Ficha técnica de En tierra hostil
Título: En tierra hostil
Director: Kathryn Bigelow
Título original: The hurt locker
Nacionalidad: USA
Año: 2008
Producción: Kathryn Bigelow, Mark Boal, Nicolas CHarlier, Greg Saphiro
Productora: Voltage Films, Grosvenor Park Media, Film Capital Europe Funds, First Light Priduction, Kingsgate Films, Summit Entertainment
Duración: 131’
Guión: Mark Boal
Fotografía: Barry Ackroyd
Música: Chris Innis, Bob Murawski
Ficha artística
Jeremy Renner (sargento de primera clase William James)
Anthony Mackie (sargento JT Sanborn)
Brian Geraghty (especialista Owen Eldridge)
Christian Camargo (teniente coronel John Cambridge)
Guy Pearce (sargento mayor Matt Thompson)
Ralph Fiennes (jefe de los mercenarios ingleses)
David Morse (coronel Reed)
Evangeline Lilly (Connie James)
Premios: Oscar Mejor Película, Director, Guión Original, Montaje, Mezcla de Sonido, Edición de
Sonido
Sonido
Kathryn Bigelow pulverizó a su ex marido, James Cameron, en los Oscar de 2010
Ambos se citaban para la gala con 9 candidaturas. Bigelow con En tierra hostil y Cameron con Avatar: la gran favorita.
Quiso la historia del cine premiar esto, el cine y no forrar las estanterías de Cameron con estatuillas que sin duda no habría merecido por llevar a la pantalla una adaptación (divertida y visualmente desmesurada) de Pocahontas y Los pitufos..
Esto habría supuesto repetir la hazaña de la infausta cinta Titanic (del propio Cameron). Digo infausta porque, a pesar de parecerme una gran obra visual (igual que Avatar), yo no incluiría a Titanic entre las 10, 20, ni 50 mejores películas. Ni entre las 500 mejores de la historia, y sin embargo arrasó.
¿Quiere esto decir que En tierra hostil se vio favorecida por Avatar?
Sin dudarlo. Pero permitirme que lo matice porque no quiero restar ni un ápice de mérito y valor a la película. Por está en el fancine.
En contra: No podemos decir que la edición de 2010 de los Oscar fuera la más florida, de hecho yo redondearía hasta cinco las películas “mencionables” sumando tres a las ya mencionadas: Malditos bastardos (genial película de Tarantino, pero no merecedora del galardón a la mejor película y de la que destaco, con mucho las dos interpretaciones magistrales de Brad Pitt (a lo Marlon Brando) y Christoph Waltz, éste sí oscarizado); Distrito 9, a la que no voy a dedicar más tiempo que el necesario para decir “se deja ver” y, por descartes: Un tipo serio (es que, de verdad, ese año no había más).
Obviaré aquí (pues voy a hablar de lo bueno) las controversias suscitadas entre algunos veteranos de Irak con respecto al rigor marcial de ésta peli. Y también con algún que otro corresponsal (el guión se elabora a partir de, y con la ayuda de un corresponsal que acompañó a un equipo de artificieros durante una temporada).
A favor: EN tierra hostil bien lo vale. El mayor mérito que tiene es el carácter que imprime el traje de artificiero cada vez que James se embute en él.
Bigelow detiene el tiempo
Suspende las partículas de polvo y de arena en el aire. Te corta la respiración y las pulsaciones descienden hasta sentir las sienes vibrando, despacito…
Ni que decir que mi parte favorita de la película es cada vez que sucede esta escena. Cada duelo entre James y las bombas.
Espeluznante.
Saberte a un “click” de reventar y esparcir todo tu ser por 100 metros a la redonda sin tiempo ni para padecerlo.
Es increíble el aplomo de los artificieros cuando marchan hacia la muerte para evitar que ésta alcance a la población civil o a sus compañeros. Una muerte, a veces aleatoria: en función de un cable mal cortado, a veces perversa y remota: detonando la bomba a distancia con un móvil que hace las veces de mando a distancia.Este, para mi gusto, sería motivo suficiente para ser una película de cine bélico a destacar.
