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La Comunidad del Anillo

Tabla de contenidos

Ficha técnica de La Comunidad del Anillo

Título: La Comunidad del Anillo
Título original: The Lord of the Rings: The Fellowship of the Ring
Director: Peter Jackson
Nacionalidad: Nueva Zelanda
Año: 2001
Distribuidora: New Line Cinema
Duración: 228’
Producción: WingNut Films, The Saul Zaentz Company
Guión: Philippa Boyens, Peter Jackson, Fran Walsh (novela: El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo, JRR Tolkien)
Fotografía: Andrew Lesnie
Montaje: John Gilbert
Música: Howard Shore
Sonido: Christopher Boyes, Michael Semanick, Gethin Creagh, Hammond Peek
Maquillaje: Peter Owen, Richard Taylor
Vestuario: Weta Workshop – Ngila Dickson, Richard Taylor
Efectos especiales:  Weta Digital – Jim Rygiel, Richard Taylor, Randall William Cook, Mark Stetson
 

Ficha técnica

Alan Howard (Voz en off del Anillo)
Elijah Wood (Frodo Bolsón)
Sean Astin (Sam)
Viggo Mortensen (Aragorn)
Ian McKellen (Gandalf el gris)
Dominic Monaghan (Merry)
John Rhys-Davies (Gimli)
Sean Bean (Boromir)
Orlando Bloom (Legolas)
Billy Boyd (Pippin)
Cate Blanchett (Galadriel)
Sala Baker (Sauron)
Ian Holm (Bilbo Bolsón)
Christopher Lee (Saruman)
Lawrence Makoare (Lurtz)
Andy Serkis (Gollum y voz del Rey Mago de los espectros)
Liv Tyler (Arwen)
Hugo Weaving (Elrond)
 

Premios

Oscar Mejor Fotografía, Banda Sonora Original; Efectos Visuales y Maquillaje
 

Juan Antonio Cebrián y El Señor de los Anillos

Todavía recuerdo la noche en la que Juan Antonio Cebrián me desveló al anunciar que se estaba grabando esta trilogía.
 
Estaba escuchando La Rosa de los Vientos, para variar. Cuando era el mejor programa de entretenimiento de toda la parrilla nocturna de la Radio española, en Onda Cero.
 
Imaginad mis ojos, abiertos como platos y mirando al techo de mi habitación, justo antes de que me venciera el sueño. Dijo eso, que se estaba haciendo una película de El Señor de los Anillos en un lugar tan remoto como Nueva Zelanda. casi nada. Nueva Zelanda, que junto con el Japón son los dos viajes que siempre he querido hacer y sigo queriendo hacerlos, para conocer dos países de los que me enamoré sin haberlos visitado.
 
Sería la temporada 98-99 y desde entonces no pude dejar de desear ver la película. Eso sí, asustado porque el director era un tal “Peter Jackson”, conocido por su cine gore y películas como Mal gusto.
 

Estuve en el preestreno, invitado por ABC

Conseguí dos invitaciones para asistir en un cine de la Gran Vía madrileña, Y al final allí aterricé, mitad deseoso de verla, mitad temeroso por lo que pudiera ver.

No hizo si no empezar la película y ya me había ganado Peter Jackson. Sin embargo me fui descolocando viendo el exceso de licencias que se había tomado a la hora de adaptar el guión.

A partir de entonces albergo dos sentimientos enfrentados con respecto a la trilogía de El Señor de los Anillos: fascinación y decepción. En El hobbit no tengo emociones enfrentadas. Es tan mala su adaptación, por libre y libertina, rozando lo esperpéntico y puro ridículo que solo siento decepción. Decpeción, enfado, pena, vergüenza ajena… por no hablaros de Los anillos de poder.

La magia de verla por primera vez

Por un lado, como os decía, me sentía fascinado: Peter Jackson ha sido capaz de plasmar con una riqueza fuera de lo común la esencia de la obra de Tolkien. Localizaciones; vestuarios; maquillajes; iluminación; identidad de (casi todos) los personajes; idiosincrasia de las diferentes razas… difícil mejorarlo.

Por otro lado me sentí (como decía antes) descolocado con el guión. Y eso que La Comunidad del Anillo es la más fiel de las tres adaptaciones. Pero había algunos episodios puntuales de la obra y el “baile” de personajes dentro de la trama.  Decepcionado. No puedo negar que El Señor de los Anillos de Ralph Bakshi, de 1978 era mucho más fiel a la obra original (pero le costó tanto como para no poderla terminar).

