Stalingrado es una coproducción alemana, checa y sueca de 1993
La peli nos presenta el contraste entre la Alemania de 1942, aparentemente triunfal e imparable, y la Alemania rota post Operación Barbarroja germana truncada por la Operación Urano soviética.
En términos generales…
Stalingrado me parece un peliculón
Por su guion, su estética, los escenarios y las escenas de combate. Pero si me apuráis, incluso más por las que no son de combate, por cómo nos sumerge en la psique de los personajes que reflejan dos cosas: el sentir del alemán no nazi, que los había, y muchos, en el ejército alemán, aunque maniatados por miedo a represalias. Unas represalias que se solucionaban en frente de un pelotón de fusilamiento. Y refleja, también, el sentir alemán de generaciones posteriores que arrastran y arrostran (2ª acepción de la RAE) la ignominia del nacismo de sus abuelos.
No obstante la producción de la peli estaba a cargo de Gunter Rohrbach, el mismo que produjo, o dirigió la producción de El submarino (Wolgang Petersen – 1981) y quizás precisamente por eso nos enfrentamos a una peli de tan bella factura en los vestuarios, efectos especiales y fotografía en general.
Cosas que me sacan de la película
No puedo evitar ver referencias, no sé si intencionadas a otras películas. Dos de la Segunda Guerra Mundial y una tercera que no se enmarca en este conflicto, pero sí en el mismo frente ruso (del conflicto napoleónico).
Las tres pelis que reconozco dentro de Stalingrado:
- Uno Rojo, División de choque
- Un puente lejano
- Los duelistas
Empieza estilo Uno Rojo, División de choque (Samuel Fuller, 1980)
No sé si la habréis visto, pero si no ya estáis tardando. Menudo paseo por la guerra en Europa, partiendo de África. Un peliculón imprescindible en las pelis de la Segunda Guerra Mundial.
Esta (Stalingrado) empieza con los soldados ociosos después de combatir en El Alamein, en África. Las críticas al ejército y a la guerra empiezan casi desde la primera escena, y si seguimos la secuencia entera iremos descubriendo a los protagonistas, a quienes acompañaremos durante toda la peli. Veremos sus personalidades, sus rasgos, sus fortalezas y sus debilidades. Casi pasaremos a formar parte de un pelotón a través del cual nos quieren contar la evolución de la moral germana durante la guerra.
Pues bien, esos soldados ociosos en Liguria me llevan, como os decía, a los soldados del pelotón comandado por el sargento que encarna Lee Marvin en un pelotón de su división Uno Rojo. La Rojo era de choque y la de Stalingrado será de asalto (penando como «de castigo» más adelante). Este pelotón, de la Rojo, estará en el norte de África tras rendir a los franceses de Vichy, también ociosos y en escenas similares a las que veremos en la peli de hoy.
Los yanquis de la Uno Rojo están inmersos en la Operación Torch, en el norte de África, una vez superada la resistencia francesa y antes de iniciar su periplo por África, Sicilia y Normandía.
Curiosamente estas dos operaciones, Torch en África y Barbarroja en Rusia transcurren en paralelo.
Por lo tanto en ambas pelis nos topamos con sendos pelotones con días de permiso tras una acción bélica. Y en ambas pelis conocemos a los protagonistas precisamente en ese punto. Y las fotografías, quizás no tengan nada en común, pero es lo que más me lleva de una peli a la otra haciendo que me salga de Stalingrado, como os decía antes, cuando transito por la Liguria.
Claro que a los alemanes se les acaba la fiesta cuando son metidos en los trenes con destino al frente del este.
Dos escenas que parecen sacadas de Un puente lejano
Si os he recomendado ver la peli del Uno Rojo, ahora hago lo propio con Un puente lejano, de 1977 dirigida por Richard Attenborough, probablemente mi peli favorita de la Segunda Guerra Mundial centrada en la fallida operación Market Garden.
