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Aterriza como puedas

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Aterriza como puedas cambió la comedia en el cine.

Es un antes y un después. De hecho, dio lugar a un buen puñado de películas, a partir de ahora, «comedias«. Muchas de ellas no tan antiguas, incluso sin saberlo, beben de ella.

En su día inspiró una secuela, Aterriza como puedas 2, y un sinfín de películas con el apellido «como puedas» como las de Agárralo como puedas; Acampa como puedas; Espía como puedas; Esquía como puedas; Hot shots; 2001: Despega como puedas; Disaster movie y las películas de Scary Movie. Y también Superhero movie y Drácula, un muerto muy contento y feliz.

Sin olvidarnos de la imitación española Spanish movie que, a la sazón, fue la última peli en la que actuó Leslie Nielsen. De un modo indirecto, y sin responder al formato al 100% podríamos incluir comedias como las de Johnny English y Tropic thunder

¿He dicho Leslie Nielsen?

Esta es la segunda vez que aparece en el fancine. Ya apreció en Beau Geste. Bueno… a decir verdad me acabo de columpiar porque la Beau Geste que comenté fue la de 1939, y Nielsen sale en la versión de 1966, aunque sí le dediqué un par de párrafos, por lo que fifty, fifty

Leslie Nielsen iba para galán. De hecho, era un galán.

El Nielsen que conocemos hoy en día es fruto de esta película. Y sin Aterriza como puedas no conoceríamos al Nielsen que todos anhelamos y recordamos con cariño y con una sonrisita cuando lo mencionamos.

Se estrenó con Planeta prohibido… ¡No puedo creer que no tenga esa peli en el fancine! Tendré que remediarlo cuanto antes, si es que no me da tiempo para comentar tanto cine como películas hay. Sólo tengo dos manos y escribo sobre cine por amor al 7º Arte, desde 2008, en mis ratos libres.

Por eso fue elegido para protagonizar esta peli. No es el mismo protagonista, que lo será Ted Striker, pero como si lo fuera porque se comió la peli entera. Con pescado y café.

Los hermanos Zucker y Jim Abrahams lo tuvieron muy claro: buscaron un reparto de actores ajenos a la comedia para interpretar una comedia. Pero es todavía más retorcido su plan: Buscaron actores que no actuaran en clave de humor en medio de una película bañada en humor. Es decir, pretendían crear un contraste entre el guion y la interpretación que duplicara el efecto cómico en la audiencia.

Me explico…

Humor por contraste…

Humor contrastado

Trasplantaron a actores que no contaban chistes, ni hacían bromas, ni gags, y los pusieron en una película que no tiene un segundo de descanso. Una peli sin tregua de bromas, tanto en los diálogos como en las propias escenas, con mil y una cosas ocurriendo simultáneamente en primer plano, en segundo plano y en todos los planos que quepan dentro de una escena. Esa parsimonia, ese actuar casi hierático e impermeable a la risa hacía que, por contraste, resultaran todavía más divertidos.

Mero contraste. Diálogos desternillantes interpretados o declamados con total solemnidad:

  • Dr. Rumack: Dígale al comandante que hemos de aterrizar lo antes posible. Hay que llevar a esa mujer a un hospital.
  • Azafata: ¿A un hospital? ¿Qué es Doctor?
  • Dr. Rumack: Un gran edificio lleno de enfermos, y a veces no hay camas…

Leído así puede no tener mucha gracia. Pero visto en 1980, cuando te enfrentas a una crisis dentro de un avión, con medio pasaje contagiado y con todos los miembros de la tripulación fuera de combate, cuando se masca el drama y todos van a ponerse en las manos de un ex piloto veterano que no ha vuelto a pilotar un avión por los mil traumas que se trajo en la mochila de Vietnam… Cuando llevan a bordo a una niña que tiene que alcanzar su destino porque la espera un corazón dando saltos por el escritorio del cirujano que se lo tiene que trasplantar… Y cuando el piloto automático es un muñeco hinchable con cara de vicio que se hincha por una válvula que tiene en la entrepierna..

