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F/X2

Tabla de contenidos

F/X 2 es un buen ejemplo de evolución y de adaptación al medio.

Con eso no quiero decir que mejore a la primera entrega. De hecho este comentario no lo orientaré a comparar la original (FX) con la secuela (F/X2).

No. No se trata de eso.

El salto de F/X a su secuela F/X2 es saltar del cine de los 80s al de los 90s

La peli arranca como una serie de televisión. Panorámicas urbanas y nocturnas y una musiquita que, si terminas de ver los títulos de crédito el resto se te hace cuesta abajo.

Tras los títulos la primera escena repite el patrón ¡Acción y corten! de FX. Esta empezará, también, con la simulación de la grabación de una película en la que destacan los efectos especiales. Esta vez algo rarunos y chapuzas, como un Terminator 2 pero en plan cutre. Muy cutre.

Conforme avance mi comentario os daré algunas pinceladas de incalculable valor sobre la tecnología de vanguardia que vemos en la peli. 31 años después nos parece el Pleistoceno. Lo iré reseñando conforme aparezca en la peli…

F/X2 es de 1991, como Terminator 2

Mientras tanto pongamos las tramas sobre la mesa. Pero antes aviso que voy a hacer SPOILER desde el minuto 1 porque la esencia de la peli es compartida con su predecesora F/X, y no querría resultar repetitivo. Por eso no profundizaré demasiado en los personajes, conocidos en la anterior peli.

Tyler está saliendo con una mujer separada y ambos, ella y él, tienen muy buena relación con el ex de ella. Un policía que vivía para vestir su uniforme y esgrimir la placa para proteger a los ciudadanos. Quizás por eso resultó llevar una vida incompatible con la vida que su mujer quería para ella y el hijo que tenían. Pero eso no es óbice para que, una vez rehecha su vida, la de la exmujer, ambos varones, Tyler y Brandom sean buenos amigos y el fe los efectos especiales será como un segundo padre para el niño, pero sin usurpar ni menoscabar la figura del padre biológico.

Más adelante veremos a Tyler pedir matrimonio de un modo tan original como de mal gusto. Usa un payaso que está diseñando y programando para el cine. Se usa por control remoto manejándolo con un traje repleto de sensores que harán que el payaso reproduzca los gestos y movimientos que hace el humano.

Volviendo a los amoríos. Y al niño con un padre biológico divorciado de su madre y un futuro padre adoptivo que es muy amigo del anterior marido y verdadero padre…

Sin embargo, aunque esta familia, la de la peli, está desestructurada sigue siendo una familia canónica y normal. Si esta peli fuera de hoy en día no alcanzo a imaginar los roles de sus diferentes miembros, miembres y miembras familiaras, familiares y familiaros. Ni a imaginarlos ni a comprenderlos, porque hay que hacer una carrera para entender lo que antes era blanco o negro.

Volviendo a la familia del protagonista. O a la familia que será del protagonista, porque aún no lo es… Esto lo iremos viendo y asimilando conforme avance la peli y veamos escenas familiares, como una de las primeras en la que llega Brandom (el «ex») a casa de Tyler y Kim con total naturalidad. De hecho, es como un miembro más de esa familia, y cuando reciba un mensaje en el busca, veremos que tiene que pirarse y se pira, y al hacerlo Tyller le dice a Kim «sigue enamorado de ti»

¿Un busca?

Los nacidos en el siglo XXI no sabrán qué es un busca

Hoy en día dan por supuesto que las comodidades que disfrutan son inherentes a su condición de jóvenes. Niños de casi 30 años que portan móviles de 1000€. Y niños de menos de 15 que también. Personitas frágiles en lo emocional que no toleran un «no» por respuesta. Personas que entienden que la inmediatez es obligatoria y no soportan esperar 4 segundos para que se cargue una página Web ni pasar más de 24h esperando para que les traigan su última compra a casa.

No saben esperar. No comprenden la importancia de saber lidiar con la frustración, para madurar. Ni dan valor a las cosas porque nunca han tenido un cerdito para ir contando las pesetas una a una. Nacieron con todos los caprichos pagados. Y solo han visto pagar con el móvil, lo del dinero en metálico lo dejan para las películas, que tampoco ven porque duran más de 1 minuto. Su capacidad para atender no sobrepasa la duración de un reel en Instagram o vídeo en Tik-Tok.

