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Los Intocables de Eliot Ness

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Los Intocables de Eliot Ness son «de Eliot Ness» en España, porque en Hispanoamérica se llamó Los intocables, a secas. A secas y de acuerdo con el título original en inglés, The untouchables.
 
Nunca entenderé las licencias que se toman los traductores, o quienes doblan las películas en España. Unos demuestran no tener ni repajolera idea de inglés, y traducen mal las cosas. Otros nos muestran su conocimiento de la cultura inglesa, o estadounidense, y traducen mal conceptos o juegos de palabras. Otros toman por imbéciles a los espectadores, y nos dan los títulos mascaditos. Al resto parece darle igual.
 
Dicho esto, y aceptando la coletilla del título en español…

Los intocables de Eliot Ness

Una de esas pelis que me sentaba a ver como mi padre. De las que vas anticipándote a todas las escenas y comentándolas según las vas viendo. Porque ver la peli ya no es eso: ver la peli. Es la escusa para pasar un gran rato juntos y disfrutar cada minuto.
 
Esta es la peli que más me gusta de Brian de Palma. De las tres que me gustan de verdad: por el siguiente orden: Los intocables, El fantasma del Paraíso y Carrie.
 
La segunda, la del fantasma es para los muy, pero que muy, muy cafeteros. Es un híbrido entre El fantasma de la ópera, Fausto y El retrato de Dorian Grey. Es un musical muy de los 70s, y lo dicho: muy cafetero. A mi me encanta, pero es para tener estómago..
 
Carrie no necesita presentaciones. Stephen King, John Travolta y adolescentes que se meten con una muchacha. Por aquellos tiempos tuve una «amiga» de la que se habían burlado en un viaje de esquí por tener la regla y manchar una litera. La llamaron «tomatazo». Por ahí va esta peli.

Mi preferida de De Palma

Un breve cercamiento a su filmografía que, por otra parte, para mi se queda ahí. Poco más o nada rescato de ella. Creo que la única peli (que a mi me guste) suya sería esta, la de Los intocables. Y ni si quiera fue cosa suya, pues la hizo por encargo.
 
Ennio Morricone hizo una BSO irregular que no deja contento a nadie ni tampoco pone de acuerdo a todos. En si misma se la ha llegado a etiquetar como «un personaje más de la película»Para otros se trata de una colección de temas inconexos que funcionan bien dentro de la peli pero se muere cuando la escuchas sin imágenes… Y es verdad que vertebra la peli entera y sirve como vínculo entre personajes, como hilo conductor entre escenas y secuencias. ¿Funciona sin imágenes? Dejo la pregunta en el aire.
 
Lo dicho, no nos ponemos de acuerdo.
 
A mi me gustan las BSO que funcionan dentro y fuera de la peli. Que me ambienten una película y me acompañen mientras escribo. Y la verdad sea dicha, esta BSO me parece impactante cuando acompaña a las imágenes y cuando me la pongo para escribir se me desinfla un poco y termino seleccionando algunos cortes y saltando otros.
 
En cualquier caso, como acompañante de las escenas sí me funciona. Es más, si he de pronunciarme, yo soy de los que aplaude esta banda sonora porque me engancha de principio a fin. Para mi sí que es un personaje más de la peli. Hay momentos en los que parece hablarnos y arroparnos, nos arrulla y a veces nos arrolla y otras nos arroya.
 
Lo cierto, y ya estaba tardando en reconocerlo, es que si esta peli tiene ritmo y capta nuestra atención es gracias al guionista. Y antes que gracias al guionista, al novelista, quien mano a mano con el propio Ness escribió una novela para narrar las peripecias de este empleado público del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos.

Suena a temazo

¡Un funcionario del Tesoro! Su labor era más de oficina que de campo. Sería algo así como un inspector de Hacienda. De los que en las pelis americanas vemos persiguiendo a delincuentes como Al Capone. En España esto es pura ficción, porque nuestra Hacienda tritura autónomos y PYMES mientras aplaude a los políticos corruptos del Gobierno dictan leyes para exculpar a los políticos que roben dinero público. Transparencia cero… Pero mete tú una factura de más en la declaración de un autónomo y te sacan hasta los higadillos.
 
