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Alejandro Magno

Tabla de contenidos

Ficha técnica de Alejandro Magno

  • Título: Alejandro Magno
  • Título original: Alexander
  • Director: Oliver Stone
  • Guion: Oliver Stone, Christopher Kyle
  • Nacionalidad: USA, Reino Unido, Francia, Holanda e Italia
  • Año: 2004
  • Producción: Mortiz Borman, Thomas Shühly, John Kilik, Lain Smith
  • Productora: Internmedia FIlms, Pacific Film, Egmond Film & Television, France 3 Cinema, IMF Internationale Medien und Film GmbH & Co.3, Produktions Kg
  • Distribuidora: Warner Bros. Pictures
  • Duración: 175′
  • Música: Vangelis
  • Fotografía: Rodrigo Prieto
  • Montaje: Thomas J. Nordberg, Alex Márquez y Yann Hervé

Ficha artística

  • Colin Farrell – Alejandro Magno
  • Val Kilmer . Filippo
  • Angelina Jolie – Olimpia
  • Jared Leto – Hefestión
  • Anthony Hopkins – Ptolomeo
  • Christopher Plummer – Aristoteles
  • Elliot Cowan – Ptolomeo
  • John Kavanagh – Parmenio
  • Gary Stretch – Clito
  • Jonathan Rhys.Meyers – Casandro
  • Raz Degan – Darío III
  • Rosario Dawson – Roxana

Vaya por delante que no tenía previsto comentar Alejandro Magno

La tenía descartadísima porque la había visto dos veces y no era santo de mi devoción. Pero he aquí que llega Antonio Cruz y me pide unas palabrillas para el especial de Antena Historia sobre Alejandro Magno. Y aquí me tenéis… dándole a la tecla y a la materia gris…

Ni que decir que lo primero que hice fue volver a poner la peli. Maravillas del cine, conforme avanzaba me iba sintiendo más a gusto que en los primeros visionados. Esta vez me estaba gustando.

Obvio decir que me sigue dando grima el trato que le dan al Alejandro de niño. Con los ojos y los labios pintados como una puerta el pobrecito. Pero esta vez no permití que eso me condicionara el resto de la experiencia.

Ficción que recrea la epopeya de Alejandro Magno

El mismo al pie de cuya estatua en Gades, actual Cádiz, lloró Julio César. Comparando sus gestas con las del macedonio pues, a sus 33 años, Alejandro lo fue todo y él no era nada.

Oliver Stone ha hecho un ejercicio «magno» (lo de magno lo tenía a huevo) para no desmarcarse en demasía de la Historia. Sí, la reescribe en gran medida, pero para adaptarla al lenguaje cinematográfico. También es cierto que buena parte de lo que reescribe lo hace intentando adecuar unos pasajes dentro de otros para no tener que alargar en demasía la película incluyendo los momentos destacables de la vida del personaje.

Para ello toman prestados algunos episodios históricos. Cronológicamente no deberían haber aparecido en su ficción y los acopla dentro de otros momentos y hasta en otros sitios físicos. Como cuando Clito salva la vida a Alejandro: en la realidad ocurrió en Gránico, en la actual Turquía. En la primera batalla contra los persas de Alejandro y en la película aparece esta escena en Gaugamela. Esto lo hace porque la película no podría haber reflejado todas las batallas del periplo macedonio. Pero el suceso es lo suficientemente relevante como para merecer aparecer en la película. De ahí que lo extraiga de una batalla que no aparecerá en la película y lo incluya en la que sí. Además supone el punto de partida bélico dentro de la ficción.

Es lo mismo que hizo Peter Jackson cuando obvió la existencia de Tom Bombadil en La comunidad del Anillo. E incluyó la escena del viejo hombre-sauce en Las dos torres, cambiando a Bombadil por Bárbol.

En ambos casos el recurso sirve como guiño para dos grupos de espectadores:

  1. Para los entendidos en la materia. Como para decir “no he olvidado este pasaje” y lo he reubicado descontextualizándolo… Aunque las más de las veces sirve para encresparlos antes que para aplacarlos. Cosa que me pasó a mi con la peli de El Señor de los Anillos
  2. Para los no entendidos se convierte en un recurso más de la película. Lo darán por bueno entre o no entre porque ni se plantearán ni se cuestionarán nada

Esto incurre en un peligro común a todo el cine histórico

Tenemos una generación que da por verídico lo que ve en las películas y terminan creyendo a pies juntillas lo que ven. Es decir, hay espectadores que se creen que están viendo la vida de Alejandro Magno. Y no volverán a acercarse a la biografía del personaje en su vida creyendo que esto que ven es HISTORIA. Sin comprender que es historia ficcionada o una ficción histórica.

