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Spider-Man: No way home

Tabla de contenidos

Este finde he visto Spider-Man: No way home.

Voy al cine a ver a Spider-Man, no a Tom Holland

El coitus interruptus de verlos sin las máscaras es lo único negativo de esta y de todas las demás películas.

Paso por guiones fantásticos o por tramas insostenibles, pero lo de las máscaras… no creo que lo lleguen a entender ni que lo corrijan en las siguientes pelis, porque vendrán más pelis… pero por lo menos me quito la espinita y lo saco de dentro de mi, porque sí… Preferiría ver pelear a Spider-Man antes que tenerle que ver la cara a los actores.

Dicho esto, y a pesar de todo, la suma de todos y cada uno de los factores que hacen posible esta película hacen de ella algo maravilloso y, siempre que pueda, volveré a verla.

La música la pone Michael Giacchino. Creo que su mejor obra es la BSO de Rogue One, y después Los Increíbles, a años luz de todas las demás.

Comentaré la peli con el corazón más que con la razón

De lo primero va bien cargada y porque no es una peli hecha para sentar cátedra en las escuelas de guionistas. Pero sí tiene un guion chulísimo. Es una peli de la que, si entras en ella, no quieres salir jamás.

Que conste que he logrado mantenerme al margen de todos los comentarios y críticas de la peli hasta el viernes, por lo que poco o nada sabía de ella hasta verla.

¡Y quería perdérmela!

La estrenaron en las navidades de 2021, cuando yo todavía ni sacaba la  cabeza por la ventana por el COVID. De hecho no volví a pisar un cine hasta el pasado 9 de mayo, cuando fui a ver El hombre del norte. Soy de los que sigue poniéndose una mascarilla en lugares públicos en los que entro, sin aglomeraciones.

Dejé pasar la nueva de Spider-Man

Y si os soy os soy sincero incluso me olvidé de ella. Hasta que la he visto este finde (ahora la estoy viendo, de fondo, por 3ª vez) en Movistar. Tanto es así que cuando fui a ver Doctor Strange en el multiverso de la locura comenté que se había convertido en mi peli favorita del UCM, desbancándose a si mismo y poniéndose por encima de Doctor Strange.

Y lo decía de verdad porque así lo sentía. Qué pasada de pelis las del Doctor. Pero hete aquí que llevo tres noches con la mandíbula inferior como el genio de Aladino: Desencajada y caída con mueca de asombro. ¿Cómo resumiría lo que he sentido viendo esta peli? He alucinado… esa es buena. Flipante, mejor. Lo he pasado como un enano, esta se ajusta más. Realmente todas ellas, y me quedo corto. Si os dijera que es la mejor peli de supers que he visto hasta la fecha me quedaría corto. De la mano de la de Strange, no lo discuto, pero me lo he pasado tan bien…

Y me explico…

Yo divido mis superhéroes en dos bloques, los que van por libre y los que forman parte de un grupo.

De modo individual mis 4 favoritos son: Daredevil, Spider-Man, Batman y Antorcha Humana (que tiene una saga por libre). Mi grupo favorito, a años luz de todos los demás son Los 4 Fantásticos. Unos 4 Fantásticos que se preparan para una nueva entrega tras la fallida de 2013 y cuyo plantel, integrado en la UCM darán a conocer esta semana en la Comic-Con en San Diego. Os prometo que me quita el sueño… como a todos los lectores de cómics y de literatura que tememos, más que deseamos, que se lleven nuestras obras preferidas al cine. Nos hemos pasado 30 y pico años deseándolo y ahora nos devuelven la lealtad pisoteando a nuestros héroes y cambiándolos de identidad para ajustarse a lo políticamente correcto de nuestros días. Que viene a ser no dejar títere con cabeza.

Vuelvo al trepamuros

Recordad que primero vi la del Multiverso de la locura, en donde había un cameo de Reed Richards, lo cual me hizo salivar como a los perros de Paulov. El guion y el cameo hicieron que la peli subiera como la espuma en mi escalafón, pero me pongo a ver esta el viernes y ¡zas! Aparece Matt Murdock… ¡Daredevil! ¿Se puede pedir más?

Pues sí, se puede pedir más…

Pero antes os aviso de que a partir de aquí haré SPOILERS, así que si no la has visto todavía, como me pasaba a mi, ya estás tardando en dejar de leerme y ponerte a verla.

Ya he comentado que aparece Matt Murdock, pero no por qué.

