El Señor de la guerra es la segunda aparición de Charlton Heston en una peli de la Edad Media en el fancine. La otra aparición fue cinco años antes, en 1961, en El Cid.
Hoy comento esta peli por dos motivos: primero porque me encanta esta película. Y el segundo es porque me sirve para complementar, precisamente, el comentatio del Cid.
No creo que tenga que profundizar mucho en el hecho subjetivo de que me guste tanto. Salvo porque os diré que cada vez que veo esta peli me evado con la imaginación. Ver esta peli, para mi, es un viaje en el tiempo y en el espacio. Doble viaje en el tiempo, porque me voy a la época medieval, que tanto me gusta. Y porque, aunque esté al otro lado del Canal de La Mancha, la veo y me ensueño con York.
La torre de Clifford de York
Esa es la idea que me viene a la cabeza. Esa torre, también castillo y con el tiempo hasta cárcel. En ella metió Ricardo corazón de león a los judíos del lugar. Y mató a todos los que no se habían suicidado… Ya os conté sobre el mito del buen rey fabricado en torno a Ricardo corazón de león en mi otro blog, el troblogdita. Tambiñén lo tenéis en formato podcast: Robin Hood, texto y contexto. De hecho, menciono el propio York, pues hasta ahí llegó el progromo antisemita del tirano Ricardo.
Esa torre es una maravilla, y York, de origen vikingo, Jorvik, a partir de un asentamiento romano Eboracum. Aunque sobre la etimología de York existe cierto debate que no procede abrri aquí. Si en algún momento quisiérais saber, ver y comprender qué era una de estas torres, visitad esta. En ella comprenderéis la arquitectura que vemos en la torre de la película.
La disposición del emplazamiento, en lo alto de una colina. Las vistas desde sus muros. Cómo se estabulaba el ganado para aprovechar su calor en el invierno. Todo está documentado y todo merece ser visto y descubierto en la, para mi gusto personal, ciudad más hermosa de Inglaterra.
Pero aterricemos el comentario para no irme por las ramas.
De la torre de Clifford, de York, me quedo con el castillo, proveniente de una torre normanda. Porque esta peli va de…
Frisios, celtas y normandos
En el territorio continental, pero normandos al fin y al cabo.
Luego retomaré el tema del Cid, no creáis que lo he olvidado. Pero vamos con Normandía y por ahí terminaremos en Castilla.
Esta peli es un ejemplo de la Europa feudal (y por esto acabaré en Castilla). Es la simbiosis cultural que va desde los celtas a los frisios y los normandos. Solo faltan Los vikingos, pero eso habría sido ya para Matrícula de Honor. Estamos en la Normandía francesa, en donde conviven los normandos (de procedencia germana) y los celtas. Estos últimos configuran el pueblo llano y profesan culto pagano.
Los normandos representan el poderío militar. En este caso será la clase dominante y eso podremos apreciarlo en la figura del propio Chrysagon de la Cruz. El protagonista encarnado por Charlton Heston. Hace bueno, no la persona sino elpersonaje, aquello de ser cabeza de ratón o cola de león. Es decir, ser el más poderoso de los débiles, o el mejos fuerte de los fuertes.
Cada pueblo un rol
Vemos que los celtas son los lugareños. Agricultores, ganaderos y artesanos del lugar. Los frisios son piratas que costean y rapiñan cuanto pueden. Y los normandos son quienes se supone que han de velar por los celtas y, a cambio, les procuran protección y un nuevo credo, el cristianismo. Amén de subsistir con lo que los del lugar produzcan en sus tierras.
Los papeles están bien marcados, diferenciados y definidos casi desde los primeros cinco minutos de la película.
Los celtas son paganos, cristianizados muchos de ellos, pero de esencia pagana. Ocuparon la franja media de Europa desde la cornisa cantábrica española hasta Irlanda, Inglaterra, Escocia, Bélgica, algunos territorios suizos y Francia.
Los normandos, así como los frisios, son de origen germánico. Unos primeros civilizados y cristianizados. Los segundos salvajes, como los vikingos. Estos últimos, los vikingos, ya se han pasado por el fancine. Unos en el clásico Los vikingos, de 1958. Otros en El hombre del norte, de 2022. Y si me apuráis en la fantásica Beowulf, de 2007. ¡Ah! Se me olvidaba… puestos a mencionar apariciones vikingas: Cómo entrenar a tu dragón, de 2010.