Esto es ampliable a todos los falsos biopic como el de Freddie Mercury en Bohemian Rhapsody o el de John Ronald Reuel Tolkien. En su biopic Tolkien (del que tenéis un programa de Tolkien en cartelera enAntena Historia precisamente para destripar todos los errores y todas las falsedades)).

Retomando a qué géneros es aplicable mi observación sobre la perversión de la historia a través de la ficción… Incluyo en este grupo a las adaptaciones literarias. Como la última de Alicia en el país de las maravillas. O la película de Kenneth Branagh titulada Frankenstein, de Mary Shelley, que logró que la propia Mary Shelley se revolviera en su tumba. Cada 4 de noviembre, fecha en la que se estrenó esa peli en 1994, se escuchan llantos espectrales en su sepultura de St Peter’s Church. Cada ve que un crítico cinematográfico recuerda que se ha cumplido otro año desde que salió la película.

Ahora que caigo el mejor ejemplo de historia pervertida, mancillada, cambiada y manipulada mediante el cine es 1898:Los últimos de Filipinas.

Volvemos con Alejandro Magno

Alejandro Magno no es un biopic puro y duro. No avanzaremos de modo lineal a lo largo de la vida del personaje. Es una narración de Ptolomeo en 3ª persona. Echa la vista atrás para rememorar y registrar las hazañas de Alejandro. Dicta sus memorias a un escriba (que me recuerda a Carmen de Mairena) y es escuchado por una audiencia.

Narración (la película) está compuesta por dos bloques

  1. La infancia de Alejandro, que incluye su relación con su padre, Filipo II de Macedonia y con su madre Olimpia
  2. Como adulto, desde la batalla de Gaugamela hasta su muerte como Gran rey de Media y Persia

El montaje del director de 2007 profundizará más todavía en los primeros estadios de la vida de Alejandro. Esas pinceladas extras servirán para que quienes vean esa versión conozcan mejor al personaje y reconozcamos mejor sus actos como adulto… y adúltero.

Antes de ponerme a escribir intercambié un par de mensajes con Antonio Cruz. Le dije que la peli respetaba, en gran medida, a la Historia, a lo que me ha respondido…

«Eso cógetelo con pinzas…»

Antonio Cruz – Director de Antena Historia

Y es verdad. Ambas posturas son acertadas: más la suya que la mía porque él habla desde el punto de vista estrictamente histórico. Yo heabierto un poco más la mano a esa interpretación literaria que le permite al director tomarse ciertas licencias. Como lo de cambiar un hecho dentro de la cronología de la vida del personaje de marras para ponerlo en otro momento de su vida. (ejemplo: la participación de Queen en el concierto de Wembley en el biopic Bohemian Rhapsody).

Por un lado es cierto que esta película es una ficción. Y, como tal: diálogos, sensaciones, emociones, las situaciones, las escenas y los pensamientos de los personajes se los ha sacado el guionista de la chistera. Es verdad, es más: es lógico. Cuando el novelista, en el caso literario y el guionista en el cinematográfico, abordan la biografía de un personaje tienen que rellenar con diálogos ficticios los espacios que hay entre los hechos históricos.

Podemos conocer los hechos y los actos de un personaje histórico

Y aun así estaremos conociendo no el hecho en si, sino lo que éste o aquel historiador nos quiera contar.

Pero salvo honrosas excepciones en las que el personaje en cuestión guarda unas memorias, escribe un diario, escribe a modo de catarsis o guarda una relación epistolar que se pueda rescatar para adentrarnos en su fuero interno, no conocemos sus pensamientos ni cómo hablaba en privado con sus amigos, parientes o colegas.

Tal será el caso de Baden-Powell, cuya correspondencia nos descubre aspectos insólitos del fundador de los Boy Scouts. O de Tolkien, sobre quien ya os hablé. Cuyas cartas y reflexiones escritas y descritas por él han servido para recortar flecos en su propia obra una vez muerto.