Veamos si soy capaz de explicároslo. En 2019 vimos Spider-Man: Lejos de casa. Sobre la cual dije, por cierto, que había disfrutado como un crío viéndola… por lo que veo que sigo en mi línea, aunque esta, me reafirmo, «la he disfrutado como un enano».

En Spider-Man: Lejos de casa el malo era Mysterio

Y Mysterio cerró la peli enviando un vídeo de «fake news» responsabilizando a Spider-Man de todo cuanto aconteció en Londres. Para colmo, J. Jonah Jameson, al frente de un medio digital, se dará el gustazo de revelar la identidad secreta del hombre araña dando a conocer a la opinión pública que Peter Parker está debajo de la máscara.

Esto le convierte en el enemigo público nº1 y le pone al frente de los drones de STARK.

Veremos a Matt Murdock, que no Daredevil… todavía

Aparecerá en calidad de abogado, pues no podremos negar que Parker lo tiene todo en contra, incluida la mitad de la opinión pública. Aunque lo que a mi me importa no es si Peter Parker y compañía necesitan una buena defensa legal. Lo que me importa es que es el mismo Matt Murdock de la serie Daredevil de NETFLIX. Y esto es mucho decir, porque al serie fue fabulosa y sería, aunque espero decir que será un Daredevil fantástico para esta nueva etapa de Marvel en el cine.

Así pues esta peli comienza justo donde terminó la anterior, y tanto él como todos sus amigos y su tía May, sufrirán las conseciencias. ¿He dicho «conseciencias«? Vale, comprenderéis que quería decir «consecuencias», pero es que estaba pensando en el MIT y en la carrera de ciencias, como ingeniero, que quiere hacer Parker, y se me han cruzado «las ciencias y las consecuencias». El caso es que ni Peter, ni Ned, ni MJ serán admitidos en ninguno de los tres centros para los que habían aplicado, empezando por el MIT.

Iba a hacer la clásica pregunta retórica «¿por qué?» para darme pie a explicarlo auto respondiéndome, pero lo explicaré sin más: Ser Spider-Man no está bien visto en el momento en el que existe la duda de si es o no un terrorista internacional. Y ser amigo de un terrorista (en potencia) tampoco ayuda mucho. Por eso las tres escuelas se los quitan del medio y Parker tendrá que penar por truncar su futuro y el de los únicos que le creen.

Por eso pedirá ayuda al Doctor Strange

Y le saldrá rana la cosa, porque Strange, en contra de la opinión de Wong, accederá a usar un conjuro que toda la Humanidad olvide la identidad secreta de Spider-Man.

Esto será bueno y malo. Bueno para las dos vidas de Parker: podrá acceder al MIT y seguirá siendo un Spider-Man anónimo. Pero malo porque su tía, su novia y su mejor amigo dejarán de compartir su gran secreto. No quiere perder su complicidad con Ned. No querría hacer pasar, de nuevo, a su tía por el mal trago de adivinar a qué se dedica en sus ratos libres y no quiere perder a MJ. ¿Quién querría perderla? Nadie con la cabeza en su sitio. Y Happy, su vínculo con Industrias STARK.

Pero claro, la magia no es cosa para tomar en broma, y vemos a un Strange que va perdiendo los papeles cada vez que Peter interrumpe el hechizo para pedirle que excluya a unos y otros del mismo. Tanto que lo desconcentra y el conjuro se va a la porra. Y la lía parda, para variar. En esto he de reconocer que este Spider-Man se las ingenia para sacar de sus casillas a propios y extraños, como en los cómics, con sus bromas malas y su verborrea.

El conjuro se desmadra y Strange abrirá varios portales o uno solo, al Multiverso haciendo que los enemigos de Spider-Man en otros universos se materialicen en el nuestro. Todos ellos conocen su identidad secreta y vienen a por él.

Parker lo sabrá un rato más tarde. Cuando localice a la subdirectora del MIT e intente hacerla entrar en razón en medio de un atasco. Ahí aparecerá el Doctor Octopus y veremos una pelea en la que, circunstancialmente, salvará la vida a la directora y ésta le asegura una plaza en el MIT para él y para sus dos amigos. Algo totalmente incongruente puesto que la razón por la que no iban a admitirlos era porque Peter Parker, siendo Spider-Man, era un imán para los problemas y podría poner en riesgo la integridad física del resto de alumnos y la aparición de Octopus no habría hecho más que corroborar dicha teoría.

Lluvia de referencias a villanos

A partir de aquí lloverán las referencias a estos malos y a sus antiguos duelos con Spider-Man.