Porque sabe meternos (como espectadores) en el tempo que ella quiere. Sabe llevarnos y marcarnos el ritmo, sabe hacernos perder el aliento, suspender nuestras pulsaciones y dispararlas a su antojo.
Los clásicos denominan a este saber marcar los tiempos narrativos «tenzone«. Por tensión narrativa, y Bigelow lo borda.
Suspense en estado puro
Gran fotografía y una gran selección de escenarios para ambientar la guerra de Irak. Todo esto explica que En tierra hostil arrasara en los Oscar.
Pero lo mejor no es eso, y no es poco.
Me gustaría recomendaros que os adentréis en la psicología de James, interpretado por Jeremy Renner (Ojo de halcón en Los Vengadores).
Un tipo frío, impasible y necesitado de una dosis brutal de adrenalina diaria.
Y ojo, este dato no es pecata minuta. Precisamente esa adicción a la adrenalina (“adicción a la guerra” como dicen en la película) será la que ponga su vida patas arriba.
Divorciado de una mujer. Evangeline Lilly: la Avispa de Ant-Man tristemente recordada por el papelón de Tauriel en El hobbit) que le sigue queriendo tanto que no ha abandonado su casa; padre de una criatura que anhela pero desconoce. Es tierno y áspero, frágil y duro…
Un yonki de la guerra
Solo se reconoce a si mismo cuando se mete dentro del traje de especialista y se dispone a intervenir para neutralizar o desactivar una bomba.
En definitiva, es una persona incapaz de volver a la vida cotidiana.
Incapaz de reinsertarse en la sociedad civil. Incapaz de sobrellevar ir a hacer la compra a un supermercado. Vive para retar a la muerte.
Vive para encerrarse en su barracón esperando que llegue la hora de burlarse de su destino.
Esta es, para mí, la única lectura de una película que, si queremos interpretarla en otra clave probablemente dejaría alguna laguna pero, vista desde esta perspectiva resulta redonda de cabo a rabo.
Un personaje (James) capaz de generar tanta admiración entre sus camaradas de armas como odio hacia su persona. Un tipo para el que la vida es una moneda al aire. Esto le acarreará no pocos enfrentamientos con la nueva unidad en la que se incorpora y lidera. Acostumbrados a hacer el trabajo en equipo, le odiarán a muerte por importarle un bledo su vida y, sin pretenderlo, arriesgando la de los que le rodean.
¿La naranja mecánica?
Si me gustó el personaje es porque ya en el primer visionado de la película lo fui comparando con Alex, de La naranja mecánica. Con sus múltiples distancias, pero con un punto en común: entiendo la película de Kubrick como la imposibilidad de reinserción social para los criminales. Esa es al menos mi lectura de aquella… Y lo que vemos en esta es un tipo tan hecho a la guerra que no puede volver a quitarse el uniforme.
Es una maravilla de película que retrata, y no tengo el placer de conocer a ninguno en primera persona a quienes sacrifician sus vidas para salvar las de los demás. En España están los TEDAX.
No quiero terminar mi comentario sin hacer la siguiente reflexión. Hablamos de superhéroes. Hablamos de héroes también, elevando a los altares a deportistas de élite que son los mejores en lo suyo. ¿Pero qué arriesgan? El superhéroe nada, porque nada tiene que temer. El héroe deportivo poco, porque gana en un año lo que los mortales no ganaríamos en un siglo. Pero los TEDAX…
Los TEDAX se lo juegan todo para salvarnos a todos. Si les sale mal su trabajo… ¿quién pierde? Ellos, por supuesto. Y sus familias. Porque éstas perderían a un tipo capaz de enfrentarse a la muerte mirándola a los ojos y coger sus pitones, en este caso cables sin temblar. Para jugarse la vida a cara o cruz por ti y por mi.