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El señor de las moscas

Tabla de contenidos

Ficha técnica de El Señor de las moscas

Título: El Señor de las moscas
Título original: The lord of the flies
Director: Peter Brook
Guión: Peter Brook (novela El señor de las moscas de William Golding)
Producción: Lewis M. Allen
Nacionalidad: Reino Unido
Año: 1963
Duración: 92′
Música: Raymond Leppard
Fotografía: Tom Hollyman
Montaje: Peter Brook, Gerald Feil y Jean-Claude Lubtchansky

Ficha técnica

James Aubrey – Ralph
Tom Chapin – Jack
Hugh Edwards – Piggy
Bajo esta historia subyacen multitud de historias vinculadas a la Historia real.

No podremos comprender El señor de las moscas literario (y cinematográfico) sin antes hacer un alto y comprender cuál es el contexto en el que se desarrolla.

Me refiero a la operación Pied Piper, o «flautista«

En alusión al flautista de Hamelin, en los albores de la Segunda Guerra Mundial.

Hablamos de la Gran Bretaña de 1939 en una Europa en la que el nazismo empezaba a dar sus zarpazos y la guerra asomaba en el horizonte.
El miedo a la guerra y, sobre todo el miedo a que ésta centrifugara Inglaterra y al Reino Unido, no hacia el conflicto, que se daba por supuesto, sino por el nazismo hizo que su Gobierno se reuniera para prever remedios a posibles problemas por venir. 
Ya entonces vieron que la guerra sería inevitable. Hitler había dado todos los avisos posibles para que se hubieran adelantado a los acontecimientos, pero el anhelo de pacifismo no implica que se logre la Paz. La Paz debería ser un bien preciado y deseado por todos, pero no lo es. Como decían los latinos (y por latinos me refiero a los primeros romanos), «si vis pacem para bellum» o, «si quieres la paz, prepárate para luchar». Esto significa que la paz no la logras por el buenismo. Predico una paz buenista y los malos se rinden de corazón. Ojalá fuera todo así de fácil. Si quieres vivir en paz necesitas luchar para conseguirla y, conseguida, seguir luchando para preservarla.

Bombardeos nazis

El caso es que el gobierno británico comprendió que las principales ciudades del país, así como sus zonas industriales (militarizadas) y sus zonas militares recibirían un duro castigo. Esperaban, con razón, que los nazis bombardearan estos tres puntos claves. Y lo harían mediante raids aéreos y con bombas lanzadas desde la costa francesa. Por si fuera poco, los británicos temían también una invasión por mar y tierra.

Ambos temores: bombardeos e invasión llevaron a ésta operación con el fin único de evacuar a los niños de todas esas poblaciones sensibles de recibir los peores castigos por parte de los teutones. Esta operación estuvo preñada de buenas intenciones pero resultaría en un fracaso total (como Market Garden en la invasión del continente, a cargo de Montgomery, vista en Un puente lejano). El fracaso se vería con el paso de los años a modo de secuelas psicológicas que nunca se borrarían del todo. Y luego os explicaré por qué.
Objetivo: salvaguardar toda una generación de bretones que podrían volver a sus hogares tras la guerra, si se ganaba.

La operación Pied Piper dividió a la población británica en tres grupos

  1. Quienes tenían que ser evacuados
  2. Los que ni fu ni fa
  3. Los receptores de niños evacuado

Sobre el papel el plan era buenísimo

Porque el papel lo aguanta todo.

Además mataba tres pájaros de un tiro. Por un lado salvabas a esa generación y por otro lado ganabas mano de obra para la causa bélica. El motivo podrá parecer una locura, pero es que viajarían los niños, pero sus madres se quedaban en sus casas para poder ayudar a la industria de guerra británica. Unas preparando comidas para los centros de refugiados, otras cosiendo uniformes… El tercer pájaro que se salvaba era quitar de circulación las «bocas inútiles». Esas bocas eran las de los niños. Incapaces de producir sólo consumían y en la época de guerra, una boca menos que alimentar es un alivio.
Sí. Los niños viajaron solos. En su inmensa mayoría. Hubo grupos que viajaron acompañados por su maestra de escuela, pero estos fueron excepciones. Los niños, de entre 4 y 15 años viajaron solos. Los subieron a un vagón de tren (los hubo que viajaron hasta en vagones de mercancías o con ganado) y los despacharon a la Inglaterra rural.