Y si alguno me está leyendo y ha leído lo del busca no sabrá ni de qué le hablo. Porque se piensan (con raras excepciones, por supuesto) que hemos tenido móviles toda la vida. Y no. En la peli vemos cómo se las apañaban algunos para estar localizables. El jefe te daba un busca que llevabas en el cinturón, o en un bolsillo. Cuando surgía una emergencia el jefe te enviaba un mensaje de texto al busca y al recibirlo veías el remitente y buscabas un teléfono, el primero que tuvieras a mano, y llamabas al jefe que te ponía al día sobre la emergencia.

Y no. Cuando hablo de tener un teléfono a mano no incluyo «móviles», que esos llegaron un pelín más tarde, por lo menos a nivel general y funcionales, de los Smartphone ni hablemos… Había que buscar una cabina pública, el teléfono de un bar o el de la casa del amigo de turno. Y eso vemos en la peli, que tras recibir el mensaje se tiene que pirar ipso facto.

Para que os hagáis una idea, en medio de una emergencia grave, que os contaré en una novela, si llego a escribirla, mi (antiguo) amigo David y yo tuvimos que buscar una cabina de teléfonos para pedir auxilio. Y reunir cinco duros para poder llamar. Mi primer móvil lo tuve en 2004, cuando me nombraron Director de Expolingua y porque me obligó a estar localizable la Fundación Actilibre, cuando tenía 30 añazos.

Alerta SPOILERS

Volviendo al tema, que me llevará a otro tema, y este de actualidad: a la Ley del Solo sí es sí de Irene Montero. Pues la trama de esta peli girará en torno a la investigación de un asesinato que se produce cuando un policía muere, protegiendo a una mujer, a manos de un depredador y asesino de mujeres que ha sido excarcelado antes de tiempo. Según El País ya son más de medio centenar de agresores excarcelados. Y según el mismo diario, no hay ningún organismo que compute todos los datos en todo el territorio nacional.

Vamos, que si dicen cincuenta ya serán setenta, por lo menos. No soy lector de El País, ni de broma. Pero está bien citar esa fuente por su afinidad con el Gobierno, para demostrar que no se puede encubrir la torpeza de una Ley del mismo sesgo político que beneficia al agresor y termina de humillar a las víctimas.

La misión por la que llamaban de urgencia a Brandom era tender una trampa a ese depredador. Para cazarlo.

Pero sale mal y quien morirá será el propio Brandom, (recordad, es el ex de la novia del protagonista. Bueno, a partir de aquí, más que ex, el difunto ex). Se habían tomado todas las medidas para que su vida no corriera peligro, y aún así le rebanan el cuello. Aquí viene otro gadget de tecnología punta… unas videocámaras del tamaño y la forma de un huesillo (si no sabes lo que son los huesillos no sabes lo que te pierdes). Tyler las colocará sin alertar de ello a la poli y serán de bastante utilidad. Más que nada porque el comisario y sus subordinados acribillarán a balazos al depredador nada más entrar en el apartamento de la muchacha.

El depredador quería asesinar a la chica

Pero él no fue quien se cargó a Brandom. Entró armado con un cuchillo para matar a la chica, pero Tyler verá en directo, gracias a las videocámaras, que había otra persona en el piso y esa otra persona es quien se carga al poli, por la espalda.

Esto implica que el perturbado se vería totalmente sorprendido y perdido al ir a matar a una chica y toparse con el cadáver de un hombre que, para colmo, él no ha asesinado, por lo que habrá otro asesino. No le dará ni tiempo para recapacitar, ni se enterará de nada porque acto seguido aparecen los polis y lo matan. Bien muerto, que conste, por todo el mal hecho en su vida a las mujeres. Pero este último muerto no es suyo y se lo encasquetan en su haber.

Esto será cuanto sepa Tyler (y sepamos los espectadores) que es más de lo que sabe la poli porque sí, el comisario sabe que hay otro matón en el apartamento, pero no sabe que Tyler lo sabe porque lo ha presenciado mediante sus cámaras. Y con él nosotros, claro.

Os dije que el piso estaba cubierto de falso vaho. Un vaho provocado por una máquina de Tyler de esas que se usan para los efectos especiales de las pelis. Esa es la razón por la que Tyler está en el ajo. Con esa bruma artificial el asesino verá a la muchacha por la ventana, cuando entre desnuda en la ducha. Cuando los polis detecten que el asesino abandona su apartamento avisarán a los del piso. La chica saldrá de la ducha y, sin embargo, se seguirá emitiendo su imagen mediante una grabación, para que ella no corra peligro alguno y esté a salvo. Mientras tanto Brandom ocupará su sitio en la ducha para fingirse la muchacha.

