TRON: Legacy

Ficha técnica de TRON: Legacy

Título: TRON: Legacy
Título original: TRON: Legacy

Director: Joseph Kosinski
Nacionalidad: USA

Año: 2010

Producción: Sean Bailey, Steven Lisberger y Jeffrey Silver
Productora: LivePlanet y Sean Bailey Productions
Distribuidora: Walt Disney Pictures
Duración: 125′

Guión: Adam Horowitz y Edward Kitsis (basada en una historia de Adam Horowitz, Lee Sternthal y Edward Kiss con los personajes de Steven Lisberger y Bonnie MacBird)
Diseño de producción: Darren Gifford
Música: Daft Punk

Sonido: Steve Boeddeker y Ken Fisher

Fotografía: Claudio Miranda
Montaje: Jeff Gourson

Vestuario: Michael Wilkinson

Efectos especiales: Dennis Parker

Ficha artística

Garrett Hedlund – Sam Flynn

Jeff Bridges – Flynn y CLU 2.0

Olivia Wilde – Quorra
Bruce Boxleitner – Alan Bradley / Tron

Anis Cheurfa – Rinzler

Michael Sheen – Castor

Beau Garrett – Gem

Daft Punk – Daft Punk
Cillian Murphy – Ed Dillinger Jr.

Quienes me leáis a menudo sabréis de mi desconfianza hacia los remake. Vaya por delante que no estamos ante uno de ellos, porque para alivio mío se trata de una secuela.

Y las secuelas, por lo menos algunas de ellas, ya son harina de otro costal, como las precuelas. Aunque si tiramos de los episodios I, II y III de La guerra de las galaxias y la aberración del El Hobbit comprenderéis que hay excepciones. Porque estas precuelas no deberían haberse hecho jamás.

Remakes y secuelas

En el primer grupo meto cosas (porque llamarlas pelis me parece una injusticia) como Los siete magníficos, Cazafantasmas (la de 2016, porque Cazafantasmas Más allá sí es secuela y sí parece prometedora), Ben-Hur… Los 4 Fantásticos, It, Mujercitas… por Dios, ¡estamos rodeados! Bueno, estas «cosas», como os decía, son fruto del oportunismo de mentes obtusas y secas que quieren ganar pasta a costa del trabajo de otros. En la naturaleza los habrían llamado parásitos, porque se alimentan de otro ser sin aportarles nada bueno a cambio.

Es decir: refritos de películas en los que falta talento, ingenio y no se respetan guiones originales, personajes, tramas ni se respeta a los espectadores. En el caso de remake de películas, ni a los lectores de cómics o libros pervirtiendo guiones y personajes hasta el punto no sólo de no reconocerlos, sino de cambiarlos por completo. Alicia en el país de las maravillas, por ejemplo. Por no contar con que ahora los malos de siempre son los nuevos buenos y los buenos de hace siglos, ¡desde hace siglos! son los nuevos malos. Porque nos va ser transgresores y porque estamos dinamitando los cimientos de Occidente desde su raíz y desde dentro: Maléfica y demás tonterías.

Pues bien, dentro de toda este cine infecto hay excepciones. No aquellas que intentan emular a los originales con la intención de mejorarlos (Los siete magníficos o Ben-Hur) para vergüenza de quienes osan tamaña tropelía. Me refiero a secuelas que beben y se embeben de los originales y, desde el respeto, muerden un hueso duro de roer. Pero saben cómo y por dónde hacerlo.

El mejor exponente de estas secuelas sería Blade Runner: 2049

Si Blade Runner era una obra maestra, su secuela no le anda a la zaga y nos propone una historia y una música a la altura de la peli original. El mismo Villenueve ha estrenado esta semana DUNE, y me muero de ganas de verla. Aunque sigo sin pisar un cine, ni un teatro ni ningún restaurante o recinto cerrado desde marzo de 2020, por miedo al COVID y mucho me temo que no podré verla hasta que salga el DVD. Por el momento me conformaré con la original de DUNE, otro clásico.

