Ficha técnica
- Título: Gremlins
- Título original: Gremlins
- Director: Joe Dante
- Guión: Chris Columbus
- Nacionalidad: U.S.A.
- Año: 1984
- Productor: Steven Spielberg, Michael Finnell, Kathleen Kennedy y Frank Marshall
- Productora: Warner Bros. Pictures / Amblin Entertainment
- Efectos especiales: Chris Wallas
- Duración: 106’
- Fotografía: Tina Hirsch
- Música: Jerry Goldsmith
Ficha artística
- Zach Galligan – Billy
- Phoebe Cates – Kate
- Hoyt Axton – Randall Peltzer
- Frances Lee McCain – Lunn Peltzer
- Corey Feldman – Pete
- Keye Luke – Mr. Wing (abuelo chino)
- John Loui – Nieto chino
- Dick Miller – Murray Futterman
- Howie Mandel – Voz de Gizmo
- Frank Welker – Voz de Stripe
- Don Steele – Rockin’ Ricky Rialto
- Marvin Miller – Voz del robot Robby
Tres reglas inviolables que tarde o temprano tenían que fallar…
10 años tenía yo cuando salió la película de los Gremlins, allá por 1984.No ha llovido ni nada. Y aún me sigue encantando. Esta película fue una de mis mayores decepciones al no lograr hacer la colección de cromos (cosa que me encantaba y que hacía siempre que podía: series de dibujos, El retorno del Jedi, V y quién sabe cuántas más). En fin, no logré reunir esta colección, pero aún así siguió, sigue y seguirá siendo una de mis películas de cine fantástico de cabecera.
Una película preconcebida para ser de terror y que, tras pasar por las manos de Spielberg se edculcoró lo suficiente para no perder el gancho original y poder ampliar el espectro de espectadores manteniendo el concepto de “terror” pero aligerándolo con comedia.Como resultado un cuento de Navidad perfecto (quizás a veces se le escapa de las manos a Dante, luego lo comentaré).
La historia la protagoniza Billy. Un muchacho de clase media que trabaja en un banco y tiene que soportar, día a día, las impertinencias del trepa de su compañero de trabajo y algún que otro cliente incapaz de sentir empatía no ya hacia él, para con nadie en todo el pueblo.
El pueblo es Kingston Falls (los más avezados habréis identificado que se trata del mismo escenario de exteriores de Regreso al futuro e incluso de Qué bello es vivir), allí vive y hasta allí llegará Randall con el mogwai (Gizmo). Lo ha comprado en China Town, en Nueva York antes de volver a casa. Randall es inventor de corazón pero no logra inventar nada que merezca la pena de verdad.
Lo vemos en una panorámica, nada más empezar la peli: todo un cuento de Navidad. La ciudad cubierta de nieve y una banda sonora perenne que será la radio (Rock n Ricky Riao Radio) que será una constante a lo largo de toda la peli (a modo de sonido de fondo) hasta el punto de haber merecido formar parte de una colección de artículos de una sección de Periodismo y Cine.
Llega a casa por Navidad y lleva consigo al mogwai para regalárselo a Billy, nuestro protagonista, quien lo acoge con sorpresa y entusiasmo. Randall explica inmediatamente las tres normas para tener un bicho como este en casa, las de arriba, resumidas: No le puede dar el sol, no puede mojarse y no puede comer después de media noche. Lo que no explica el abuelo chino a Randall son las consecuencias de infringir de cada regla, pero ya lo iremos viendo según avance la película.
Se irán sucediendo los personajes, y entre ellos, tras ua avería en el coche de Billy aparecerá en escena el Sr. Futterman. Excombatiente de la Segunda Guerra Mundial que tiene una teoría muy curiosa sobre los aparatos de importación y/o los recambios extranjeros. La teoría de los “gremlins”, extendida a modo de broma entre los ingenieros (en Estados Unidos llaman ingenieros a los mecánicos y electricistas) militares, fundamentalmente del Ejército del Aire (USAF)quienes argumentaban que los aviones americanos fallaban porque o bien venían fabricados con alguna pieza extranjera o bien al hacerle alguna reparación le habían colado una. Esto daba pie a la imaginación (no olvidemos que los americanos hunden sus raíces en el mundo anglosajón, muy dado a personajes de fábulas) para terminar creando unos duendecillos de origen teutónico, simpáticos pero con el sentido del humor “trastocado” que se empeñarían en gastar bromas pesadas a los electricistas y mecánicos americanos, y como extensión a los vehículos y conductores.
