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Contagio

Tabla de contenidos

Ficha técnica de Contagio

Título: Contagio
Título original: Contagion
Director: Steven Sodenbergh
Guión: Scott Z- Burns
Producción: Gregory Jacobs, Stacey Sher y Michael Shamberg
Nacionalidad: USA
Año: 2011
Duración: 106′
Música: Cliff Martínez
Fotografía: Peter Andrews (realmente es el «alias» de Steven Sodenbergh)
Montaje: Stephen Mirrione
Productora: Warner Bros. Pictures, Participant Media, Imagenation Abu Dhabi y Double Feature Films
Distribuidora: Warner Bros. Pictures

Ficha técnica

Matt Damon – Mitch Emhoff
Anna Jacoby-Heron – Jory Emhoff
Gwyneth Paltrow – Elizabeth Emhoff «Beth»
Jude Law – Alan Krumweide
Marion Cotilard – Dra. Leonora Orantes
Kate Winslet – Dra- Erin Mears
Lawrence Fishburne – Dr. Ellis Cheever
Bryan Cranston – Lyle Haggerty
Jennifer Ehle – Dra. Ally Hextall
Elliott Gould – Dr. Ian Sussman
Chin Han – Sun Feng
John Hawkes – Roger
Sanaa Lathan – Aubrey Cheever
Demetri Martin – Dr. David Eisenberg
Armin Rohde – Damian Leopold
Enrico Colantoni – Dennis French
Larry Clarke – Dave
Monique Gabriela – Lorraine Vasquez
Si hace diez años alguien me hubiera dicho que, en una semana, me iba a ver 3 películas sobre pandemias me habría reído en su cara.
  1. Contagio – 2011 / USA – Steven Sodenbergh (ésta)
  2. Virus – 2019 – India – Aashiq Abu (Buenísima)
  3. Estallido – 1995 – USA – Wolfgang Petersen
De hecho no recordaba Estallido hasta que la volví a ver, a medias en las últimas fechas.

He visto estas tres por curiosidad morbosa.

Para comparar cómo abordaba la ficción (la india está basada en un hecho real) una pandemia. Y digo «morbosa» porque precisamente, contra todo pronóstico…

El mundo está inmerso en una pandemia por culpa de un virus chino llamado COVID-19

Unos dicen que se trata de un virus que ha saltado al cuerpo humano porque un chino se comió un murciélago y la ha liado parda. Otros que es un virus de laboratorio lanzado al mundo por el gobierno chino. Lo curioso del caso es que me ambos podrían ser ciertos. Así pues me agarro a la lógica del murciélago, pero no descarto la teoría del laboratorio, viendo el impacto social y económico que está teniendo el Coronavirus en todo el mundo.
Pero no puedo descartar la teoría del murciélago porque, si bien es la teoría «oficial» en el caso del Coronavirus, fue el motivo real de la expansión del NIPAH en el estado de Kerala en la India. Así pues ni podemos ni debemos descartarlo. En cualquier caso quizás lo más sensato sea pensar que su origen fuera natural pero las autoridades chinas han sido hábiles a la hora de saber cómo utilizarlo a su favor.

La verdad es que será complicado saber qué pasó realmente en China

El carácter hermético de la dictadura comunista que los gobierna con puño de hierro no ha dado una noticia  sobre el virus. No me sirve de mucho que los representantes de la OMS aplaudieran las medidas que tomaron para controlarlo. El COVID-19 desenmascara también lo inútil de la OMS, corrompida hasta la médula. Por no hablar de la ONU.
El tiempo parece estar quitando la razón a esa «buena gestión» conforme se van conociendo datos. Con cuentagotas . Del verdadero calado del virus en China. Eso allí, que aquí, en España, no tenemos ni idea de qué está pasando, pero luego volveré sobre este tema. En China estamos viendo cómo ejerció su autoridad el gobierno, desconocemos el número de muertos y dudo mucho que lleguemos a conocerlo de verdad. Pero sí sabemos el negocio que están haciendo en China con el material sanitario que están exportando a todo el mundo. El útil y el inútil.

Digamos que unas empresas verdaderas y con licencia para manipular material sanitario están vendiendo material útil a gobiernos útiles. Otras empresas falsas están vendiendo material inútil a gobiernos inútiles. Bueno, sólo hay un gobierno inútil, que además compra y recompra a las mismas empresas estafadoras. Y sí, lamentablemente es el de España.
De hecho el español es el gobierno que, a fecha de hoy, tiene mayor grado de paralelismo con el chino. Si bien España es todavía una Democracia, los miembros que componen nuestro gobierno parecen anhelar una dictadura como la china. Y ahí radica el dilema de la gestión del COVID-19 en España. No sólo tenemos un gobierno inepto que ha demostrado su incapacidad para gestionar nada. Además emulan al gigante asiático instaurando la censura informativa y la persecución ideológica a quienes discrepen de su labor.
Porque si el gobierno chino ha aprovechado para sacar tajada económica del Coronavirus, el español ha abierto una guerra a la Democracia, a la Libertad de expresión y a la Justicia.