De hecho veremos pasear por la pantalla a casi todo el reparto de la primera película. Empezando por el mismísimo Flynn, aunque ahora desplazado en su protagonismo por su hijo Sam.

Un Sam que realmente será un calco del padre pues, igual que él, será un portento de la programación convertido en hacker (ya lo expliqué en la primera, que Flynn se hace hacker para vengar el robo de cinco patentes de videojuegos). En esta le aflorará el gen de hacker a Sam porque al final los malos se han apoderado de la empresa de su padre y la han convertido en una máquina de hacer dinero, lejos del espíritu altruista y filántropo del padre. ¿De dónde creéis que salen IOI y el OASIS de Ready Player One?

Además será motero, igual que su padre, por si lo dicho antes fuera poco, y sabrá adaptarse al mundo virtual en el que también se adentrará, también por sorpresa y también será un gran luchador en la arena (lo de arena es un decir) arrojando discos mortales.

¡Ah! Ambos serán atacados por un láser que será el responsable de que terminen en el mundo digital.

Es decir, casi podríamos decir que igual que en TRON había un CLU, a partir de la digitalización de Flynn, y en TRON Legacy hay un CLU 2.0, éste Sam podría ser también un clon digital y real de su padre.

Refresquemos un par de datos para no marear a los lectores.

Igual que esta peli arranca en 1989 con un Flynn que parece que le han pasado por la plancha y la vaporeta y de nuevo por la plancha. Se supone que es una conversación padre/hijo pero el CGI que ha usado para Flynn es lo peor de toda la peli. El chaval está sumido en TRON: juguetes, pósters, almohadas, cojines… de todo por todas partes. Y Flynn se marcha a trabajar para nunca volver porque se adentrará, de nuevo, en el mundo digital.

Unas pinceladas sobre la primera peli… TRON

Flynn era un programador, probablemente el mejor. En sus ratos libres programó cinco videojuegos pero un tal Dillinger le robará las patentes y medrará en ENCOM a costa de empujar hacia abajo a Flynn, que por eso terminará abriendo un Arcade, o sala de recreativos (tan propia de los 80s). Bien, Una vez que Flynn entra en el mundo virtual, convirtiéndose en un programador dentro de un mundo de programas (que lo son en tanto en cuanto son usados en la vida real por los usuarios, o personas de carne y hueso como nosotros).

TRON es un programa de seguridad. Lo programó Bradley, un amigo de Flynn. Es algo parecido a un cortafuegos y se unirá a RAM (memoria) y a CLU, el alter ego digital de Flynn para enfrentarse, los tres al sistema operativo.

Paradojas de la vida, Flynn terminará desplazando a CLU y terminará interviniendo como persona en el entorno digital. Y todo para derrotar a Sark, el Dillinger digital.

Salto a TRON Legacy

Sam, como os decía, se revela como motero y hacker. Igual de bueno en ambas facetas y ambas serán necesarias para sobrevivir a la película. El nuevo presidente en ENCOM resulta ser un admirador del antiguo Dillinger, recordad, el que robó las patentes a Flynn. Y ahora, su nuevo programador en jefe es, precisamente, el hijo del ladrón, que no será capaz de evitar el hackeo de Sam que volcará el nuevo sistema operativo de ENCOM en Internet para que fluya gratis. Vemos que en cierto modo se van repitiendo los patrones de la primera peli.

Llegados al punto en el que Sam seguirá (sin saberlo) los pasos de su padre y terminará dentro del programa.

Reaparece CLU, el alter ego de su padre. Casi podríamos decir que es su padre virtual, pero mejorado en la versión 2.0, un CLU 2.0, que lidera el mundo digital pero en el bando malo. E igual de mal hecho que el Flynn ochentero del principio de la peli. Parece mentira que cueste tanto optimizar las expresiones y las texturas del CGI en los rostros humanoides. Les cuesta aquí, en TRON Legacy y le costó al mismísimo Lucas tanto en (la magnífica precuela) Rogue One, con Leia y el general Tarkin.