Y todo esto ocurriendo sin que los actores se rían, sin que pestañeen, sin que percibamos el mínimo atisbo de humor en ellos, insisto, que están sumergidos, rodeados y sometidos a un gag detrás de otro a su alrededor, esa seriedad, por contraste con los diálogos y con todo cuanto ocurre a su alrededor, hizo que el público se desternillara de risa empalmando una carcajada con la siguiente y siendo testigos, sin tenerlo previsto, de un antes y un después en la historia de la comedia en el cine.

Insisto, Aterriza como puedas es de 1980, pero echemos un vistazo por el espejo retrovisor…

La comedia en los 70’s

Sillas de montar calientes; las pelis de la Pantera rosa; Los violentos de Kelly; Desmadre a la americana; Un cadáver a los postres; La vida de Brian; Los caballeros de la mesa cuadrada; Primera plana y/o El jovencito Frankenstein

Venimos de una década sembrada de comedias. Para mí, lo digo sin rubor, la mejor de todas, pues en el párrafo anterior he mencionado la mayor parte de mis comedias preferidas. Pero es que, además, para más INRI, los directores de la peli se toman la licencia de parodiar otro género que estaba en boga en los 70’s y al que ellos dieron carpetazo: el de las pelis de desastres. Terremotos, accidentes aéreos, incendios y todo desastre concebible tenía su peli, menos los tornados de tiburones, eso llegaría después, con el cambio climático y Sharknado.

Por eso os digo que…

Aterriza como puedas no inventó la comedia, pero la reinventó

Y si no… os remito a ese puñado de «como puedas» que he mencionado antes.

Que sepan los fanáticos de Scary Movie 4 y 5 que esas pelis tienen sentido porque existe Aterriza como puedas. Sin ella, olvidaros. Es el humor sin sentido de Mel Brooks y el chiste fabuloso de Monty Python trasladados al realismo del cine serio, si me permitís la expresión. No es una adaptación cómica, ni una parodia (salvo por lo de los desastres) sino la mezcla de dos lenguajes cinematográficos cuyo híbrido logró que miles de personas se aprendieran diálogos y los incorporaran a su vocabulario cotidiano y lo compartieran con amigos y familiares.

De ahí a TOP SECRET solo había un paso… Y yo lo daré en breve, pues creo que será la próxima que comente.

Aterriza como puedas

Ted Striker se arma de valor para volver a subir a un avión. Lo hace por amor, porque su exnovia es una de las azafatas y quiere recuperarla.

Lo de «se arma de valor» no es baladí porque tiene pánico a volar. Y no es por falta de experiencia, pues fue piloto de combate. Es por estrés postraumático. Por todo lo que vivió al frente de su escuadra y porque la perdió en combate. Por aquel entonces ella era su novia. Lo sabemos porque vemos cómo se la liga y cómo se revuelcan arrastrados por las olas en la orilla del mar. Se abrazan como pipiolos y parecen la cosa del pantano al bajar el agua.

La peli nos irá mostrando flashbacks, que Striker irá contando a los pasajeros, para ponernos en situación. Mientras tanto vemos que deja su taxi aparcado en la entrada, con un cliente dentro y el taxímetro en marcha. No todos los pasajeros tendrán el mismo aguante cuando se les sienta este pelmazo al lado. Por eso veremos algún que otro intento de suicidio al término de sus flashbacks.

La peli, desde el minuto 1, es una sucesión sin pausa de chorradas, bromas y gags que, en contra de toda lógica, sirven para trazar un recorrido vital de los personajes, y hasta tiene algún sentido. Pero vistos de forma aislada cada escena está plagada de estupideces (maravillosas estupideces) que retienen al espectador y lo mantienen expectante para no perderse el resto de sandeces. Porque si bostezas, te pierdes algo. Si te levantas para ir al baño, te pierdes algo, si hablas con quien estés viéndola (pues es una peli que gana mucho vista con amigos) te pierdes algo.

Ese es el ritmo frenético al que nos someten como espectadores. Es el traslado del formato gag intenso y breve televisivo adaptándolo al formato película, prolongando esa interminable sucesión de bromas de principio a fin.

No voy a enumerar las escenas que me hacen desternillarme porque os tendría que narrar la película escena por escena. Pero sí os diré que las hay que son memorables.

El corazón pegando brincos en la mesa del cirujano; La descripción de los síntomas de la enfermedad mientras vemos al piloto que los va teniendo conforme se enumeran; Las comunicaciones entre Striker y su antiguo jefe y el piloto automático hinchable… Y el señor del taxi esperando en la entrada del aeropuerto. Todas ellas son formidables.

