Tygra es el mejor ejemplo para ilustrar que no todo el cine de animación es cine infantil. Aunque muchos padres lo descubrieron tarde. Y ya en el cine. Y tuvieron que decidir entre quedarse y ver una peli de dibujitos con una violencia extrema o salirse de la sala.
Frank Feazetta, un ilustrador veterano, unió la magia de sus pinceles, y sus rotuladores, a la dirección de Ralph Bakshi. Él es el responsable de las ilustraciones con que nos deleita esta película. El guion lo hicieron a medias, mano a mano, el director y el ilustrador, junto con otros dos guionistas: Gerry Conway y Roy Thomas, a quienes conocían porque venían de escribir cómics de Conan para MARVEL.
Espada y brujería
Este clásico del cine fantástico, y «cine de espada y brujería» (el mismo género que Conan) se ha convertido en un clásico. Un referente (para algunos de mal gusto) de este género, pero con una peculiaridad: es una peli de animación.
No de personajes reales, ni de dibujos animados. Ni digital, cosa impensable por aquellos tiempos. Estamos ante un nuevo alarde del rotoscopio a cargo del mismo director que ya abordó la fantasía cinematográfica en 1978. Me refiero, por supuesto, a Ralph Bakshi.
Ralph Bakshi y el rotoscopio
El director de otro gran clásico, también de fantasía, y también filmado con la técnica del rotoscopio: El Señor de los Anillos. Peli que ha envejecido igual, incluso peor, que ésta.
Esto se debe, precisamente, al rotoscopio. En su momento revolucionario pero, pasadas las décadas, ha quedado un pelín obsoleto. Os recuerdo que se trata de una técnica cinematográfica en la que primero se graba a actores y después se colorea la película y se proyecta dibujando los personajes sobre las personas que los interpretan. De este modo se procura hacer un dibujo hiperrealista. Visto con ojos de finales de los 70’s, y de principios de los 80s era lo más. Pero visto con los ojos de nuestros días eso es lo que hace que la peli resulte «raruna» y extraña.
Eso es lo que hace que haya envejecido.
Y eso que en esta peli se tomó la molestia de dibujar la mayor parte de los escenarios. Es decir, de pintar la naturaleza viva, y muerta, tanto como los personajes. Esto eleva el equilibrio visual porque, al fin y al cabo, estamos viendo dibujos pintados sobre dibujos, por mucho que los seres humanos partan de imagen real. Esto es crucial porque en la adaptación de la obra de Tolkien Bakshi hizo lo mismo con muchos de los personajes, pero otros los dejó sin pintar. Y proyectó el negativo invertido, por lo que en la pantalla veíamos, lo que podríamos llamar, lo opuesto a un positivo. Eso convirtió la peli de 1978 en oscura y tenebrosa. Cosa que no termina de pasar en ésta.
Dibujos: personajes y escenarios…
Ya he mencionado a Frank Feazetta, dibujante. Llevaba más de cuarenta años en el mundillo del pincel, por lo que sabía lo que se traía entre manos. No creo que lo hubiera hechoantes, dibujar, sobre un negativo de película, pero lo hizo de maravilla. Otra cosa es que haya envejecido mejor o peor, por el trato que tuvo la peli y porque el tiempo, ahora digitalizados, castiga en demasía estos productos artesanales. Hasta el punto de dejar de ser entendidos y comprendidos y terminar siendo injustamente vilipendiados.
Hay escenarios y escenarios. Y todos los de esta peli están hechos por James Gurney y Thomas Kinkade. Aunque más que de «escenarios» debería hablar de escenografía, porque de eso se trata al fin y al cabo. Estos dos artistas son dos de los más reputados en su época, el uno por sus pinturas de fantasía y el otro por sus paisajes costumbristas.
Los que están dibujados rescatando imagen previa y los que están dibujados por entero, sin respetar nada de lo preexistente. En el primer caso volvemos a ver escenarios abigarrados y saturados de todo tipo de efectos, o detalles, en busca de relieves y profundidades. Pero qué deciros de los segundos. Cuando estamos en los salones del palacio del rey Jarol en Firekeep, por ejemplo. Ahí vemos brocha gorda volviendo a buscar relieves y texturas con resultados más bien… curiosos. Por llamarlos de algún modo.
Hipersexualización
La verdad es que iba a decir «hipersexualización femenina», pero si echáis un vistazo a la peli creo que debería dejarlo en mera hipersexualización, tanto femenina como masculina.