Al poco Alan visitará a Sam en su casa. Alan se apllida Bradley, ¿os acordáis? el amigo de Flynn, el que programó a TRON. Este comulga con la idea de Sam y pese a formar parte del consejo de ENCOM está de acuerdo con el hijo de su amigo. Incluso le dará un mensaje a Sam, cuyo autor parece ser el mismísimo Flynn. Un mensaje que parece estar en los recreativos del padre, así que le da las llaves y le invita a buscar la respuesta por si solo.

Una vez en Flynn’s veremos o creo recordar que vimos, todas las máquinas recreativas encendidas tras 21 años en paradero desconocido su dueño… esto me escama, la verdad, amén de que la sala de arcade esté genialmente recreada y entren ganas de empezar a rascar monedas para ponerlas en la parte superior de una máquina, para pedir turno y echarla para jugar una partida.

Por obra y milagro terminará encontrando el acceso secreto a un despacho, también secreto en el que se supone que fue donde el padre fue digitalizado por el láser de marras y ¿Qué le pasa a Sam? A Digitalandia que se irá del tirón.

Un salto de fe

A partir de aquí tienes que dar un salto de fe para dar por bueno todo lo que viene en cascada. Por un lado el guion estará bastante forzado para canalizar la historia. Más que canalizarla, precipitarla, porque no tendremos un respiro a fuerza de meternos por los ojos todo lo que nos quieren meter.

Por una parte casi recorreremos un camino en paralelo al que recorrió el propio Flynn en el 82, a lo que hay que añadir las cosas propias de la aventura de Sam, por lo que se dispara el metraje y, así con todo, no se hace pesado porque la peli adquirirá una velocidad vertiginosa con algunos altibajos en el ritmo pero con una media más que interesante.

Sam recibirá un disco, como un disco duro, que almacena toda su vida, sus conocimientos y experiencia. No se puede deshacer de él o será destruido. Lo porta en la espalda y puede usarlo, eso sí, como arma arrojadiza, pero nada más. Todos los seres digitales llevan su propio disco y este sirve también como DNI.

Aprenderá a sobrevivir a base de no cometer errores. Se enfrenta a la típica lucha de gladiadores que tanto gusta en el cine: Alita, TRON y todas esas pelis de nuevo cuño en la que los personajes se tienen que ganar el pan luchando por la vida.

Además, cuanto más reciente y moderno sea este mundillo de gladiadores más latente estará la lucha de clases y la politización del guion que tanto se filtra en los cerebros de los espectadores más jóvenes que lo asimilan como un mensaje correcto y salen del cine buscando escaparates para apedrearlos por ser el exponente de un capitalismo que entienden como perjudicial.

Lo más divertido es que tras romper los cristales en un ataque anticonsumista, se cuelan por el escaparate y roban todo lo que pueden: Televisores, bicis, móviles, tablets… en fin, que se lían con lo del capitalismo y la lucha de clases una barbaridad.

Dicho queda que a partir de aquí Sam luchará por su vida todo el rato. Primero en una pelea de discos, en la que se revela como un virtuoso pero termina perdiendo aunque su oponente le perdonará la vida cuando lo identifique como un usuario (como humano) al verle sangrar.

Será llevado ante el mandamás, que no es otro que CLU 2.0, la versión digitalizada de su padre, que ahora es el capo y más malo de todos y terminará mandando a Sam de nuevo a la arena, pero esta vez para competir sobre las motos.

Y llega la que para mi es la mejor escena de todas.

¿Recordáis las carreras de motos en TRON?

Pues también la veremos aquí, pero a lo bestia. En este punto sí que se sale el CGI. Todo lo malo que dije antes sobre el careto de Flynn ahora lo invierto y mequito el sombrero ante la carrera de motos.

Una carrera tridimensional en la que los motoristas cambiarán de plano, subirán, bajarán, saltarán, pasarán por túneles y harán virguerías y las delicias de los espectadores que, apasionados de TRON y moteros, como un servidor, nos quedamos mirando a la pantalla una carrera digital con una resolución bestial y una coreografía fabulosa.