Un absoluto desastre

Los hubo que fueron recibidos y acogidos con los brazos abiertos por familias hospitalarias que los cuidaron como si fueran sus propios hijos, los menos. Los más llegaron a sus destinos en grupos y en dichos destinos los granjeros se los repartían en función del rendimiento que podrían sacarlos en sus granjas.
La inmensa mayoría de estos niños dejaron de estudiar durante el tiempo que estuvieron acogidos fuera de sus hogares. Hubo niños que fueron literalmente explotados como esclavos. Literalmente, a latigazos. Y hubo niños que sufrieron abusos psicológicos y hasta sexuales. Todo esto se fue descubriendo conforme pasaba el tiempo, ya en la posguerra, y los niños fueron creciendo y fueron armándose de valor para denunciar lo padecido. Según algunos informes el daño que recibió esa generación de niños evacuados de sus ciudades fue superior al que habría sufrido de haberse quedado en sus hogares, a pesar de que alguno habría fallecido con los bombardeos.
Eso en el peor de los casos, por supuesto. Pues no todos fueron acosados y no todos fueron abusados. Pero sí, la mayoría, fueron puestos a trabajar como mulas en las granjas británicas. Y la mayoría se vio obligada a vivir con gentes hostiles y convivir con usos y costumbre ajenas a los chavales de ciudad. Una de las cosas que más les podía chocar era no disponer de cuartos de baño dentro de las casas y tener que ir a un cobertizo para hacer sus necesidades de madrugada. Esto lo he vivido yo en Inglaterra, en la de finales de los 70’s y principios de los 80’s. No tenían bidés, ni duchas (ponían unas mangueras de goma con alcachofas en el grifo de la bañera y así te duchabas) y tenías que salir a un cubil fuera de la casa.

Abusaron de los niños

El dilema es enviar a un hijo de 6 años, sólo, a una realidad tan distinta a la suya sin mediar explicación alguna y recibiendo tratos vejatorios por parte de quienes se supone que debían cuidar de ellos. Niños urbanitas puestos a ordeñar vacas a las 5 de la madrugada… con alguna paliza, como poco, por medio.
 
La operación tuvo sus puntos altos y bajos y estuvieron muy condicionados por la evolución de la guerra. Uno de los momentos de menor trasiego infantil fue durante la La batalla de Inglaterra, momento en el que todo tren o vehículo se convertía en un blanco perfecto para los cazas y bombarderos de la Luftwaffe, como vimos en Durante la tormenta, protagonizada por el mismísimo Winston Churchill.

Estos niños evacuados fueron enviados a zonas rurales, al campo, en Inglaterra, Gales y, en menor medida, Irlanda y Escocia. Sólo los más privilegiados podían costear su envío a las colonias: Canadá, Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda y alguna que otra isla caribeña.
 
Hecha pues la presentación de la operación Pied Piper, entro de lleno en la película, enmarcada, precisamente, en ella.
 
Porque los niños que vemos en la peli era un grupo de esos privilegiados cuyos padres pudieron sacarlos de Europa para llevárselos lejos de la guerra. Y su avión, mientras atravesaba el océano, cayó al mar, y de sus restos, un puñado de niños logró llegar a tierra firme 

William Golding escribió El Señor de las moscas en 1954

En ella borda la supervivencia de un puñado de muchachos sin adultos en una isla desierta. Si bien su autor terminará recibiendo el Premio Nobel, ésta novela fue un verdadero fiasco y dejó de venderse pronto porque no había demanda.

Demanda que llegó en tres oleadas, y siempre precedida por una de sus versiones cinematográficas. En 1963 ésta película, en 1975 una filipina y por fin, en 1999 la versión americana. La americana y la británica fueron los verdaderos detonantes del disparo de sus ventas y fueron las que la dieron a conocer. No obstante la americana hará una serie de cambios en los personajes incluyendo cadetes de una escuela militar. Pero el tema de fondo sería el mismo.

