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El secreto de la pirámide

Tabla de contenidos

Ficha técnica de El secreto de la pirámide

Título: El secreto de la pirámide
Título original: Young Sherlock Holmes
Director: Barry Levinson
Guion: Chris Columbus (basado en los personajes de las novelas de Sherlock Holmes escritas por Sir Arthur Conan Doyle)
Producción: Mark Johnson, Henry Winkler y Steven Spielberg como Productor ejecutivo
Nacionalidad: USA
Año: 1985
Duración: 104′
Música: Bruce Broughton
Fotografía: Stephen Goldblatt
Montaje: Stu Linder
Productora: Amblin Entertainment
Distribuidora: Paramount Pictures
 

Ficha artística

Nicholas Rowe – Sherlock Holmes
Alan Cox – John H. Watson
Sophie Ward – Elizabeth
Anthony Higgins – James Moriarti
Earl Rhodes – Dudley

 

El secreto de la pirámide no sufre el paso del tiempo

 
El pasado viernes publiqué Super 8.
 
No me preguntéis por qué, antes de terminar de editarla supe que esta sería la siguiente peli para el fancine. Adelantando a Tolkien por la derecha, que estoy terminando de digerirla.
 
De Super 8 dije que «es una peli que contiene todos los ingredientes de una peli de los 80’s, sin serlo«. Pero El secreto de la pirámide, lo es. Y lo que es mejor, también tiene todos esos ingredientes: Una peli de 1985 y para colmo resiste al paso del tiempo que da gusto. Es una de esas películas eternas que no envejecen y se mantienen «fresquitas«.
 
No hay por dónde cogerla para desmerecerla. Si hablamos del guión, me parece genial. Si mencionamos su banda sonora, es épica de cabo a rabo. Fotografía, el casting y hasta el vestuario… todo sensacional. Todo suma para, entre todos, hacer una de esas pelis que resisten el paso del tiempo.

Sin embargo es una peli con tan poco predicamento…

Cuando escuchamos las listas de pelis ochenteras casi nunca aparece entre ellas. Y, a diferencia de un buen puñado de todas las que te han venido a la cabeza, ésta ha resistido al paso del tiempo mejor que casi todas las demás.
 
Un factor tenía a favor de cara a esa resistencia temporal… Es una peli de época ambientada en el Londres de 1870. Bueno, tenía más de un factor. Porque su guion, escrito por Chris Columbus, supo rescatar la esencia del detective más famoso de todos los tiempos. Quitarle unos cuanto años y escribir un «What if?» (¿Y si…?).
 
Un hipotético pasado en el que se habrían sentado los mimbres del detective. Su sagacidad, alguno de sus complejos venideros y de su relación con su futuro amigo e inseparable Watson y con las mujeres.

¿Sherlock Holmes es misógino?

Retomo ese último concepto, de lde las mujeres. Si me apuráis esta peli aporta una explicación audaz a la misoginia de Holmes. Incluso nos daría unas buenas claves para entender por qué se ha convertido (de mayor) en un tipo poco sociable y hasta algo atragantante. Creo que la mejor manera para definirlo sería que lo compararais con Sheldon Cooper.
 
No perdáis de vista que, años más tarde, el propio Chris Colombus escribirá los guiones de las dos primeras pelis de Harry Potter.
 
Hay algunos pasajes, sobre todo en Hogwarts, que beben de ésta peli. Por si los libros no tuvieran suficientes préstamos de obras precedentes… Así con todo, del mago me quedo con Harry Potter y El prisionero de Azkaban.

El secreto de la pirámide arriesgó y en su riesgo se la jugó

Si la película, por ser de época, podría haber seguido vigente con el paso del tiempo. A poco que su montaje, fotografía y su producción hubieran sido sencillos y acertados… Y aún así, va Steven Spielberg y mete a Barry Levinson en un lío. En un verdadero lío:

Steven Spielberg decide meter escenas digitales

Prescindir de efectos especiales al uso y digitalizar algunas escenas. Y logrará hacerlas eternas, porque todos las recordamos con una sonrisa en el rostro.
 
Se supone que es la primera peli en incluir efectos especiales digitales. Y lo bordan. Por eso Spielberg metió a Amblin Entertainment en el proyecto.
 