Sam pasa a formar parte de un equipo que se medirá al equipo de CLU. Obvio decir que todos palmarán menos los dos antagónicos, pero he ahí que cuando se disponen a una batalla desigual en la que la versión digital de su padre tiene todas las de ganar, irrumpe un vehículo nuevo en escena. Un coche, también digital, que recoge a Sam y se lo lleva…

Lo conduce Quorra, una mujer que, según he leído en Internet, el director la introdujo para emular a Juana de Arco. Ahí es nada. Confieso que he sido incapaz de ver el paralelismo en todas las veces que he visto la peli, hasta que lo he leído en una página Web y me he quedado con la mandíbula desencajada como el genio de Aladino.

El caso es que Quorra lo llevará hasta el refugio del verdadero Flynn, que vive en el mundo digital desde 1989. Allí se cuentan sus batallitas, se ponen al día y Flynn le cuenta a Sam, entre otras muchas cosas digitales, que trabajando mano a mano con CLU dieron con los ISOS, o algoritmos isomórficos.

Estos terminaron de precipitar la megalomanía digital de Flynn porque presentaban ADN digital y forma humana. Eran la versión veraz y real de humanos perfeccionados a través de una digitalización natural, no artificial. Se revelaron a él y en si mismos portaban la cura para todas las dolencias, patologías y enfermedades que castigan al ser humano.

Pero a medida que Flynn se centró en los ISOS CLU desarrolló celos y deseos de desplazar a Flynn y deshacerse de los algoritmos isomórficos para siempre. Dará (algo parecido a) un golpe de estado y se hará con el poder total mientras que Flynn huirá porque deduce que CLU se hace más fuerte con el odio de Flynn, por lo que pone tierra de por medio para no alimentar a la bestia.

Intentó volver al mundo real pero nunca pudo hacerlo y deambuló por el mundo digital porque no podía acceder al portal sin ser detenido.

CLU ansiaba y ansía el disco de Flynn porque entiende que si Flynn es humano y puede vivir en el mundo digital, él podría robarle el disco y salir al exterior por la misma razón.

Flynn lo entendió y por eso se aisló del mundo real y del digital voluntariamente, para no ayudar a CLU a cumplir su objetivo pues odiaba las imperfecciones y en el mundo real no hay perfección por lo que si aflorara haría una escabechina.

En estas descubrimos que Quorra es el último y único ejemplar vivo de esos ISOS, por lo que adquiere un protagonismo nuevo y debe ser protegida a toda costa.

Entonces Flynn nos revela que él no envió mensaje alguno a Sam. Fue CLU quien había fingido ser su padre para agitar el Status Quo e introducir una nueva pieza en el tablero para romper las tablas de una partida infinita.

Problema… cuando el láser se activa se abre una puerta entre ambos mundos que permanece abierta unas cuantas horas. Tiempo que los protagonistas tendrán para llegar hasta el portal y atravesarlo de nuevo rumbo al mundo real, sin Flynn, que teme que CLU se haga con su disco y adquiera un poder ilimitado y, lo que sería peor, podría atravesar él mismo el umbral. Esto, como dije antes, podría suponer el final de la especie humana.

Tenemos dos poderes en la balanza: Quorra, que puede ser la panacea para curar enfermedades y fortalecer a la especie y CLU, que podría se la puntilla que terminara con ella.

CLU está reclutando un ejército

El portal se cerrará en breve… Todo está en contra de la familia Flynn.

Sam y Flynn discutirán a propósito de la mejor estrategia a seguir. Sam quiere regresar al mundo real aunque ello implique que se tenga que enfrentar a CLU por el camino. Flynn entiende que hay demasiado riesgo y que lo mejor que se puede hacer es seguir haciendo lo mismo que ha hecho en las últimas décadas: nada.