Comparo vikingos y frisios por el papel que representan: la amenaza de lo desconocido. Que además es hostil. Vienen por mar, atracan sus barcos y atracan a los lugareños. Roban, violan, asesinan e incendian.
Chrysagon es cabeza de ratón
Es el nombre del protagonista. Está encarnado por Charlton Heston.
No es realmente nadie importante entre los normandos. Para muestra el «señorío» que le concede el duque que le envía a la torre. Es un soldado cruzado sin pena ni gloria que termina siendo el Señor local de una tierra inmunda. Os recomiendo leer El reino de los cielos y El séptimo sello para entender al cruzado, en Tierra Santa, y a su vuelta a Europa*.
Por eso digo que es cabeza de ratón. Porque de ser un don nadie, o alguien sin verdadera importancia en las huestes normandas, aquí será el señor del lugar. Aunque su señorío sea solo sobre un centenar de personas. Y el lugar no sea más que un cenagal.
Ese centenar de personas son celtas. Verdaderos oriundos del lugar. Sometidos por los normandos y castigados por los frisios. Vuelvo con estos últimos, con los frisios, porque son, sin pretenderlo, el nexo entre el normando y los celtas.
¿Frisios o frisones?
Son gentilicios para las personas de Frisia. Hoy en día se utiliza «frisón», pero frisio sirve y se puede usar igual. Me quedo con frisios.
Por un lado son los que protagonizan el inicio de la peli. La acción se vuelca con una rafia frisia en tierras normandas. Como decía antes, eran piratas que ponían pie en tierra, como el pirata Drake en La Coruña. Los de esta peli arramplan con todo pero en su rafia se topan con los soldados de Chrysagon, quienes espantan a los piratas que huyen despavoridos. No esperaban resistencia y mucho menos de hombres armados y fajados en batallas.
En su huída los frisios dejan atrás a un crío que cae en manos del enano que acompaña al nuevo señor feudal. A la postre ese niño es el hijo del líder frisio.
Luego volveré sobre este niño y sobre el enano.
Chrysagon y los frisios
Chrysagón entra en escena para frenar la rafia mencionada.
Llega con el encargo de su señor de ser el señor (valga la redundancia) del lugar. Quitando la responsabilidad que eso entraña poco o nada más le importa. Viene agotado de vivir, de batallar y de recorrer el mundo conocido para participar en las cruzadas. Su odio al frisio no es nuevo. Se remonta a la captura, el rapto de su propio padre muerto después a manos de estos mismos frisios.
Esto espolea al guerrero para lanzarse, de nuevo, a la batalla. Y para tomarse a pecho, como algo personal, la resistencia a los frisios. Encontrarse al hijo del que ha matado a su padre será una venganza deseada pero inesperada.
Harto de vivir hasta que…
Quitando ese pequeño estímulo, el de poder vengar la muerte del padre… Chrysagon está de vuelta. No de la guerra, que por supuesto. Sino de la vida. Está harto y desencantado. De todo y de todos. Tener a los frisones como enemigos será un soplo de esperanza.
Su hermano Draco es uno de los caballeros que acompaña a Chrysagon. Un tipo arrogante y presuntuoso. Seguro de si mismo y más seguro de que él vale mucho más que su hermano mayor. Pero como estamos en tiempso medievales, el primogénito se lo lleva todo.
Será el típico que va por los rincones emponzoñando todo. El que siembra la cizaña, adula a sus superiores y te pone zancadillas por las esquinas. Luego vuelvo con él.
Pero…
Le pasará algo completamente inesperado. Cuando la llama de su vida se apaga, se topa con una mujer que le arrebata el corazón. Y la llama no revive, no… Explota. Abrasa y arrasa todo cuanto encuentre a su paso por la mujer que acaba de descubrir.
Es una muchacha del lugar. La hija adoptiva del caudillo de la aldea. Que para colmo está prometida con el hijo natural del mismo. Es decir, si no recuerdo mal, se va a casar con su hermanastro.