Menudo salto con respecto a las maquetas y los maquillajes. Incluso el animatronic de Furia de titanes. ¡Qué lejos quedan los primeros planos en Animación 2D de Almas de metal! De 1973 y, a su vez, germen para todo Parque Jurásico y Jurassic World

¿Será por desarrollo digital?

Su manera de introducir los efectos especiales para recrear personajes virtuales sin maquetas. A base de picar código de ordenador se repetirá después con Batman en 1989. Pero será una técnica cuya consolidación llegará de la mano de Peter Jackson con su Gollum en El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo.

Ellos se hicieron cargo de unos efectos especiales digitales que, si bien están en los orígenes de la digitalización, apuntaban maneras y aguantan el tirón del paso del tiempo.

El mejor ejemplo para ilustrar este razonamiento es la escena del caballero de cristal.

Una pesadilla producida por un veneno que te hace perder la conciencia y el dominio de ti mismo.

El caballero de cristal

Ahora entraré un poco en la trama para que comprendáis qué y por qué está pasando en esta escena. Lo que quiero destacar es lo maravillosamente bien que está hecho el caballero. Es de cristal.

De hecho ha salido de una de las vidrieras de la iglesia y, al tomar vida, sigue siendo plano como el cristal. Lo más alucinante es que cuando sobrepasa a la cámara (viene de frente y pasamos a verle desde atrás) será igual por detrás que por delante, aportando realismo a su naturaleza espectral, de cristal.

Toda una generación descubrió así a Sherlock Holmes

Uno de los personajes más carismáticos de la literatura universal. Carismático y con multitud de luces y sombras que lo hacen más humano si cabe. Con sus puntos débiles y sus flaquezas. Esta peli y la serie del Sherlock Holmes perruno…

Yo tenía todas sus historias en la biblioteca de mi padre. Pero debo reconocer que fueron mis visitas al videoclub para alquilar y volver a alquilar esta peli las que me hicieron disfrutar con uno de mis detectives favoritos. Sin embargo, a fecha de hoy debería competir con Frank Geraldo, de Juan Solo… cuyas novelas me gustaría ver en el cine.

Ya lo he dicho antes y lo repito: esta peli no envejece. Mejora con los años, como el buen vino. La puedes abordar desde numerosos prismas y en todos ellos te deja un buen sabor de boca.

El casting en El secreto de la pirámide

Otro acierto conforme a los cánones estandarizados de los personajes de Sherlock Holmes.

Nicholas Rowe encarna un gran Sherlock Holmes. Un gran Sherlock «joven» pues responde al patrón físico del detective. Incluso se entiende el trabajo que ha hecho (hizo) el muchacho. Supo dar vida a un Sherlock Holmes cuyos maneras y modales están interpretadas a las mil maravillas.
 
También Watson está muy bien caracterizado. Pero no el original, que conste, el popularizado: más regordete y menos atractivo. El verdadero Watson es un excombatiente, por lo que se supone un tipo algo más aguerrido y fuerte. De hecho el Watson literario tiene buena acogida por el público femenino, cosa impensable con éste Watson.
 
Para que os hagáis una idea, el Watson que interpreta Jude Law a la sombra del Holmes de Robert Dawney Jr. sería un poco más fiel al auténtico. ¿Sólo un poco? Os lo explico: para mi la verdadera pareja cinematográfica Holmes-Watson serían estos dos últimos (Downey Jr-Law) pero al revés. ¿Al revés? Justo: si Watson hubiera sido Downey Jr. y Holmes, Law, habría sido la encarnación perfecta.
 
El caso es que aquí nos proponen un primer contacto en una pareja de amigos. En lo sucesivo, serán inseparables, cuando maduren. Con los años se dedicarán a esclarecer crímenes y casos que ni los mejores policías sepan desentrañar.

Esta peli lo tiene todo

Su guion es genial. Ya os he hablado de otros aspectos como los efectos especiales y su reparto… Pero ademas tiene acción. Acción en estado puro. Volvemos a notar la mano de Spielberg. Tiene el alma de En busca del arca perdida y la oscuridad de Indiana Jones y el Templo maldito. Pero en vez de con un arqueólogo, con un detective.
 