Pedro Sánchez ha dado la espalda a la gestión del Coronavirus

De hecho nunca le importó. El mejor ejemplo fue impulsar la manifestación del 8-M desoyendo para ello hasta tres informes, creo recordar, de la Unión Europea, alertando de la virulencia del virus.

Le importó poco que la manifestación sirviera para propagar el virus. Menos le importa ver los hospitales colapsados y las morgues desbordadas. Ni lo siente ni lo padece. Le da igual. Tanto es así que ni se molesta en contar a los muertos por Coronavirus. Ni si quiera nos permite hacernos el test a los españoles, porque no quiere conocer ni que conozcamos el alcance real de la pandemia en España. Para no verse forzado a dimitir. Para intentar evitar tener que rendir cuentas a la Justicia. Y para evitarlo, se ha puesto en manos de su socio de gobierno cuyo plan apunta a abolir la democracia para instaurar el comunismo. Así pues, no puede estar más agradecido al gobierno chino (también comunista) por abrirle las puertas que no ha dudado en traspasar.

Para que nos hagamos una idea, el Hospital de IFEMA se montó el 23 de marzo y se desmantelará el 1 de mayo sin que Pedro Sánchez se haya dignado en visitarlo.

Así pues, mientras el 85% del planeta lucha por salvar la vida, los españoles estamos luchando, recluidos en nuestros hogares, por evitar el virus y por salvar la Democracia.

Y no tenemos la certeza de ganar ninguna  de las dos. Así están las cosas. Han tirado de la censura, sin ningún género de complejo. Y han tirado del bulo, que es el tema que hará que incluya esta peli en mis Pelis para MIBers: los bulos en las redes sociales. Pero lo han hecho de manera torticera bombardeando con bulos institucionales para tachar de bulo todo lo que discrepe de ellos. Es más, han tirado hasta de la Guardia Civil, la Institución mejor valorada en España, para hacer de censores y perseguidores de la oposición.

Tan es así que os aseguro que si hubiera visto esta misma película me habría puesto del lado gubernamental. Es decir, cuando se abre el debate sobre lo que es información (noticias) o desinformación (bulos) habría estado con las fuentes oficiales.

Pero ha sido necesario vivir esa pandemia, más mortal todavía, como es el COVID-19, y vivir esa cuarentena, para cambiar de postura. Vemos atónitos cómo el gobierno silencia y ataca a la oposición. Da prioridad a su reputación, por encima de la vida de los ciudadanos. Ha abiertos decenas de miles de perfiles falsos en Facebook para apoyar masivamente sus noticias en los canales oficiales en esa red social. Cosa que Facebook está investigando.

Sin embargo Twitter está dominado por los incondicionales del Gobierno. Se ha convertido en la trinchera informativa. Tuitear algo contrario a lo que nos dicta el Gobierno es como asomar el flequillo por encima del parapeto y exponerte a que un tuitero progubernamental te levante la tapa de los sesos con un tuit.
Y mientras tanto el Gobierno (que va a la deriva en materia de gestión) carga sus tintas en silenciar a la oposición a base de calumniarla. Procura enfrentar a los ciudadanos con sus instituciones (lo de la Guardia Civil) y quiere cortar la cabeza (por ahora sólo metafóricamente) al Rey de España porque los miembros del Gobierno son republicanos.

En esas estamos en España

Como comprenderéis lo del virus queda relegado a segunda línea. Nos han encerrado no para cuidarnos, para callarnos. Y lo hacen para tapar sus vergüenzas de pésimos gestores, y para no tener que dar explicaciones de por qué llevamos 6 ó 7 semanas encerrados y no han sido capaces de comprar test para saber si estamos infectados o no, o si ya lo hemos pasado. Por no comprar no han logrado traer ni mascarillas ni guantes, que son la primera barrera contra la transmisión del virus.
Bueno, han traído pero defectuosos o no válidos. Han despilfarrado nuestro dinero pagando comisiones a socios corruptos, quizás para sacar tajadas. Así pues, como llega el día de salir a pasear, el 27 de abril, y no hay guantes ni mascarillas para todos, el gobierno, en boca de su portavoz Simón, dice que «no cree que sea necesario su uso». Y se queda tan ancho.