Este es el segundo motivo por el que Tyler estaba ahí

Para proteger a su amigo del asesino. Y para ello usará sus recursos de efectos especiales.

Elabora un peto con forma de pecho algo kitsch (o de mal gusto, la verdad). Un torso femenino que más parece de uno de los integrantes hormonadas del equipo de halterofilia de la Alemania comunista, como las de TOP SECRET. Se supone que ese torso será para engañar al asesino en medio de la niebla, pero además, para agudizar el mal gusto, tiene un interconector en el pezón izquierdo. ¿Hablábamos de mal gusto?

También llevará un reloj experimental hecho por el propio Tyler, llamado Watchie-Talkie porque, a modo de un futurismo anodino, ¡sirve para ver la hora y para hablar por él! Por eso lo meten en esta película, porque es fruto de los efectos especiales de un tipo que se dedica al cine. ¿No es asombroso? Es como si hubieran hecho una lluvia de ideas anodinas y hubieran elegido lo de las mini videocámaras y que se pudiera hablar con un teléfono, para dejar al público de 1991 boquiabierto…

No dejemos de lado este aspecto. Hoy en día vemos a la gente hablar con el móvil por la calle, o con los cascos solo, y es lo más normal. Porque lo es, y si no nos choca es porque hoy en día es algo cotidiano. Pero hace 30 años era impensable, y si se pensaba era en ciencia ficción. Este detalle lo percibiremos los maduritos que rondemos los 50 años, a los demás les pasará desapercibido.

Pues bien, Brandom se quita el reloj, por lo que queda incomunicado y el asesino nº2 lo mata y se pira. El nº2 es el que aparece de la nada y el nº1 es al que tendían la trampa.

De vuelta en su casa Tyler verá la grabación y cambiará toda la historia… lo que resulta más inquietante es que el jefe de los polis entra en el piso y, contra todo pronóstico, y contra toda lógica, lo primero que hace es cargarse al asesino nº1 para, acto seguido, cogerle el puñal, ir al cadáver e impregnar el filo con la sangre de Brandom para encubrir al asesino nº2 e incriminar al nº1. Recordad que solo Tyler lo había visto, pero viendo éste vídeo comprenderá que hay gato encerrado.

Tyler pide ayuda a su antiguo amigo Leo

Leo es Leo McCarthy, el antiguo Teniente McCarthy de la primera peli: F/X.

Y no lo hará demasiado pronto porque no habrá terminado de ver el vídeo cuando el mismo asesino nº2 aparezca dentro de su piso.

Aquí reaparecerá el payaso del que os hablé antes. Ese «fruto del mal gusto» (no porque lo sea, sino porque a mi me parecen de mal gusto los payasos) teledirigido mediante sensores insertados en un traje especial. Recordad que lo característicos de estas pelis F/X y F/X 2 son precisamente los efectos especiales.

Cuando parezca que Tyler no tiene escapatoria porque el poli corrupto, y criminal… lo arrincona, él va, se desliza en el chaleco o vestido con los sensores que controlan al payaso y reduce, por lo menos por unos instantes, al asesino. Obviamente el asesino se revolverá y contraatacará, y veremos una pelea de esas que lo dejan todo patas arriba.

La aparición de Leo será providencial al atropellar al asesino cuando estaba a punto de rematar a Tyler. El malo desaparece de escena.

Leo salva al prota, lo recoge y se lo lleva a su refugio: un antiguo bar que, según él mismo dice, lleva cuatro años sin limpiarse. Lo que no podíamos esperarnos es la reaparición del monstruo que tenía Tyler en la entrada de su antiguo estudio. Lo guardaba como oro en paño, por si tenía la ocasión para darle un susto de muerte a Tyler y echarse unas risas a su costa.

Será ahí, en la barra de ese bar privado donde Leo deduzca que Silak, el poli malo, se quitó del medio a Brandom porque estaba empecinado en mantener abierta una antigua investigación. Por eso se irá a ver a Vélez, su antiguo contacto y romance fallido en la policía para ver si le facilita alguna pista en los informes de Brandom. Terminarán pinchando el teléfono de Silak y le escucharán en una conversación «sospechosa» hablando con un tal Neely a quien le da las respuestas que tendrá que decir, al día siguiente, cuando acuda como testigo a un juicio.

A partir de aquí empieza de verdad F/X2

El primer paso de Leo, tras visitar a Vélez será acudir a dicho juicio para poner cara al tal Neely y ve que su abogada es Liz Kennedy, su amiga de la primera peli.