Claro está que esta segunda interpretación la hace un “friki” que se ha leído 26 veces la trilogía completa, los apéndices y El Hobbit

Abro un paréntesis para deciros que estoy reeditando esta entrada del 23 de mayo de 2014. Hoy es 28 de septiembre de 2023. Lo hago con motivo del lanzamiento de mi nueva Web de cine: elfancine.com. Estoy editando el SEO y los textos (de 462 películas). Al hacerlo me he parado al leer que llevaba 26 lecturas de la trilogía, a fecha de hoy os digo que…

He leído 31 veces El Señor de los Anillos y El Hobbit

Cierro paréntesis y sigo con la edición, vosotros con el texto.

Haré un breve comentario del argumento de la película para contextualizar a los que no la hayan visto.

Argumento

Bilbo Bolsón abandona la Comarca tras celebrar su 111 cumpleaños y deja Bolsón Cerrado y todas sus posesiones a Frodo. Entre ellas incluye, por consejo de Gandalf, el anillo mágico que encontró en su aventura con Thorin Escudo de Roble cuando ayudó a este y al resto de enanos a recuperar Erebor, La Montaña Solitaria, antiguo reino de los enanos del que habían sido expulsados por el dragón Smaug.

Gandalf el gris sospecha sobre la autoría y verdadera identidad del Anillo, creyéndolo el Anillo Único de Sauron, fuente del poder de Mordor. En caso de ser cierto sabe que tarde o temprano se desatará la tempestad y pondrá a los espectros del Anillo a buscarlo, removiendo la Tierra Media entera hasta dar con él.

Gandalf y el Anillo único

Constata, muy a su pesar, que efectivamente el anillo de Bilbo (ahora de Frodo) es el Anillo Único. Y le explica a Frodo que El Señor de los Anillos: Sauron, iniciará una búsqueda y cuando le encuentren nada podrá hacer para retenerlo. La pérdida del Anillo supondrá la ruina para todos los pueblos libres, y terminarán sometidos al poder del Señor Oscuro.

Aclarar que solo hay un Señor de los Anillos, y éste no es otro que Sauron. Él lo fabricó con el objeto de someter al resto de anillos mágicos (9 para los hombres mortales, 7 para los enanos y 3 para los elfos) y con ellos a sus respectivos pueblos.

Rumbo a Rivendel

No queda otra que huir, huir y buscar un remedio que libere a la Tierra Media del Anillo, pero para ello tendrán que intervenir otros personajes de mayor linaje que podrán, o al menos intentarán, encontrar la solución. Frodo decide partir hacia Rivendel, hogar de Elrond, en donde también espera encontrarse de nuevo con Bilbo.

Los jinetes negros (espectros del Anillo, los 9 reyes de los hombres cuyos anillos quedaron sometidos a Sauron) le pisan los talones

Parte rumbo a Rivendel acompañado por Sam, Pippin y Merry. Y tendrán que sortear peligros y obstáculos cubriendo su primera etapa que les llevará hasta Bree. En la película no aparecerá Tom Bombadil, un personaje «menor» pero de gran encanto.

Aragorn, el montaraz. No es de fiar

En Bree cruzarán su camino con un montaraz llamado Aragorn. Se pone a  disposición de los hobbits ofreciéndose como guía para llevarlos hasta Rivendel. Su verdadero guía, Gandalf, no había aparecido en la Comarca y sin él los hobbits no sabían cómo y por dónde podrían hacer el camino. Así pues Aragorn les guiará hasta el «último hogar» dando un rodeo para evitar el camino tras haber sido asaltados por los jinetes negros.

No evitarán ser nuevamente atacados, en La cima de los vientos, y en esta ocasión el Rey Brujo logrará alcanzar a Frodo con su filo. Le inflije una herida que curará pero nunca sanará.

El concilio de Elrond

Logran llegar a Rivendel, con la ayuda de Arwen. Artificio de Peter Jackson en sustitución del alto elfo Glorfindel, Lo hace para resaltar la historia de amor entre Aragorn y la hija de Elrond. Pero vamos, que Frodo cruza el vado y amanece tras pasar varios días inconsciente en un lecho cuidado por Elrond y velado por Gandalf.

Se produce el reencuentro con el mago, también con Bilbo. También conocerá a numerosos representantes de los enanos, elfos y humanos.

De hecho, todos ellos han acudido a Rivendel al mismo tiempo. Pero ninguno había sido convocado.