Volvamos a la peli porque se me encoje el corazón hablando de tropelías como esta…
 
Este empleado del Tesoro recibió un encargo…

Terminar con Al Capone

Y para hacerlo tenía dos vías de investigación:
 
  1. Evasión de impuestos
  2. Contrabando de alcohol
 
Estamos inmersos entre las décadas de los años 20s y 30s estadounidenses. Años de entreguerras y de gran depresión económica. Años de Ley seca y de mafias florecientes a la sombra de la prohibición del alcohol.
 
Y ahí estaba el bueno de Ness, un héroe por otra parte. Al más puro estilo Juez Falcone en Italia (cuya biografía expliqué en mi comentario del libro Cosas de la Cosa Nostra en mi otro blog el troblogdita). Un tipo que se planta y dice, «aquí estoy yo» y se lía la manta a la cabeza para luchar contra el crimen.
 
Como apuntaba antes, la verdad es que el guion tiene bastante mérito. Es una adaptación de una novela homónima basada en la labor de Eliot Ness. Y si no se hubieran decidido a hacer de él un super agente (y no 86) habría sido tedioso. Al parecer la parte verídica y real es la que atañe a luchar contra la evasión de impuestos y la lucha contra el estraperlo con alcohol. Pero la parte de las metralletas, las peleas, montar a caballo y las persecuciones son todas pura ficción.
 
Ficción que, llevada al cine, la verdad es que funciona, y bien. Como una escena que veremos en una cabaña en medio del campo a caballo (literalmente) entre los Estados Unidos y el Canadá. Con la Policía Montada canadiense, por un lado y estos agentes de la Oficina del tesoro por otro persiguiendo y acribillando a los matones de Al capone. Ficción, ficción, ficción y acción todo con unas buenas notas musicales, caballos, metralletas y el público metido en el bolsillo. Puro cine.

Eliot Ness será un tal… ¿Kevin Costner?

La peli salió adelante casi contra todo pronóstico, pues no parecía terminar de cuajar. Por ejemplo, el protagonista, Eliot Ness, terminó siendo interpretado por  Kevin Costner, el sexto candidato.
 
Era casi desconocido por entonces, y se destaparía en ese 1987 con dos películas: Los intocables y No hay salida. Su década de oro sería la de los 90s, en concreto de 1990 a 2000 o lo que es lo mismo, desde Bailando con lobos hasta Trece días.
 
Sus mejores años, sin pelis de relleno serían precisamente desde 1990 a 1992 encadenando éxitos como Bailando con lobos, JFK, Robin Hood: Príncipe de los ladrones y El guardaespaldas. Esto para mi gusto claro. Porque creo que luego pasó, de dominar el cine a ser uno más hasta que llegaron pelis como Draft Day, en España Decisión final, en 2014 y como padre de Superman en El hombre de acero, de 2013.

Quien se sale en esta peli es Jim Malone, nada menos que Sean Connery

Tanto que optó al Oscar al Mejor Actor de Reparto y lo ganó. Academia al margen, Connery venía de protagonizar Nunca digas nunca jamás, El caballero verde (la buena, no El caballero verde truño de 2022), Los inmortales y El nombre de la Rosa.
 
Pero ojo, que dos años después sería Henry Jones en Indiana Jones y la última cruzada y después La caza del Octubre rojo. Menuda filmografía… Y me dejo muchas en el tintero.
 
No me resisto a volveros a contar mi anécdota con Sean Connery. Nada seria, de tan solo 5 segundos y una frase, en un restaurante de Marbella. Cuando me volví en la barra y me topé con él. Él subió las dos cejas y qué careto pondría yo, de incredulidad, que se limitó a decir, «yes, it’s me!» y a sonreír.