Si Sam fue una pieza nueva en el tablero por parte de CLU, para desestabilizar a Flynn, Quorra será otra palanca de desestabilización pues, viendo que Flynn se obceca en el inmovilismo, será ella quien facilite un contacto a Sam para desencadenar la acción, o precipitarse hacia el abismo.

Como bien dije antes, padre e hijo son iguales en casi todo. Si Sam tenía una moto en el salón de su casa, lo mismo hace el padre, quien conserva la moto que usó en los 80s como reliquia y aclara que sigue siendo la mejor. Sam se subirá a la moto y de vuelta a villadigital.

La palanca será un contacto que podrá ayudarle, a quien accederá a través de la misma chica que conoció nada más llegar al mundo virtual.

Aquí se produce un salto, o un gap que no está del todo bien explicado en la peli. Recapitulemos: Flynn no quiere hacer nada, Quorra pone a Sam sobre la pista de un posible aliado y Sam se pira. Sin solución de continuidad aparecerá CLU 2.0 en la casa de Flynn, en donde jamás había puesto un pie ni asomado las narices. Lo hace con su cuadrilla pero ni Flynn ni Quorra están en casa. Lo de «no está bien explicado» llegará un poco más tarde.

Se dirige al garito de Castor, un jefe de la noche, pero en plan Ibiza, de fiestas perpetuas, vestidos de blanco, literalmente, y escuchando música tecno. Y luego volveré también con la música. Qué narices, lo comentaré ahora…

Porque digo «Ibiza» pero no ando nada desencaminado cuando lo hago porque la música de la peli la pone Daft Punk, una banda tecno que hace un cameo genial en el Café del mar de Castor en esta Ibiza blanca y virtual. Y la verdad es que la música pone un ritmazo a toda la peli y cuadra a las mil maravillas.

Yo no soy de tecno, nada de nada, pero confieso que en esta peli pega todo y estos dos tíos raros, porque son raros del copón, que llevan cascos en la peli pero en la vida real también, cubriéndoles los rostros, se mueven genial y ponen una BSO de las buenas que uso yo de vez en cuando para editar SEO en las Webs de mis clientes.

Otro ejemplo de peli con música tecno que funciona fenomenal es El submarino. Más raro es que funcione en una peli de la Segunda Guerra Mundial, pero si Tarantino mete cualquier música en cualquier escenario y le funciona…

¿Funciona la música tecno en TRON Legacy?

Pues funciona y de maravilla.

Pero claro, el tal Castor juega a dos bandas. O mejor dicho, es un caradura que vende a Sam y el sitio termina infestado de guardias intentando apresar a Sam. Por quién sabe por qué, también aparecerán Quorra y Flynn y la liarán parda al estilo pub inglés repleto de Hooligans de dos equipos rivales.

Vale, aquí haré un alto para lamentar una de las pocas cosas que me desagradan de TRON Legacy. El tal Castor es insoportable. No el personaje, el actor, que hace infumable al personaje actuando, qué digo, sobreactuando al nivel El quinto elemento y pisoteando la peli que iba tan bien hasta su llegada.

Creo, y como creencia es mera suposición, que su actor, Michael Sheen, debió enamorarse del Joker de Tim Burton, del Batman de 1989. Aquel Joker lo encarnó Jack Nicholson, en un alarde de megalomanía en el que puso al Joker a su servicio para interpretarse a si mismo disfrazado de Joker. Para mi una ruina de interpretación, por ridícula y sobreactuada. Pues eso mismo vemos aquí, pero sin venir ni a cuento. En este Castor veo o creo ver a ese Joker cruzado con un Alex de La naranja mecánica infantilizado y pueril.

El caso es que adiós al garito ibicenco y adiós a Flynn & family porque se las pirarán aunque Castor se las ingeniará para robarle el disco.

¡Oh, sorpresa! También llegará CLU 2.0 con su banda y Castor se creerá que puede negociar con CLU para sacar tajada del disco. Obvio deciros que CLU se hace con el disco y Castor se queda con un palmo de narices y viendo saltar su Ibiza digital por los aires pues los de CLU dejan unas cuantas bombas puestas que detonan cuando ellos se han pirado.