Por eso, en gran medida, esta película os digo que es fiel. Entrando en el juego de dar por buenas sus lagunas y sus trampas en aras de la ficción.

No faltaron quienes tacharon la película de maniqueísta. Denunciando que el director planteaba la eterna contraposición entre el bien y el mal encarnados respectivamente en occidentales y orientales.

Algo parecido pasaría después con 300 (comentada en profundidad en el episodio Esparta en el cine de la Cartelera de AntenaHistoria). Algunos denunciaron la peli por falsear la historia. Sencillamente porque la gente no entendió que no era una peli histórica y sí la adaptación de un cómic de Frank Miller.

Si algo nos demuestra Alejandro Magno es que no ansía venganzas ni pretende erradicar la cultura persa, ni la india. Quería asimilarlas y englobarlas para, mezcladas con la macedonia y la griega, buscar otra realidad mestiza y mejorada, como hicieran los españoles en América.

Comentaré los tres personajes principales de Alejandro Magno

Que no salen del todo mal parados a pesar de los actores que los encarnan: Colin Farrell es Alejandro, Val Kilmer es Filipo II y Angelina Jolie es Olimpia.

La película costó 155 millones de dólares y su punta de lanza sería Colin Farrell… Y quizás por eso, porque su protagonista resultaba algo flojito para un personaje tan poderoso no tuvo el tirón deseado. Por eso y por cómo hace de su sexualidad un tema recurrente hasta caer en lo  cansino.

Estos fueron los dos motivos que me desenganchaban de la película las veces anteriores, porque el actor no me transmitía nada y cuando lo hacía era para recalcar aspectos privados de la vida del personaje que ni me van ni me vienen. Y la verdad sea dicha, si yo veo una peli sobre un personaje histórico lo hago para ver por qué se convirtió en histórico y no para cotillear en su vida privada sea de la inclinación que sea.

Como os decía, es posible que quizás ambas cosas fueran dos de las razones que explican el varapalo que se llevó en taquilla recaudando lo justo para no tener pérdidas.

En la otra versión de la película que apunté al principio, la estrenada en los Estados Unidos en 2005, retiraron todas las escenas comprometidas entre Alejandro y Efestión y entonces mejoró la cosa. Porque yo quiero ver la ficción sobre la vida de Alejandro, y no una fricción.

Luego volveré sobre las diferentes versiones que hay de la peli.

Sigo con los protagonistas

Creo que Farrell no tiene el músculo (figurado) para encarnar a Alejandro. Un Alejandro hipersensible que hace pucheros a la cámara cada dos por tres…

Val Kilmer me parece el actor más equilibrado de los tres.

Y eso que me parece que sobreactúa en algunos momentos, aunque pienso que ésta sobreactuación se debe más a Oliver Stone que al propio Kilmer, porque nos lo propone como un violador de mancebos, borracho e irascible. No descarto que se ajuste en gran medida al personaje histórico… pero son los gestos, la manera de moverse sobreactuando y, en la versión española, el doblaje, con su tono y su timbre los que hacen que lo vea en pantalla y no me aporte credibilidad y si no me creo a los personajes, no me creo la película…

Angelina Jolie… se me hace cuesta arriba en su papel de Olimpia. Con esta actriz, quien merece todos mis respetos, tengo un problema. De puro recauchutada que está la veo igual siempre, interprete el papel que interprete. Quizás su mejor actuación sea la de Beowulf como animación. El caso es que no me gusta su interpretación, ni con medio kilo de polvos de talco por los pelos, al final de la peli, para hacerla parecer una anciana…

Así con todo, todos arriman el hombro para hacer que el resultado final no sea del todo malo

Hay muchos más personajes y actores, y lo triste es que pienso que cualquiera del resto, y siempre para mi gusto, están a mayor altura que los tres protagonistas.

Destaco en este sentido a Jared Leto (que años más tarde sería Niander Wallace en Blade Runner 2049), como Efestión, que me parece sublime cómo flirtea con Alejandro y cómo insinúa sus inclinaciones sin regodearse y, en general, cómo interpreta su papel de principio a fin. Y por cierto, no está de más que mencione su aparición en la secuela de Blade Runner. Por la siguiente razón: en ésta peli de hoy la fuerza de su personaje la transmite con la mirada. Me parece que su interpretación tiene mucho de visual y de taladrar con la mirada, mientras que en Blade Runner 2049 interpreta a un ciego y logra hacerlo igualmente expresivo lo cual es un merito del actor y quien más se beneficia de sus interpretaciones son, precisamente, sus personajes.