Seré sacrílego, pero el que me chirría en esta peli es De Niro

De Niro porque pienso que ya se le había pasado el arroz. Fue, y es, uno de los más grandes. Pero sus papeles buenos de verdad terminaron en La misión. Con una trayectoria increíble que incluía títulos como Toro salvaje, El padrino 2, El cazador, Taxi driver, Érase una vez en América, Novecento
 
Hasta La misión su interpretación no había hecho más que subir y subir, en calidad y en matices interpretativas. Hasta que llegó Los intocables y descubrió un nuevo estilo para interpretar papeles: repetirse a si mismo, ser él mismo en todos los papeles y no molestarse en disimularlo. A partir de ahí, para mi gusto siempre, nació el De Niro grandilocuente y sobreactuado que deja su rastro en todos los papeles en vez de hacer lo que siempre había hecho, cual camaleón, mimetizarse con ellos. A partir de esta peli, para mi, el mejor De Niro será el que aparezca en clave de humor, precisamente auto parodiándose y demostrando un gran sentido del humor.

Andy García es un cubano que huyó de Cuba y del comunismo

Dice Wikipedia que a los seis años su familia se mudó a Florida desde Cuba. «Se mudó». Malditos eufemismos. Maldita censura… Todos los que «se mudan de Cuba» a Florida lo hacen huyendo del miedo, del hambre, de la tiranía y del Partido Comunista que los mata de hambre, con balas y con palizas.
 
Esas fueron las razones de «su mudanza». Y por esas razones que llevaron a mudarse a su familia, ahora es un activista anticomunista y ha sido anticastrista toda su vida.

«La mudanza» de Andy Garía y su familia

Mi tío Rafael tenía una plantación de café en Cuba.
 
Un domingo el capataz le chivó que venían a por él. Vistió a sus hijas para ir a misa y, junto con su mujer, se fueron a la iglesia. Pasaron de largo y llegaron al puerto. Pidieron a sus empleados que vaciaran 3 barriles de café, las metió dentro y zarparon con lo puesto para España. Solo en aguas internacionales y a la vista de una fragata estadounidense mi tío se atrevió a abrir los toneles. Su mujer y sus hijas, cubanas, le preguntaron qué pasaba y él les explicó que huían a España, la Madre Patria, en busca de Libertad. Explicó el chivatazo y las dijo que si querían despedirse de Cuba se dieran media vuelta y miraran al horizonte. Así vinieron a España los 4, con lágrimas en los ojos.
 
Así cruzaría el charco la familia de Andy: García como la mía. Huyendo del comunismo. Como tantos otros que huyen rumbo a Florida, los balseros. Y muchos otros que no llegan nunca a tierra ahogados o comidos por los tiburones. Esa es «la mudanza».
 
Dicho esto, para dejar las cosas claras desde el principio, el papel de Andy García como tirador novato pero experto (sin trayectoria como poli porque sale de la academia, pero con una puntería de las buenas…) será unos de los papeles que den la pizca de sal que uno necesita para rematar el gusto de un buen guiso.
 
Hechas las presentaciones del director, los actores, el entorno de la peli, del origen literario a partir de un hecho real y de su banda sonora, me meto de lleno en la película. Y aviso, para los que todavía no la hayan visto, voy a hacer SPOILER. Y, de verdad, si no la has visto: para de leerme y póntela porque pasarás un gran rato.
 
Para los demás… vamos con:

Vamos con Los intocables de Eliot Ness

Si recordáis el comienzo de mi comentario, estamos en plena Ley seca y el comercio clandestino ha hecho que pequeñas mafias se hagan con el control de la venta de alcohol. De entre todas esas bandas la principal es la liderada por Al Capone, un capo con buena prensa que se mete a los periodistas en el bolsillo y da ruedas de prensa que parecen chirigotas.
 
Seguramente los periodistas se vayan a casa con una noticia y un sobre con un fajo de billetes y harán la vista gorda al tráfico de alcohol, al enriquecimiento del capo y al reguero de cadáveres que está dejando la lucha por el mercado clandestino, que se lleva por delante a miembros de las bandas y a civiles inocentes. Esto no podría ocurrir sin el silencio de los periodistas y sin que la policía mire para otro lado.
 