Nos preparamos para la clásica recta final

Ejércitos, naves voladoras… Por cierto, veremos versiojnes actualizadas y super chulas de las naves de la peli del 82. Qué pasada estas versiones. También veremos otras naves voladoras individuales, a camino entre un helicóptero y una libélula gigante. Son una pasada, pero me quedo con la remasterización de las antiguas.

El caso es que veremos el típico sacrifico estéril y estúpido, cuando Quorra se deje atrapar para que escapen sus amigos. A ver, están en un sitio diáfano, enorme, con un solo vigía. En algún momento podrían haberse escabullido sin dejar a nadie atrás… digo yo.

CLU 2.0 se dispone a invadir el mundo real

Está arengando a su ejército virtual, antes de atravesar el portal gracias al disco de Flynn. Un disco que, Sam recuperará porque no lo vigila nadie, o casi nadie, un flojeras que no deberían haber puesto al frente de la custodia de algo tan preciado e importante como el disco, salvo que quisieras que te lo robaran.

El caso es que nos lo estamos pasando bien y disfrutando viendo una peli ochentera con los recursos técnicos y digitales del siglo XXI y a estas alturas damos todo por bueno y compramos estas tonterías.

Incluso que aparezca el campeón de los juegos, ese que lidera las peleas con discos, como gladiadores virtuales… y magia potagia, es TRON. El mismo TRON que daban por muerto tras la primera peli llamada Flynn, ¡No, llamada TRON! Qué lío a estas alturas, con Juana de Arco, TRON, el Joker y Sam correteando detrás de Frodo. No, Sam el hijo de Flynn…

Bueno, no nos liemos. Duelo final. Bueno, penúltimo duelo. Esta vez a bordo de unas naves muy molonas en las que persiguen a otra nave más molona todavía en la que van los tres buenos perseguidos por CLU 2.0, TRON y sus drugos…

Pintan bastos y los buenos están listos para papeles con toda la tropa inmisericorde disparándolos desde sus 6 en punto, es decir, que los llevan detrás y los están castigando de lo lingo con fuego a discreción. Como pasaba con los cylones de Galáctica, cuando atacaban a Starbuck, pues eso.

Pero no terminará así la cosa.

¿Quorra es Juana de Arco?

En el físico de la heroína francesa. Pues ahora voy yo y rizo el rizo diciendo que TRON volverá a ser quien fue en su día. O lo que fue, y en plena persecución se revolverá contra CLU 2.0. No digo que sea igual que el Lanzarote de Excalibur, pero casi, porque llegará a la batalla para auxiliar a su rey Arturo, y a Perceval, cuando más lo necesitan y él solo desequilibrará la balanza a favor de Flynn, aunque perecerá en el intento. Pero por lo menos se habrá re-congraciado con su antiguo amigo y se habrá sacrificado por él.

Obvio decir que no entiendo que Flynn siga volando en su nave a todo trapo para alcanzar el portal. Mientras él vuela en línea recta, CLU 2.0 lucha en el aire con TRON, hasta que lo derrota y para cuando Flynn llegue al portal allí lo está esperando CLU… ¿Alguien me lo explica?

Al final del todo Flynn se sacrificará para salvar a Sam y a Quorra que terminarán montados en la moto del chaval por el mundo real haciendo de parejita ideal.

Pese a las ironías y a las comparaciones que he hecho, si me pidieseis mi opinión sobre TRON Legacy os diría que mola mucho. Y que bien merece unas palomitas para echaros un buen rato. Seáis ochenteros o no, os garantizo que si das por bueno todos los saltos de fe, la peli bien merece un visionado.

Como MIBer incluyo esta peli en mi saga de Digitalización explicada con cine para recordaros que TRON, el original, y éste, es un cortafuegos que sirve para proteger a los equipos de los usuarios y evitar virus y accesos indebidos, o troyanos, en el ordenador personal de cada cual.

Por eso al final se revela para proteger a Flynn y Sam, los usuarios de la peli.