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El primer hombre

Tabla de contenidos

Ficha técnica de El primer hombre

Título: First man: El primer hombre
Título original: First man
Director: Damien Chazelle
Guión: Josh Singer (basado en la obra «Frist Man: The life of Neil A. Armstrong de James R. Hansen)
Nacionalidad: U.S.A.
Año: 2018
Duración: 141′
Productor: Wyck Godfrey, Marty Bowen, Isaac Klausner, Damien Chazelle
Productora: Universal Pictures, DreamWorks Pictures, Temple Hill Entertainment, Perfect World Pictures
Distribuidora: Universal Pictures
Fotografía: Linus Sandgren
Música: Justin Hurwitz
 

Ficha artística

Ryan Gosling – Neil Armstrong
Claire Foy – Janet Armstrong
Jason Clarke – Ed White
Kyle Chandler – Deke Slayton
Corey Stoll – Buzz Aldrin
Pablo Schreiber – Jim Lovell
 

De Cristóbal Colón a Neil Armstrong

Cristóbal Colón en el Capitolio en Washington D.C.

En su puerta. Presidiendo la entrada a dicho edificio.
 
Edificio que alberga las dos cámaras del Congreso de los Estados Unidos. La 1ª Democracia del mundo moderno, tal cual comprendemos el concepto «Democracia». Tuve ocasión de verlo y viéndolo interioricé la importancia de ser español.
 

Empiezo así mi comentario de El primer hombre porque así empieza la película

 
Rindiendo homenaje a la mayor hazaña de la Historia: poner un pie en la luna. Única gesta comparable a la, hasta la entonces también, «anterior mayor hazaña»: el descubrimiento de América.
 
Los Reyes Católicos cambiaron la Historia. Dieron carpetazo a la Edad Media e inauguraron la Edad Moderna con dos gestas: la toma de Granada devolviendo la península ibérica a la cristiandad y al descubrir el Nuevo Mundo.
 
Fundamentalmente la Reina Isabel. Que siendo católica y sin ser feminista, pero muy mujer y más que empoderada, pudo y supo reinar y gobernar.
 
El genovés Colón partió rumbo a lo desconocido con tres cáscaras de nueces bajo pabellón español. Con mandato de los Reyes de España y con la enseña de Sus Majestades los Reyes Católicos: la cruz verde y el yugo y las flechas en honor a las iniciales de «Ysabel» y «Fernando«.
 
Sugiero que leáis sobre su historia llevada al cine en 1492: La conquista del Paraíso
 

Colón fue «el primer hombre» en poner pie en el Nuevo Mundo

 
La vuelta al mundo vendría después, de nuevo en una empresa española. Impulsada por Carlos V y capitaneada por el luso Magallanes. El capitán fallecería en Filipinas y la empresa la remató el español Juan Sebastián Elcano. «Primer hombre» en circunnavegar la tierra. Os dejo enlace a La Victoria de Juan Sebastián Elcano, en mi blog «el troblogdita«.
 

Siempre con la luna como telón de fondo

 
Una luna que sirvió de guía para todos los marineros.
 

La misma luna a la que los marineros españoles suspiraban en las noches de sus travesías alrededor del globo. Esa misma luna que hemos adorado, cantado, soñado y deseado desde que el hombre es hombre. Desde los tiempos de Atapuerca reflejados en En busca del fuego, hasta nuestros días. La misma luna inalcanzable hasta que aparecieran Neil Armstrong y los científicos de la NASA.

Como veréis, la Historia de España tiene sus «primeros hombres y mujeres«. Y así lo conmemoran los estadounidenses, cuya independencia deben, en gran medida, al también español Bernardo de Gálvez.

Los españoles de hoy ignoran su Historia. Parece, a veces, que hasta les incomoda.

Pero los americanos son diferentes. Tienen Memoria Histórica. Una Historia más breve que la nuestra, pero la tienen, la honran y la defienden. Como tiene que ser.

 
Y saben que parte de la Historia de los Estados Unidos es Historia de España. Por eso comienza esta película encumbrando a Cristóbal Colón y por eso esta pequeña introducción para contextualizar el inicio de la peli.
 

