Abierto hasta el amanecer

Ficha técnica de Abierto hasta el amanecer

Título: Abierto hasta el amanecer
Título original: From dusk till dawn

Director: Roberto Rodríguez

Nacionalidad: U.S.A.

Año: 1996

Productor: Gianni Nunnari, Meir Teper

Productora: Dimension Films, A band apart, Los Hooligans Productions
Distribuidora: Miramax Films

Duración: 108’

Guión: Quentin Tarantino, Robert Kurtzman

Música: Graeme Revell

Montaje: Robert Rodríguez

Ficha artística

George Klooney – Seth Gecko
Quentin Tarantino – Richie Gecko
Michael Parks – Earl McGraw
John Hawkes – Pete Bottoms
Harvey Keitel – Jacob Fuller
Juliette Lewis – Katherine Fuller
John Saxon – Stanley Chase
Ernest Liu – Scott Fuller
Salma Hayek – Satánico Pandemónium
Tom Savini – Sex Machine
Danny Trejo – Razor Charlie
Fred Williamson – Frost
Tito & Tarántula – The titty twister house band

Publicada en 2013, editada 2023

Siempre pensé que la primera peli que comentara, relacionada con Tarantino, en el fancine sería Kill Bill. Pero se me resiste.

De hecho llevo dos pelis, casi consecutivas, comentadas en las que colabora con Robert Rodríguez. La otra es Sin City. Lo más curioso ha sido echar un vistazo al blog y comprender que, de tapadillo, ya hizo acto de presencia al comentar Asesinos natos, de 2004. En la que también aparece Juliette Lewis. Esa peli la comenté en 2013, ¡hace 5 años! No obstante llevo 252 pelis comentadas…

Abro un pequeño paréntesis para actualizar este último dato. Hoy estamos a 7 de octubre de 2023, y estoy terminando la edición de tod las pelis en mi nueva Web de cine «elfancine.com» y al toparme con este dato, actualizo: No hace ya 5, (el comentario original es de octubre de 2018) sino 10 años y no llevo 252 pelis sino 462.

Tarantino & Rodríguez

Sigo con la peli… Enfrentándome al tándem Tarantino & Rodríguez. Con una película canalla donde las haya: Abierto hasta el amanecer. Os prometo que en su día fui a verla varias veces al cine, me partía de risa, casi tanto como con El día de la bestia, que la tenía bien «recientita«, de un año antes.

En esta peli cambio de registro. Vengo de comentar Entrevista con el vampiro y El sexto sentido.

Sé que es un cambio drástico, atenuado, eso sí, por tratarse de una comedia. Si eta peli hubiera tenido alguna pretensión se habría estrellado. Bueno, de hecho se estrelló. El equipo Clooney, Keytel, Rodríguez y Tarantino no sirvió para evitar que se desplomara y se hundiera en la taquilla. Sin embargo con el tiempo se ha convertido en una película de culto. Por divertida, por lo bizarra que es y por su culto al «bad taste«, al mal gusto. En algunos momentos se me antoja demasiado «kitsch«, pero intuyo que es parte de su gracejo. Si no no estaría aquí comentándola.

No busques una fotografía exquisita como la de El sexto sentido, ni su guión. Tampoco busques la harmonía de Entrevista con el vampiro, si me apuras, ni la banda sonora, aunque se deja escuchar. Ahora bien, si te quieres divertir. Si te gustan las vísceras y si te gustan los vampiros, entonces sí. Prepárate unas palomitas y cómetelas antes de que entren en «La teta enroscada» o se te atragantarán. Avisado quedas.

100% Tarantino en la frontera de México

Tiene todo lo que puedes buscar en una película de Tarantino. Estoy seguro de que si no fuera director de cine llevaría quince años en el corredor de la muerte esperando su turno.

Sádicos, sangre, asesinos, groseros, palabrotas, sangre, sensualidad, sangre, violencia desmedida, chulos, sexualidad, rechulos, fetichismo, sangre y más chulos. Y un predicador retirado porque ha perdido la fe. Todo esto con vampiros, moteros y camioneros en la frontera entre los Estados Unidos y México.

Casi podría dar por terminado el comentario de Abierto hasta el amanecer. Solo con el párrafo anterior la he descrito mejor que cualquier tuitero cinematográfico. Quizás no haya mencionado que se ve algo de sangre, pero ya lo descubriréis según avance la peli.