Pero no con este Spider-Man de Holland, no, a los encarnados por Maguire y Garfield. Y en un ratito volveré a hablar sobre estos. Recordad que ya estamos en zona SPOILER y voy a hablar de cositas que alguno todavía no sabrá. Y no me importa que la peli sea de 2021, yo soy el primero que no la había visto hasta esta semana.

Mediada la pelea con Octopus, Spider-Man logrará reducirle y «domarlo» a través de la nanotecnología del traje hecho con tecnología STARK. Y justo cuando aparezca un nuevo invitado, el Duende verde, nuestro hombre hará como en la canción de Cristina Rosesvinge «hago zas y aparezco a tu lado». Se teletransporta a una mazmorra del Doctor Strange. Allí hay más villanos cautivos, y todos listos para ser devueltos a sus respectivos universos. Pero aquí le surge un debate moral (tan idiota como moralista) a Peter Parker.

Esos villanos pelearon con otros Spider-Man en otros universos, y algunos de ellos murieron en la pelea. Volver a sus respectivos universos, a sus respectivas realidades, les devolverá al estado del que partieron: los vivos, vivos y los muertos, muertos. Y ese es el debate moral (insisto «y estúpido») de Parker. Si los envía de vuelta, morirán. Y él, como es bueno, no quiere cargar sobre su conciencia la muerte de ninguno de ellos, por lo que le robará el mecanismo que envía a los villanos a sus mundos a Strange e intentará curar a los malos antes de enviarles de vuelta. ¡Que son villanos! ¡Asesinos! Y si murieron lo hicieron intentando matar a tu otro yo.

Como si pudieras curar a un asesino.

Esta necedad me lleva de vuelta a La naranja mecánica. Kubrick nos demostró que no hay cura para el psicópata ni cura para el asesino ni redención para quien disfruta haciendo daño. Pero la eterna cancioncilla buenista de «el malo hace el mal por culpa de la Sociedad, o el malo se puede curar…» ¿Cuántos delitos se evitarían si los malos permanecieran encerrados de por vida? Pues no, Peter Parker cree que puede salvar a Osborn y extirparle el Duende verde. Como si Osborn quisiera perder sus poderes. Lo mismo que Electro. ¿Quién quiere ser mortal siendo ya inmortal? Es que es de necios.

He mencionado a Electro… Sí. También aparece en este universo, y el Hombre de arena y Lagarto. Todos ellos venidos de otros universos. Y podrá parecer que sí se están curando, pero y sobre todo el Duende, u Osborn, lo fingen para que el ingenuo de Parker baje la guardia y atacarle cuando menos lo espere y donde más le duela.

Voy a meter la directa SPOILER…

El Duende terminará dando pasaporte a la Tía May. Parker, ahora sí, abriendo los ojos a su estupidez buenista, decide que devolverá a todos a sus universos, menos al Duende. A él se lo quiere reservar para matarlo con sus propias manos. Esto lo decide mientras muere su tía y le dice aquello de…

«Un gran poder conlleva una gran responsabilidad»

Y mientras pasa todo esto, MJ y Neds entrarán en la partida casi como si ellos mismos fueran súpers, cosa que me saca un poco de la peli. Pero solo un poco. Al despedirse a las bravas de Strange, además de llevarse el artefacto Spider-Man le roba el anillo ese de poder, con el que abre portales y se lo da a Ned. Y más adelante este, desesperado, y buscando a Peter Parker, abrirá dos portales y por él llegarán a nuestro universo otros dos Peter Parker. Los que combatieron con estos villanos. Y sí… gloria bendita, los dos Spider-Man de las pelis anteriores encarnados por Tobey Maguire y Andrew Garfield.

Ni que deciros que esto hace que me recueste, cruce los brazos por detrás de mi cabeza, suba los pies a la mesa y me abandone al placer.

Tobey Maguire encarnó a un gran Spider-Man. En la primera peli, la de 2002. ¡Hace ya 20 añazos! Para mi esta peli tiene sabor a Scarborough, Inglaterra. Y a su cine en la costa en el que, por cierto, siguen interrumpiendo las películas para que la gente salga a fumar, vaya a comprar cerveza o a expulsarla. Como si diéramos un salto en el tiempo.

Aquel Spider-Man es mi favorito

Por su traje y por la interpretación de Maguire. Pero en la primera, porque luego cayó en picado y que el de Holland se mantiene mejor en el tiempo. He de confesar que el de Garfield nunca me enamoró. Por eso no tengo ninguna de las suyas en el fancine. Y sin embargo me quito el sombrero en su interpretación en Hasta el último hombre. No me disgustó, pero tampoco me llamó la atención. Pero si he dicho que mi Spider-Man es Maguire, mi Peter Parker es Holland.