En la misma película vemos la importancia de los guantes. Pero en esta y en las otras sobre pandemias. Es más, la peli hace hincapié en el riesgo que supone ir tocando todo porque en una de esas te llevas el virus en las yemas de los dedos y termina en tus labios, en tus ojos o en tu nariz. Pero en España no. Según Simón, el especialista en pandemias, lo de los guantes es una falacia. Lo dice porque no tenemos guantes ni mascarillas. Ya no digo que se rodeen de personas aptas para encabezar una emergencia nacional. Me habría conformado con que se rodearan de cinéfilos que les habríamos explicado, con gusto, las medidas a tomar que vemos en las pelis. El rigor sería el mismo que el de Simón, pero tendríamos el consuelo de haber acertado en algo.

Eso sí, para lo que no les ha faltado el tiempo ha sido para dos cosas: a) nacionalizar todo lo que han podido,como por ejemplo, la sanidad privada, que para variar era la única que había hecho los deberes. Y b) cada vez que un miembro del gobierno ha caído contagiado han ido ¿a dónde? a un hospital privado para no mezclarse con el populacho.

Y hasta ahora no me he puesto a comentar la peli, todavía. Como veréis la realidad deja pequeñita a la ficción.

Contagio

La película irá cubriendo etapas conforme evolucione la pandemia y siempre en paralelo a los días del calendario, salvo el primer día de esta narración, que desconocemos. Hasta el minuto final no sabremos qué pasó el Día 1 de la pandemia. Pero sí iremos viendo la escalada de contagios a partir de un vuelo procedente de Hong Kong en el que llega la mujer del protagonista tras un viaje de negocios.
Las teorías, especulaciones, hipótesis, investigación, la propaganda, incluso la demagogia fluctuarán a lo largo de la película en un guión en el que todos, menos el protagonista, el viudo de la mujer de la que os hablaba antes, son buenos y malos dependiendo del corte moral de cada cual y de las circunstancias.

Veremos que todos son buenos, en esencia, pero que ninguno se resiste a la tentación de aprovechar la información privilegiada de que dispone para favorecerse de ella.
En la peli veremos al máximo responsable para la coordinación de la lucha contra el virus, que lo hace fenomenal, aprovechar lo que sabe para alertar a su novia para que salga pitando de Chicago. Lo mismo vimos en la realidad, cuando las ministras que azuzaron a las mujeres para que salieran a manifestarse el 8M lo hicieron negando que hubiera peligro por el Coronavirus, pero acudieron (las ministras) con guantes. ¿Por qué fueron las únicas? Porque sabían lo que no sabían las demás personas a las que habían engañado para ir a la manifestación. Ahora sabemos que si se hubiera cancelado esa manifestación y se hubieran tomado las medidas pertinentes habría habido un 60% menos de víctimas del Coronavirus. Y ya vamos por 24.000 muertos oficiales.

Muertos oficiales

Matizo «oficiales» porque realmente no tenemos ni idea de cuántos se han contagiado ni de cuántos han muerto en España.Porque no hay test para todos. Y es normal, pues mientras «algunas miembras» del gobierno los acaparan para su uso personal el resto de los ciudadanos, los de a pie, no hemos olido un test. Y muchos de los que sí lo han hecho han sido engañados porque los test que sí han hecho eran defectuosos y no daban resultados fiables. Ese es el nivel de nuestro Gobierno.

Volviendo a la peli, en la que vemos cómo alguno de los responsables prevarica con la información privilegiada. En la ficción nos queda el consuelo de que sus colegas de trabajo, en este caso militares, advierten al jefe de la operación que tras la pandemia tendrá que ser juzgado y rendirá cuentas ante un Juez. Dios quiera que eso pase con quienes nos han abandonado en la realidad a nuestra suerte con su desgobierno y su soberbia.
Qué lejos queda nuestra realidad de la ficción que vemos en Contagio, incluso en Virus. Donde vemos a los sanitarios, tras las primeras fases y la desorientación inicial, cumplir protocolos y vestir adecuadamente para evitar los contagios. España tiene la mayor tasa de sanitarios infectados porque los han hecho enfrentarse al Coronavirus con mascarillas de papel y batas improvisadas con bolsas de basuras.

Es muy triste. Es patético. España tiene una sanidad como pocas hay en el mundo. Pero ahora somos testigos del peligro que supone poner nuestras vidas en manos de políticos ideológicos que sólo buscan su beneficio. Han sido capaces de reventar y colapsar la sanidad pública y, lejos de actuar para que volviera a funcionar, han nacionalizado la privada para robar, perdón, requisar los materiales que sus pacientes habían pagado con sus cuotas.

Es decir, y si me confundo, por favor, me corrigen. Un paciente de sanidad pública paga por un lado la Seguridad Social y por otro la Sanidad privada. De este modo se paga su sanidad y, como poco, la de otro que acceda a ella por la pública. Pero no contentos con eso, el Gobierno requisa los materiales comprados (previsores) por la sanidad pública, con el dinero de sus pacientes, para repartirlos en la pública, cuyo presupuesto (pagado por el mismo de la privada) se han dilapidado en manifestaciones, liberados sindicales y en vete tú a saber en qué. Y ahora amenazan con la mayor subida de impuestos de la historia de nuestra reciente y parece que caduca, Democracia.