Por tener tiene hasta el clásico plano del maletero que vemos en las películas de Tarantino. Porque tiene su sello. No se puede negar. Quizás sea esto precisamente la que la sacó a flote después de caer a pique tras su estreno.

George Clooney

Esta peli supuso el verdadero debut cinematográfico de George Clooney. Ya era famoso como actor de televisión, de hecho estaba en su segunda temporada de Urgencias, ni más ni menos. Y ya había hecho alguna peli. Pero es por lo de Urgencias que arriesgó tantísimo metiéndose en el pellejo de un delincuente de baja estofa. Uno que cuida patológicamente de un hermano al que le falta un hervor. Igual de delincuente que él y sádico hasta la médula. Y para colmo termina peleando con vampiros.

Es guapo, muy guapo, eso sí, es innegable. Pero cogió una postura y un gesto, es decir, puso una pose y no los soltó durante toda la peli…

Su paso previo por el cine otras ocho pelis que creo que no recuerda ni él. De hecho sus dos mejores películas (para mi gusto) llegarían cuatro años después, ambas en 2000: O brother! y La tormenta perfecta, de Wolfgang Petersen. El director de El submarino. En el fancine tengo comentada Buenas noches y buena suerte, pero no es una de sus pelis buenas. Tampoco tiene tantas buenas, las cosas como son. Me cae fenomenal pero no es que haya sido un portento eligiendo representante.

Harvey Keitel

Quien ya tenía un nombre de verdad en el cine era Harvey Keitel.

Menuda filmografía tiene a sus espaldas. Los más noveles de aquellos tiempos le reconocerían al instante por ser el Sr. Lobo de Pulp Fiction (glorioso): O por el Sr. Blanco en Reservoir dogs. Sin embargo su mejor papel (y esto es subjetivo) será el de Gabriel Feraud en Los duelistas, de 1977. Primera peli dirigida por Ridley Scott.

Juliette Lewis es una chica Tarantino

Como las chicas Almodóvar pero sabiendo actuar. Quizás por aquellos días, desde Asesinos natos un poco fetiche del director… algo afín (aparentemente) a algunos fetiches…

Su mejor papel quizás fuera en Diario de un rebelde o en El cabo del miedo. Lo cierto es que encaja en el papel de actriz para un Tarantino que traslada sus gustos a la pantalla. No se pude negar que puede interpretar a las mil maravillas las dos caras de la moneda. Puede ser ángel y demonio, por lo que para ésta peli venía al pelo.

La peli tiene algo de Road movie

La primera parte de la peli podría ser considerada una road movie. De hecho se trata de una fuga en la que los hermanos Gecko han puesto los pies en polvorosa dejando un río de sangre a su paso.

Los Ranger no tendrán demasiada dificultad para seguirles la pista, cosa que lamentarán.

Rangers, policías, banqueros, camareros… da igual. No saben lo que significa el valor de la vida. Para ellos es cuestión de constante supervivencia: vives tú o vivo yo y para que uno sobreviva el otro ha de morir. Son las reglas del juego en el submundo que les ha tocado vivir.

Santuario de fugitivos

El destino, caprichoso, hará que se crucen con una familia un pelín peculiar que está de vacaciones. Una niña resabida, un chino adoptado y un padre que resulta ser un predicador en plena crisis de fe. No solo se cruzarán, los secuestrarán y usarán su caravana para cruzar la frontera con México.

Allí esperan encontrarse con un tal Carlos que les dará paso franco hasta «El Rey«, un santuario para fugitivos que no hace preguntas mientras pagues el 30% de tus botines.

Como paso previo, tras cruzar la frontera, tocará hacer parada y fonda en un bar de carretera. Me he quedado algo corto, en un bar de striptease mexicano en el que no serán bien recibidos por no ser ni moteros ni camioneros. El nombre del sito promete, La teta enroscada, y su cartel lo ilustra bastante bien.

La teta enroscada

Lo mejor es el relaciones públicas que saldrá a recibirles. A ellos y a todos los deshechos humanos que osan parar en un sitio inmundo como éste en medio del desierto. Un tipo dulce, sensible, cordial, fino y con un gusto delicado que supura clase y formación por los cuatro costados.