Efestión y Casandro, interpretado por Jonathan Rhys-Meyers, otro que está a un gran nivel en la película y de los que ayudan a mantener el tono y la tensión narrativa, junto con Roy McCann y Gary Stretch como Crátero y Clito respectivamente.

Esto en cuanto al reparto.

Retomo ahora las diferentes versiones que existen de la peli como ya apuntaba antes de hablar de los actores principales.

Existen cuatro versiones de Alejandro Magno

  1. 2004: La que vimos en el cine – 175′
  2. 2005: Montaje del director – 167′
  3. 2007: «The final unrated cut» – 213′
  4. 2014: «Alexander: The ultimate cut» – 206′

Creo, y digo «creo» porque tengo entendido, pero no la he visto, que el corte del director de 2005 es esa versión que comenté antes en la que se habrían eliminado las escenas comprometidas entre Alejandro y Efestión para el público estadounidense, para que no se sintiera incómodo viendo las «escenas de fricción» que mencionaba antes que tanto rechazo habían producido, por incómodas. Esto provocó que la versión de 2005 cosechara el éxito en DVD que no había logrado la original en las salas de cine.

Esto hizo que repuntara un poco la recaudación, que había sido un descalabro, y le permitió a Stone abordar la tercera edición en la que incorporó más de media hora de metraje incluyendo todo aquello que a él le habría gustado incluir desde el principio, pero no se atrevió por miedo a estrenar una peli de más de tres horas de duración. Metió tanto metraje nuevo que al paso de los años se arrepintió y sacó una cuarta y se supone que definitiva versión retirando 7 minutos de metraje para aligerar un poco la película.

Volvamos a 2004: el años en que salió Alejandro Magno. En ese año salió también la película Troya.

Wolfgang Petersen

Es curioso porque estoy comentando Alejandro Magno, que a mi no me gustó y todavía no he hecho lo propio con Troya, aunque sí me gustó.

No me volvió loco, porque me decepcionó que Wolfgang Petersen (El submarinoLa tormenta perfecta y La historia interminable) eliminara en su película todo rastro divino de la Ilíada, que es la obra en la que se basa Troya. Y la Ilíada sin las interacciones divinas puede ser cualquier cosa, menos Ilíada. Eso lo explico en mi blog de cine el fancine en mis comentarios de las películas Jasón y los argonautas y Furia de titanes: Las dos joyas de la Mitología en el cine y sendas obras de arte en cuanto a los efectos especiales.

Sin embargo, esto sirve para que entendamos el contexto cinematográfico de la época de su estreno.

Estamos en plena avalancha de cine épico histórico, literario, del cómic y mitológico. En lo «Histórico» permitidme incluir Gladiator de 2000, aunque cualquier parecido con la realidad sea mera coincidencia. Llamémoslo pseudohistórico. Porque por lo menos su atmósfera pretende recrear un entorno realista, sin conseguirlo. Y también Alejandro Magno, aunque no debemos perder de vista que ésta pese a que yo entienda que se acerca incluso más a la realidad que Gladiator, no deja de ser una ficción. El ejemplo de épica literaria es una trilogía que rompería los moldes del cine, tal y como lo conocíamos hasta que apareció, y posibilitó el cine de nuestros días: El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo de 2001. En el bloque del cómic mencionaría a 300, de 2006 y en lo mitológico la propia Troya (2004) para la helénica y Beowulf (2007) si saltamos a la escandinava.

Todo gracias a la digitalización que, fundamentalmente a partir de Peter Jackson, convulsionó el cine y lo cambió

La irrupción de las técnicas creadas y diseñadas para la trilogía de El Señor de los Anillos ha permitido todo lo que hemos visto y vemos en el cine de acción, bélico, y ficción del siglo XXI. Eso en cuanto a lo bueno de esta digitalización del cine.

Lo malo es que, a fecha de hoy, en vez de hacer lo que hizo Jackson con su trilogía: usar las herramientas digitales para reforzar el guion y mejorar la calidad de la película, y mejorar el cine investigando para ir un poco más lejos, hoy vemos que el cine de nuestros días se basa en exclusiva en los efectos digitales y carece por completo de guion. Algunas incluso de interpretación.