Es verdad que Bakshi, el de El gato Fritz (1972), y Wizards (1977), nos tiene acostumbrados a los que hemos visto sus pelis, siquiera una vez. Pero esta peli se le escapa de las manos. Con la excusa de contextualizar su peli, o su aventura, en un mundo de fantasía, primitivo y violento sin medida, nos pintó (nunca mejor dicho) mujeres y hombres ligeritos de ropa.
Por eso no podríamos, ni deberíamos, hablar de hierpsexualización femenina. Porque los personajes masculinos están igualmente sexualizados hasta el extremo. El único argumento que cabría esgrimir, si quisiéramos defender tal extremo es la aparente muestrra de fragilidad de Tygra, la protagonista. Pero ni Tygra es débil, y para muestra su manera de terminar con uno de sus enemigos a zurriagazos.
Si me preguntárais mi opinión, yo sí diría que Tygra está sexualizada (insisto, tanto como los personajes masculinos), pero tenemos que poner esta peli, y a la propia Tygra, en contexto. Por un lado como os decía, dentro de la obra de su director, Ralph Bakshi. Y segundo por su época, pues no debemos olvidar Heavy Metal (1981), que no le va a la zaga a ésta.
Y no sólo eso… Me refiero a la Sociedad de entonces, en la que era normal entrar en un taller y ver los calendarios con mujeres semidesnudas o publicaciones como Interviú y el AS, que se valieron de las mujeres para atraer lectores masculinos.
Lo mismo pasa con Conan, Ator y Red Sonja…
Y con Dar, El señor de las bestias, Los bárbaros… por no mencionar el colmo de todas ellas: La reina de Barbaria.
No es ésta peli, era aquella Sociedad, la que vimos reflejada, y así lo expliqué, en Quadrophenia, en la que expliqué la revolución sexual femenina y la incorporación del ocio en las agendas occidentales. Lo que agudiza ese aspecto de hipersexualización, en este caso, es el primitivismo de los antagonistas de Tygra.
Seres grotescos, oscuros, simiescos y perversos que, por oposición a los protagonistas: un perfecto vikingo y un indio escultural, resultan repulsivos. Aunque los jefazos de los malos, de este ejército grotesco, son dos personajes que bien podrían proceder de Melniboné, como si se tratara del mismísimo Elric.
Hubo otra espada y brujería. Una más light y, si cabe, atractiva. Aquella que incluía títulos como Legend (una de mis favoritas por aquellos tiempos) y Krull, a caballo (nunca mejor dicho) entre este género de fantasía y el Space Opera de La guerra de las galaxias. Como veréis no tubimos pocas pelis del género en los 80s, y eso que no he añadido pelis todavía más light que las anteriores, como la eterna La princesa prometida. Una joya del género con una pátina de comedia romántica que la convierten en entrañable.
Juegos de rol
Estas pelis coincidieron con la llegada de los juegos de rol. La última es tan reciente como de 2023: Dungeons & Dragons: Honor entre ladrones. E inspiraron centenares de partidas que tomarían como referencia a los héroes que vemos en pantalla y sus aventuras.
No dejamos de estar frente a una partida de rol en la que los personajes se conocen al principio de una misión y tienen que aunar sus fuerzas, y sus esfuerzos, para cumplir una misión. Si ésta te la encarga un rey y, de por medio, media una princesa el guion se escribe solito.
De qué va Tygra: Hielo y fuego
Partimos de la rivalidad entre dos territorios tan opuestos en su geografía como en sus habitantes. Por un lado está Firekeep y por otro Icepeak. De ahí viene lo de Hielo y fuego, que tendría que haber sido el verdadero título dela peli de haberse traducido literalmente del título original en inglés: Fire and ice. Porque un reino está erigido en un glaciar y el otro al lado de un volcán.
Todo empieza con un soplo de maldad en la fortaleza de Icepeak. Cuando la perversa reina Juliana se confabula con su hijo Nekron (casi el vivo retrato de Elric de Melniboné) para apoderarse de los reinos limítrofes. Vamos, que se marca un Putin e invade al vecino.
Para ello lanza sus hordas de semihumanos, por no llamarlos orcos… Y entre ellos envía una delegación diplomática a Firekeep, eso sí, a la par que envía un puñado de esos semihumanos simiescos y de piel oscura para raptar a la hija del rey Jarol. Esa muchacha es Tygra, cuyo nombre nos cuelan en el título en español.
