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Las aventuras de Buckaroo Banzai

Tabla de contenidos

Ficha técnica de Las aventuras de Buckaroo Banzai

Título: Las aventuras de Buckaroo Banzai
Título original: The adventures of Buckaroo Banzai across the 8th dimension
Director: W.D. Richter
Nacionalidad: USA
Año: 1984
Producción: W.D. Richter, Beil Canton
Productora: Sherwood Productions
Distribuidora: 20th Century Fox
Duración: 103′
Guion: Earl Mac Rauch
Música: Michael Boddicker
Fotografía: Fred J. Koenekamp y jordan Cronenweth
 

Ficha artística

Peter Weeler – Buckaroo Banzai
John Lithgow – Lord John Whorfin / Dr. Emilio Lizardo
Ellen Barkin – Penny Priddy
Jeff Goldblum – New Jersey
Christopher Lloyd – Hohn Bigboote
Lewis Smith – Perfect Tommy

Hoy vamos a darnos un baño de laca y caspa con hombreras

Porque si algo tuvieron los 80’s, amén de colores inconexos y muchas vidas descarriadas… fueron hombreras.
 
No os imagináis cómo me río cuando me pongo a mirar las fotos de mi paso por los boy scouts (en el Kimball 110) y veo a mi hermana con la cabeza entre los hombros. No digo «sobre los hombros«, sino «entre los hombros«. Porque las hombreras que se gustaban las chicas de aquellos días parecían la armadura de los jugadores de fútbol americano. Y si a eso le sumáis la laca para cardarse el pelo… os prometo que me tiemblan las rodillas solo de recordarlo.
 
La verdad… podríamos decir que en los 80’s no había vergüenza.
 
Te gustaba algo y te lo ponías. Sin criterio alguno. Podías ir con botas y espuelas por Madrid, como si fuera a montar a caballo, y cruzarte con tipos salidos de un concierto de The Cure. No había límites. Ni sentido del gusto. De estética ni hablamos. Que se lo digan a «El» de Stranger Things… Los 80’s, qué mala época para descubrir el mundo.
 
Pero…

¿Quién es y de dónde sale Buckaroo Banzai?

Estoy seguro de que muchos de vosotros lo descubristeis al ver Ready Player One.

Y ojo que vienen curvas.

¿Ready Player One?

¿Os acordáis?
 
La escena en la que Parzival tiene una cita con Art3mis. Cuando vemos al protagonista buscando un conjunto para ir «elegante» y al final selecciona un traje de Buckaroo Banzai. Lo peor no es que Parzival se lo ponga para ir a su cita, lo peor es que Art3mis lo reconoce ipso facto.
 
Seguro que más de uno hizo una búsqueda después, en Google. Para encontrar al tal Buckaroo Banzai. Yo lo traía de serie.
 
Yo lo descubrí en Scarborough, Huntingdon o en Bridlington, Inglaterra. En uno de mis veranos (quizás navidades, fueron tantos por aquellas tierras…). Lo que sí tengo claro es que no lo descubrí con Robert Weightman, de quien ya os hablé en Terminator 2. Por aquellos años mi hermana (la de las hombreras) vivía en Inglaterra sufriendo a mis tíos. Y mis tíos a ella, claro. Todo depende de a qué parte escuchemos. Fueron tiempos curiosos y estrambóticos en los que las modas lo fueron todo y la juventud tuvo por primera vez la libertad para expresarse sin límites… Y claro, cuando dejas que la juventud se exprese sin filtro alguno: ni del gusto, del decoro, del estilo o de la contención visual…

De todo eso viene Buckaroo Banzai. Pero elevado a la enésima potencia

Podríamos decir de él que es un Flash Gordon, un Indiana Jones, aunque no me atrevo a compararlo con un Marty McFly. Porque hubo quien se atrevió a insinuar (si no a denunciar) que Regreso al futuro de 1985 tomó prestadas algunas de las ideas originales de ésta película de 1984.

El rockero, el coche…

Pero fundamentalmente el coche, que en Regreso al futuro será el Delorean. Pero lo más traumatizante será el condensador de fluzo, cuyo funcionamiento se nos llega a explicar en Buckaroo Banzai. Con otro nombre, pero con las mismas funciones y, si me apuráis, hasta la misma forma.
 
Lo que hunde a la película en la miseria es que es mala. Sin paliativos. No hay por dónde cogerla, salvo desde el frikismo. Yo me la he comprado en DVD para «revisitarla» pero no osaré recomendaros hacer lo mismo para que no me dejéis de leer. Tan mala que al final de la misma nos anuncia una segunda entrega que nunca llegó.

Una película nacida para fracasar

Incluso antes de nacer estaba condenada. Todo en su entorno fue caótico y la relación entre los que la hicieron posible fue o mala o inexistente.

