Ficha técnica de Rescate al amanecer
Título: Rescate al amanecer
Título original: Rescue Daw
Director: Werner Herzog
Guion: Werner Herzog
Nacionalidad: USA
Año: 2006
Duración: 120′
Música: Klaus BadeltFotografía: Peter Zeitkinger
Montaje: Joe Bini
Productora: Gibraltar Films y Top Gun Production
Distribuidora: Metro Goldwyn Mayer
Producción: Elton Brand, Harry Knapp y Steve Marlton
Ficha técnica
Christian Bale – Dieter Dengler
Steve Zahn – Duane W. Martin
Jeremy Davies – Eugene DeBruin
Marshall Bell – Almirante Berrington
François Chau – Gobernador
Craig Gellis – Cabo
Zach Greiner – Líder de escuadró
Pat Healy – Norman
Toby Huss – Spook
Yuttana Muenwaja – Caballo loco
Teerawat Mulviali – Pequeño Hitler
Esta peli la descubrí por casualidad
No la conocía.
Me topé con ella y la vi, y nunca me arrepentiré de haberlo hecho.
A caballo entre Los gritos del silencio y Cuando éramos soldados; a caballo entre los campos de prisioneros comunistas en Camboya y el debut estadounidense en Vietnam, aunque la misión que vemos en la peli transcurrió en Laos.
El pequeño Dieter necesita volar – Rescate al amanecer
El guion se basa en un documental llamado El pequeño Dieter necesita volar. Dieter es el protagonista, un piloto germano/estadounidense cuyo avión fue abatido en una misión secreta sobrevolando Laos. Tras huir durante un tiempo, termina siendo capturado por los comunistas.
Es la versión real del Rambo 2 (en el fancine comenté Acorralado), y light de El cazador. Light en cuanto a la ruleta rusa, que torturas veremos, como todas las que tienen como cuerpo de su trama un campo de prisioneros y la ausencia absoluta de moral, ética, dignidad y humanidad por parte de los captores.
Ya lo vimos en le peli Gernika, cuando torturaban a la protagonista en una cárcel republicana, aquí en España.
Cuando llegué a Estados Unidos ya sabía lo que eran los prisioneros de guerra, y los desaparecidos en acción. Lo sabía por las pelis y por lo que había leído en diferentes enciclopedias (esto se llevaba mucho antes) de corte militar.
Pero allí lo comprendí de verdad.
POW-MIA
Cuando el padre de la casa en la que vivía dedicaba la tarde del tercer viernes de cada mes a sumirse en la nostalgia. Al principio no lo entendía. Pero con el tiempo me fue explicando que ese día, o esa tarde, la dedicaba él y todos los excombatientes, a pensar y a repensar en todos los amigos que nunca volvieron de un conflicto armado.
Y él se refería a Vietnam, que fue en donde estuvo. Con helicópteros, en la caballería.
No es que rindiera homenaje a sus muertos, cosa que por descontado. Rendía homenaje a los que un día desaparecieron y nunca más volvió a saberse de ellos. De alguno llegó algún tipo de noticia, vaga, lejana, declarando a éste o aquel amigo prisionero de guerra.
Dale se pasaba las horas mirando al infinito pensando en un amigo, deseoso de que no hubiera muerto, aunque su supervivencia hubiera supuesto llevar casi dos décadas secuestrado en la jungla.
Eso los prisioneros… que luego están los desaparecidos. Unos muertos, otros torturados hasta morir. Otros encerrados y después muertos… Dale me decía que lo que más le dolía era poner rostro a esos amigos y soñarlos siendo torturados.
Ese es el contexto de esta película.
Prisoneros de guerra – Desaparecidos en combate
La película tiene su parte de controversia, como no podía ser menos. Herzog parece atribuir todo el protagonismo y el liderazgo a Dieter y el hermano de uno de los prisioneros asegura que formaba parte de un equipo.
Incluso afirma que el propio Dieter conoció los planes de fuga porque se los comunicaron sus compatriotas tras comprender que no se chivaría a los captores. Pero lo que nos importa de verdad es el hecho valeroso de no rendirse y seguir luchando, sin medios.
En la peli son seis los prisioneros, pero en la vida real fueron siete. Si bien recuerdo tres estadounidenses, un chino y dos tailandeses. A partir de aquí voy a destripar la peli… así que os aviso de spoiler, por si las moscas.
La lucha a la que hago alusión comprende el aspecto físico y el psicológico. Ambos por igual. Antes de ser trasladados al campo de prisioneros fueron torturados. Hablamos de torturas en el otro lado del mundo. Allí de donde nunca escucharemos los lamentos y los llantos del torturado.