El arranque de la película equipara a Neil Armstrong con Cristóbal Colón

 
Equiparando el hambre de conocimiento y de aventura estadounidense al español. Y tomando el testigo del mayor imperio de todos los tiempos, el español, para liderar a todas las naciones democráticas de Occidente.
 
Ya he contextualizado la primera parte de herencia genética e histórica de esta peli. El concepto de traspasar fronteras y llegar más lejos que nadie. El afán de superación de la Humanidad. Es hacer trizas el mito de la frontera planteado por Cooper. Es el Oro de El dorado español y los cowboys americanos en la, también española, California. Cowboys como cuña cultural, al más puro estilo de la reconquista española.
 
Pero, si cabe, en este caso el segundo contexto es todavía más importante…
 

La guerra fría

 

De eso trata esta película. De eso trata toda la carrera espacial. De defender la Libertad y la Democracia de la amenaza del comunismo y su dictadura.

Segundo marco para entender la peli…

Casualmente dos días después del 29º aniversario de la caída del muro de Berlín. El muro de la vergüenza comunista que dividió Alemania y fracturó Europa durante 28 años. Grandes tiempos con grandes líderes internacionales: el Papa Juan Pablo I, Margareth Thatcher, Ronald Reagan…

Para quienes no hayáis tenido la ocasión de vivir esa guerra fría, os hago una pequeña reflexión, para que entendáis muchas cosas de entonces y de hoy. Y sepáis valorar lo que nos pasa.

La Segunda Guerra Mundial terminó mal. O mejor dicho, se terminó antes de cuando tendría que haber terminado. Los líderes de entonces no supieron calibrar cuánto mal estaban haciendo al Mundo y a las generaciones posteriores. Se derrotó al fascismo italiano y al nazismo alemán, por suerte. Pero una vez derrotado éste quisieron dar carpetazo a la guerra por miedo a que se prolongara.

¿Cómo se podría haber prolongado? Derrotando al comunismo de la Unión Soviética. Dejaron vivo al oso rojo y lo seguimos pagando en nuestros días. Las democracias occidentales no deberían haber pactado jamás con la URSS. Nunca.

Hubo generales visionarios que supieron entrever el peligro de no derrocar a los comunistas. El mejor general estadounidense, Patton, abogó por prolongar la guerra hasta tomar Moscú y devolver la Democracia al pueblo ruso. Pero lo silenciaron y arrinconaron porque su postura era incómoda.

Empezó nada más terminar la Segunda Guerra Mundial

En la película El puente de los espías explican (de aquella manera) lo que esto implicó tanto para los Estados Unidos como para la URSS. Comenzaron los juicios de nazis en Nuremberg y se dictaron sentencias. Pero no llegaron al banquillo todos los protagonistas de la carrera armamentística nazi.

Algunos peces gordos se quedaron por el camino: científicos, químicos… La crem de la crem de la industria bélica nazi. Se la repartieron entre rusos y americanos. En principio para reforzar sus propias industrias bélicas, a sabiendas del pulso porvenir. Pero muchos de ellos terminarían engrosando los diferentes equipos de investigación y desarrollo para la nueva rama del conflicto entre demócratas y comunistas:

La carrera espacial

Una carrera espacial cuyo impulso inicial lo darían los soviéticos. ¿Por qué? ¿Eran mejores? Ni sí, ni no. Seguramente los equipos humanos de ambos bandos estarían equiparados entre sí. Sin embargo…

Los rusos gozaban de dos ventajas

  1. Como Dictadura no necesitaban justificar sus gastos al pueblo
  2. No necesitaban dar ninguna explicación

Como Dictadura no necesitaban justificar sus gastos al pueblo

Es crucial entenderlo bien.

En Democracia tienes que ajustarte a unos presupuestos aprobados para cualquier proyecto, sea privado y sobre todo si es público. Porque, de ser privado es dinero de los accionistas y si es público es dinero de todos los contribuyentes.

Luego está el capital humano, el más valioso de los capitales. Sometido a la dignidad de las personas. Estas cosas condicionaron tanto el presupuesto como las políticas y los proyectros de la NASA.