Mientras Holmes y Watson se conocen… Londres vivirá con estupor unos suicidios. Sólo el joven Holmes pondrá en tela de juicio que se trate de «suicidios«.
 
La tapadera, efectivamente, será que las víctimas de algo por descubrir se suiciden. Pero serán suicidios inducidos por un veneno. Y lo que es más raro todavía, mediante una cerbatana y sus dardos emponzoñados (como el trasgo de Legend).
 
Una vez emponzoñados con el veneno alucinarán y en sus alucinaciones creerán ver cosas que no existen, pero que ellos viven como reales. El miedo, y pánico a esas pesadilllas hechas realidad se apoderan de las víctimas. Esto será lo que induzca a estas víctimas a huir. Cayendo por ventanas, siendo accidentalmente arrollados por un coche de caballos… por eso se creerá que son suicidios.

Scotland Yard

Holmes irá por delante del inspector Lestrade de Scotland Yard. Así se inauguraría una relación eterna entre el detective y la policía en la que el primero resolverá todos los casos mientras que los segundos no atinarán ni una vez.
 
Usará su intuición y perspicacia combinadas con su carácter científico para ir tirando de un hilo. Por pequeño que sea, hasta deshacer cualquier ovillo por enmarañado que esté y resolver un caso tras otro.
 
Lo vemos desde la primera toma de contacto entre protagonistas.
 
Cuando Holmes descubre el paradero de un trofeo escondido por un compañero y rival suyo en los estudios.

Parecen sacados de Harry Potter, ¿verdad?

Aquí los niños bien son los malos: Podrían ir directos a la casa de Slytherin en Hogwarts. Veo cierto paralelismo entre el Harry Potter (por llegar) y el Holmes retrotraído a su juventud.
 
La diferencia entre la adaptación al cine de Sherlock Holmes por parte de Colombus y las cosas que pasan hoy en día con los guionistas se puede explicar brevemente: Los guionistas de antes tenían cultura, talento e imaginación.
 
Columbus era consciente de las libertades que se había tomado rejuveneciendo a Sherlock Holmes. Y reinventando el primer e hipotético encuentro con Watson. Lo sabía y confesó el miedo que sentía a que los lectores de Holmes se sintieran defraudados.

Cuestión de guion

Hoy en día los guionistas, (menos los que vienen de dos o tres décadas para atrás) son pésimos. No saben escribir porque no saben leer. No saben inventar porque carecen de cultura. No sueñan porque no saben imaginar.
 
No tienen la humildad que demostró el letrado Columbus. Cuanto más iletrado se es más soberbio se es también. Y si no que se lo pregunten a Johnny Storm de Los 4 Fantásticos. Antaño un buen guionista procuraba no diferir demasiado del texto original. En caso de hacerlo, procuraba ser lo más respetuoso posible con la fuente.
 
Ahora no.

A años luz de los guiones Woke de hoy

Hoy falta el talento para escandalizar al público con guiones disruptivos. Lo compensan mancillando obras de toda la vida y pervirtiendo la naturaleza de sus personajes: al blanco lo hacen negro y al heterosexual lo homosexualizan. Ese es el único aporte del guionista hoy en día.
 
Meterte el dedo en el ojo para que no veas que de letras va cojo. Las primeras ciento ochenta veces puede hasta tener su gracia. Ahora no hay película que no recurra a uno de esos clichés «buenistas«.
 
Premsias Woke que no para mejoran obras, porque las arruinan. Como están arruinando, también, a las productoras. El público, harto de la nueva censura y conciencia Woke está castigando a las producotras que usan el cine como medio de expresión política. Lo que es lo mismo que usarlo para hacer propaganda e ingeniería social.
 
Es lo que nos ha tocado vivir en nuestros días.

Young Sherlock Holmes

Sobre las traducciones no opino. Ahí siguen igual de mal que hace veinte y treinta años. Y si no que me expliquen cómo traducen «Young Sherlock Holmes» (Joven Sherlock Holmes) como «El secreto de la pirámide«. Con razón se estrelló la peli en su estreno y no sacó la cabeza fuera del agua hasta que llegó a los videoclubes. Y para entonces ya fue demasiado tarde.
 
Quitar el nombre de Sherlock Holmes del título de una película del mismo es como pescar sin anzuelo. El público dio la espalda a esta película maravillosa por desconocer el nombre del protagonista.
 
