Ficha técnica de El crack 2
Título original: El crack 2
Nacionalidad: España
Música: Jesús Gluck
Montaje: Miguel González Sinde
Ficha artística
Alfredo Landa – Germán Areta – «piojo»
Miguel Rellán – Cárdenas «el moro»
José Bódalo – D. Ricardo «abuelo»
María Casanova – Carmen
Manuel Lorenzo – «Rocky»
Rafael de Penagos – Miguel Sampedro
Agustín González – «Bombilla»
Arturo Fernández – Don Gregorio
Me gusta escribir y no soy periodista…
¿Por qué todo este rollo antes de entrar en El crack 2?
Porque ya os estoy hablando de El crack 2
Madrid en coche
Madrid a pie
Hago un alto para volver a comentar el costumbrismo que refleja Garci en estas películas. El crack ha sido definida una y otra vez como una película que nos descubre Madrid. Sus edificios, sus cines…
Algo parecido vemos en El crack 2. Madrid sigue siendo un protagonista (latente) de la película. Pero esta vez vemos bancos donde antes vimos cines. Me parece abrumadora la presencia de bancos a lo largo de toda la película. Sucursales de todos los bancos de la época. Bancos…
La Casa de Campo. Baste deciros que mi padre fue el gerente de la Casa de Campo de Madrid durante quince años. Y que yo hacía ninjutsu allí, cerca de los toreros, los domingos por la mañana. Para que veáis si vivo la peli y revivo mis recuerdos de juventud.
Y cómics. Aparecerán varias veces en la peli, cosa que me agrada.
Madrid desde el cielo
También vemos zonas que han cambiado hasta el punto de no ser reconocibles. La M-30, Cuatro Caminos… La Gran Vía cuando estaba concebida para ser vivida y disfrutada. Plaza de España, y entre ambas, estaba San Bernardo, uno de los barrios que aglutinaba las mejores tiendas de cómics de todo Madrid.
Esos cómics los vemos en un kiosko detrás de «el moro«. Ved la peli y paradla para ver los cómics porque destaco, sobre todos el Astérix que vemos al fondo.
Gracias Garci por recordarme los rincones de placer por los que viví toda mi infancia, y mi juventud. Qué bien me conozco esas calles, y muchas de esas terrazas madrileñas. En ellas (calles y terrazas) descubrí el mundo que me rodeaba. En Madrid. El Madrid del Piojo, mi Madrid.
El antenicidio
Manuel Martín Ferrand
Os recuerdo que Areta va escuchando a Martín Ferrand en su coche. Era el mejor ejemplo de periodista y de profesional y de firmeza moral en la comunicación.
Por eso se cepillaron Antena 3
Hay sentencia firme que obliga a la Cadena SER a devolver algunas de las emisoras de Antena 3. Pero ahí siguen.
Antena 3 Radio tenía el mejor grupo de periodistas y personas que se podía reunir en torno a un micrófono. Lamentablemente tuvieron que dispersarse: algunos fueron a Onda Cero, otros a Radio VOZ y los más a la COPE y con el tiempo terminarán volviéndose a reunir algunos en esRadio.
Como veis, esta secuencia en el coche es un paseo por la Historia de la Radiodifusión española.
Vuelvo de la Radio al Cine
Lo más entrañablede la secuencia del coche es cuando Martín Ferrand deja al frente del especial de Navidad a Carlos Pumares. Fallecido, tristemente, el pasado 12 de octubre (de 2023).
Con Pumares aprendí a amar la radio y el cine por igual
Allá va Areta, en su coche… sumido en la soledad. Porque Areta es un tipo solitario. Por obligación. Su firmeza moral y su estricto sentido del deber y de la Justicia han hecho de él un tipo peligroso para sus seres queridos.
Quizás sería conveniente que leyérais primero mi comentario de El crack. Para después retomar esta entrada de su secuela.
El final de El crack condiciona su continuación
Ya os he dicho que El crack es mi película española favorita
El crack 2, siendo muy buena, no alcanza a la primera
Areta tiene que reorganizar a su equipo para poder avanzar en la investigación. Había terminado mal con «el moro» en la primera. Ahora hace de tripas corazón para reconciliarse con él y volver a colaborar.
Conforme avance la película iremos viendo y comprendiendo el verdadero calado de la investigación.
La peli girará, en cierto modo, en torno a dos homosexuales. Uno que abandona y el otro abandonado. Lo fácil habría sido hablar de despecho. Pero el pobre hombre, lejos de despecho, lo que quiere es comprender por qué ha sido abandonado. Sin aires de venganza ni nada parecido. Desde la humildad, la incredulidad y lleno de pena.
El Dr. Leiva
Quiere rellenar todas las lagunas de la ruptura. Porque para él, la marcha de su pareja le parece un desenlace incomprensible para su relación. Al pobre se le escapan otros factores que serán los que den pleno sentido a la trama.