Antes mencioné que el pelotón (de Stalingrado) forma parte de un batallón de asalto que se convierte en pelotón de castigo por culpa de sus malas relaciones con su nuevo capitán, cosa que ocurrirá tras un sinfín de encontronazos entre el
capitán Haller y los miembros del pelotón (oficiales y suboficiales incluidos) y culminará con el intento desesperado por salvar, bajo amenaza, a uno de sus compañeros de armas herido.
Esta escena en la que amenazan al médico me recuerda a una escena parecida que podréis ver, precisamente, en Un puente lejano. Y claro, vuelvo a salirme de la peli intentando establecer paralelismos entre una y otra. Pero es que en el tramo final de la peli me vuelve a pasar lo mismo, con la misma peli, con la escena de los suministros. La escena del avión que suelta eso: suministros y los alemanes se la juegan para recogerlos, muertos de hambre, y se topan con un cargamento de cruces de hierro que no sirven para nada. En la otra peli abatirán (y creo que fue un hecho real) a un soldado que intenta rescatar esos suministros. No recuerdo si con un francotirador o con una ametralladora. Y lo desolador fue también ver que se había sacrificado por recoger un contenedor repleto de boinas rojas.
El pelotón d castigo no lleva ese nombre por casualidad. Son los que hacen las cosas más peligrosas o las que menos apetece hacer. Quitar minas, emboscar tanques…
Salto al General invierno, en las guerras napoleónicas en Los duelistas
En esta peli veremos una muerte por congelación que me inevitablemente me recuerda a la que vemos en Los duelistas, opera prima de Ridley Scott en 1977.
Escena en particular y secuencia, en general, incluso el contexto de derrota agudizada por el frío y las nieves infranqueables en la que los dragones franceses mueren congelados en su vano intento por conquistar Rusia. Paralelismo «de cajón» entre ambas guerras.
Volvamos a Stalingrado
Un aspecto muy interesante, a la par que destacable, es que esta batalla fue llamada por los alemanes “la batalla de las ratas”. Se debe a que buena parte de ella trascurrió en las alcantarillas, cosa que también veremos reflejada en la peli. De hecho el teniente de nuestro pelotón se topará con una rusa que habla alemán que luego reaparecerá en el tramo final. En las alcantarillas pelearon a cara de perro por cada palmo del subsuelo de la ciudad, igual que pelearon por dentro de los edificios, uno a uno y por el suelo con tanques y ametralladoras.
La peli, como os decía antes, nos llevará por toda la cronología de la Batalla de Stalingrado y la veremos con los ojos de estos soldados que no son Waffen-SS, son soldados de la Wehrmacht.
Esa diferencia (entre milicianos y soldados) la vemos agudizada en el contraste entre el oficial al mando de todo el batallón y los oficiales y suboficiales al frente del pelotón. Y veremos, a diferencia de otras pelis, a algún oficial militar cruzando la delgada línea roja entre marcialidad e ideología (fanática). Por eso comprenderemos que los soldados del pelotón se sientan contrariados cuando les obliguen a fusilar a los civiles. No son nazis, no se sienten cómodos haciendo esto, pero son obligados por quienes disfrutan haciéndolo y habrían sido castigados en caso de no hacerlo. Este «habrían sido castigados» es el comodín de las comodín de las malas conciencias que sobrepasadas por la situación ejecutan una orden contraria a su condición moral escudados en el «recibía órdenes».
Sadismo y brutalidad hacia los civiles en el bando nazi
Una de las escenas más duras y, sin embargo, realistas de la peli, será la mujer rusa que está atada en una cama. La misma mujer que os comenté antes, la de las alcantarillas. Para llegar a ella pasarán por la ejecución, o asesinato, de un oficial. El mismo que les había obligado a fusilar a los civiles y que les traía por la calle de la amargura durante toda la peli. Pues resulta que el muy sinvergüenza tiene a sus tropa muerta de hambre y frío mientras él se refugiaba en un escondite con muchas de las provisiones que nunca llegaron a los soldados.