La pena es que este alarde tecnológico ha relajado las exigencias de los cineastas y ha colmado las expectativas de espectadores ávidos de acción con un chorreo de imágenes. Ha envaguecido a los guionistas y, como suma de todo, ha empobrecido el cine, en general, lo cual es tristísimo. Hasta el punto que el impulsor de todo esto, Peter Jackson, cayó en este mismo error al aprovechar el tirón de su obra maestra (El Señor de los Anillos) para hacer churros con El hobbit. Y así salió la cosa, claro…

Dicho esto, podríamos decir que Alejandro Magno se sumó a una pléyade de películas filmadas entre 2000 y 2007 que sí aportaron verdadero valor al cine y sí contribuyeron a su mejora y evolución. Y sí, en cierto modo, hasta rescataron el peplum y los repusieron en las carteleras.

Esto lo vemos a lo largo y ancho de la película. Sobre todo, cuando lleguemos a las dos batallas filmadas de maneras diferentes.

La de Gaugamela contará con planos panorámicos y cenitales que bien podrían recordarnos a Waterloo, película de 1970 que incluimos en el segundo programa de Casacas Rojas 2 en La cartelera de AntenaHistoria, cuyas escenas de combate siguen sin igualarse a pesar de toda la digitalización del mundo: no es lo mismo diseñar 15.000 soldados mediante un software que tener 15.000 extras a caballo, cada uno con sus rasgos físicos, su expresividad corporal y sus movimientos personales. Y esto lo supo combinar Oliver Stone en esta peli, que contó con extras del ejército marroquí, pues las escenas del desierto de la peli se filmaron en Marruecos y también contó con un software que le permitió añadir efectos climáticos, sangre y soldados extra y en movimiento entre los de carne y hueso.

Las maniobras, el proceder marcial y la veracidad de la peli y su fidelidad a la Historia lo sabremos mejor si escuchamos los dos especiales sobre Alejandro Magno en Antena Historia, pero sí parece estar, aunque no pongo la mano en el fuego por Stone, bastante cercana al desarrollo verdadero de la batalla.

La batalla de Hydaspes será de un corte diferente al realista de Gaugamela y tirará más por lo onírico y lo transcendental

Pero demos un salto en el tiempo, como los muchos que iremos viendo a lo largo de la peli, a modo de flashback, para hablaros de Filipo de Macedonia, el padre de Alejandro, y así ir desentrañando la peli cronológicamente…

Filipo soñaba con unificar Macedonia y Grecia para poder mirar a oriente y someter a Persia. No pudo hacerlo, pero dejó un descendiente que asombraría al mundo entero y aún hoy nos sigue sorprendiendo: Alejandro. Hijo de un matrimonio desavenido. Un muchacho instruido por Lisímaco y Leónidas (no el espartano, claro…) en su tierna infancia y Aristóteles, ya como adolescente. Mentores e instructores que le inculcaron el amor a la lectura, la historia, filosofía, al deporte y a la lucha…

A la muerte de Alejandro Aristóteles hizo las maletas y se fue a Atenas sin mirar atrás… por si las moscas.

Alejandro veía Grecia con los ojos y al cerrarlos atravesaba oriente con su imaginación. Su deseo de expansión no tenía confines y se sentía llamado a entrar en la Historia ampliando Grecia hasta unos límites insospechados.

Su erudición y su sensibilidad se plasmarían a los 9 años en la doma de Bucéfalo, y esto sí lo veremos en la peli. Un animal portentoso y descomunal que nadie podía domar, ni el propio Filipo. Alejandro intuyó que el bicharraco se asustaba de su propia sombra.or lo que, muy astutamente, pidió intentarlo él y lo que hizo fue poner al caballo mirando al sol para deslumbrarlo, y deslumbrado, el equino se paralizó impás que aprovechó Alejandro para encaramarse a la bestia y someterlo. No volvería a separarse de su montura, a la que llamaría Bucéfalo (cabeza de buey).

Filipo

Filipo no sólo le puso a los mejores maestros sino que también lo rodeó de la flor y nata de la futura generación de macedonios, creándole una camarilla de amigos que le acompañarían de por vida y liderarían las diferentes facciones de su ejército.