No tenían que dar ningún tipo de explicación al pueblo

El pueblo de la URSS tenía suficiente con sobrevivir de un día para otro al hambre provocado por los comunistas que los gobernaban. Eran como los tres monos: «no veo, no oigo, no hablo«. Y aún así nada les garantizaba sobrevivir. Muertos de hambre o con un tiro en la nuca. Eso es el comunismo.

Aún así, como veremos en la peli, hay riesgos que harán que muchos se queden por el camino. En una dictadura las personas son carnaza. Si hay que experimentar se experimenta. Si hay que sacrificar animales y/o personas, se sacrifican, por el bien del partido.

Ese era el panorama al que se enfrentaba el líder de la Democracia. Inquisitorialmente investigado y observado por la opinión pública y por la Prensa. Muchas veces trufados de activistas pagados por el KGB los unos y los otros.

La suma de estos dos puntos nos demuestra que la URSS tomó ventaja porque vivían en comunismo y esto implicaba la ausencia total de prejuicios morales o condicionantes éticos. Habían empezado una carrera y la única regla que tenían es que no tenían ninguna regla. Solo valía ganar, a cualquier precio. De ahí la ventaja inicial.

Superioridad moral de los americanos

Iban más despacio pero iban convencidos de su superioridad moral.
 
La que te otorga saberte democrático y respaldado por un pueblo que te critica pero te vota. O lo que es más importante: te legitima.
 
Ese aspecto lo veremos en la actuación de la Prensa en los aciertos y errores de la NASA. La Prensa ejercerá de 4º poder y será un resorte (falible) para purgar las malas prácticas de un político o de una institución pública o privada.
 

Dicho esto volvemos a la carrera espacial y a los nazis

 
Estados Unidos y La Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas estaban inmersos, también, en la carrera nuclear.
 
Cuando se anunció que intentarían llegar a la luna se acababa de cerrar un episodio crucial en la historia reciente.
 

La crisis de los misiles en Cuba

 
Moscú había metido misiles nucleares en Cuba para amenazar a Estados Unidos. Después de una crisis diplomática y un pulso al borde del cataclismo nuclear se llegó a un acuerdo en el que los Estados Unidos salieron mal parados. De cara al público Kennedy apaciguó al oso comunista. De cara a la OTAN, Estados Unidos retiró sus misiles de Turquía.
 
El protagonista soviético fue Jrushchov. El mismo que protagoniza la gran comedia La muerte de Stalin).
 
Estados Unidos salvó la papeleta y la URSS dejó de coquetear con un holocausto nuclear. Los dos personajes contrarios a terminar el pulso nuclear fueron Fidel Castro y el Ché. Preferían inmolarse si fuera necesario para esparcir la semilla comunista con sus propias cenizas.
 
Ese era el panorama que poco o nada se refleja en la película pero entiendo que era necesario comentarlo para rellenar tantas lagunas como se producen para entender los miedos de aquella sociedad inmersa, entre otras cosas, en la guerra de Vietnam.
 
Por primera vez se estaban imponiendo los comunistas en el campo de batalla. Cosa imposible si antes no se hubieran impuesto en la opinión pública norteamericana por acción de los servicios secretos del KGB. En la opinión pública, en los grupos activistas, en el cine y hasta en la Prensa…
 
Apartan, por un tiempo, la disputa nuclear y ambos bandos ponen sus miras en la luna.
 

La carrera espacial sustituirá a la carrera nuclear

 

Diferente escenario, el mismo conflicto y los mismos protagonistas.

¿A qué me refiero? Los protagonistas seguirán siendo tres: comunistas, americanos y nazis.

 

Werhner von Braum

 
Porque los mismos nazis que amenazaron Inglaterra con las V1 y V2 devastando Londres tras La batalla de Inglaterra son quienes impulsan la carrera nuclear primero y la espacial después. Para que me entendáis, ni rusos ni americanos habrían salido al espacio si no hubiera sido por los científicos nazis. Se los repartieron al término de la Segunda Guerra Mundial. El mayor exponente fue Werhner von Braum, mencionado a lo largo de la peli.
 
