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Cómo entrenar a tu dragón

Tabla de contenidos

Ficha técnica de Cómo entrenar a tu dragón

Título: Cómo entrenar a tu dragón
Título original: How to train your dragon
Dirección: Dean DeBlois y Chris Sanders
Año: 2010
Duración: 98”
Nacionalidad: USA, Finlandia
Productora: Dreamworks

Este vikingo es una ruina

Un pobre muchacho que no destaca en nada. Pero pone empeño en todo y hará cuanto esté al alcance de su mano para retener la mirada de su amada, Astrid. Pero para ello, primero tendrá que hacer que ella descubra que existe.

Astrid es la quintaesencia de una mujer vikinga

Arrojada, directa, dura de pelar, valiente, no conoce el miedo, decidida y orgullosa. Esto en cuanto al carácter. Porque hay que sumarle que es arrebatadoramente bonita. Hasta quitar el “Hipo”. Casualmente así se llama nuestro protagonista. Astrid tiene ojos que paralizan y congelan, de un hermoso y profundo azul… Entendemos perfectamente al pobre enamorado.
 
Así pues, Hipo, que para colmo es el hijo del jefe del Clan, Estoico, vikingo fuerte y ejemplar. Avergonzado de su hijo desde que naciera, al no responder a ninguno de los patrones de un vikingo, pues resulta enclenque y pese a su decisión, poco válido a la hora de hacer lo que todo vikingo ha nacido para hacer: luchar. Y en el caso de esta película, nada menos que contra dragones.
 
De ahí el título… «Cómo entrenar a tu dragón«.
 
A partir de ahí, la película, dentro de su sencillez, encandila. Por original y divertida, por entretenida y enérgica.

Sobre los vikingos…

Pues es bien cierto que los vikingos, más allá de la leyenda romántica que les convierte en feroces guerreros: lo eran. Aun más de lo que podamos imaginar. Y si no, que se lo pregunten a los pueblos europeos, que los padecieron durante siglos.
 
Hicieron de las suyas desde Escandinavia hasta España. Pisaron África y por el este llegaron hasta Rusia.
 
Tomaron ciudades, asaltaron puertos, hundieron tantos barcos como se cruzaron. Los hay que hasta les otorgan el privilegio de haber sido los primeros en llegar al nuevo mundo, lo cual todavía está por verse. Pero no sería de extrañar, con sus drakar atravesaron mares y corrientes, remontaron ríos y burlaron vientos.
 
Llegaron a someter a la corona inglesa obligándoles a pagar tributo e impuestos a cambio de no saquear sus aldeas costeras.

El llamado “Danegeld” u oro danés

Fundaron ciudades, como Jorvik, (actual York), en cuyo patrimonio encontramos ruinas y genes vikingos.
 
Unos vikingos que no conocían el miedo. Que no se rendían jamás. Antes de aceptar ser retados: retaban. Tipos que por mucho defenderse usaban casco, escudo y cota de malla, eso los vikingos al uso, que sus guerreros más temidos, (y temibles eran todos), eran sus berserker.

Los berserker

Guerreros que usaban el hacha de doble filo de dos manos. Se arrojaban desnudos al fragor de la batalla. Eso sí, sin reparar en si rebanaban la cabeza a propios o extraños. Cuando entraba en éxtasis, el berserker no tenia más alma que la que le transmitía su hacha. Y el ansia por cortar cabezas no frenaba su mano. Sin importarle, como os decía, que la cabeza fuera de uno de los suyos o de los otros.
 
La vikinga era una cultura que hacía de la guerra su motivo de existencia. Navegaban como los ángeles entre las nubes. Siempre con el mismo fin: inyectar los ojos en sangre y arrancar cabezas a pares. Si en vez de dar la muerte, la encontrabas, era aun mejor. Valhala te esperaba con bellas valkirias para agasajarte en la mesa de los valientes…

Vikingos & Dragones

Pues bien, en la película que nos concierne hay vikingos y hay dragones. Dragones que hay que matar y exterminar, porque son enemigos declarados de todo cuanto se mueve…
 
Y en su muerte, o en cómo matarlos es en lo que emplean la mayor parte de su tiempo estos vikingos. De hecho entrenan desde chiquititos. Como los protagonistas de la película, hasta convertirse en temerarios cazadores de dragones.

Recibir escudo, hacha y casco…

Y por favor, para quienes vean la película, que nadie olvide percatarse de cuál es el origen del casco que usa Hipo, que es para hacer mención aparte, pero me lo callo por respeto a los que todavía no la han visto).
 
El vikingo era un pueblo pescador que gustaba de los ahumados como método para conservar sus arenques y salmones. Mencionaba antes Jorvik, o York, y os recomiendo visitar esta ciudad. Así como el Jorvik Viking Center. Un museo etnográfico que reproduce fielmente el origen de la ciudad reproduciendo una aldea vikinga en el subsuelo de la ciudad.
 
Como os decía, pescador, ganadero y poco amigo de la agricultura. Fundamentalmente por las escasas cosechas que arrojaban sus tierras sumidas en un invierno de nueve meses con una capa de nieve casi perenne.

¡Qué banquetes!

Vemos en la película cómo beben cerveza como si fuera agua.
 
Cervezas, hidromiel y festines copiosos celebrando sus incursiones en territorios hostiles. No de otros clanes, en esta película, sino de los dragones. Dragones cuyo vínculo se logrará compartiendo el alimento: alimentar a tu mascota y más aún, comer de lo que la has dado de comer hará que se superen las diferencias con estas criaturas.
 
Y todo esto, como decía al principio, enmarcado en el cuerpo de un muchacho que en principio, no vale para convertirse en guerrero. Ni en cazador. Pero que usará lo que más tiene, ingenio, optimismo compulsivo y un carácter de solucionador para salir de todos los líos en los que se meta. Y para resolver todos los que provoque.
 
Lucha y lucha para alcanzar su meta. Pasa por los dragones que tenga que pasar. Hasta lograr enamorar a su vikinga rubita y fierecilla que reparte estopa con la furia de un berserker. Para demostrar a la aldea que es un vikingo válido y hacer ver a su padre que sí tiene por qué y por quién sentir orgullo.

 Hasta aquí Cómo entrenar a tu dragón

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