He dicho sería y debería haber dicho serían. Si me limitara a uno en concreto sería la supervivencia de unos críos en un entorno hostil. Pero a este tópico, que existe, hemos de sumarle otras tramas y subtramas: el liderazgo, la confianza, la inocencia… los valores… incluso el modelo de sociedad que proponen los dos bloques de protagonistas.

Dos modelos de Sociedad

Al final la novela/película nos hablará de todo esto.

 
Vayamos entrando en materia.
 
Tras abatir el avión en medio del Pacífico veremos al protagonista de la peli andado por la playa y coincidiendo con un chaval regordete que le confesará que en el colegio lo llamaban «Piggy» (cerdito). Lo confiesa y, al mismo tiempo, le ruega a Ralph, el protagonista, que no se lo diga a nadie. Los niños son, fueron y serán crueles, por muchos filtros que queramos ponerles. Esa crueldad podía llegar a ser dolorosa. De ahí la petición de Piggy.
Ralph encontrará una caracola enorme y la usará a modo de cuerno con la esperanza de que sirva para congregar en torno a él a todos los supervivientes. Y a fe que lo consigue pues empiezan a aparecer un montón de chiquillos que terminarán proclamándolo su líder. Incluso veremos aparecer a los chicos del coro del colegio, cuyo concepto de pertenencia al grupo, en su caso al coro, harán que no sólo vayan uniformados, también formarán un bloque casi homogéneo.

 

Esta idea de «pertenencia al grupo» es crucial

Es y será. Porque de lo que seremos testigos es de cómo estos niños, cuando comprendan que no hay adultos que los gobiernen, tendrán que crear su propia Sociedad. Y para ello irán incorporando sus propias leyes, para empezar, que la caracola es un símbolo que te otorga la palabra. Es el modo para debatir y discutir de un modo civilizado respetando turnos.
Cuando los chicos del coro lleguen a donde está Ralph y los críos, conoceremos a Jack, otro candidato a macho alfa que disputará el liderazgo a Ralph, quien por el momento cuenta con el respaldo de todos los demás críos y de alguno de los del coro.

 
Jack y los suyos, por su edad, capacidad física y por su cohesión como equipo irán adoptando sus propias costumbres y parafernalia para identificarse al margen del conjunto de niños. Se quitarán la capa del uniforme pero pintarán sus cuerpos con motivos tribales y empuñarán ramas afiladas a modo de lanzas. En un principio se les encargará la misión de cebar el fuego para que el humo atraiga un posible barco de rescate a la costa.

De hecho Ralph y los demás harán una terna de normas: pasárselo bien; sobrevivir y ser rescatados. Para ésta última deciden hacer un gran fuego en lo alto de una colina y echarle ramas verdes para hacer mucho humo negro.
 
Volvamos a las lanzas y a los chicos del coro. Éstos siempre siguen las órdenes de Jack, que además de ser uno de los mayores, ser su jefe natural y ser un poco agresivo en sus modales, es el único que dispone de un cuchillo. Lo usará para matar a los animales que servirán de alimento, pero un arma es un arma al fin y al cabo.

Comportamiento tribal

Al final descuidarán el fuego a favor de perseguir a un cerdo salvaje. Lo matan y regresan victoriosos al campamento. Allí Ralph, lejos de darles las gracias por cobrarse una pieza que aportará proteínas a su dieta, les regaña. En el intervalo de la cacería, como os decía, Jack se olvida de cebar el fuego y éste se apaga justo cuando les sobrevuela un avión que podría haber detectado su presencia y podría haber supuesto su salvación.
 
Esto provocará un conflicto entre los dos machos alfa y las tornas se irán poniendo gradualmente a favor de Jack, en detrimento de Ralph.
Ralph es un muchacho práctico y racional con una cabeza bastante bien amueblada. Jack, a su modo, también es práctico, aunque su carácter es más instintivo que el racional Jack. Mientras el primero procura interpretar la realidad desde la lógica, el segundo es más visceral.
 
La personalidad y la planta de Jack ejercerán cierto magnetismo en los niños. En los demás niños. El atractivo añadido de la sangre, de ser el cazador y el que ha matado al cerdo y de tener el único y verdadero arma de toda la isla hará que haya un goteo de nuevos seguidores.