No os descubriré nada si os digo que en la peli Filipo y Olimpia no son uña y carne. De hecho, no eran un matrimonio ejemplar. Olimpia le había dado a Alejandro y Filipo tenía varias esposas anteriores y nuevas por lo que podría peligrar la sucesión a favor de Alejandro. El caso es que Filipo morirá asesinado en palacio. Para dejar claras dos cosas, Alejandro asesinará al supuesto asesino de su padre ipso facto (aunque en la peli lo alargan con una persecución a caballo). Al parecer, era otro amigo íntimo y sería reemplazado, de por vida, por Hefestión (o Efiesto). Acto seguido y según marcaban los cánones macedonios, en los que el ejército proclamaba al nuevo monarca, fue proclamado rey, por lo que despejó cualquier duda de su participación en la conjura para eliminar a Filipo y así se hizo con el poder.

Olympia

No recuerdo si llegó a aclararse la participación o no en la misma conspiración de Olimpia. Pero sí sació el deseo de tener un hijo rey. Y creo recordar que pasó a cuchillo a la nueva viuda de Filipo y a su hijo varón, para evitar la tentación de pasar la corona de una cabeza real a otra… Es lo que tiene sobreproteger a los niños.

No sé si crecido su nuevo hermanastro, Alejandro habría perdido o no las opciones al trono. Lo que sí es verdad es que Filipo, carácter al margen, lo crio y formó con los mejores tutores y maestros, tanto para su desarrollo intelectual como militar. Tanto es así que lo tuvo a su propio mando en algunas batallas y como mano derecha en otras.

En la peli no vemos la batalla de Isos

Una primera batalla contra los persas en terreno de la actual Turquía, en la que frenarían a los persas y pondrían rumbo a las costas sirias para frenar también sus flotas.

Lo que hace Oliver Stone en la peli es amalgamar diferentes batallas: En Gránico derrotaron al ejército aqueménida, de 50.000 hombres. Darío le plantó cara en Issos.

En la vida real Alejandro puso rumbo al sur, para hacerse con Egipto y desde allí, Isos, Tiro, Gaza y por fin Gaugamela en donde entablaría feroz combate contra Darío III.

Fue en Gaugamela, actual Irak, donde Darío III, al frente de 250.000 soldados, esperó a los 47.000 macedonios (40.000 infantes y 7000 jinetes).

El persa contemplaba la derrota.

Alejandro puso su punto de mira en la tienda de campaña (nunca mejor dicho) de Darío, en la que vivía la familia del persa. La batalla fue feroz y al final Alejandro cabalgó al frente de sus más fieles, unos 1500 jinetes, para cargar contra la guardia personal de Darío. Los persas lucharon con bravura y valentía, con denodado esfuerzo, pero los macedonios lucharon como uno sólo y arrasaron a la guardia persa. Darío vio lo que le esperaba y dio media vuelta y salió huyendo a uña de caballo dejando atrás su carro de combate, su tienda de campaña, sus tesoros y a su familia. Hoy lo habrían llamado “ir a comprar tabaco”.

Alejandro entró en la tienda de Darío y preguntó a sus generales Parmonio y Pilotas- ¿Esto es ser rey? -e insistió- ¿Esto significa ser rey, esta es la tienda de Darío III? -Y Parmonio le contestó- No Alejandro, ésta ya no es la tienda de Darío III, esta es tu tienda.

Si bien me gusta bastante la batalla, tal cual la vemos en la peli, hay un punto que me parece tan bueno como malo. El uso de un águila para ver la contienda a través de sus ojos: esto me parece un acierto y una gran idea para permitir al director elevar la cámara y mostrarnos una perspectiva global y panorámica de las líneas de ambos contendientes y entender mejor los avances de la caballería, sus maniobras envolventes y cómo se desenvuelve la infantería pesada mientras la ligera acompaña a la caballería ligera (encabezada por el propio Alejandro en su ala derecha) aprovechando la nube de polvo que se levanta en el desierto.

Hasta ahí, fenomenal. Pero me parece un coitus interruptus que empecemos a ver la arenga que ofrece Alejandro a sus soldados para, cortarla en la mitad, elevar el plano y al elevarlo perder la voz del general, cosa lógica porque nos hace sentir la distancia a la que se eleva la visión del águila, aportando realismo, pero dejando esa arenga a medias, para volver a él al término de la misma… Esta es la parte mala, lo comento por ponerle un pero a la idea y a la producción que, por otro lado me parece genial y nos regala imágenes fabulosas. Lo digo porque las arengas, sean reales o de ficción suelen ser las partes más emotivas previas a un combate en la que el líder arenga a los suyos para insuflar el valor necesario para luchar.