Al final, el pobre Striker tendrá que hacerse con el mando del aparato.

Nada más lejos de su voluntad, pues no quería pilotar un avión después de su paso por Vietnam. Pero se mete en la cabina y logra mantener el control, primero sobre si mismo, después sobre el avión, y lo lleva hasta el aeropuerto para hacer un aterrizaje de emergencia.

Libertad de expresión y censura WOKE

Es una película de 1980. Entonces la libertad de expresión ni se cuestionaba en Occidente. Siempre he defendido que el humor es un rasgo de inteligencia, sino el mayor. Saber reír es sano mental, psicológica e intelectualmente. Saber hacer reír es un don que muy pocos tienen.

La censura es todo lo opuesto a la Libertad. Al sentido del humor. Y, sobre todo, a la inteligencia. Cuando se hizo esta peli no había ningún tipo de censura: eran los tiempos de Reagan, Thatcher, Juan Pablo II… Y Occidente tenía autoestima.

Divide y vencerás

La caída del Muro de Berlín hizo que la Democracia bajara la guardia y no supiera entrever que no se había derrotado al comunismo. Y mientras festejábamos su caída, éste mutó y pervirtió Occidente inoculando odios sociales, enfrentando a los ciudadanos de los países capitalistas entre si: hombres contra mujeres, Heteros contra homosexuales, blancos contra negros…

Hemos de reconocer que supo mutar y sembrar cizaña hasta el punto de (casi) no retorno en el que nos encontramos ahora en el que o comprendemos que ha desaparecido la socialdemocracia, absorbida por el comunismo, y por ende se ha polarizado a la Sociedad, o terminaremos de autodestruirnos con una cuenta atrás que termina en 2030.

Y eso lo palpamos en el cine. En la tele y en todos los canales de la Comunicación, sean periodísticos, publicitarios… Da igual, el virus de lo políticamente correcto ha podrido Occidente y ha terminado sometido al wokismo.

La mitad de la película no podría hacerse hoy.

¿Qué digo la mitad…?

Esta peli no se podría grabar hoy

Lo expliqué en La vida de Brian y lo volví a explicar en el podcast sobre Censura Woke y La vida de Brian.

Y lo repetiré cada vez que comente una peli del siglo XX, una comedia, mejor dicho. Porque en todas ellas celebrábamos la libertad de expresión que lo políticamente correcto se comió. Dando paso a la autocensura, y derivando, al final en la censura Woke sustentada por legiones de ofendidos que viven de protestar y de sentirse ofendidos porque se sienten discriminados cuando el humor apunta a un colectivo u otro.

Colectivos subvencionados por ese comunismo metamorfoseado que los manipula, los confunde, los adoctrina y los echa a la calle ladrar su rabia. Con las redes sociales se ha agudizado el problema. Menos mal que Elon Musk ha tomado las riendas de X (antes Twitter) y está velando por erradicar los bulos y las fakenews de la extrema izquierda.

Pero, entre medias, se ha barrido el sentido del humor: recordad su vínculo con la Inteligencia. Los guionistas y muchos cómicos han doblado la cerviz y silenciado su humor por miedo a quedar excluidos de programas de televisión, radios, podcasts, películas y a ser proscritos en Internet.

Por todo esto Aterriza como puedas debería ser vista por todos los que se sienten ofendidos con todo. Y TOP SECRET, y La vida de Brian… y deberían comprender que el humor, como la vida misma, es sano. Y que si algo no te gusta, no lo veas, pero no puedes prohibir a otro a quien sí le gusta, que lo vea. No en Democracia. Si Orwell levantara la cabeza vería que acertó en su predicción distópica de 1984.

En Aterriza como puedas vemos chistes, chistes y chistes y más chistes que hoy serían censurados, o peor aún, que autocensurarían los guionistas por miedo a que tachen tu película de inapropiada.

Viajar con Iberia Express

Supe que comentaría esta peli cuando Iberia Express suspendió mi vuelo este verano. Lo cambió por otro vuelo, nocturno, que no existía. Al final pude salir de vacaciones un día después viendo cómo muchos pasajeros se volvían a quedar en tierra por segunda vez en 24 horas.

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