Ficha técnica de E.T., el extraterrestre
Título: E.T., el extraterrestre
Título original: E.T., the extra-terrestrial
Director: Steven Spielberg
Nacionalidad: U.S.A.
Año: 1982
Productor: Kathleen Kennedy y Steven Spielberg
Productora: Universal Pictures
Distribuidora: Universal Pictures
Distribuidora: Universal Pictures
Duración: 115′
Guión: Melissa Mathison
Música: John Williams
Montaje: Carol Littleton
Efectos especiales: Dennis Muren y Kenneth F. Smith
Montaje: Carol Littleton
Efectos especiales: Dennis Muren y Kenneth F. Smith
Ficha artística
Henry Thomas – Elliott
Pat Welsh – E.T.
Robert MacNaughton – Michael (hermano de Elliott)
Drew Barrymore – Gertie (hermana de Elliott)
Dee Wallace – Mary (madre de Elliott)
Peter Coyote – Keys
Erika Eleniak – Primer amor de Elliott
Robert MacNaughton – Michael (hermano de Elliott)
Drew Barrymore – Gertie (hermana de Elliott)
Dee Wallace – Mary (madre de Elliott)
Peter Coyote – Keys
Erika Eleniak – Primer amor de Elliott
Película número 350 en el fancine
Os seré sincero. Confieso que éste comentario es, posiblemente, uno de los que más pereza me ha dado hacer desde que creé el fancine.
Miento.
¡Y eso que quería ser sincero!
«Pereza» no es la palabra. Llevo años queriéndola comentar. Pero nunca sé por dónde empezar. Eso es más fiel a la verdad.
Unas veces lo empecé y lo dejé a medias porque, a fuerza de ser sincero, no sabía cómo abordarla. Otras porque pensaba que ya estaba todo dicho sobre esta peli y que poco o nadade nuevo podría aportar yo.
La verdad es que me daba igual. Por un motivo u otro, al final se quedaba en la carpeta «Borradores» sin que terminara su comentario. Y eso que lo empecé a esbozar en 2017, ¡pero es que se me ha atravesado!
Quise comentarla para que coincidiera con Halloween en 2019, pero tecleé las siguientes palabras, premonitorias: «y creo que será hoy cuando remate aquella idea. Si no me puede por el camino, claro está… y la dejo para 2020».
Y luego decía:
Para mi E.T. tiene sabor a Halloween
Tiene ese sabor independientemente de si Halloween sale o no en la peli, que sale. Es como cuando incluyo Grease en mis pelis para verano; Excalibur en mis películas para otoño, o Terminator 2 en mis pelis para Navidad. Incluso El Cid para Semana Santa…
Algunas de ellas no son pelis encasilladas dentro de un período concreto del año. Pero sí son pelis que «yo» tengo asociadas a esas fechas del calendario. Unas por motivos cinematográficos, otras por motivos personales. Esta no sabría decir cuál es el motivo concreto. Solo sé que la veo cuando se acerca Halloween. Menos ésta vez, que la estoy viendo un 15 de enero. Bueno, ya es 16, porque es pasada media noche.
Y lo digo ahora, en plena tercera ola del COVID, ¡en 2021! Encerrados en casa, ésta vez por una ola de frío y una nevada que nos ha incomunicado durante una semana.
Y yo voy y me paso la semanita dándole vueltas al cabezón de E.T. con ganas de retomarla pero sin ideas ni luces para hacerlo.
Pero al final me ha venido una idea, o dos… vagas, cogidas con pinzas, pero ha venido, y ambas a través de dos ocios que me han acompañado toda la vida y que, por los dos mismos motivos que me tienen encerrado (como a vosotros, o como a todos los que respetan las normas, claro, que hay de todo): la nevada y la COVID: los juegos de rol y los muñecos de La guerra de las galaxias.
Star Wars y Dungeons & Dragons
Y me diréis que qué pintan esos dos temas en la peli E.T.
Pintan todo.
Pintan que la propia peli arranca en medio de una partida de rol. Al más puro estilo Stranger Things, pero al revés. La serie se inspiraría en E.T. Y pintan porque tenemos la clásica escena en la que el niño nos da un paseo por su habitación y la vemos plagada de figuritas de Star Wars.
Por tener ¡tienen hasta un muñeco de Tiburón!
Y es que en estas navidades he resucitado mi afición por los juegos de rol, o por lo menos he saboreado lo que se sentía dependiendo del azar de una tirada de dados. Y por otro lado los muñequitos… qué deciros de los muñecos de La guerra de las galaxias. Si estas mismas navidades me han traído los reyes algunos nuevos, esta vez de The Mandalorian.