El uso del águila no es un capricho, ni una idea superflua de Oliver Stone, sino la encarnación de Zeus para mostrarles el camino hacia la victoria, según Pseudo Calístenes, en su biografía de Alejandro allá por el siglo III. Este tipo de recursos mitológicos, incluso religiosos se repetirá en la película de Alatriste, cuando yace extenuado en Rocroi con un francés encima y abre los ojos para ver a las grullas cruzar el cielo. Si esta aparición, en Alatriste, es preconcebida, entonces el director estaría rescatando el vuelo armonioso de estas aves para cantar al amor efímero que te lleva a la perdición, o a la lujuria, como lo expresa Dante en el canto V del Infierno, y como sería el caso de Alatriste con su lujuriosa amada.

En el caso del águila en Alejandro, ésta sería una alegoría que representa al Dios, mientras que las grullas en Alatriste serían una epifanía que, a ojos de un buen cristiano de su época, le marcarían el rumbo hacia una muerte inmediata, previo desencanto con la lujuria.

Perdonad que me haya ido por las ramas pero me parecía un dato interesante que aporta valor a mi comentario de la peli y mejora mi valoración del trabajo del director.

El acceso de Alejandro al poder persa no fue traumático

En la peli podemos verlo, pero perdemos la ocasión de ser testigos de su clemencia y su humanidad. Porque estando frente a la madre y esposa de Darío, cuando estas esperaban ser violadas y asesinadas, o esclavizadas por los macedonios, Alejandro las calmó y les dijo que ni ellas ni el pueblo ni la cultura persa eran sus enemigos. Su enemigo era Darío y su ejército. No sólo las perdonó la vida, sino que las respetó profundamente y las procuró todas las bondades que tuvo a su alcance, llegando a sus corazones y haciendo que ellas lo acompañaran de por vida.

A partir de aquí su ascenso y avance serán imparables durante toda una década.

La peli cerrará el obturador para abandonar las explanadas y los grandes campos para dar paso a escenarios maravillosos con los que Stone recrea Babilonia muy constreñido centrándose más en la vida de palacio y en la evolución de las relaciones entre persas y macedonios para terminar apuntando casi en exclusiva, a la relación entre Alejandro y sus compatriotas. Es decir, poco o nada vemos de combates y si muchas cosas palaciegas.

Pero tampoco están de más, que conste, porque cuando Stone nos mete en los escenarios suntuosos repletos de telas y piedras preciosas. Con espacios frondosos y jardines colgantes, con palacios desmedidos y harenes de las más hermosas mujeres de todas las razas conocidas nos está diciendo, sin decir nada, es más nos está metiendo por los ojos el lujo y la lujuria (la misma de las grullas de Dante) que pueden arrastrar voluntades y someter por igual a reyes y plebeyos.

Es verdad que Alejandro no quería someter, aplastar y esclavizar Persia ni Oriente

Eso habría sido lo esperable por parte de los persas que sí ejercían esa tiranía allá por donde pasaban. Muy al contrario, la conquista alejandrina fue como sería siglos después la del siguiente gran imperio que conoció la tierra, el imperio español: llegando, conquistando y entablando lazos de amistad y concordia con los conquistados, que muchas veces más que conquistados fueron liberados de la tiranía de potencias locales. Así comprendió Alejandro su nuevo imperio y quiso compartirlo con sus macedonios procurando la integración de los macedonios en la sociedad persa y de los persas en la cultura macedonia y griega mediante matrimonios mixtos y concediendo tierras en territorios conquistados para que sus soldados se asentaran y cubrieran las espaldas a los que seguían avanzando.

Esto no estaba del todo bien visto por sus más allegados

Sí veían con buenos ojos que no ejerciera la tiranía con los vencidos. Eso habla muy bien de Alejandro. Y entiendo que no veían mal, tampoco, que su avance paulatino en tierras asiáticas fuera «civilizador» en el sentido de abonar con la cultura macedonia la tierra y la tradición persa e ir asumiendo usos y costumbres la una de la otra. Lo que no concebían los macedonios, los más cercanos y los más veteranos, era la incorporación de persas en sus filas. La instrucción militar y la igualdad total en derechos y privilegios. Y menos aún que algunos persas pasaran a integrarse en el círculo de confianza de Alejandro.