Feudalismo, excepción ibérica y el derecho de pernada
Llegamos a un punto crucial en la película.
Un momento que nos demostrará que en El Señor de la guerra no hay buenos ni malos. Solo personas. Con sus debilidades y sus fortalezas. No hay maniqueismo. El único que creo que sale mal parado es Draco, pero porque es un capullo por condición.
Chrysagon renace de sus cenizas cuando se enamora. Esa muchacha, esa belleza de tez blanca, pálida, y melena rubia con ojos de un azul profundo le devolverán las ganas de vivir. A través de ella y con ella. Y hará todo lo posible por conquistarla, auqnue llega a tomarla por bruja, cosa que con su superstición, hará que le tiemblen las rodillas más de una vez.
Chrysagon es el señor feudal
¿A caso no puede hacer nada para poseerla?
Pero hagamos un alto en lo de «señor feudal». Este es el mejor ejemplo para explicar esa diferencia entre los reinos cristianos de Castilla, Asturias después León, Galicia, Portugal y Aragón con respecto al resto de reinos continentales.
Os lo expliqué en El Cid. Y también en Oro, creo recordar. Que en la España de entonces no había feudalismo porque no había territorios feudales, porque tampoco había estabilidad geográfica. Las fronteras fluctuaban de manos cristianas a musulmanas constantemente. Y el feudalismo requiere un asentamiento perenne, sino perpetuo, para que el señor feudal tenga el dominio sobre sus posesiones geográficas y las personas que las habitan.
Esto no ocurrió en la península ibérica. Por lo que siempre he defendido, y defenderé, que en los reinos que terminarán constituyendo España no hubo feudalismo.
Derecho de pernada
Llegamos al punto de inflexión de la película.
Podríamos pensar que es el enamoramiento. El renacimiento del protagonista. Ojo, también el enamoramiento de ella, porque ambos se sentirán atraídos desde que se conocen. Es decir, Bronwyn no será una pieza de caza para Chrysagon.
De hecho no creo que esta película recoja el derecho de pernada tal cual es en realidad. Este «derecho» era un abuso del señor feudal que se atribuía el derecho ayacer con una novia, antes que el propio novio, en la noche de bodas. Eso es lo que vemos en Braveheart. Pero no en esta película. Casi, pero no.
Para que se produzca ese derecho de pernada el señor feudal tiene que llevarse a su castillo a la novia. Por la fuerza. Y violentarla para arrebatarla el virgo antes de que lo haga el novio. Es una imposición ajena y repudiada por el pueblo que la padece. Insisto: como en Braveheart.
Aquí se sacan de la manga que el derecho depernada es una tradición celta. Según la peli entregan voluntariamente a la novia, con la única condicióin de que sea devuelta al alba. Esto es una tontería detrás de otra.
Chrysagon no ejerce el derecho de pernada
Está a las puertas de hacerlo.
Pero no lo consuma.
Ya os he dicho que está enamorado como un becerro de la muchacha. Y ese amor será la espuela que use Draco para espolear a su hermano mayor, y señor. Lo espolea para que se enfrente con el pueblo. Está moviendo la silla a su hermano para ocupar su sitio.
Pero Chrysagon, encelado y más viciado por la chica que otra cosa no ve la maniobra de su hermano. Le lava el cerebro con que si tiene derecho, patatín patatán y el señor feudal termina acudiendo a la boda para llevarse a la novia.
Pero la novia ya se había entregado a Chrysagon. Está enamorada de él. Y él la ama y la respeta más que la desea, y eso es mucho decir. Po reso está a las puertas de consumar ese derecho de pernada, insisto: empujado, inducido y manipulado por su hermano. Pero al final se impone su conciencia y la deja bien claro que no la forzará para tomarla.
Ella poco menos que se siente defraudada porque desea y ama a Chrysagon, por lo que termina entregándose ella misma. Por amor, no por obligación.
La peli cambia
Lo más interesante sobre ese supuesto derecho de pernada es el debate emocional, psicológio y ético que abre Chrysagon.