Todos en el mismo sitio movidos por un miedo común: la sombra de guerra que se extiende por la Tierra Media. Elrond convoca, ahora sí, un concilio en el que estos altos dignatarios conocerán por vez primera toda la historia del Anillo Único. Y tendrán que tomar una decisión. Destruirlo. No por la fuerza, si no llevándolo al Monte del Destino y arrojándolo en los mismos fuegos que lo produjeron.

La Comunidad del Anillo

De este concilio saldrán los voluntarios para La Comunidad del Anillo. Ningún juramento los ata, solo su fuerza de voluntad. Tendrán que cruzar la Tierra Media hasta Mordor. Según avancen tendrán que tentar diferentes vías y luchar contra los siervos del poder oscuro y contra las inclemencias de la naturaleza. En uno de estos intentos caerá Gandalf luchando contra el balrog y será Aragorn quien tome el testigo, sin fortuna, para llevar a cabo la misión.

El resto mejor lo veis en la película…

Que me disgusten la adaptación del texto al guión y cómo trata a alguno de los personajes, como Gimli, no quita que agradezca una y mil veces a Peter Jackson que haya hecho las películas.

Si bien nunca dejaré de preguntarme por qué altera ciertos rasgos (quizás solo los potencia hasta el extremo (vileza y/o debilidad de Boromir; fragilidad inicial de Aragorn; traer al frente a Arwen dando al personaje un protagonismo inusitado…)) Y sobre todo, nunca entenderé que alegue “falta de tiempo” para incluir o desarrollar según qué pasajes del libro cuando no hace si no perderlo una y otra vez cada vez que decide sacarse de la chistera episodios que no aparecen en la novela.

Quito y pongo escenas, y modifico personajes…

La escena de Boromir recogiendo el Anillo de la nieve es un ejemplo de cómo se puede pervertir un personaje y destruirlo con un cambio de su personalidad.

El regalo del amuleto de Arwen… (esto sucederá sobre todo en Las Dos Torres). O cuando alarga innecesariamenteen escenas que habrían sido más contundentes y fieles al texto sin recrearse en ellas.

Las escenas que más pierden, con respecto al libro, son El concilio de Elrond y La partida de Boromir. La primera pierde toda la solemnidad que leemos en la obra de Tolkien y la segunda se convierte en una peli de aventuras con un Lurtz que no pinta nada y resta credibilidad y seriedad al guion.

WETA

Una locura de efectos especiales

Recrean a placer los combates. Las escenas iniciales, sin escatimar en medios, extras, sangre y armas… Salpican el vestuario con detalles y filigranas maravillosas que reflejan con mucha fidelidad la personalidad e identidad del pueblo que las han manufacturado: elfos, enanos, humanos, hobbits, orcos, goblins… Cada cual mejor caracterizado.
 
Eso sí, cayendo en ciertos tópicos (topicazos) que rebajan la credibilidad de algunas escenas (andares de los orcos, diseño de algunas armas… Sobre el armamento hablaré a continuación).
 
Lo que sí ha sabido plasmar (amén de lo ya expuesto) es el concepto de compromiso que adquieren los miembros de La Comunidad del Anillo. En representación de todas loas razas libres: elfos, humanos, hobits y enanos.
 
De todos es sabida (de todos los que gustamos de este tipo de literatura) la enemistad entre elfos y enanos. Pero el planteamiento inicial ofrecido por Jackson me parece hasta ridículo. Sobre todo en El concilio de Elrond, quizás uno de mis episodios favoritos en la novela, resumido, reducido, empobrecido y ridiculizado hasta lo absurdo en la película.
 
La riqueza dialéctica, verbal, adjetiva y visual de Tolkien se reduce a un pique entre eternos rivales. Como matones de bar. Aunque peor será la llegada de nuestros amigos a Meduseld en la segunda entrega de la trilogía. Un reto personal entre personajes que adquieren un protagonismo insospechado e innecesario con respecto al libro. No puedo dejar de recomendar, cuando menos, la lectura de este pasaje para todo aquel que no lo haya leído antes y descubrirá toda la esencia del Anillo, su Historia y todo lo que representa.
 
¿Y qué representa?
 
Entro en materia.
 

El Anillo único es el fruto prohibido

Es la tentación. La manzana prohibida. La prueba de integridad y, además… (hoy lo llamaríamos) un arma de destrucción masiva.
 
Un arma que te garantiza la victoria en la batalla, a costa de corromperte, pervertirte y someterte a su propia voluntad. El verdadero motivo de toda la obra será la lucha entre el bien y el mal. Huye de aquello de “el fin justifica los medios”, e intenta, a toda costa, no desviarse (los buenos) del camino de la rectitud.
 