Eliot Ness tiene el encargo y el propósito de terminar con él. Y para ello tendrá que formar un equipo que le ayude y le respalde en su nueva empresa. Pronto descubrirá que la policía está en el ajo. Los que no hacen la vista gorda son, directamente, soplones. Y algunos están incluso a sueldo de las mafias. Por eso, con el sabio consejo de un policía de a pie, Ness comprenderá que la mejor manera de asegurar la viabilidad del proyecto será reclutar a ese poli veterano y reforzar su cuadrilla con otro sacado directamente de la academia, para que no le haya dado tiempo a escuchar los cantos de sirena de quienes compran voluntades.
 
De este modo reclutará a Jim Malone, (el veterano y consejero de Ness), a Giuseppe Petri, (el novato y diestro con las armas de fuego) y a Oscar Wallace, otro agente del Tesoro que terminará siendo el contable, es decir, un arma capital para destruir a Capone desde sus finanzas.

Juntos serán un equipo ganador

Podríamos hablar de una cuadrilla de idealistas.
 
De funcionarios honrados.
 
Incapaces de sucumbir al soborno y/o al chantaje. De esas (pocas) personas con principios que los tienen por condición de ser y los esgrimen como bandera. Este tipo de persona que duermen a pierna suelta porque podrán obrar bien o mal, incluso equivocarse, pero siempre con transparencia y con la honradez como requisito sine qua non para cada gesto y movimiento.
 
Nada más sellar el pacto de ir a por Al Capone veremos que quien toma las riendas es Malone. Harto de patear las calles. Es todo un veterano íntegro que nunca ascendió por su integridad. Os decía antes que hasta la poli estaba comprada por la mafia. Por eso los polis malos medraban y los buenos lo dejaban o se conformaban con seguirlo siendo en las calles.
 
Cada vez que se siente atropellado por la Justicia o por la Ley o por la policía, Al Capone pide Justicia y se refiere a (pregunta por) sus protectores dentro del sistema. Eso me recuerda la famosa pregunta de Otegi cuando fue detenido: «¿Esto lo sabe Conde Pumpido?» El tiempo y el PSOE han demostrado que protegían a los etarras con vistas a tirar de sus votos en caso necesario, y nuestro actual Gobierno se constituyó gracias, precisamente, al apoyo de los que pertenecieron, protegieron o sucedieron a la banda terrorista ETA.

Esto me hace comprender lo paradójico del tema que estoy comentando

Hablo de las mafias en los Estados Unidos, de pelis que hablan del pasado y en España lo estamos viviendo en el presente. Claro ejemplo de que la realidad supera a la ficción.
 
Malone toma las riendas porque se conoce la corrupción al dedillo. Una cosa es que no haya sucumbido, pero le habrán tentado mil veces y sus propios colegas y amigos han ido cayendo y algunos hasta se lo habrán restregado por la cara consiguiendo ascensos y prebendas. En la peli hay otro poli al que vemos varias veces. Deducimos que es, o mejor dicho, fue un amigo de Malone que sí ha prosperado porque se ha dejado comprar. Hablarán varias veces y lamentaremos ver que siguen siendo amigos estando en dos bandos tan distintos.
 
El caso es que Malone le dejará bien claro a Ness que si ha tomado la decisión de ir a por Al Capone y se decide a darle un primer golpe, para hacerle saber que tiene un perro lebrel tras su pista, no habrá marcha atrás. Cuando entras en estas peleas solo uno puede salir de ella, el que queda vivo. Y Ness dirá que sí y, para sorpresa suya, no sólo harán su primera redada esa misma tarde. La harán en menos de diez minutos que es el tiempo que les lleva cargar sus armas, salir de la comisaría, cruzar la calle, entrar en la Estafeta de Correos y echar abajo la puerta trasera para entrar en un almacén de alcohol clandestino.
 
Cualquier negocio, público o privado, era susceptible de convertirse en tapadera para el contrabando. Y las instituciones no se escapan a la podredumbre de un sistema corrupto (escribo esto en enero de 2023 con Pedro Sánchez en el Gobierno de España… ahí lo dejo). Nadie se esperaba, a esas alturas, que hubiera «funcionarios honrados» que arriesgaran sus carreras y sus vidas por hacer cumplir la Ley.

¿Os gusta el béisbol?