Y lo peor era que Alejandro iba absorbiendo las costumbres y las modas persas en sus maneras de vestir y comportamientos, amén de rodearse de ese segundo grupo de hombres fuertes de confianza seleccionados entre sátrapas. Por no hablar de sus matrimonios, que en la película vemos cómo rechazan uno de ellos, el que le empareja con Roxana.

Me gusta bastante el episodio del motín

Hartos como estaban los macedonios de seguir a un líder incansable que no tenía límites en su ambición de conquista. Llevaban una década avanzando sin mirar atrás y dejando a sus familias, las macedonias y las nuevas que iban creando, por el camino, sin otear en el horizonte el final de su aventura. Y me gusta igualmente el paso del Hindu Kush, y la batalla de Hydaspes en la que se enfrentan a los elefantes de Poros.

Llegados a este punto, ya desde la escena del motín, pienso que la película entra algo en barrena y se precipita hacia un final que hace que mengüe su solidez justo en el tramo final de la misma. No digo que no me guste la batalla, que, al contrario, me encanta, sobre todo porque lejos de imitarse a sí mismo, Oliver Stone nos ofrece esta desde una perspectiva y con tratamiento visual completamente diferentes a la primera batalla, lo cual me parece fantástico y demuestra su pericia. Pero sí pienso que termina la película como quien hace un examen de cuatro preguntas y se recrea demasiado con tres de ellas y luego contesta a vuelapluma la última, para ver si rasca algún punto y estropea la nota final al quedarse sin tiempo para contestarla bien y lograr un 10.

Si Gaugamela la vimos con los ojos de un águila en perspectiva y desde el cielo, la de Hydaspes la veremos casi en primera persona, con los ojos de Alejandro y sufriremos lo que él sufre y se nos empañará la vista con él, como habría dicho Churchill (en Durante la tormenta), con sangre, sudor y lágrimas.

Los elefantes de la batalla pelean como cabría esperar de una bestia de su calibre adiestrada para matar, y los caballos se lo pensarán un par de veces antes de encarar a los paquidermos.

Antena Historia

Me falta, antes de finalizar este episodio de la Cartelera de Antena Historia, dar una pincelada sobre la banda sonora, a cargo de Vangelis. Del mítico Vangelis, aunque para mi gusto ésta banda sonora no está a su propia altura. Es el compositor de bandas sonoras de películas igual de míticas que él, a las que elevó hasta las cotas magistrales y que recordamos gracias a su música: 1492: La conquista del paraísoBlade Runner, y Carros de fuego. Películas, las tres, que son de por si obras de arte, pero que con la aportación del músico se convirtieron en sublimes.

Su nacionalidad griega hizo que se involucrara hasta el punto de ausentarse de las ceremonias de apertura y clausura de las Olimpiadas de Atenas, enfrascado como estaba en la película. Pero aún así, y desde el mayor de los respetos y de mi admiración, creo que esta banda sonora resultó floja y no es ni la sombra de lo que nos tenía acostumbrados. Antes mencioné que Troya salió este mismo año, otra peli ambientada en la cultura helenística cuya banda sonora salió rana, aunque a diferencia de ésta, resultó pomposa y pretenciosa a mas no poder. Esta no la considero ni buena ni mala, lamentable y simplemente no la considero.

Antes de despedirme, permitidme haceros una recomendación literaria si os gusta este personaje.

La trilogía Alexandrós de Valerio Massimo Manfredi

  1. El hijo del sueño
  2. Las arenas de Amón y
  3. El confín del mundo

No dejan de ser otra ficción, que os meterán de lleno en la vida del personaje y en el periplo que hace con su ejército. Todo por si sentís curiosidad por él y por todo cuanto le aconteció. Y por si además de la película, os queréis adentrar en su vida y en su periplo desde una narrativa fluida y entretenida.

Como último aporte, y a modo de «extra» en el fancine, comparto con vosotros otras películas en las que aparece Collin Farrel y que están comentadas en mi blog: Los señores de la mafiaUn puente lejanoDaredevil, y Animales fantásticos y dónde encontrarlos.

Otras películas

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