Y perdonadme, pero si pensáis que ya he terminado mi speech histórico y político para contextualizar la peli, estáis confundidos. Sobre todo porque voy a explicaros otro aspecto que aparece en la película, pero que tampoco se explica: el activismo que acabo de mencionar…
 

Intentos de boicot contra la carrera espacial

 
Veremos las protestas contrarias a la carrera espacial por las calles de los Estados Unidos.
 

El activismo social traía de cabeza a Hoover y al FBI de la época

 
Había dos clases: el verdadero activismo y los activistas infiltrados, o pagados, del KGB. Los primeros luchaban por sus derechos, como los negros que vemos en Arde Mississippi. Los segundos eran agentes secretos, «espías» rusos. Intentaban manipular a los estudiantes proactivos e intelectualmente vulnerables. Lo hacían con el fin de agitar a la sociedad americana y promover una revolución en suelo americano.
 
Esto lo vemos en la peli con una canción del activista negro y comunista Gil Scott-Heron. Dice denunciar cosas como que no tiene seguridad social, pero «el blanquito está en la luna«. Nada constructivo, solo destructivo.
 
La carrera espacial demostrará a la sociedad, con el tiempo, que cada céntimo invertido en ella fue útil. Sistemas de localización, radares, satélites, microondas, papel de aluminio, conservación de alimentos… Y un sinfín de cosas más que hoy en día damos por imprescindibles fueron el resultado de la carrera espacial y la investigación.
 

Entramos de lleno en la película

 
He comentado todo lo anterior para que terminéis de entender el caldo de cultivo que rodeaba a la NASA. Y con ella a la prensa y al gobierno de los Estados Unidos.
 

Neil Armstrong

 
Y en estas aparece un tal Neil Armstrong. Retratado fascinantemente por Damien Chazelle e interpretado de un modo sublime por Ryan Gosling (Blade Runner 2049). Un tipo introspectivo del que poco o nada se ha sabido con certeza hasta que se ha estrenado esta peli. Discreto, a veces retraído, y siempre consumido por una penitencia interior que nos confiesa la película y nos parte el alma.
 
Este héroe americano, héroe mundial y de la humanidad arrastraba una carga que no quería compartir ni con su esposa. La muerte de su hija. Un bebé, arrebatada de la vida sin poderse defender.
 
Esta pena acompañará a Armstrong durante toda su vida. Borrará la alegría de su rostro y le dejará respirar tan solo de vez en cuando. En los ratos en que esté rodeado por sus pares astronautas y sus bromas giren en torno a temas científicos. Y ni siquiera siempre.
 
Habrá momentos en los que su mirada se pierda mirando a la luna. Solo él sabrá que está viendo a su hija. Al fantasma de su hija, que lo acompaña siempre. En este sentido su vida será un drama. El calor de sus amigos, la comprensión de su esposa… Todos le arroparán y él no querrá sacar el tema porque siendo el tipo mejor preparado del mundo para enfrentarse al Universo, se ve incapaz de superar al muerte de su hija.
 
Esta visión introspectiva ha hecho que la película gane muchos enteros. Hemos visto algunas pelis de aventuras espaciales, pero ninguna tan humana y sencilla como esta.
 

Salyut-7, otro peliculón del género

 
Incluso otra película reciente, rusa, de 2017 llamada Salyut-7 refleja a sus cosmonautas desde un punto de vista más intimista. Creo que terminaré comentándola porque me da pie a demostrar, desde la perspectiva «comunista» todo lo que he explicado antes sobre la carrera espacial. Sin embargo aborda su narración también desde un punto de vista íntimo, cosa impensable en la sociedad rusa de aquellos tiempos.
 
En la peli iremos viendo esta carrera. Diría casi que de relevos, pues americanos y soviéticos se irán superando mutuamente, pasito a pasito, en un duelo a cara de perro que medía sus victorias por idas y vueltas de la estratosfera.
 
Los Estados Unidos prepararán equipos con militares y civiles. Pilotos, físicos, matemáticos… Conjuntando lo mejor de ambas sociedades: civil y militar. Arrimando el hombro todos para hacer un equipo ganador y poner la bandera de las barras y estrellas en la luna antes de la llegada de la hoz y el martillo.
 