Tenerlos a los tres juntos en la pantalla, menudo subidón.

Aquí veremos algo curioso e imprevisto.

Por un lado que las dos productoras llegaran a ponerse de acuerdo para compartir franquicia. Me parece fabuloso. Y segundo que cada Spider-Man tiene su historia y sus inicios, y en esta peli los cruzarán hablando de ellos y compartiendo entre los tres Parker sus respectivas historias. Esto es genial porque lejos de encabritar a los puristas, hace que comprendamos que cada uno tiene un origen y una historia diferente no porque pertenezcan a dos productoras sino por que son de universos diferentes. Esto es una genialidad.

Lo dicho, a partir de aquí todo es fanfarria, de la buena. Y pirotecnia.

Puedes entrar, o no. Y lo puedes comprar, o no. Y si lo haces, y si tienes ya unos añitos y para llegar a esta peli has pasado por la peli de cuando eras un crío. La de carne y hueso, de la que guardo un recuerdo maravilloso. En el colegio, el Fray Luis, en la zona de Princesa, en Madrid.

Los sábados teníamos reunión de los Scouts y, a veces, se solapaban con alguna actividad de cine o teatro (qué chulo era el salón de actos) para los alumnos y las familias. Y una de esas veces proyectaron una peli de Spider-Man que, vista hoy sería el hazmerreír. No sé si era tal peli, a finales de los 80s (en cuyo caso sería la de 1977) o si eran capítulos seguidos de una serie. La verdad es que no tengo ni idea. Pero guardo ese recuerdo en medio de una nebulosa de nostalgia. Si tras esa peli has pasado por la serie de animación, de los mismos 80s y después viviste casi 15 años de sequía sin pelis (buenas) de supers, con la única excepción de Batman, hasta la llegada de Sam Raimi, en 2002. Y vista esta, a pesar del trajecito del Duende, que daba vergüenza ajena

Sobre la máscara y el traje del Duende verde de 2002

Una de las mejores cosas que he visto en esta peli es el momento de rebeldía de Osborn, cuando se carga la dichosa máscara, o casco, o careta o lo que sea. Ese es un instante de reconciliación la mar de gratificante.

Vuelvo a la peli, ya estamos en la recta final.

Ni que deciros que las cosas no le saldrán a Spider-Man como las tenía planeadas. ¡A ninguno de los tres Spider-Man!

De hecho todo se precipitará hacia una pelea final en un marco incomparable: la Estatua de la Libertad.

Pero para llegar a este punto veremos la escena desgarradora en la que tía May muere y veremos cómo se reúnen los tres hombres araña. Y seremos testigos de un debate, o de un diálogo que dure lo que dure se me hace corto, en el que los tres hablan de sus capacidades, de sus debilidades, de sus aventuras y nos regalan varias escenas de anécdotas que es oro puro.

Quizás lo que más me gusta es cuando el Spider-Man original, el de Maguire, revela, o mejor dicho, los otros dos se dan cuenta, de que la tela de araña la genera de modo orgánico. Los otros dos fliparán en colores y los espectadores disfrutamos, yo por lo menos, como os dije al principio del comentario: «como enanos».

Y es por todo esto que os dije que esta peli de Sider-Man es más para ser vista y comentada desde el corazón que desde la razón

Por el gustazo de verlos a los tres juntos y ser testigos de todas esas charlas. Y cuando se ponen las máscaras para pelear, ahí me abandoné en sus redes y me dejé llevar para disfrutar. Y como no todo podría ser maravilloso, aquí mi «pero» a esta película y sirve para todas las demás películas del ramo…

Señores, cuando yo veo una peli de Spider-Man, o de Iron Man, lo hago para verlos en acción.

A ellos, no a los personajes que van dentro del traje. Paso por todo el metraje, por la gestación de los personajes y de las historias, para, cuando se enfundan el traje y entran en materia ver a Spider-Man peleando. No quiero ver a Peter Parker dentro del traje. Ni quiero ver a Holland, Maguire ni a Garfield. Cada minuto de pelea o de acción del trepamuros con la capucha quitada, sesgada o rota es un minuto perdido. Me saca de quicio tener que verle la cara al actor, será por contrato y por cuota de pantalla.

Incluiré esta peli en mi artículo de Pelis para MIBers en el que explico la digitalización mediante el cine. Lo haré para hablar de las Fake News.

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