Obviamente estos duendecillos recibirían el sobrenombre de “gremlins” y de esta fuentes bebieron Columbus y Dante a la hora de preparar el primer boceto de puro terror. Como decía, el tal Sr. Futterman bautizará (sin saberlo) a las criaturas cuando acude en auxilio de Billy cuyo coche está averiado.No todos los bichos que aparecen son gremlins. Gizmo (y la tropa que sale de él) son mgwais. El gremlin aparece cuando se infringe la tercera y más importante de las reglas: no darles de comer después de media noche.
Como es normal, y más en una película (cuento) de estas características: las normas están para romperlas. Y así sucederá. Por error caerá un vaso de agua sobre Gizmo dando lugar a la escena más macabra de toda la película: el momento en el que Gizmo expulsa de su cuerpo cinco bolas de pelo que terminan siendo nuevos mogwais.
Son casi iguales que él pero difieren sobre todo en el carácter. Gamberretes, irrespetuosos, broncas y liderados por uno de ellos: Stripe, con una cresta blanca. Atormentarán al pobre Gizmo, se desquitarán con el perro de la familia y terminarán cortando los cables del despertador de Billy para comer después de la media noche… unos muslos de pollo que cambiarán el curso de la película.
Los gremlins entran en acción
En el colegio de Billy (a donde había llevado al quinto para que el profesor de ciencias naturales lo estudiara) ha pasado tres cuartos de lo mismo. El mogwai se ha comido un sanwich de jamón y queso y ha sufrido la misma transformación que el resto de la pandilla.
Tanto en la habitación de Billy como en el colegio aparece una vaina (un huevo, o capullo) por mogwai que ha comido después de media noche (todos menos Gizmo), lo que dará lugar a la aparición de los gremlins, ya no como criaturitas tiernas de buen corazón; ahora cual encarnación del mal.
La primera en sufrirlos será la madre de Billy, quien, todo hay que decirlo, despachará a tres de los cuatro que han quedado en la casa en una batalla épica desarrollada en la cocina: en medio de la cena de Nochebuena. Solo sobrevivirá Stripe, pero se las ingenia para llegar al colegio y saltar a la piscina. Todo un terremoto. Si con el vaso de agua aparecieron cinco nuevos mogwais, con una piscina ¿cuántos gremlins aparecerán? Así redondeando… tropecientos.
Hay una escena (quizás la única de exteriores) en la que vemos avanzar a toda la tropa de gremlins por la nieve, cual matones preparados para la pelea.
A partir de aquí hay un rato de desvarío y desfase por parte de los gremlins… por parte de Joe Dante. Veremos a estos duendecillos cantando villancicos, bebiendo cerveza directos del grifo, jugando al póker, exhibiéndose, golfeando, disparándose y finalmente en el cine, a la sazón viendo Blancanieves y los siete enanitos: otra escena mítica, doblemente mítica, por la primera y por ver a todos los orejones verdes cantando al unísono.
Vemos un desenlace de escena muy parecido al posterior de Malditos bastardos con fuego incluido y nos acercamos a la pelea final entre Billy y Stripe en la juguetería del centro comercial.Me encanta hablar de la gastronomía en las películas. En esta no hay tal como gastronomía pura y dura, pero sí su presencia latente al ser parte de la tercera regla, pero más importante de todas: no dejarles comer después de medianoche. Les dan y mirad la que se monta.
Los medios de comunicación están ptresentes a lo largo y ancho de la película, así como el cine en si mismo. La Radio (Rockin’ Ricky Rialto) estará como melodía de fondo apareciendo de modo intermitente (el cartel del principio dela peli es todo un homenaje a Indiana Jones). El cine… Ya he mencionado Blancanieves, pero sobre todo veo otras dos películas (cuento) en la trama de Gremlins: Cuento de Navidad y Qué bello es vivir: de las que beben y se nutren para el guión de esta película. Amén de homenajes constantes a los cómics y a todo lo relacionado con los años ‘80s.
En cualquier caso una película entrañable para ver y disfrutar en Navidades.