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Terminator 2: el juicio final

Tabla de contenidos

Ficha técnica de Terminator 2

  • Titulo: Terminator 2: el juicio final
  • Título original: Terminator 2: Judgment Day
  • Director: James Cameron
  • Guión: James Cameron + William Wisher Jr
  • Nacionalidad: U.S.A.
  • Año: 1991
  • Productor: James Cameron
  • Productora: Carolco Pictures, Pacific Western; Lightstorm Entertainment, T2 Productions
  • Duración: 137’
  • Fotografía: Adam Greenberg
  • Música: Brad Fiedel (You could be mine – Guns & Roses)

 

Ficha artística

  • Arnold Schwarzenegger – Terminator  (T-800)
  • Linda Hamilton – Sarah Connor
  • Edward Furlong – John Connor
  • Robert Patrick – Terminator (T-1000)
  • Earl Boen – Dr. Peter Silberman
  • Joe Morton – Dr. Miles Bennett Dyson

 

Oscar Mejor Sonido; Efectos de Sonido; Efectos Visuales; Maquillaje

 

Terminator 2 es una de mis pelis de Navidad

Cosa curiosa pues no parece tener un argumento que inspire ternura y amor al prójimo. Aunque de esto vemos un montón en Sarah Connor pues sacrifica una parte de su vida por salvar a toda la Humanidad…

La encierranen el Hospital Psiquiátrico de Pescadero para Criminales Dementes. Y todo por sostener que es la madre del líder de la resistencia que luchará para derrocar a las máquinas que se han hecho con el poder en la tierra tras provocar una falsa guerra nuclear… Visto esto… podría llegar a comprender que la encierren. Sería normal para todos, menos para los que habíamos visto la primera entrega de Terminator.

No, no percibo aroma navideño…

Pero sí, (igual que 101 dálmatas), esta es una peli navideña para mi. Y se lo debo a mi amigo Robert Weightman, cuya felicitación navideña de este año me llegó justo cuando empecé a escribir esta entrega: la de la foto. Este peli, y Robert,  me catapultan a las navidades de 1991. En su casa de Bridlington, Inglaterra.

Terminator 2 – VHS original de la BBC

Allí, no sé cómo ni por qué, Robert o mejor dicho su hermana, se había hecho con una copia en VHS de Terminator 2. He de confesaros que casi todas las noches de aquellas navidades las pasamos viendo la película.

Recuerdo su Ford Capri y las carreras por la carretera del faro. Y recuerdo cómo íbamos en bicicleta hasta un restaurante Take Away indio, antes de ponernos a ver la peli. Nos comprábamos una hamburguesa de 1 libra de carne cada uno, más de 400gr cada una. Con patatas, mayonesa, lombarda y qué sé yo qué más… Nos la llevábamos a su casa, nos sentábamos frente a la tele y volvíamos a ver esta película imprimiéndola un sabor y unos recuerdos navideños que nunca olvidaré.

Superado este puntito nostálgico y para el recuerdo, entro en materia comentando la película.

Punto de inflexión en la historia del cine

Terminator 2 es un antes y un después. Un considerable salto evolutivo en los efectos especiales y en la concepción del cine fantástico, de acción y de ciencia ficción.

La aparición en escena del T-1000 (Robert Patrick) supondrá una verdadera revolución.

El T-1000 es un cyborg que viene del futuro

Lo envían las máquinas para eliminar a John Connor. Ahora es un chaval, pero en el futuro será el líder de la resistencia humana.

Un cyborg de última generación, una máquina perfecta. Capaz no sólo de matar y emplear cualquier tipo de armamento para ello, además él mismo se puede convertir en toda una suerte de armas. Todo a partir de una estructura de metal líquido que le permite metamorfosearse en cualquier objeto/persona.

Apple Vs. Microsoft

Entrando en detallitos frikis… No quiero dejar pasar la ocasión de comentar un aspecto trivial pero interesante. Un punto que refleja el punto tecnológico en el que estaba, no Skynet o la película si no la propia sociedad y la tecnología contemporánea a la peli.