Astronautas y cosmonautas

 
Veremos cómo caen astronautas. También cayeron cosmonautas (como los llamaban en Rusia).
 
Veremos el mutuo reconocimiento al sacrificio y al valor entre unos y otros. Y veremos un sentido de la competitividad, entre naciones e incluso entre astronautas que hizo que solo los mejores lograran llegar a las misiones que irían impulsando la carrera espacial.
 
Competitividad que empieza desde las escuelas. Un sistema educativo que impone la meritocracia, el esfuerzo y las ganas de ser el mejor hará que tus muchachos terminen soñando con llegar al espacio. Y logrará que algunos de ellos lo consigan.
 
Y entre todos ellos, Neil Armstrong, el tipo más frío y calculador, reservado y estudioso que diera dicha carrera. Un tipo carismático que se ganaba fieles seguidores por su saber hacer en las peores circunstancias. Por su capacidad de liderar con el ejemplo, de no rendirse y buscar soluciones allí donde todos veían problemas.
 

N.A.S.A.

 
Y creedme, tenían problemas.
 
Un montón de ellos.
 
El primero, ir por detrás en una carrera con todo el planeta como testigo. Tenían que romper el molde. No serían los primeros en dar un paseo espacial: Ese mérito se lo llevó Gagarin al frente de la agencia espacial soviética. No podían llegar los segundos a la luna.
 
Por lejana que estuviera.
 
Tenían que ser los primeros.
 
No descansaré hasta dejar bien claro que os recomiendo ver esta película. Chazelle, a quien yo descubrí con La La Land… Una película que no terminó de convencerme, me hace quitarme el sombrero con esta nueva entrega.
 
Cambia de registro y cambia de género. Aunque sigue tocando el cielo con las yemas de los dedos y repite protagonista con Gosling. Un actor como la copa de un pino: si a este registro le sumáis el que tiene en Solo Dios perdona, alucinaréis. Con él y con la peli.
 

Programa Apollo

 
 
Armstrong perdió a su hija. Lejos de romperse el matrimonio, éste se refuerza y fortalece. Tanto que tienen otro hijo. No para tapar el recuerdo de la niña sino para tener a quién dar tanto amor como llevan dentro.
 
Entre medias se abre el programa Apollo y la NASA empieza a buscar aspirantes a astronautas. Un programa comandado por Deke Slayton. Él velará porque el proyecto prospere y hará las veces de tutor, mentor y a ratos amigo de los astronautas. Servirá también de bisagra entre ellos y sus respectivas familias.
 
Las familias harán vida como si fueran militares. Pero no me refiero al concepto militar a la española. Allí, (podríais verlo en Cuando éramos soldados, de Mel Gibson), las familias de los militares pasan a vivir en una especie de urbanización, de zona residencial en la que ellos consolidan su hermandad. En caso de conflicto y que sus maridos partan a la guerra, hacen vida en común. Cada una en su casa pero todas rodeadas por las demás. Así harán vida los aspirantes a astronautas. Así hicieron vida las familias del Proyecto Manhattan en torno al desarrollo de la bomba nuclear.
 

Armstrong fue piloto de combate

 
Antes de astronauta, y de ingeniero y piloto civil, luchó en la Guerra de Corea, explicada en Lazos de guerra. La mejor película (coreana) sobre ese conflicto bélico.
 
Aunque el momento más intenso lo veremos precisamente en familia. Cuando llegue la hora de salir al espacio.
 
Armstrong habrá demostrado para entonces ser un tipo resolutivo. Ingenioso en el contratiempo. Decidido cuando tiene un objetivo. Frío cuando todos los demás arden. Y arderán, creedme que arderán.
 

Cuanto más intenso sea el fuego, más frío será Armstrong

 
Menos cuando tiene que enfrentarse a sus dos hijos.
 
Siente pánico a dejarles huérfanos. Siente pánico a enfrentarse a ellos y no tener respuestas para sus preguntas. Será entonces cuando la madre, su esposa Janet, tome las riendas de la familia. Le hace sentarse con ellos y decirles que lo más probable es que nunca logre volver a la tierra.
 