Dicho esto, siento, por fin, revivir la película dentro de mi y doy un salto en el tiempo hasta caer sentado en el Cine Doñana de Matalascañas. Porque en mi infancia yo veía las pelis en tres sitos: Madrid durante todo el año; Scarborough (en York, Inglaterra) en navidades y al comienzo del verano y en Matalascañas, en Huelva, durante los meses de agosto.
E.T. y En busca del arca perdida, significan «Matalascañas» para mi
En ese cine de verano en lo alto de una duna. Porque para mi, el momento mágico en el que Elliot y E.T. cruzan la luna volando en bicicleta, para mi esa escena no termina ahí. Un cine al aire libre, una pantalla recortada en medio del cielo del Atlántico. Para mi E.T. salía de la pantalla y seguía volando por el cielo de Huelva. Es más, aquella noche yo mismo volé en bici.
Porque las bicis las dejábamos en la puerta del cine. Aquella noche atravesé la urbanización rumbo al chalet, en el Sector M, parcela 30. Eso y ser de Madrid, los únicos madrileños de la pandilla y de todo Matalascañas hizo que el chalet de mis abuelos terminara siendo conocido como «la M-30». Pues lo dicho, volé ensoñando la peli y casi juraría que sin tocar con las ruedas de mi bici Orbea de BMX, azul. A la que quitábamos los frenos para no sentir la tentación de frenar cuando íbamos lanzados.
Todo eso significa esta peli para mi.
Independientemente de que nunca la cuente entre mis pelis preferidas. Es una peli de las de toda la vida, eso sí, incluida la mía. Antes os decía que conservo la colección de muñecos de Star Wars… quizás algún día suba una foto de mi E.T., que también tengo uno.
Una peli de niños para niños en la que los adultos, salvo raras excepciones, carecen de rostros o están oscurecidos para reforzar, recalcar y remarcar ese carácter infantil. Antes de seguir dejadme rescatar otra peli, no dirigida, pero sí producida por Spielberg: Super 8. Para mi la hermana mayor de E.T.
«Para mi» porque es mi teoría, y puedo estar equivocado. «La hermana mayor de E.T.» porque me parece que en Super 8 vemos una versión adulta o juvenil de la infantil E.T. En esta, que para mi calca la estructura de la peli, salvando las distancias, vemos la relación humano/alienígena que quizás no se atreviera a plasmar Spielberg en la peli del 82. No lo sé, es sólo una idea que dejo en el aire.
No deberíamos olvidar que E.T. fue una película surgida por casualidad. Pues o estaba planeado que existiera.
De hecho, E.T., tal y como la conocemos, nunca iba a existir. Spielberg iba a hacer la secuela de Encuentros en la tercera fase, con cierta dosis, si no sobredosis de terror alienígena. Pues bien, dicha peli empezaría su producción al finalizar En busca del arca perdida, aunque nunca vería la luz del sol. Pero entre la decisión de desestimara su filmación y archivarla, de su guión salieron dos películas: E.T. y Poltergeist. La primera se quedó con los aliens y la segunda con el terror.
El Elliott de E.T. bebe de uno de los personajes de esa peli fallida. El hijo autista de una familia rural que se tiene que enfrentar a cinco alienígenas hostiles. Ese niño entablará una relación afectuosa con uno de los extraterrestres, uno de buen corazón… ahí están Elliott y nuestro E.T.
Ambos generarán una relación, no de amistad, ni de algo definido. No pueden ser amigos porque no pueden hablar, pero sí se comunican. Emocionalmente, sensitivamente. Pero Elliott confunde esa relacion. Mientras que el extraterrestre concibe al niño como una llave para reunirse con los suyos, el chaval se encariña del alien y lo quiere adoptar como mascota, de ahí las preocupaciones de los ufólogos y después de los científicos de verdad.
Una cosa es que pueda parecer entrañable el bicho. Y que el crío se encariñe con él. Pero otra cosa es dejarlo merodeando de un lado para otro sin saber la verdadera condición de su naturaleza, sus intenciones ni las posibles patologías o virus o enfermedades que puede traer consigo una especie alienígena.
El caso es que sí, que establecerán ese vínculo que se materializará compartiendo emociones y sensaciones entre ambos, humano y extraterrestre. Relación, o vínculo en el que cuando el uno sienta el otro, en la distancia, sentirá lo mismo. De ahí que cuando el bicho se coja una buena cogorza será el chaval el que la padezca en el cole.
Después, e igual que sucederá dos años más tarde con Gremlins, Spielberg (que dirige esta y producirá la de los bichos verdes) sabrá rebajar la tensión dramática del guión original para hacer una película de aventuras a partir de otra de terror.
Y ambas tendrán rasgos en común.