Vuelvo a la peli y prometo no salir de ella hasta el final

Ya os dije que todo parece empezar con Elizabeth. Ella volvía de un viaje de negocios y parece que va sembrando la muerte allí por donde pasa. Antes del llegar a Minnesota, donde vive con su esposo Mitch.

Eso sí, su viaje tendrá una escala en Chicago que ella aprovechará para contagiar a su amante. Este detalle pondrá a Mitch sobre la pista y ayudará a las autoridades (que las de la peli sí investigan) para localizar la fuente del contagio, el «Paciente cero». El hecho de que su esposa llegue bastante enferma y muera en 48 horas hará que salten todas las alarmas. Más aún cuando llegue a su casa, tras conocer la muerte de ella y se encuentre con que su hijastro también ha muerto.

Hasta aquí todo es un dramón de los gordos. Imaginad perder dos seres queridos en un mismo día. A Mitch lo pondrán en cuarentena. No me resisto a mencionar que lo de la cuarentena podría sonarme a chino antes, pero llevo 6 semanas encerrado, sé de lo que os hablo. Bueno, también sé que, por desgracia, todos los que me leáis lo sabréis también a estas alturas. Cómo cambia la vida…

Descubrirá que él es inmune al virus

Por lo que se reunirá con su hija (de verdad) y se pasará media peli intentando saber si ella también es inmune.

La investigación progresa y vemos cómo parece que llegó, el virus, en el avión de la esposa de Mitch y se propagó en paralelo por Chicago. 1+1=2. Al final Mitch descubrirá que su mujer le ponía los cuernos. Esto ayudará a rebajar la tensión porque al fin y al cabo ella le era infiel.

Veremos los esfuerzos de tres doctoras en paralelo. Una que viajará a Minneapolis para investigar la propagación del virus, que se infectará y morirá. Otra que hará lo mismo que hizo el Dr. Dave Banner en HULK, y experimentará la vacuna consigo misma. Y la tercera que irá a Asia y será secuestrada y su libertad dependerá de si facilita (la OMS) la vacuna para los aldeanos de su colega (y traidor) de la OMS.

Mientras tanto los científicos descubren parte de la secuencia genética del virus. En dicha parte hay rastros de cerdo y de murciélago, pero no pueden continuar investigando porque no tienen con quién hacerlo, de ahí que la doctora decida liarse la manta a la cabeza e inoculárselo ella misma.

Como antes os decía, en esta peli no hay buenos ni malos

Sólo gente que quiere sobrevivir. Me refiero ahora al periodista freelance y bloguero. Alan Krumweide, cuyo prestigio y buena reputación radica en su libertad de expresión y su ausencia de vínculos corporativos al ir por libre.

El caso es que meterá la pata dejándose comprar por un falso medicamento para el virus. Fingirá que ha sido infectado y curado condicho medicamento. No me resisto a decir que conozco a más de uno que se ha pasado la cuarentena pregonando que estaba infectado sin (aparentemente) estarlo. Tampoco lo sabremos porque, como dije arriba, en España no tenemos test. Él seguirá fingiendo haber pasado el virus y todos seguiremos fingiendo que le creemos. Bueno, todos no, yo ya le he dicho que no creo que lo haya pasado. Suelo ser incapaz de fingir.

Ese acto le hará derrumbarse y perder la credibilidad que llevaba por bandera.

Por fin encontrarán una vacuna pero no habrá suficientes para todos los supervivientes por lo que habrá que hacer un sorteo que determine el orden de vacunación. Este orden no afectará a los doctores que están en la 1ª línea combatiendo su propagación.

Perdonadme pero he de hacer una última referencia a la realidad

Hoy se ha detectado que una partida de guantes y mascarillas repartidas por el gobierno (socialista) entre los médicos de Madrid y Andalucía (con sendos gobiernos populares) no eran aptas para evitar contagios. Y claro, se han contagiado.

En la peli veremos que el responsable de toda la operación, el mismo que usó la información privilegiada para darle el chivatazo a su novia para que se largara de Chicago, ya con ella en casa se salta el sorteo a la torera para ponerla la vacuna.
Y mientras tanto la Dra. Orantes, la que estaba secuestrada desarrolla un síndrome de Estocolmo hacia sus secuestradores y finalmente la intercambian por las vacunas. Lo del síndrome de Estocolmo es porque se enterará de que las vacunas no eran reales, sólo placebos y ella, ni corta ni perezosa, idealista y algo zumbada se volverá al pueblo con sus secuestradores.
La peli terminará por todo lo alto descubriéndonos el verdadero origen del virus, bastante en consonancia con el de la otra peli que apunté al principio, Virus… y los murciélagos, como con el COVID-19.

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