Por cierto, tratará de cerrar el paso a nuestros protagonistas y los hermanos le propiciarán una paliza que le hará caer redondo en el suelo y morder el polvo.

El camarero también será todo cortesía y elegancia.

Los hermanos Gecko nunca se habrán caracterizado por su don de gentes y su infinita capacidad para hacer amistades. Y esta noche no será una excepción.

El camarero los vacilará y les dirá que no son bienvenidos por lo mismo que apuntaba antes: no son ni moteros ni camioneros, cosa que tensa la escena y esperamos que se enzarcen en cualquier momento.

Será e reverendo quien calme la situación enseñando su carné de camionero, necesario para conducir su caravana. Al camarero no le quedará más remedio que tragar y dejarles pedir sus consumiciones y dejarlo pasar. En la transición de la barra del bar hasta la mesa en la que les esperan los demás. Veremos a una de las bandas de rock más sui generis del panorama: The titty twister house band. Lo que equivaldría a decir «lo mejorcito de cada casa«.

Iremos viendo varios barridos generales del lugar que nos descubrirán personajes que luego cobrarán protagonismo conforme avance la cámara.

De nuevo la crem de la crem

Menuda colección de personas hay ahí dentro. No se libra ninguno, ni clientes ni empleados, son la mayor colección de detritus humanos que podremos ver reunidos en un club de alterne en la carretera (esto me recuerda al «ósculo» de Airbag).

Todo normal.

Hasta que aparece ella. Satánico Pandemónium, una bailarina cuya mera presencia silencia la estancia.

Satánico Pandemonium

Aparece Salma Hayec en un plano tan forzado que parece incluso de media estatura. La verdad es que impone en la pantalla, quizás porque la rellena entera. A lo alto por la perspectiva, a lo ancho por natura.

Su actuación supondrá la calma chicha antes de la tempestad.

No podemos negar la bella factura de la escena, recurso que pulirá con el paso del tiempo y alcanzará su punto álgido (me refiero a dentro de la filmografía de Rodríguez) en Sin City con Jessica Alba.

La audiencia guardará silencio y, el que más el que menos, la devoran con la mirada. La desean desde el primer instante en que irrumpe en escena. Ella sabrá usar su instinto más animal posible, para detectar una presa, aquel que la desea con mayor ansia. No podría ser otro que Richie, el hermano enfermo. Violador, sucio, obsceno, fetichista, agresivo, asesino… digamos que estaba en su ambiente, sobre todo cuando ella danza dirigiéndose a él y brinda con alcohol usando su propio cuerpo como copa.

Tensión sexual en la sala…

Hasta que regresa el relaciones públicas. Se ha recuperado de la paliza y entra en busca de venganza: busca a los dos animales que lo patearon para echarles del bar.

¿Echerles?

Ni mucho menos.

Una de las bailarinas atrancará la puerta por dentro al grito de «la cena está preparada«. Entonces descubriremos su verdadera naturaleza. Los empleados del bar no son seres humanos, son vampiros. Y se alimentan con la sangre de moteros y camioneros.

Vampiros

A partir de esta secuencia la película caerá en picado, entra en barrena y conforme vaya creciendo su crutez nos reiremos más y más. La verdad es que este es el momento decisivo. El punto de no retorno: sigues viéndola y te ríes mogollón o apagas la peli y lamentas cada céntimo invertido en ella.

Demos por bueno que seguimos.

Entonces empezaremos a ver una pelea de salón. Obviamente todos los personajes repartidos por la sala se unirán a uno u otro bando en función de su naturaleza: humanos contra vampiros. No es complicado. Entre los nuevos «aliados» que entran en escena destacan dos: Frost, un negro como un armario empotrado y Sex Machine, cuyo nombre lo dice todo.

Pero echo el freno antes de seguir con la pelea.

Hace un par de párrafos, más o menos, he puesto en duda la factura de la peli en este segundo tramo, cuando irrumpen los vampiros. Es que la peli tiene dos partes completamente diferentes. Podríamos decir que hasta el comienzo de la pelea estamos viendo una película y acto seguido empezamos a ver otra diferente.

¿Muy diferente?