No sólo lo de ampliar el espectro del público objetivo de ambas pelis cambiando su trasfondo. También datos costumbristas de la vida cotidiana de sus protagonistas. En Gremlins lo veremos en la habitación de Billy. Cuando vemos las pilas de cómics antes justo de Navidad (por eso yo la incluí en el Especial cine navideño de La cartelera de Antena Historia). En ésta lo vemos también en la habitación, como dije al principio, con las naves de Star Wars y el tiburón del acuario.
Por no mencionar el cruce con Yoda, cuando los niños llevan a E.T. disfrazado de fantasma. Años después volveremos a ver a estos dos personajes en una misma peli, en una de las pelis precuela de La guerra de las galaxias (de las que sólo tengo comentada La vengaza de los Sithen el fancine).Allí veremos varios asogianos, como E.T. en el Senado galáctico.
En cualquier caso, esta peli realmente sería atemporal. Habla de la infancia, de ternura, de confianza y habla, sobre todo del sitio de los niños en la Sociedad. Del proceso de maduración, de la confianza en uno mismo y de la importancia de la familia, aunque parta de una familia desestructurada.
El planteamiento de la peli no puede ser más sencillo y original
Arranca con una nave espacial que aterriza en la Tierra. Vemos salir a unos extraterrestres en busca de muestras de vida vegetal. Son bichitos raros que buscan plantas, flores y semillas… Se baja un puñado de estos seres raros (los asogianos) pero se dejan a uno atrás. Pondrán los pies en polvorosa cuando se sepan descubiertos por los humanos. Pero las prisas, que son malas consejeras, harán que E.T. se quede en nuestro planeta.
El argumento será el resultado de superponer 4 historias que trascurren en paralelo
- El anhelo del asogiano por volver con los suyos
- Intento de Elliott para quedarse con el bicho como si fuera su mascota
- El drama familiar tras el abandono del padre y
- La búsqueda de vida extraterrestre de esos ufólogos omnipresentes
La suma de estas cuatro tramas dará como resultado una de esas pelis que se ganó, por méritos propios, el derecho a estar entre las grandes del cine.
No obstante en 1982 fue un año sumamente productivo para el cine. Ese año aparecieron pelis como TRON, Conan el bárbaro, Blade runner, Cristal oscuro, Poltergeist y E.T., que se llevó cuatro Oscar, llegó a competir con otras del 81 igual de portentosas: En busca del fuego y El submarino. Casi nada. Sin embargo la gran ganadora será Gandhi.
Hablamos de una peli infantil que, con las posteriores revisiones terminó siendo ñoña. De ahí que quitaran las pistolas a los polis y se las cambiaran por walkie talkies. Semejante memez arruina toda la peli.
Y digo yo, le quitan las pistolas a la policía pero se mantiene el orgasmo infantil, la borrachera del niño, los chavales entre 12 y 15 años fumando como cosacos y el amigo del hermano del protagonista que se humedece un dedo, chupándolo, para amagar que se lo introduce en el ano a la madre de su amigo.
Pero ya que estamos en esta escena, volvamos a la presentación de los personajes, al principio de la peli…
La presentación de Elliott me parece sencillamente sublime. No solo su presentación, la de toda su familia y los amigos de su hermano mayor. Están en la casa de Elliot, pidiendo unas pizzas mientras juegan una partida de rol. Las primeras veces que vi esta peli no terminé de comprender a qué jugaban, sería unos años después cuando comenzara a jugar a Juegos de rol cuando terminaría de hacerlo. Elliott merodea, incluso molesta a su hermano y sus amigos mientras juegan una partida envueltos en humo. Digo «en humo» porque los chavales (que serán quinceañeros) están fumando como carreteros… cosa impensable en una peli de nuestros días.
Spielberg nos «aterriza» en la vida cotidiana de una pandilla normal en los Estados Unidos. Un poco «bandarras», como Los Goonies, pero creciditos (aunque no tanto). Será cuando los mayores (quinceañeros) pidan una pizza cuando empiece a fluir la magia. La magia del cine
Los mayores darán el dinero a Elliot para pagar las pizzas. Será entonces cuando haya un primer amago de encuentro entre el niño y el extraterrestre. E.T. que se ha refugiado en el cobertizo.
Hace ruido. El niño se acerca para ver qué hay merodeando por su casa. Fruto de la curiosidad. Lleva la pizza, un guante de béisbol y una pelota que tira dentro del cobertizo y algo o alguien se la devuelve.
Ni que decir tengo que sale pitando, pisa la pizza (que había puesto en el suelo) y llega a la cocina para avisar de que hay algo fuera y que nadie salga fuera de la casa. Detonante perfecto para que todos los chavales salgan en desbandada pero con un detalle: se paran para coger cuchillos de cocina. Una joyita…
En definitiva, y como os decía, esta peli es pura magia del cine.