Visita a la abogada e indaga cómo y por qué está defendiendo al tal Neely, a quien él mismo visitará poco después, en prisión. Pero Neely declina hablar con él y sigue atendiendo a un anciano que resulta ser Carl Becker. Pero luego volveremos sobre este tema.

El tal Neely es la versión yanki del «pequeño Nicolás«. Hace de la farsa su modo de vida y cada vez que mueve un dedo es para estafar a alguien.

A todo esto, cuando Leo vuelve de la cárcel a su bar se encuentra con Tyler que está reprogramando al payaso.

Pronto descubriremos que el asesino nº2, el que asesinó a Brandom, vigila a Vélez.

Leo explica lo que ha pasado al visitar al pequeño Nicolás y le cuenta el vínculo que tiene el presidiario al que cuida con un antiguo robo de unos medallones relacionados con la Capilla Sixtina.

Escenas del Libro de los Reyes del Antiguo Testamento en la Capilla Sixtina

Al terminar la capilla, Miguel Ángel reproduce los relieves en diez medallones de oro puro y macizo que el mismo Becker, el de antes, el que está en la cárcel, robó no hace muchos años en una exposición. Lo detuvieron pero nunca aparecieron los medallones. Esa es la investigación en la que estaba trabajando Mike y no daba por concluida por no haber localizado esos medallones.

Entonces Tyler empieza a atar cabos y recuerda que Mike tenía un diskette, ¡un diskette! con el nombre BECKER. De hecho, cuando la poli registra el domicilio de Mike, y el de su mujer, requisan todos los diskettes que encuentran. Por eso llama a su hijo, porque ese diskette estaba escondido entre los juegos de ordenador del hijo del difunto policía. En otro alarde tecnológico Leo le pregunta a Chris si le puede enviar el contenido del diskette, pero no puede porque en la casa de sus familiares no hay ningún ordenador.

Solución noventera: Buscará un sitio que tenga ordenadores a disposición del público. Aquí hago un alto del abuelo cebolleta para recordar que antes de tener Internet, (porque ordenador tuve uno, en los 80s, un Amstrad CPC 464 con monitor verde), pero al final sólo lo usé para hacer trabajos y jugar a videojuegos. Decía que cuando quería enviar un correo, ya en la Facultad de Filología por ejemplo, me tenía que ir al Laboratorio de informática que había en el sótano y esperar a que quedara uno libre para meterme en Internet. Si el Módem lo permitía, como en la peli.

Años más tarde, allá por 1997-98 trabajé en el Patronato Municipal de Turismo del Ayuntamiento de Madrid, con Internet, pero sólo un tal Luis disponía de correo electrónico y, a veces, apartaba la mirada de mi pantalla en MS-DOS para ir a ver la magia de recibir un correo en su bandeja de entrada. Parecía el Amo del calabozo: nadie podía enviar correos, ni recibirlos, sin su permiso. El tirano de la bandeja de entrada.

Sin embargo mi primer y verdadero contacto con Internet fue en Blaine, Minnesota, en casa de Jeff. El tío organizaba las mejores fiestas de la urbanización y lo más divertido es que, con 40 personas en su salón, pasándolo en grande, él seguía enclaustrado en su habitación con sus dos monitores simultaneando su trasteo por un Internet incipiente y su Radio. Sí, una Radio de esas con un micrófono y auriculares en las que vas buscando las frecuencias. Él tenía una red de amigos por todo el mundo con los que se comunicaba mediante una Radio. Y cuando te sentabas en su cuarto y se quitaba los cascos, a veces daba palmaditas en el ordenador y sentenciaba:

La WWW desbanca a la Radio, pero si un día desapareciera Internet sobreviviríamos los radioaficionados

Qué tío más majo.

Las pizzas que nos tomaríamos en su casa. De Pizza Hut, con su anuncio «Call 888888, the very best pizza you’ll ever 8»

Volviendo al lío.

Chris, el hijo del difunto poli no tiene Internet en casa, pero tiene un centro comercial cerca. Tiene que irse a una tienda que te permite alquilar un ordenador por horas y usar Internet. Se pira al centro comercial con el diskette y Leo se va con Vélez para poder recibir esos ficheros del diskette Becker.

Esto, en si mismo, es una metedura de pata integral porque se expone al niño, se expone el diskette y si la madre va a buscar al niño se expondrá a un riesgo innecesario a los tres. Y esto será precisamente lo que ocurra cuando reaparezca al que llamamos «asesino 2» en escena.