El derecho le resplada. Su posición le resplada. Los del pueblo le respaldan. Su ardor le respalda. pero él no quiere apropiarse de su amada. Quiere amarla, y ser amado por ella, pero no por la fuerza, en cuyo caso no habría amor. La ama y la desea y el deseo enturbia su corazón, pero su amor es más puro y fuerte que su lado animal y contiene su impulso. Aunque su hermano lo alienta para, simbólicamente, tirarle por la ventana.
Que ella ame al señor feudal es un segundo giro de tuerca. Porque eso hará que no solo compartan el lecho, sino que lo hagan por amor. Y llegada la hora de ser devuelta al padrastro, y al novio, ella diga nones y él lo mismo por sus convinciones.
Nada peor que un cornudo
El ataque de cuernos será tan agudo que el prometido termina aliándose con los frisios. Eso es actuar por despecho, o nada lo es.
Los frisios, más que hacer de matones de los celtas, del poblado, buscan al hijo de su rey. Quieren recuperarlo a toda costa, cosa que es normal. El niño, como dije al principio, había sido hecho prisionero por el bufón de Chrysagon. Un enano con muy malas pulgas, la verdad sea dicha.
El asalto me gusta, en su absoluta sencillez. Sin aspavientos. Sin adornos. Un par de efectos, es un ataque práctico y lógico. Sin alardes para ostentar mal gusto, que es lo que suele aflorar cuando uno quiere presumir de algo. La mera presunción ya es de mal gusto.
No es una peli de buenos y malos…
Al principio dije que en esta peli no había ni buenos ni malos. A ver cómo salgo airoso de esta afirmación. Al menos no lo es del todo. Auqnue el protagonista la termine con un acceso de dignidad que más tenga de quijotesco que de lógico.
Es verdad que Chrysagon es el protagonista. Y que su hermano Draco acumula un rencor y una envidia desde pequeñito que niebla sus sentidos. Pero no es menos cierto que Chrysagon, en ese desdén hacia su propia existencia, porque está harto de ella, pierde un poco el norte y se encapricha de una aldeana. Esto hará que Chrysagon pierda un buen porcentaje de su razón, por atender más a sus asuntos personales que al bien general.
Luego está Draco, que tiene mucha razón en cuanto a los deberes y obligaciones de su hermano. Pero no podemos olvidar que es un sembrador de cizaña que no hace sino emponzoñar y enturbiar el ambiente. Tanto que, se supone, parte en busca de refuerzos y regresa con una orden para ocupar el cargo del hermano.
Los del pueblo son unos pobres diablos que no tienen más culpa que la de no poder tomar sus propias decisiones.
El padre que quiere recuperar a su hijo está cargado de razón. Pero no podemos obviar que si lo perdió es porque se bajó de sus barcos para ir a robar, violar y asesinar…
Un final inesperado
Que Chrysagon cae en desgracia, ya lo he mencionado. En el momento en el que el duque nombra a su hermano como su propio sucesor deja de ser el señor feudal. Pierde su autoridad, salvo por la autoritas, por la que sus hombres le siguen respetando.
Draco empuja a Chrysagon hasta un duelo personal. A pesar de que éste no quiere medirse en duelo fraternal. Lo empuja hasta que el hermano mayor se revuelve, se defiende y mata al menor.
Esto supondrá un punto de inflexión en la historia porque Chrysagon, harto de guerras, batallas y disputas, cogerá al muchacho y se lo llevará para devolvérselo al padre. Harto del acto de mala fe del enano.
El padre recibe al hijo de tan buen grado que ofrece refugio, tierras y hasta un título a Chrysagon. Pero este es un Quijote de la vida. Parece la reencanación del mismísimo Cid. Decide entregar al niño y a su amada al frisio, porque ella nunca tendrá paz en su aldea, y menos cuando llegue un nuevo señor feudal en sustitución de los dos hermanos.
Chrysago parte rumbo al castillo del duque para presentar sus excusas y ver si alcanza su perdón. Irá escoltado por su fiel amigo y escolta. Aunque le invita a partir o a abandonarle, este será leal a la promesa que le hizo a su padre cuando ambos hermanos eran solo unos críos: le acompañará a donde vaya para cuidar de él.
*Si queréis profundizar más en la figura del cruzado, amén de invitaros a leer los comentarios de esas dos pelis os recomiendo el podcast que dediqué a Ricardo corazón de león y Robin Hood.
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