Nos encontramos inmersos en una carrera a contrarreloj entre Apple y Microsoft, cuyo MS-Dos aparece en RoboCop. He incluido referencia a esta entrada en el comentario de la película y biopic de Steve Jobs: JOBS.

Ese “ser de metal líquido” supondrá un verdadero reto para la producción de la película. Para los responsables de los efectos especiales y para un presupuesto. Éste se infló hasta convertirse en el más alto para una película en la historia del cine:100 millones de dólares. Aunque los quintuplicaría «de vuelta» en taquilla, superado, a priori tan solo por E.T.

Sarah Connor

Decía al principio que Sarah Connor paga un precio muy alto por salvarnos a todos. Tan alto como perder su libertad y terminar ingresada en un centro psiquiátrico. Y peor aún, perder la patria potestad sobre su hijo John, que pasa a vivir con una familia de adopción.

Esta nueva vida hará que el muchacho se vaya descarriando poco a poco. En los estudios y en sus hábitos de pequeño delincuente callejero. Vemos, de entrada, cuando aparezca, que se ha ido aficionado a los pequeños hurtos y a las máquinas de los juegos recreativos.

Aquí he de hacer un alto para mencionar la máquina de Terminator 2… otra vez, ¡qué recuerdos!

Sarah sigue “erre que erre” con su cantinela: «Unas máquinas que vienen del futuro, un futuro apocalíptico«. Eso y la necesidad de prepararse para combatirlas. Obviamente esto menguará paulatinamente sus posibilidades de salir del centro psiquiátrico. Ni siquiera mediante permisos. Como tampoco podrá dedicar el tiempo para el objetivo que se había planteado, a corto plazo: recibir visitas para pedir que venga John y poder hablar con él.

A pesar de renegar (sólo de modo fingido) de su teoría y negar que estuviera en lo cierto, el Dr. ampliará su reclusión sin visitas otros seis meses más.

En esas llega el T-800

El mismo T-800 (Arnold Schwarzenegger). De recuerdo infausto pues ya vino antes, para matar a Sarah. Entonces la protegió el propio y futuro padre de John, que vino del futuro para enfrentarse a él.

El T-800 empieza a buscarla por toda la ciudad. «Aterriza» del futuro en un aparcamiento para camiones. Desquite de Cameron por su pasado como camionero para reunir dinero y poder hacer su primer corto.

Se mete en un bar de moteros para encontrar ropas, pues en el tiempo se viaja desnudo. Esto da lugar a una de las escenas más míticas de la película. Cuando se enfrente a un motero al que le pide su ropa, sus gafas y sus botas… La escena termina con un Terminator vestido de cuero, gafas de sol, botas de motero y de fondo la melodía de Bad to the bone, no digo más 😉

Un poco después llega el T-1000

Robert Patrick.

Bastante más expeditivo en su adaptación al pasado (nuestro presente). Se convierte en policía y, todo hay que decirlo, no hace demasiados amigos por el camino dejando un rastro de cadáveres a su paso.

Cameos del T-1000

Este personaje, y este actor, darán lugar a dos de los cameos más divertidos del cine, para mi gusto. Cameos no de Robert sino del propio T-1000. Uno en Wayne’s World y el otro en El útlimo gran héroe. En esta peli veremos incluso un cartel de esta misma peli pero con Sylvester Stallone en el pellejo del T2.

Los dos Terminator buscan a John Connor

El T-800 parece sacar cierta ventaja en sus pesquisas pero el T-1000 no le anda a la zaga y recorta las distancia por minutos.

Todo se encauza hacia una escena en unos recreativos. John Connor está echando una partida y sale huyendo tras el aviso que le hace su amigo de que hay un poli buscándolo (el T-1000).

Huye y entra en un pasillo en el que se topa de frente con el T-800 quien avanza con una caja debajo del brazo, la coloca y la abre. Saca una escopeta recortada de dos cañones que tenía escondida en un ramo de rosas. Esta escena se la dedican a Guns & Roses porque acababan de firmar el contrato para meter la canción You could be mine en la peli.

John queda petrificado cuando deduce que se trata del Terminator que vino años atrás para matar a su madre. Pero no puede retroceder porque por detrás viene el policía.