La sandía…

De hecho, si os atrevéis a meteros esta peli entre pecho y espalda veréis una escena en la que New Jersey pregunta por qué hay una sandía en medio y otro personaje le dice que más tarde se lo explicará.
 
Tiene gracia la sandía.
 
El director W.D. Richter empezó asfixiado por el marcaje que le hacían los productores.
 
Conforme avanzaba el rodaje éstos iban abandonando cualquier esperanza de atarlo en corto. Tanto que al final dejaron de vigilar lo que hacía el director. Éste, para confirmar que pasaban olímpicamente de él incluyó la sandía y la escena de la sandía. A modo de confirmación de que todo el mundo pasaba de él y de su película a estas alturas.
 
No obstante hablamos de un héroe de los buenos. Con los títulos y referencias que he ido mencionando y, sobre todo habiendo sido rescatada la figura de Banzai a partir de Ready Player One. Hemos tardado casi 40 años en comprenderlo, pero así es. Aunque tampoco recomiendo verla más de una vez. No sin prescripción facultativa. No me hago responsable.

Indiana Jones a lo bruto

Si Indi era arqueólogo, profesor y aventurero por extensión, Buckaroo Banzai será neurocirujano, inventor, guitarrista en una banda de Rock, piloto de carreras y, por mucho ser, es hasta el héroe de un cómic basado en si mismo. No es que se hiciera un cómic sobre la película, es que él mismo se reconoce como personaje de un cómic dentro de su propia película.
 
Sería como unir a Indiana Jones + James Bond + Bruce Lee. Porque además es un as de las artes marciales.

La 8ª dimensión

Lo más divertido de ésta película es su lectura dimensional. O multidimensional. Porque al probar uno de sus experimentos Buckaroo Banzai descubrirá el modo de atravesar la materia accediendo otra dimensión, la 8ª dimensión.
 
Esa dimensión convive con la nuestra, en la Tierra y está habitada por unos alienígenas que la usan a modo de cárcel.
 
No os contaré todo, pero al final se lía la cosa, como no podría ser de otro modo.
 
Buckaroo Banzai tendrá que liderar a su grupo de héroes. Lo mismo sirven para hacer una presentación en nombre del Presidente de los Estados Unidos de América, que para dar un concierto de Rock. Inventarse el motor o la alimentación de un coche vanguardista, operar un cerebro sin que le tiemble el pulso o salvar a la Humanidad al estilo Mike Donovan en la serie V.

Argumento sin pies ni cabeza

Es tan sinsentido que lo más divertido es un razonamiento de sus protagonistas hablando sobre La guerra de los mundos. Para explicarnos que Orson Wells no hizo ficción el 30 de octubre de 1938. Según esta película Wells narró algo verdadero que estaba sucediendo de verdad. Y después, fuera por iniciativa personal o instado por el gobierno, se inventó la ficción para no terminar de alarmar a la sociedad.
 
Los extraterrestres viven entre nosotros y no podemos distinguirlos. Gracias a que tenemos a Banzai entre los nuestros para sacarnos las castañas del fuego.
 
El mismo actor, Peter Weeler, se meterá años más tarde en el pellejo de RoboCop. No digo más…
 
Otro supuesto paralelismo con Regreso al futuro sería la presencia del científico chiflado. Aunque el que vemos en Buckaroo Banzai es malo, y si me apuráis incluso fascista. Pero fascista de verdad, no de los «fascistas» de hoy en día que lo son todos y ninguno. Para confirmarlo me remito a una pintada que hay en su celda que habla de «il Duce«… eso, su indumentaria… y algunos detalles más que me dan qué pensar.

La secuela de Buckaroo Banzai

Ya os decía al principio que la propia peli anunciaba una secuela que nunca llegó. Pero… ¿Sabéis que sí se escribió? De hecho fue escrita, sin autorización, por un tal Ernest Cline, autor de Ready Player One. Escribió la continuación de esta peli pero nunca cuajó.
 
Eso sí… al terminar de escribir esa supuesta secuela para Buckaroo Banzai escribió una novela corta llamada Fanboys. Sobre la pasión por La guerra de las galaxias de un grupo de frikis que atraviesan Estados Unidos (en el camino se pegan con una convención de trekis de Star Trek) para ir al rancho Skywalker de George Lucas. Esa sí que os la recomiendo porque deja un gran sabor de boca al final. Está en el fancine desde el 11 de septiembre de 2015: Fanboys.
 
Esta peli, por mala que fuera, supo adelantarse y acomodarse a futuras modas. Para empezar fue una de las primeras pelis con un juego para ordenador, junto con TRON y El imperio contraataca. Casi podríamos decir que estrenó el género de Cine y cómics y, para colmo, supondrá un referente de la moda del cine de los 80’s. Para bien o para mal… pero lo será.

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