Será curioso ver cuánto le cuesta. Se dirige a ellos casi como si fueran reclutas y él un oficial. Lleno de amor, pero sin terminar de acercarse a ellos. Seguramente con más miedo al fracaso como padre que a desintegrarse en el espacio.
 

Era el 4º candidato

 
Armstrong no sería el primer candidato para pisar la luna. Él era el 4º en la lista, pero los tres primeros se consumieron por un incendio en la cápsula de lanzamiento. Tiene que imponer pasar a ser titular cuando los originales se han calcinado.
 
Esta era la parte de aventura de la Carrera espacial. Solo para héroes. Solo para valientes capaces, como decía al principio, de subirse a una nao y cruzar el océano o subirse a una nave espacial y no saber si van a explotar en el despegue.
 

Visité el Centro espacial Kennedy, en Cabo Cañaveral

 
Cuando viví en Minnesota tuve la oportunidad de viajar a Florida.
 
Allí pasamos una semana y media y lo mejor de todo, de hecho de todo el curso, por encima de Disney World, incluso de Universal Studios y de Sea Life… El mejor recuerdo que me traigo es el de la NASA.
 
Es increíble ver los caimanes a ambos lados de la carretera conforme te aproximas. Pero más impresionante es ver todo aquello. Ver la plataforma en la que se trasladan los cohetes, lentas, despacio… en su inmensidad.
 
Será una tontería, pero haber veraneado media vida al lado de Palos de la Frontera, de donde partió Colón. Y terminar paseando por Cabo Cañaveral, de donde partió Armstrong… te llena. De emoción y de orgullo por el ser humano y por nuestra historia.
 

Rumbo a los desconocido

 
Casi sin opciones para regresar.
 
La mirada de Gosling ayuda. Su profundidad, su intensidad y, llegado el caso, su inexpresividad lo dicen todo.

La banda sonora de Justin Hurwitz nos facilita las transiciones entre escenas y nos sumerge en el guión. Música épica a modo de vals… una música gloriosa que terminará en la guantera de mi coche para escucharla cuando viajo.

Hay momentos en los que quizás no sepamos sumergirnos en esa mirada. No somos capaces de ver lo que Armstrong está viendo. Y lo mira con intensidad. Inmerso en su melodía interior, en el silencio del espacio, en las canciones del cassette que se llevó consigo al espacio.

La tripulación del Apollo XI

Hacen un buen equipo: (Buzz) Aldrin, Michael Collins y Armstrong.

No me habría gustado estar en el pellejo de Collins, el único que no pisó la luna…

El único que no pudo ver la Tierra desde la superficie de la luna.

 
Llegaron, posaron su pie en la luna, anduvieron, pronunciaron una frase épica, aquella de…
 
«Es un pequeño paso para el hombre pero un gran salto para la humanidad».
Neil Armstrong
 
Plantaron la bandera de los Estados Unidos y vuelta para la tierra.
 
Y en nuestro planeta, la inmortalidad.
 
Primero la cuarentena. Y después la inmortalidad.
 
Ya no habrá que lidiar con la prensa hostil. Ya no se cuestionará la carrera espacial. Se callarán por un rato las protestas anti investigación espacial. Pasan de ser villanos a convertirse en héroes.
 

Son los primeros seres humanos que han pisado la luna

Y Armstrong es tan astronauta como marido. Este será un buen momento para refundar su relación con su esposa.

No lo confesará. Pero su viaje a la luna no fue el viaje del héroe. Fue el viaje de quien huye. Y Neil Armstrong huyó, y su pena y su dolor eran tan grandes que la tierra se le quedó pequeña y necesitó llegar a la luna para enterrar su pena en el suelo lunar.

La historia del Apolo XI es una historia de superación y de alegría.

Para todos menos para Armstrong.

Necesitó llegar a la luna para ser capaz de superar la pérdida de su hija. Seguiría llorándola de por vida, pero fue allí, en un cráter de la luna, donde enterró su dolor y se llenó de amor.

Anécdota…

Armstrong era Boy Scout

Y llevó consigo su insignia de la Flor de Lis. Por lo que podemos decir, los Scouts, y con ogrullo, que el primer hombre en pisar la Luna fue un Scout.

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