El T-800 abre fuego contra el T-1000

Se descubre todo el pastel.

En vez de morir el T-1000, vemos cómo absorbe las balas. Mejor dicho lo atraviesan dejando un boquete, De este modo queda expuesta su composición interna: una suerte de aleación metálica, líquida… Algo rarísimo (sobre todo para la época).

Lejos de morir, el T-1000 se revuelve y acribilla a Arnold. El T-800 recibe los balazos cuando se echa sobre John para protegerlo con su propio cuerpo. John no tiene más dudas. Reconoce que es un Terminator y se da a la fuga con él en una de las mejores persecuciones de la historia del cine.

Por no aburriros con ella, tan solo mencionar que el T-800 emulará a John Wayne cargando, disparando y recargando su arma con una sola mano mientras conduce su moto con la otra (una Harley-Davidson que ha sustituido al caballo) en el mismo canal en el que años antes se filmó la carrera de la película Grease.

Se van directos a por la madre de Connor.

El reencuentro con Sarah será traumático

Iré por partes… para explicar por qué es traumático.

  • No esperaba reencontrarse con su hijo, y menos después de ampliarse su período de aislamiento
  • Vuelve a estar cara a cara con el T-800 que intentó matarla años atrás
  • El policía que le da esperanzas resulta ser el T-1000

 

El que ella esperaba que iba a ser el bueno resulta ser el malo y por el contrario, el que a priori era el malo resulta (ahora sí) ser el bueno. ¿Un lío? Pues imaginaros para ella en solo unas décimas de segundo a sabiendas de que el futuro de la Humanidad depende de su hijo y se encuentra con los dos Terminator a la vez.

Hasta aquí habremos ido viendo, con cuentagotas, una serie corta pero bien dosificada de pinceladas de efectos especiales. La película combina «STOP motion» (fotograma a fotograma) y los primeros pinitos de FX con el ordenador. Vemos cómo metamorfosea su cuerpo el T-1000, cómo se convierte en las diferentes personas a las que va asesinando, cómo se convierte en suelo y cómo atraviesa una puerta de barrotes sin despeinarse.

¡Una pasada!

10 minutos de efectos especiales

Los más caros y vanguardistas del cine hasta la fecha.

No superan los 10 minutos en toda la película. Ahora bien: magistralmente repartidos y editados para hacernos creer al salir de la sala que todo es posible en el cine.

De oca en oca…

Volvemos a ver otra persecución. Para qué mentir, la película es toda ella una persecución, por etapas, cada cual más espectacular.

Sarah nos presenta a la familia de mejicanos con los que ha vivido. Nos ponemos al día con las diferentes historias. Descubrimos cuál será su siguiente misión:

Destruir Skynet

Esta empresa conserva el brazo y el chip del T-800 original. Recordemos que Arnold fue el malo en la primera entrega.

Esta vez, tras entrar y salir de Skynet veremos otra persecución mítica que parodiará Homer Simpson años después.

Una parte emotiva es ver cómo John se va abriendo poco a poco. De ser un muchacho insensible termina siendo la persona que inculca valores (que no órdenes) al Terminator “bueno”. Se encariñará con el T-800 hasta tal punto que le costará discernir qué parte de humano tiene y qué parte artificial. Incluso llegará a dudar sobre cuál prevalece sobre la otra.

Por desgracia para él, la segunda será casi el 99% de este ser y la natural será solo la epidermis que da un resultado aparentemente humano para el cyborg.

La escena más complicada es la última. En la que el T-800 demostrará a John que si bien no puede desarrollar sentimientos, sí es capaz de comprenderlos tras su breve, pero intenso, contacto con los humanos.

Hasta la vista baby…

Remato esta entrada lamentando (una vez más) el doblaje de una película.

Los encargados de traducir el guion original se inventan lo que les da la gana, por ejemplo la frase más mítica del Terminator, «Sayonara baby«. En la versión original es «Hasta la vista, baby«. Por la relación de los Connor con la familia mejicana.

John llega a decir al T-800 que tiene que «hablar spanglish» y en la versión española se sacan de la chistera «hablar moderno«… lamentable.

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