Hay varias escenas/pasajes clave en la trama

 
Tras perder la oportunidad de ser vistos por el avión los dos machitos se enfrentarán y el que saldrá peor parado será Piggy, que se llevará un bofetón y sus gafas caerán al suelo y se romperán negándole parte de su capacidad visual. Porque sí, además de ser el gordito es corto de vista. Y eso no ayuda demasiado a la hora de sobrevivir.
Otros hechos destacados y condicionantes, será la creencia de que hay una bestia, un demonio marino que sale del agua para merodear por la isla. Esto conllevará que veamos cómo se empiezan a adoptar mitos y rituales dotando a esta micro sociedad de sus primeras creencias tribales y supersticiones.

Una de ellas será ensartar la cabeza del cerdo en una pica a modo de escudo contra la bestia. Obvio deciros que esta cabeza se llenará de moscas, las que dan nombre a la obra, y el señor será la encarnación del mal, del diablo, del mismísimo Belcebú, el Señor de las moscas original.

Pero la tragedia está por llegar

Habrá un niño llamado Simon que encarnará la ingenuidad y la pureza. Y éste niño será quien, en su inocencia, se tope con el tótem del cerdo y se ensueñe con ese diablo que quiere matarles.
 
Todo esto irá en paralelo al mayor descenso de la autoridad de Ralph, a favor de Jack. Ralph irá perdiendo autoridad moral sobre los niños más débiles y pequeños que irán viendo en Jack a la figura de un hermano mayor viril y fuerte capaz de protegerles a todos. Ralph terminará aceptando su ración de carne, como Piggy, en un claro gesto de sumisión.
La cena da paso a un festín y el festín a una danza tribal que termina en un frenesí y paranoia grupal. Esto desencadenará la tragedia cuando Simon reaparezca y, sumidos en su frenesí, lo confundan con la bestia y lo linchen hasta matarlo.

Dos muertes en El señor de las moscas

Una ya la he comentado, la de Simon. Muerte que, a pesar de su brutalidad, pues no hay otro calificativo, no mellará sus conciencias pues éstas serán limpiadas por el mar. Las circunstancias nos podrían hacer hablar de un homicidio involuntario fruto del frenesí y la locura transitoria de todos ellos.

 
La segunda muerte será más trágica todavía porque entrañará voluntad de matar. Esto sí implicará que se trate de un asesinato. Piggy morirá aplastado por una roca que uno de los cazadores tirará sobre él.

Ambas muertes, Simon y Piggy serán edulcoradas por la acción del mar que ejercerá un influjo de «limpia conciencias» atrapando sus cuerpos y llevándoselos con la corriente. Parece querernos hacer pensar que si no se ve el mal éste deja de existir.

Sólo tras la muerte de Piggy nos enfrentaremos al desenlace de toda la peli (novela). Ya no hay lugar al error ni a la falta de intención. Ha sido asesinado y, Piggy era el fiel seguidor de Ralph, a quien sólo le quedan dos acólitos. Sin embargo Ralph se verá forzado a huir para salvar su pellejo. Vivo Ralph todos se podrían cuestionar el liderazgo de jack. Y vivo él, dada su edad, se podrían cuestionar ambas muertes para buscar sendos responsables. Si Ralph desapareciera sería fácil difuminar el recuerdo de las muertes de las conciencias culpables de los demás niños.

Pérdida de la voluntad individual = Alienación

Cuando la voluntad individual sucumbe a la grupal veos un nuevo estadio en esta nueva Sociedad. Hemos perdido la inocencia al derramar la sangre de los semejantes en un acto cainita. Pero esa congregación de conciencias en busca de pasar página mirando adelante sin cuestionarse la moralidad o la ética de sus actos hará que se corrompa la inocencia que representaban estos niños. Adiós al mito del buen salvaje de Rousseau.
La lucha por el fuego, por el liderazgo… nada que no nos identifique con nuestra propia especia humana. Lo vimos en En busca del fuego, lo vemos ne esta peli. Una Sociedad es primaria cuando los impulsos de sus individuos son primarios. Si el objeto de existir es sobrevivir es una sociedad primitiva. Cuando la Sociedad se preocupa por sus débiles, por los niños y por los ancianos, entonces es una Sociedad evolucionada. Ya lo razoné en mi artículo sobre Atapuerca.
Si volvemos sobre el origen de esta novela, su contexto, es decir, la operación Pied Piper, cabría establecer una comparación con el gobierno español de 2020 y comparar la gestión errónea de ambas crisis.