Dentro de su costumbrismo veremos la vida cotidiana de los estudiantes universitarios londinenses de la época. Veremos también sus usos deportivos, practicando esgrima con los profesores. Al más puro estilo Cyrano de Bergerac. Incluso contra su futuro enemigo…
 
Escena que, junto con la del violín, nos muestran el empeño con que emprende cada área de aprendizaje el joven detective. Asume su derrota en manos de su profesor de esgrima. Pero no tolera no ver avances en su aprendizaje de violín con menos de una semana de prácticas.
 
Hasta aquí, si fuéramos espectadores americanos, llevaríamos la trama con normalidad: es la presentación de los personajes.
 
El tal Watson, lejos de fornido y atractivo, será presentado como un muchacho regordete y algo glotón.

Waxflatter Ornithopter

También conoceremos a Elizabeth, sobrina de su otro profesor Rupert Waxflatter. Un profesor erudito y jubilado versado en múltiples facetas de la ciencia. Empeñado en fabricar un artilugio que le permita volar e iremos intercalando sus apariciones, un tanto excéntricas, haciendo pruebas (fallidas) una detrás de otra.
 
El artilugio responderá al nombre de Waxflatter Ornithopter y funcionará dando pedales. Ni que decir que esas «pruebas fallidas» implican castañazos. Severos. Pero que no borran la sonrisa del profesor: Un optimista compulsivo que va descubriendo errores que pulir para mejorar su aparato con cada costalazo que se pega.
 
Pero el espectador español echa en falta algo…

La pirámide

¿No se titula (en español) la película «El secreto de la pirámide«? Pues falta eso, una pirámide.
 
Y cuando aparezca será para desatar la imaginación y la aventura reproduciendo el clásico formato de una secta secreta. Con un culto milenario y secreto y los pertinente sacrificios humanos.

Sherlock Holmes a tumba abierta

  • Ya habremos puesto a prueba su capacidad de deducción. Con el reto de descubrir el tesoro escondido por su compañero en la Brompton Academy de Londres
  • Habremos visto su gusto por la ciencia
  • Su talento y su persistencia a la hora de aprender y razonar
  • Le hemos visto luchando haciendo esgrima
  • Ahora toca ver al aventurero intrépido que se enfrenta al destino armado con su deseo de triunfar sobre su enemigo
 

Rame Tep

Los de la secta responden al nombre de Rame Tep. Culto egipcio a Osiris supuestamente extinguido. Estos resultan ser los responsables de los dardos lanzados con cerbatanas. Los que han ido sembrando de «suicidios» Londres. Suicidios inducidos, mejor dicho provocados por el alucinógeno que llevan los dardos.
 
No solo localizarán la pirámide subterránea, (en Londres te puedes encontrar de todo). También lograrán evitar uno de esos sacrificios echándose encima a todos los miembros de la secta.
 
Se escaparán y llegarán a un cementerio. Allí, cada cual caerá en sus propias alucinaciones. Por efecto de algunos dardos lanzados que han hecho diana en ellos.
 
La aventura crece y la trama se retuerce hasta que por fin se suceden los enfrentamientos de rigor: Peleas, esgrimas reales, persecuciones e intento de asesinato que trasciende al intento cuando Elizabeth se interponga entre la bala y Sherlock Holmes.

¿El amor de su vida?

Quizás sea éste el motivo poético (e hipotétitco) por el que después Sherlock Holmes viva apartado de las mujeres. Quizás por esta mala experiencia que le rompió el corazón en su juventud.
 
Sherlock tendrá que cambiarse de escuela para poder superar la pérdida de éste amor y pasar página para prepararse para ser el excéntrico en el que llegará a convertirse.Así termina la peli… ¿o no?

Lo que sí sabemos, espectadores y lectores es que pasarán unos años de formación (académica) para Holmes y «formación» (militar) para Watson antes de volverse a reunir.

En su despedida Watson le regala su primera pipa y cierra, como abrió, la narración omnisciente de la película. Al más puro estilo Adso de Melk en El nombre de la Rosa. Cuyo protagonista, Fray Guillermo de Baskerville, creado por Umberto Eco, es otro homenaje directo al Sherlock Holmes de Sir Arthur Conan Doyle.

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