En mi opinión tanto que, como digo…

Parecen dos pelis independientes

La primera parte tiene el sello, o el gusto, de Tarantino. Nos presenta un territorio árido y árida es la imagen que lo representa. La fotografía se tiñe de luz del sol y se tiñe al mismo tiempo del color de la arena del desierto. Invade nuestras retinas y nos colorea la película para ambientarnos en un territorio en el que la luz y su reflejo serán un protagonista más de la peli. Por contraste la roca tallada y oscura, sumida, valga la redundancia, en la oscuridad de una caverna será el contrapunto efectista y lumínico entre la parte de Tarantino y la de Rodríguez.

En la parte de Tarantino todo es armonía. Tanto que incluso el maníaco, el depravado y el perturbado mental de Richie imprime hasta cierto punto de finura en su grotescos gustos. Se muere por matar, se alimenta del sufrimiento ajeno y es absolutamente insensible. Incapaz de concebir piedad por nada ni por nadie. Y aún así Tarantino lo plasma con cierta belleza. Por su fotografía, por los ángulos que usa para acercarse a él… por la luz, no sé por qué, pero lleva su sello y luce impecable.

Volvemos a la madriguera de murciélagos

Esta segunda parte parece que Tarantino da un paso atrás y quien toma las riendas de la peli es Rodríguez. Y da dos giros a la misma: el uno argumental, ya lo hemos comentado: vampiros. El otro visual. A partir de aquí damos un salto o varios. Uno hacia lo más pulp que podamos recordar. Hacia ese concepto grotesco de escaso gusto salvo que sea buscado, y en este caso lo es, lo cual, siendo intencionado delata la voluntad del director para hacer el giro.

Homenaje a todo ese cine barato de serie C con gusto cuestionable. Pero homenaje al fin y al cabo. Destroza una cinta y la rebaja hasta lo que vemos, pero como decía antes, si pasas por ello te lo pasas fenomenal porque seremos testigos de un montonazo de gags encadenados entre vísceras y colmillos que hacen que la segund aparte de la película se frenética.

Saltamos a la segunda parte y retomamos la película donde la dejamos. En la pelea a muerte contra los vampiros. El primero en caer será el propio Richie. Llevado por la lascivia provocada por Pandemónium ésta le morderá y le convertirá en vampiro.

Transición de humano a vampiro

Me gusta el detalle de que entre el mordisco y su conversión y pérdida de dominio sobre si mismo pasen unos minutos. Son gloriosos, no solo en este, en todos los «conversos» que veremos. Unos se dejarán llevar por una sed de sangre innata y otros rebañarán su conciencia humana hasta el final. Digamos que la transformación en vampiro de cada cual es acorde al código moral con que ha vivido su vida humana.

A priori tienen las de ganar, obvio. De hecho iremos viendo caer a los humanos. No dejarán de caer vampiros, pero son tantos y tantos que parece que no van a terminar de aparecer. Sin embargo los humanos son los que son y cuando cae uno no hay quien lo sustituya. Y para colmo, cuando cae un humano no muere, se convierte en vampiro, por lo que pasa a engrosar las filas enemigas.

Eso sí, al más puro estilo Tarantino (que no nos pensemos que se larga de la peli) sin dejar vivo ni al apuntador. Caído

Gag sobre gag

Para mi lo más divertido es la transformación en vampiro de Sex Machine, intentando pasar desapercibido por los demás para que no se lo cepillen. Cosa que logra y, para colmo de males, él mismo morderá a Frost.

Le muerde en una mofa a las peroratas y discursos que algunos personajes se dan el gusto de declamar en algunas películas, como si se parara el tiempo y pudieran pasarse un minuto soltando un discurso rodeados de enemigos pacientes que esperan a que se luzca.

El militar veterano se verá sorprendido por Sex Machine dejando vendidos a la familia Fuller, cuyo padre, el predicador se las tendrá que ingeniar para recuperar la fe perdida para poder bendecir crucifijos y agua para explotar los múltiples tópicos sobre vampiros y hacerles frente.

A pesar de su desprecio confeso hacia Seth Gecko, los dos tendrán que arrimar el hombro y luchar para salvar el pellejo. Les queda casi media noche por delante y ya solo quedan ellos. Tienen que hacerse fuertes, pertrecharse con armas improvisadas y sobrevivir, si pueden, hasta que amanezca. Son cuatro contra muchos…

¿Lo lograrán?

Actualizo la entrada para despedir a John Saxon: eterno secundario que rellenaba un buen reparto.

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