El dueño del local no tardará en pagar por la pérdida de las mercancías con el cráneo aplastado en la mejor escena de De Niro en la peli. La del discurso de la importancia de trabajar en equipo de Al Capone, cuando termina machacando y reventando el cráneo del jefecillo con un bate de béisbol. Lo hace como escarmiento y como aviso a navegantes para el resto de los presentes.
 
El comercio clandestino sube de nivel y, a pesar de que antes había violencia, ahora es una guerra declarada y a cara de perro contra el Departamento de Estado. Nadie podrá bajar la guardia ni abandonar el barco ahora que vienen olas… Matas polis o mueres por sus balas de frente o las de Al Capone por la espalda. Como les sucedía a los soldados del Ejército Rojo en la Segunda Guerra Mundial, que eran enviados a luchar contra los nazis y si se paraban o retrocedían eran fusilados por su propia policía, la comunista, que estaba en su retaguardia con ametralladoras. Lo mismo pero en plan mafioso.
 
Si esta escena, la del bate de beisbol, me parece sublime, luego habrá otra que, pretendiéndolo, no me lo parecerá. Me gustará, y mucho, pero analizada fuera de la experiencia de ver la peli, ya en frío, aportaré un dato tiquismiquis que me hace dudar de ella. Pero todavía no toca.
 
Ahora toca una buena cena, un buen café y un puro que prepara con la medalla de San Judas Tadeo, el patrón de las causas perdidas…
 
Y de pronto Wallace será quien ponga el dedo en la yaga y encuentre el filón por el que podrían destruir a Al Capone y al imperio clandestino en el que ha convertido el tráfico de alcohol: lleva cuatro años sin pagar impuestos y por ahí se le puede hincar el diente.

Acoso y derribo al capo de la mafia

Cosa que el Capo no llevará nada bien, como era de esperar.
 
Ningún mafioso se deja restregar la verdad sin saltar a morder. Como pasó con Jordi Pujol cuando Maragall insinuó sibilinamente lo del 3% en la Generalitat (cobro de comisiones del 3% del valor de obras públicas concedidas a las empresas a las que han sido adjudicadas, a dedo). Claro que Maragall, del PSC (filial catalana del PSOE) tiró la piedra y escondió la mano. No sacó el tema para denunciar y perseguir al mafioso de Convergencia i Uniò, sino para chantajearle. Ahora son carne y uña todos los partidos anti constitucionalistas, entre los que militan PSC-PSOE. Se llevan a matar, pero van de la mano para aupar a Sánchez porque saben que sólo mientras él gobierne podrán sacarle todo a España.
 
Sigamos con la Mafia… Las apariciones públicas de Capone elevarán un poco el tono y lo que antes eran chascarrillos y bromas con los periodistas ahora empiezan a ser bravuconerías y chulerías, amenazas y desafíos a los hombres de Eliot Ness. Se siente acosado…
 
Capone subirá más el tono…
 
Empezará a enviar mensajes a Ness a través de cargos públicos de relevancia: policías, políticos… y Ness irá dándoles con las puertas en las narices. Hasta que, harto de verse incapaz de amedrentar a Ness, Capone contrata a Frank Nitti para que se cargue a la mujer de Ness y a su hija, cosa que evita Ness.

La escena de la estación

La escena de la estación de tren es mítica. La del carrito que cae por las escaleras: homenaje a una escena parecida en El acorazado Potenkim. Pura tensión de principio a fin. Una de esas escenas que se te graba en la retina y la recuerdas de por vida. Cuando mi padre y yo llegábamos a ella se paraba el tiempo y sólo se escuchaba la tele superpuesta al crepitar de la leña en la chimenea…
 
No sólo tendrán que enfrentarse a los mafiosos, sino que, además, tendrán que velar por la vida de un bebé indefenso cuyo carrito cae, escalón tras escalón, por las escaleras de la estación de tren.
 
La peli dará dos vueltas de tuerca más…
 
Por un lado los de Ness darán un golpe de los gordos a los criminales, llevándose unos cuantos por el camino y atrapando al contable de Al Capone en la frontera entre Canadá y Estados Unidos en una secuencia más propia de un Western que de una peli de la Ley seca pero de las mejores de toda la película.
 