Allí aparecerá esta mujer atada para uso y disfrute suyo, o suyo y del resto de oficiales. Y es que las mujeres fueron las verdaderas víctimas en el frente del Este. Decenas de miles fueron violadas por los nazis en su avance hacia Moscú. Y dos millones fueron violadas por los rusos en su avance hasta Berlín. Tanto es así que, como comenté en Enemigo a las puertas, (que también se desarrolla en Stalingrado), hubo soldados mujeres en las filas comunistas. Y muchas de ellas se tuvieron que someter a un oficial (las más afortunadas) para ser su juguete sexual a cambio de ser protegidas por éste de las violaciones de sus camaradas soldados de su propio ejército.
Cito y evoco Enemigo a las puertas cuando me topo con el francortirador
No dejéis de leer mi comentario sobre esta peli pues en él explico la táctica empleada por los francotiradores soviéticos vigente hasta Chechenia.
Lo que más me gusta de toda la película es cómo el oficial del pelotón, el teniente, se niega a violarla. Ella implora que lo haga y después la mate. Él le da su arma y ella no es capaz de volarse la tapa de los sesos y ambos, alemán y rusa terminan hablando. El teniente no solo se negará a violarla sino que evitará que ninguno de los suyos lo haga. La pone bajo su protección y ella, a cambio, intenta ayudarles a escapar de Rusia.
Existe otra escena…
Alto el fuego entre nacional-socialistas y comunistas para retirar cadáveres
Si ambas escenas me gustan es porque nos deja entrever la humanidad del soldado que busca tender puentes de comunicación, aún con el enemigo, comprendiendo unos y otros que son soldados y piezas manejadas por terceros en un tablero en el que no querrían estar. Amén de sintiéndose identificados en el otro. Esto no es lo más aconsejable, desde el punto de vista marcial, pues humanizando al enemigo puede temblarte el pulso a la hora de luchar. Pero los soldados son personas, y no hay conflicto, por crudo que sea, en el que algún soldado haya dejado escapar una oportunidad de confraternizar con los del otro lado de la trinchera, si quiera para sentirse moralmente reconfortado, aunque no siempre de buen fruto bajar la guardia, más bien pocas.
Para mi la película Stalingrado es al cine bélico sobre la Segunda Guerra Mundial vista con ojos de alemanes lo que Sin novedad en el frente a la Primera Guerra. Sobre todo en la escena en la que un alemán tiene al lado a un ruso moribundo, que acababa de perdonarle la vida, y vemos cómo le destroza el alma verlo sufrir.
Sólo destacaría, a título individual, la actuación de Thomas Kretschmann
Ya ha pasado por el fancine en pelis como U-571 y El hundimiento.
He comentado esta peli, y en ella he mencionado Enemigo a las puertas porque, cuyo comentario publiqué ayer, porque ambas dos formarán parte de un especial de Antena Historia que grabamos el jueves para explicaros cómo refleja el cine La batalla de Stalingrado.
Wehrmacht Vs. Waffen-SS
He distinguido varias veces entre soldados de la Wehrmacht y los milicianos de las Waffen-SS…
Wehrmacht, aunque realmente deberíamos decir del Heer, o Ejército de Tierra, pues:
La Wehrmacht era la suma de los tres ejércitos (tierra, aire y mar)
Para terminar de entender la diferencia entre unos y otros os sugiero leer mi comentario de Mi honor se llamaba lealtad. Peli italiana, de serie B, o C, que explica la Segunda Guerra Mundial desde el prisma del miliciano fanático. Esos sí, sádicos sedientos de sangre, de las Waffen-SS.
Eso sí, dentro de los múltiples contrastes de esta peli encontraremos oficiales de carrera, no milicianos, que sí se portan como los nazis y casi con toda seguridad, compartan buena parte de su doctrina, como el oficial de la foto, fuente de todos los males del pelotón al que hemos acompañado a lo largo de su periplo por el frente del Este.