Hielo y fuego
Buena parte de este inicio de la peli la dedicaremos a acompañar a Tygra, secuestrada por los semihumanos. La llevan rumbo a Icepeak, pero ella logra zafarse de ellos, mientras se da un baño en el río y los tiene embobados porque luce su cuerpo, semidesnudo tras entrar y salir varias veces en el agua. En una de esas, ¡zas! Se sumerge y adiós muy buenas. Bucea hasta la otra orilla y despista a sus raptores que no son capaces de seguirla ni nadando ni siquiera con la mirada.
Se ha escapado, al más puro estilo Apocalypto, pues toca volver a casa huyendo de sus perseguidores.
En esas se topará con un muchacho, de buen porte, llamado Larn. El único superviviente de otro ataque de los mismos semihumanos a su reino. Ni que deciros que se unirán y partirán juntos rumbo a Firekeep, escoltado, esta vez, por el rubito que se acaba de encontrar. Con tal mala fortuna que volverán a cruzarse con los bestias de antes. Larn no puede con todos ellos y Tygra vuelve a ser capturada. Secuestrada. Y llevada de nuevo a Icepeak.
Entonces aparece un tercer protagonista, un tal Darkwolf. Un guerrero misterioso y poderoso que oculta su rostro debajo de una piel de lobo negro. Larn es rescatado, auxiliado y curado por el tal Darkwolf, que se revela como todo un Aragorn localizando el rastro de los semihumanos.
Semihumanos sacados de la Agenda 2030
Unos semihumanos que, en realidad, podrían ser los embajadores de la Agenda 2030. Carecen de civilización, son bestias inhumanas, tratan a la mujer como un objeto y comen gusanos. Vamos, el futuro inmediato de Europa como no cambiemos de rumbo antes de seis años: Violencia, robo, delincuencia, ausencia de cultura y un retorno o, mejor dicho, una involución total que nos llevará al Neolítico, como poco.
Darkwolf y Larn encuentran a los de la Agenda 2030 y se las ingenian para emboscarlos mientras duermen. Estas escenas de combate quizás sean las más logradas y las más espectaculares de toda la película.
A partir de aquí fantasía e imaginación irán de la mano hasta el final de la peli. Toneladas de fantasía y toneladas de imaginación, y todo para bien, de verdad. Siempre y cuando te guste Bakshi, te guste el subgénero y te guste la técnica empleada para filmar esta peli. Más que para filmarla, para producirla tras ser filmada.
En contra de todo pronóstico, quien se enfrentará a Nekron, el malo, será el guerrero místico. Magia y fuerza bruta enfrentados como ocurría en Conan, y en las aventuras de Elric de Melniboné… Hasta el momento en que el rey Jarol consuma su venganza dejando correr ríos de lava sobre el reino de hielo para que su fuego funda el hielo de Juliana.
La recta final está genial. Para los amantes de los cómics, y de las pelis de animación, así como para los amantes del subgénero fantástico de Espada y brujería. Estamos ante una de las mejores pelis de dicho género. Una locura visual hecha mediante rotoscopia. Actores de carne y hueso sobre cuyos físicos se pinta y se dibujan personajes que parecen sacados de un cómic animado con un gusto y un talento que no se pudo igualar hasta la llegada de Beowulf.
Por cierto, si estás entre algunos de los fans que he mencionado, o simplemente eres filólogo, o te gusta la mitología nórdica habrás leído Beowulf. Lo hayas hecho o no, tienes que ver esa peli. Ha recibido un millón de críticas pero me juego lo que sea a que ninguno de los que la han criticado se han leído la obra literaria en la que se basa. Por eso te la recomiendo, porque es una peli que bien merece la pena ser vista.
Por ver, veremos hasta un diálogo de Larn con un cadáver alzado de su tumba. Nada que no hayamos visto, celebrado y reído los afortunados que fuimos al cine para ver Dungeons & Dragons: Honor entre ladrones.
Películas mencionadas en Tygra
Dungeons & Dragons en el cine y en las series
Y si no ha sido suficiente esta sobredosis de cine fantástico, y al cine de espada y brujería, de los 70s y de los 80s… Os dejo mi podcast sobre los juegos de rol en el cine y en las series, para rematar con un repaso a mis tardes de sábado de los años 90s.