Estas cosas pasan en los países donde no hay Democracia ni Libertad
Más de una vez he tenido que ir al Círculo de Bellas Artes en Madrid y he sentido un escalofrío recorriéndome la espalda al recordar que ese edificio albergó una checa. Las checas eran las cárceles políticas en la época republicana. Allí se torturó a decenas, sino centenares de madrileños…
Volvemos a Laos, a Dieter, a sus compañeros de penurias y al campo de prisioneros. O mejor dicho, volvemos al punto en el que los dejé, antes de ir al mismo. Torturados, vejados y llevados hasta el extremo para conseguir que firmaran un documento que inculpara a su gobierno, el de los Estados Unidos, cosa que declinaron.
La tortura física, la psicológica
Saberte indefenso y perdido más allá de cualquier sitio que podría devolverte la esperanza. Saber que tu vida está en las manos de carniceros que no comprenden el valor de la vida. Y saber que lo mismo te sonríen que te pegan un tiro en la frente y se quedan tan anchos… Ese es el ambiente, la atmósfera, en que se desarrolla toda esta peli.
Y los cautivos, quien más quien menos, pierde la cabeza y la esperanza en un momento u otro. Normal.
Obligados a dormir esposados los unos a los otros. Comiendo gusanos y no sé qué carne cruda.
Disentería, fiebres, torturas e incertidumbre total en cuanto a lo que te depara el destino. Imaginaros cuando llega Dieter al campamento, le presentan a los demás presos y se descuelgan diciéndole que llevan más de dos años allí…
Misión secreta
Para colmo su misión era secreta, por lo que no puede haber una reclamación oficial por parte de su ejército ni de su gobierno. Estás perdido en ningún sitio y nadie puede hacer nada por sacarte de allí. Ni diplomacia, ni política, ni militares ni un Rambo que soltar por la jungla para que se cepille a los charlis y te lleve de vuelta a casa. Nada de eso.
Sólo tienes a tus camaradas, unos en mejor y otros en peor estado y la compasión del pequeño Hitler, que manda narices el nombrecito. Pues uno de sus captores será sensible a la situación de los presos y les procurará comida. Poca, pero menos es nada.
Así son las cosas y así las vemos en la peli. Hasta que conciben un plan para escapar que empieza por desarmar a sus captores y huir jungla a través hasta llegar al río Mekong y pasar a Tailandia.
Pero todo esto: el cautiverio, el plan y su ejecución mejor lo veis en la peli que os lo cuento yo, porque no tiene desperdicio.
La caballería del aire
Volveremos a ver la importancia de la caballería del aire que debutó, en su plenitud, en Vietnam. Ya hubo helicópteros en Corea, la de Lazos de guerra. Por supuesto. Pero su plenitud la alcanzaron en la orografía vietnamita. Sus selvas, sus zonas pantanosas y sus desniveles forzaron a los estadounidenses a idear un modo para entrar y salir del combate sin las penurias de un avance imposible. De ahí los helicópteros, que lo mismo servían para combatir, para cubrir el combate de la infantería, para trasladarla para poner pie en el frente, reforzarlos con suministros y evacuarlos.
Y en la peli veremos a estos helicópteros patrullando y recuperando a Dieter en el río para poner fin a su calvario y devolverlo a su portaaviones, aunque previo paso por un extenuante interrogatorio de la CIA para conocer los pormenores de estos campos de prisioneros que los gobiernos comunistas negarán hasta la saciedad y en los que los amigos de Dale, el padre de la familia que me acogió en Minnesota, perderían las carnes roídos por las ratas.
¿Qué deciros de Christian Bale?
Si lo he dicho por activa y por pasiva: Le Mans ’66; Batman begins; Hostiles… Da igual en qué registro interprete, lo hace bien. Lo hace genial. Es un pedazo de actorazo que hace grande papeles medianos y salva por si sólo una película impregnando su carácter a sus personajes. Eso sí, a su manera de encarnarlos, porque asume el carácter propio de cada uno de ellos y los borda al darles vida en la pantalla.
Menuda aventura…
Protagonizada por un piloto que al principio de la peli es incapaz de prestar atención a los programas de supervivencia que los mandos proyectan a los pilotos antes de empezar sus misiones.
En esas películas los alertan de los riesgos que corren en caso de sobrevivir a un accidente aéreo o a ser derribados. Se creían intocables y, una vez más, la vida, que es muy perra, se encargará de hacerle comprender que no es así.