Los pueblos libres tienen dos posibilidades: tomar para si el Anillo y destruir a Sauron (su verdadero amo), derrocándolo para sustituirlo en el trono por un nuevo Señor Oscuro, o destruirlo.
 
No ceder a la tentación de la omnipotencia y fajarse contra viento y marea por destruir algo que es tan efectivo como dañino. Frodo, y junto a él la Comunidad, supondrá el valor extremo y la negación de la tentación.
 

De voluntarios a reclutas

 
A diferencia de la novela, los compañeros de La Comunidad del Anillo serán seleccionados por Elrond. En la novela la Comunidad se irá componiendo por voluntarios que representarán a los pueblos libres (elfos, humanos, enanos y hobbits). Menos Pippin y Merry, que serán aceptados como miembros movidos por el corazón y no por la razón.
 
Igualmente, Elrond dice en la película a los asistentes a su concilio que han sido “convocados”, cuando no es así. En la novela queda claro que todos los pueblos libres van sintiendo una congoja, un miedo, cuando no entran directamente en combate con los ejércitos del Señor Oscuro. Y todos ellos, movidos por la duda, el miedo, la indecisión y el desconocimiento envían emisarios a Rivendel para que Elrond les de consejo. Esto cambia muy mucho la naturaleza del concilio y pervierte en gran medida la esencia tanto del mismo como de la Comunidad.
 

Tres «peros» y muchos halagos

 
El primero…
 

El armamento usado por la Comunidad del Anillo

En la película más bien parecen un Tercio español por la ferretería que cargan sobre sus hombros. Puñales, espadas, arcos y hachas para surtir a un batallón completo… Cuando en la novela vemos que cada cual lleva un arma. Legolas llevará su arco corto y una daga y poco más, puesto que el éxito de la misión: Llevar el Anillo a Mordor para destruirlo, reside en pasar desapercibidos, no en enfrentarse a todos los orcos de la Tierra Media.
 
El segundo
 

Nos pinta un Elrond mezquino

Por su tono maquiavélico. Y a los elfos en general, cuando son la extrema manifestación de la bondad y sobre todo los que más apuestan en toda la obra. Pues si el Anillo cae en manos de Sauron serán destruidos, pero si es destruido, entonces se irán apagando hasta consumir su esencia vital y con ellos todas sus obras. Condenados a morir o exiliarse, y aún así nunca dudarán cuál es su misión sea cual sea el precio que les cueste por el bien de los demás.
 
El tercer «pero»…
 

El pobre Gimli

No ya porque tiene que arrastrar (creo recordar) hasta tres hachas. Si no porque nos lo presenta pertrechado y embutido de pies a cabeza. Una armadura de cuero, con yelmo y botas de acero… Cuando el pobre, en la novela iba vestido con ropas ligeras y portaba tan solo un hacha de mano.
 

Los halagos (y agradecimientos)

Sin embargo, como decía al principio, todos estos “peros de friki” se subsanan disfrutando la pelíocula. Viendo la belleza de la obra y aceptando todos esos desvíos de la novela al sentirnos (por lo menos yo) inmersos en la Tierra Media. Gracias al talento demostrado por Jackson. Bree, La comarca, Rivendel es apoteósico. Moria increíble y Lorien espectacular… Aunando y estandarizando la iconografía que por separado teníamos los lectores, y me atrevo a apuntar que con bastante acierto, en general.

Gandalf está soberbio en cuanto a su papel y a la interpretación de Ian McKellen, y Viggo Mortensen se sale interpretando a Aragorn. Tengo cierta debilidad por Viggo, perfecto Alatriste, Aragorn, sublime en La Carretera… camelónico).Howard Shore

Howard Shore

No puedo, ni quiero, terminar este comentario sin hacer mención a Howard Shore y su magnífica banda sonora.
 

¿La mejor BSO de la Historia?

 
Si sumamos las tres BSO de la trilogía entera yo aspotaría por el sí.
 
Capaz de filtrar la esencia de cada pueblo libre, la dureza de la misión, la naturaleza apoteósica y la dureza del combate con una música que estremece desde el primer al último acorde.
 
Otro rasgo que agradezco es el tratamiento que Peter Jackson da a los combates. Las batallas aparecerán en la segunda entrega. Su manera de afrontar la vioencia aporta realismo y no escatima sangre y golpes (sobra el troll de Moria, pero bueno…). Esto está genial porque no es más que como cabría esperar al tratarse de peleas encarnizadas entre especies que se odian a muerte.

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