El niño no logrará enviar todos los datos del diskette pero serán suficientes. Llega el asesino 2, llega Tyler y vemos una escena algo menos lograda que en la primera peli en la que usa todo cuanto tiene a su alcance en el supermercado del centro comercial para, a base de sus efectos especiales, reducir al matón. Incluido juego de espejos, como en la primera peli y como en Operación Dragón.

Y aquí diría yo que termina el primer acto de la peli pues con la información que han sacado del diskette la investigación adquirirá una nueva dimensión.

Inicia con la reapertura (de nuevo extraoficial) del antiguo caso de Mike

Un caso sin cerrar que estaba acumulando telarañas para todos menos para el propio Mike. Tyler va comprendiendo, poco a poco, que el asesinato de Mike fue para echarle el muerto de algo o para quitárselo del medio porque estaba siendo incómodo.

La poli sabe que él ha visto (mediante la filmación con su videocámara) al asesino, por lo que se convierte, él mismo, en un objetivo a eliminar.

El pequeño Nicolás llama a Sylak para decirle que Becker está a punto de estirar la pata. Hay que sonsacarle el paradero de los medallones cueste lo que cueste.

Tyler acuesta al niño y tienen una charla en la que el padrastro le dice al niño que su padre estaría muy orgulloso de él.

Recibidos los ficheros Leo invita a Velez a cenar y no sabrá nada del lío que se ha montado en el centro comercial. Y aún así se llevará la peor parte porque será ametrallada mientras tomaba un perrito caliente en un puesto de comida en el barrio chino. ¿Y estos tíos de dónde han salido?

Entre medias Nicolás le dice a Becker que podrá morir en paz si le dice dónde están los medallones para podérselos devolver al Vaticano…

Leo y Tyler charlan en el bar y comprenden que el caso es más peliagudo de lo que ellos mismos presuponían. Se conjuran para seguir hasta el final para vengar a Velez y Brandom. Y Leo dice que sabe a quién acudir para pedir ayuda. Acto seguido le vemos en el piso de la abogada y todo va de perlas hasta que acaricia al gato y se queda pálido hasta que le sirven un whisky.

El pequeño Nicolás sale de la cárcel con Silak y van a una iglesia. Allí están los medallones, en el confesionario. Tyler lo descubre simulando rezar y vamos de cabeza al desenlace.

Lo siguiente que vemos es cómo llena el maletero de un coche de cachivaches: desde dinamita a salchichas… Al terminar todo llama a Leo, que está con Liz, la abogada, y salen rumbo a los malos.

El pequeño Nicolás, Neely y Silak van a una mansión que resulta ser de un capo de la mafia y mientras Tyler se cuela en la casa, anulando a los dóberman con las salchichas, y haciendo de las suyas con sus aparatos de efectos especiales, vemos llegar una motora fueraborda con unos tipos impecables y a Leo con Liz. El detective le da un revolver a la abogada, por si las moscas y nos encaminamos hacia el final de la peli.

Neely y el poli corrupto venden los medallones a la mafia

Leo es descubierto y reducido, tanto que Liz usa el mismo revólver que él le había dado para dispararle tras descubrir que ella no trabaja por pasta sino que «se acuesta con la mafia»: está liada con el capo americano.

Lo paradójico es que la mafia estadounidense quiere recuperar los medallones para devolvérselos al Vaticano por encargo de sus socios italianos. Silak huye en helicóptero tras cargarse a Nelly, la mafia se volatiliza y tras un tiroteo y un falso bombardeo planificado por Tyler todo se precipita. Lis alucinará cuando compruebe que el arma que disparó a Leo era de fogueo y la sangre también era de efectos especiales. La deja para que sea ella quien reciba a la policía… Le explica que supo que estaba metida hasta las rodillas en el fango tras ver el collar del gato, con diamantes y su nombre Samson, como el fichero dentro del disquete Becker.

Y la peli terminará con doble ración de tecnología punta.

Cuando actualice Pelis para MIBers F/X y F/X2 tendrán menciones destacadas

Un submarino teledirigido del final de la peli, verdadero precursor de los drones de nuestros días, como vimos en Máxima precisión pero con un toque kitsch. Por otro lado las gafas de realidad virtual y el payaso que es quien pilota, también por control remoto, el helicóptero en el que pretendía huir Silak. El payaso terminará saltando al mar con el maletín con diez millones de dólares y los medallones originales.

Todo culmina en el mismo Vaticano cuando nuestros protagonistas echan los medallones en el cepillo al final de una misa…

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