europa Press pujando por la exclusiva 😉

Superado este momento nostálgico me meto de lleno con la película.

Los Cazafantasmas

No puedo engañaros y no pienso hacerlo: esta película ha envejecido mal y verla hoy en día no impresiona lo mismo que en el cine en el año 1984.

Los efectos especiales (sorprendentes para aquellos días) se han quedado obviamente obsoletos. Y la trama, que arranca fortísima se desinfla mediada la película hasta terminar casi autodestruyéndose.

Así y con todo, no deja de ser una película muy recomendable por algunos aspectos puramente cinematográficos. Y otros que la rodeaban y le sirvieron para tomar inercia desde meses antes de su estreno aupándola hasta el liderato.

Taquillazo

Hablamos de una de las comedias con mejor recaudación de las comedias de su década. Todo debido a una marabunta de personas que trabajaron para alimentarla durante meses provocando una avalancha de publicidad difícilmente igualable hasta la fecha. Para que os hagáis una idea, su estreno desplazó el de la película Gremlins que, a pesar de ser un cuento de Navidad en toda regla, se estrenó en verano para no ser arrollada por Los Cazafantasmas.

¿Quiénes son los cazadores de fantasmas?

Originalmente hablamos de:

  • Dr. Venkman (Bill Murray) seleccionado entre los 100 mejores personajes de la Historia del Cine en 2008 por la revista Empire
  • El Dr. Stantz (Dan Aykroyd)
  • Y el Dr. Egon Spengler (Harold Ramis)
  • Mas tarde se les unirá Winston Zeddemore (Ernie Hudson)

 

Los tres primeros, por sus nombres: Peter, Ray y Egon trabajan como investigadores de lo paranormal en la Universidad de Columbia.

Reciben la llamada de la Biblioteca Pública de Nueva York, para que estudien algunos fenómenos difícilmente descriptibles. Van y, para su sorpresa, se topan con el fantasma de un antiguo bibliotecario. Ni que decir tengo que salen despavoridos y pierden, entre otras cosas: su empleo.

Encuentro paranormal + despido

La suma de ambos les hará tomar la decisión de sus vidas: crear Los Cazafantasmas.

A partir de este momento dejarán de lado la teoría y se pondrán a buscar fantasmas a lo largo y ancho de Nueva York.

ECTO-1

El proceso se irá repitiendo una y otra vez: llamada denunciando un fantasma, salida triunfal de “Ecto-1”.

ECTO-1 es su coche. Una antigua ambulancia reciclada. El patrón de los acontecimientos, tras la denuncia es: Llegan al lugar en el que se ha visto al ectoplasma (de ahí viene el nombre de “Ecto”). Se enfretan con él, lo derrotan y lo encierran en una trampa para fantasmas. De vuelta en su cuartel general vacían el contenido de la trampa, es decir, al fantasma, en un contenedor.

Los exteriores de la sede los sacarán de la central de bomberos de Nueva York. Esto lo reconocemos, sobre todo, por el portón triunfal de Ecto-1.

Hasta aquí: Como decía «triunfales». La sucesión de escenas nos recuerda al momento álgido de los superhéroes de cómic en todas sus películas: Spider-Man, Batman… Momentos de popularidad y crédito a mansalva por parte de los vecinos.

Ley de Murphy

Todo lo que puede empeorar: empeora.

Veremos una trama y una subtrama.

La primera la protagonizarán Peter Venkman  y Dana Barret. La segunda es que la propia Dana recibe la visita de otro fantasma, o de lo que sea. Porque raro es el bicho, y llama a Los Cazafantasmas.

Recibe su visita y entre miedos y fantasmas nace un pequeño amor que irá creciendo a lo largo de la película. En este intervalo se producirá uno de los “andares” más raros del cine. Junto con el Ministry of Silly Walks de Monty Python. En él veremos a Peter, feliz, andando dando saltitos sin apoyar una de las piernas. ¿Quién no lo ha imitado alguna vez? ¿Soy el único raro?

Para mal de la perjita, el edificio en el que ella vive resulta estar maldito. Se ha convertido, (o era ya), en una puerta dimensional entre el mundo de los vivos y el de ultratumba. Está poseído y ha poseído a dos inquilinos. La propia Dana se convierte de la noche a la mañana en la Guardiana de la Puerta. Su vecino apocado y enamorado, Tully, en el Maestro de las Llaves.

Como veréis el pastel está servido (incluso dará de si para sacar una versión para juego de rol unos pocos años más tarde). Podréis intuir cómo se desenlaza la película, aunque yo no lo destriparé. Eso sí, a partir de este momento, lo mejor serán los animales o bestias o demonios que harán de las suyas por Nueva York. El resto de la película entra en un delirium tremens que hará que la cinta caiga en picado, dejándose ver pero perdiendo cualquier relación con la realidad.

Bill Murray

Para terminar dedicaré unas palabras a Bill Murray. Se trata, como alguno de vosotros sabréis ya, de uno de mis actores favoritos y no dejaré escapar la ocasión…

Ya he hablado con anterioridad de él. A quien dedico ahora un párrafo especial: Atrapado en el tiempoLost in translation, su aparición en Coffe & Cigarettes y cómo no… su pequeña pero estelar aparición en La pequeña tienda de los horrores y, más recientemente, en Zombieland: Mata y remata.

En La tienda de los horrores solo aparece unos minutos. Suficientes para dejar su impronta y encarnar al paciente sádico que se excita en el dentista. En todos los casos vemos cómo es capaz de comerse a la cámara y adueñarse de todas las escenas en las que participa. Sobre todo en Atrapado en el tiempo y descubriéndonos sus dotes para el drama en Lost in translation.

Ray Parker Jr

Sea cual sea mi opinión, que en general es muy buena hacia esta película, no podéis dejarla de ver al menos una vez en vuestras vidas para echar unas risas y escuchar la cancioncilla de Ray Parker Jr. Inundó las radios del mundo entero antes y durante su lanzamiento y me arranca una sonría incluso hoy en día, cada vez que escucho su melodía.

Empecé el comentario diciendo cuándo, cómo y con quién vi Los Cazafantasmas por primera vez. Quiero terminar este artículo recordando, también, que aquella minsma noche cuando llegué a casa me puse a ver Las cuatro plumas en una tele pequeñita en blanco y negro que tenían mis padres en su dormitorio.

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