En 1939 los ingleses quisieron atajar un problema concibiendo una solución que, con el tiempo, se demostró errónea, por muy chula que se nos presente en películas como La bruja novata.

Se equivocaron, pero lo intentaron

Todo lo contrario a la gestión del Coronavirus por las autoridades españolas de hoy en día. Siento meter este comentario con calzador pero llevo 8 semanas encerrado y necesitoun desahogo. Me veo empujado a hablar de cómo el gobierno español, presidido por Pedro Sánchez ha abandonado a los ancianos dejándolos morir.
O de cómo ha dejado vendidos a sus sanitarios, médicos y militares. Los dotaron con materiales inútiles e inservibles haciéndolos creer que iban protegidos y dejando que se contagiaran y que contagiaran a las personas con las que conviven.

Es inhumano asesinar a un niño y pretender pasar página como si nada, es inhumano dejar que mueran 25.000 personas por no saber tomar decisiones. Es más… sí se omó una, que fue no hacer nada hasta que se celebrara la manifestación del 8M y después ya veremos. Y ese «ya veremos» ha sido letal porque entre medias ni compraron mascarillas ni guantes ni respiradores para hacer frente a la que se nos venía encima.

Contagio

Ya lo comenté en Contagio. Para colmo de desvergüenza, el 1 de mayo vimos cómo se cerraba el hospital de campaña de IFEMA, verdadera punta de lanza contra el COVID-19 sin que Pedro Sánchez haya hecho amago de visitarlo ni una sola vez. Es todo lo contrario a lo que un gobernante debe hacer.

Bueno, ya me he desahogado. Es que estaba a huevo al hablar de gobiernos ineptos, previsores o no, que se desploman cuando se enfrentan a un reto como el Coronavirus.

Como veréis esta peli y novela hablan de los principios básicos de la Sociedad y de la Humanidad. Temas de actualidad que deberían martillear la conciencia de nuestro Gobierno por demostrar su inhumanidad y su insensibilidad al dolor ajeno. Que es lo mismo que hablar de psicópatas. Como Jack y su partida de cazadores: psicópatas en potencia (salvo que intercedan los adultos).

He de confesaros que esta peli me fascinó desde la primera vez que la vi

La de 1963, porque la americana de 1999 se cambian los muchos del coro por cadetes. La filipina confieso que no la he visto.Pero ésta es alucinante y fiel reflejo de la novela en la que está inspirada, dentro del marco que describí al principio de la Operación Pied Piper, o flautista de Hamelin. El que en vez de llevarse las ratas tras de si se llevó a todos los niños hipnotizados por su flauta.

Esta es una peli que yo vinculo emocionalmente a mi etapa Scout. Por la importancia de ceder espacio vital a los niños para que procuren madurar experimentando. Pero también por la importancia de los referentes educativos. No lo digo porque los míos en el Kimball fueran buenos ni correctos, porque no puedes calificar como tal a quien intenta aprovechar que eres un crío para adoctrinarte políticamente. Pero había referentes, alguno bueno, muchos malos y hasta un cura proetarra (nada menos que el fundador del grupo).

Scouts

En mi propia experiencia fue el Escultismo el que me ayudó a madurar, enseñándome a mantenerme alejado de quienes estaban allí «para guiarme». Y de eso habla El Señor de las moscas. Habla de referentes, de maduración, de la pérdida de la inocencia y de cómo vivir y convivir en Sociedad.

Y que se preña de lógica cuando al final, tras la persecución que sufre Jack queda liberado cuando se arrastra por la orilla de la playa y se topa de bruces con un adulto que ha acudido a la señal de humo avistada desde un barco.No os niego que años después rememoré ésta imagen con cierto paralelismo entre ella y la aparición de los españoles al final de Apocalypto para poner orden y concierto en las guerras tribales de hispanoamérica y, como el adulto de ésta peli, aportar el sentido común de la civilización a los protagonistas de una y otra peli.

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