Al Capone se revolverá y devolverá el golpe como lo sabe hacer un criminal que se quita la careta y abandona su papel de tipo guay cuando alguien le para los pies. Se cepillará al veterano Malone y al jovencito George Stone. En ambos casos mandará a su matón de cabecera. Antes de morir, un Malone agonizante informará a Ness por dónde quieren llevarse al contable, por la estación de tren, en tren, para sacarlo de la ciudad y alejarlo de Eliot Ness.
 
Esta es la secuencia que antes anticipé que me sacaba un poco de la peli. Cuando se producen los asesinatos mientras Al Capone asiste a la ópera. Un Al Capone emocionado que contrasta tristeza con alegría cuando salta del libreto musical a recibir las noticias de los asesinatos. Muy buena, pero para mi tiene un tufillo a la secuencia Bautismo de fuego de El padrino que me tira para atrás. Creo, y espero estar confundido, que se inspiraron en los asesinatos que ordena Michael Corleone en la obra de arte del cine de las mafias para hacer esta escena.
 
Ya os he dicho que, para mi…

El Padrino es la mejor película de la Historia del Cine

Y la secuencia del bautismo, llamada Bautismo de fuego, la mejor secuencia/escena de toda la película.
 
Esto sacará de quicio, tal y como pretendía Capone, a Ness, que no dudará en plantarse en el hotel donde vive el mafioso para encararse a él.
 
Ya hemos puesto la directa hacia el final de la peli…
 
Al final lograrán llevar a Al Capone a un tribunal y sentarle frente a un juez. Un juez que tiene un dossier no los nombres de prevaricadores y personalidades públicas corruptas a sueldo en los pagos cotidianos del mafioso. Pero algo angustia a Ness. Él, el funcionario, está nervioso, pero Al Capone se juega su libertad y está tranquilo como si no fuera el juicio con él. Ojeando el entorno de la sala se percata de que el matón de Capone está armado dentro del juzgado.
 
A Ness se le dispara el sentido arácnido y las alarmas le harán barruntar que algo raro está pasando, pero sin comprender de qué se trata.

¡El jurado está comprado!

Se las ingeniará para lograr que el juez cambie el jurado de esta sala por el de la contigua y cuando le preguntan cómo ha logrado convencer al juez, él contesta «le he dicho que su nombre está en la lista». ¿Es o no es genial?
 
Al final Al Capone dará con sus huesos en la cárcel y Ness se dará el caprichito de, por una vez, no ser tan bueno y no salvar la vida al asesino y matón del capo, a quien dejará caer de la azotea y le quedará un regustillo dulce con sabor a venganza.
 
En la vida real, el malo verdadero no murió arrojado al vacío sino que terminó en prisión con su jefe, de hecho terminó en el mismo Alcatraz del que se escapó Sean Connery interpretando a John Mason en La roca.
 
Al poco tiempo Al Capone fue trasladado a otra cárcel y se conserva su celda a modo de museo porque la personalizó, decoró y amuebló. Si supieran que los etarras han tenido hasta yacusi y Smart TV en sus celdas. Y que los indepes catalanes han recibido caterings en prisión y los mandamases del PSOE tampoco han tenido, tienen, ni tendrán privaciones, salvo la de la Libertad. Pero eso por poco tiempo porque para ello están dinamitando el código penal y el Tribunal Constitucional para hacer leyes a medida de: Terroristas de ETA; Independentistas catalanes (y vascos) y, de paso; Cuelan que los políticos puedan robar sin ir a la cárcel, un traje a medida para el PSOE.

«Eres el Eliot Ness de ADECEC»

Juan-Cruz Mas Vidal, tesorero Patronal de la Comunicación y RRPP, Director General Porter Novelli

No puedo, ni quiero, despedir este artículo sin mencionar a Juan Cruz Mas, Director General de Porter Novelli y Tesorero de la Asociación/Patronal en mi etapa como gerente.
 
Me puso el mote de «Eliot Ness» por mi celo con «los numeritos» y mi manera de tirar de cualquier hilo y cabo suelto para hacer los presupuestos y, sobre todo, los cierres fiscales de cada año al frente de la Patronal de las Relaciones Públicas y Comunicación en España.

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