Su pareja sentimental, el Dr. Leiva, es un médico que trabaja para una farmacéutica. Areta pondrá a Sampedro al corriente de su investigación.
No existe nada que dé a entender que pudiera haber otro hombre involucrado. Más bien al contrario. Leiva hace una vida normal y va de casa al trabajo y del trabajo a casa sin vida social. Solo hace una excepción para visitar a su psicólogo, pero nada más.
Cuanto más lógico es el comportamiento de Leiva más ilógico resulta para Sampedro que desapareciera de su vida. Y no es de extrañar. Si hubiera un tercero en la ecuación se podría despejar la incógnita. Pero Sampedro no concibe el desamor repentino en Leiva. Y esto lo desespera.
El detective Areta
Por el momento me centro en el aspecto profesional de Areta. Pero no podemos, ni debemos, obviar la parte personal. Sobre todo con la carga emocional que hereda de la primera película.
Areta sigue enamorado de Carmen. Y ella de él.
Pero la profesión de Areta se interpone entre ambos. Es como un muro infranqueable. En la película están planificando un viaje a Italia para celebrar juntos la Navidad. Pero vemos también que, conforme se acerca la fecha se alejan ambos. Se quieren, se aman, se necesitan…
Pero Areta no sabe desconectar de su trabajo y su obsesión por la investigación amenaza con arruinar su relación de pareja. Una relación que vimos nacer, explotar y renacer en la primera película.
Llegaremos al punto en el que Areta sienta que hay gato encerrado en el caso que le ha mandado «el abuelo». Pero no sabe por dónde tirar para deshacer la madeja.
Falso carpetazo
Parece que todo va a quedar en algo pasional. Entre medias se supone que Sampedro visita a Leiva y lo asesina, por despecho, y después se suicidó. Esto es lo que no le encaja a Areta, que fue, otrora, el mejor investigador de la Policía. Ya lo decía antes, Sampedro quería razones, no venganza.
A priori se cierra la investigación. Todo apunta a que, por fin, cogerá el avión y se irá de vacaciones, pero algo pondrá su vida patas arriba…
Alguien ha irrumpido en su despacho y le han dejado un mensaje:
«Deja en paz a los muertos»
Además, ese mismo (supuestamente) «alguien» ha pegado una paliza al «moro«.
Si lo que pretendían era asustar a Areta. Hacer que deje la investigación… amedrentarlo… están «apañáos«. Esto no hará más que picar el amor propio de Areta y adiós viaje a Italia.
Fin de la relación amorosa entre Carmen y Areta.
Carmen declara su amor a Areta pero le dice que no sabe desconectar. Y que su amor propio se ha truncado en un falso orgullo que solo hará que lo maten. Ella no puede aguantar más así… se marcha.
Areta se refugia en su soledad
Donde florezca el Areta más oscuro. El implacable. El frío. Duro… «el piojo» en estado puro.
Será ahora cuando se lance cual perro de presa sobre su objetivo.
Investiga a fondo el caso.
Descubre una trama farmacéutica que trabaja con fármacos falsos. O falsos fármacos. El caso es que hacen y venden medicamentos inservibles. Aparentemente innocuos. Se supone que no hacen bien a los pacientes que los consumen, pero tampoco mal. Hasta que Areta se entreviste con la cabeza pensante de toda la trama, Don Gregorio.
Un tipo sin escrúpulos.
Un estafador.
El propio Gregorio confiesa, a calzón quitado, que sí ha habido víctimas mortales por culpa de algunos de esos falsos medicamentos. Sin complejos. Sin ruborizarse. Piensa abandonar por un tiempo el área farmacológica porque teme ser descubierto. Para colmo, prende fuego a su fábrica para, y manda narices, cobrar el seguro.
Se destapa la trama
Leiva no dejó a Sampedro por despecho, desamor o porque hubiera otro hombre en su vida. Como predecíamos. Leiva dejó a su amor, Sampedro, para protegerlo.
El Dr. Leiva había descubierto que trabajaba para un laboratorio farmacéutico fraudulento y se reveló. Al hacerlo puso en peligro a Sampedro. El único modo de proteger al amor de toda su vida era distanciándose de él.
Que aparecieran muertos los dos sirvió como móvil perfecto para la policía: un crimen pasional. Pero todo estaba urdido y bien urdido para que los laboratorios no aparecieran ni de refilón. Caso cerrado.
Salvo por Areta.
A pesar de que el propio «abuelo» le pide que abandone el caso.
Es tozudo y no cejará en dar con la verdad. Han caído muchas personas por el camino como para abandonar ahora.
El malo es tan malo que ni siquiera pretende eliminar a Areta. No lo matará aunque se darán las circunstancias adecuadas para hacerlo. Es más, Gregorio ofrece trabajo a Areta. Quiere que se una a él y le invita a sumarse al equipo asegurando que se hará millonario.
Será entonces cuando Areta venza.
Nadie mata a nadie
Areta rechaza la oferta millonaria y deja bien claro que no se vende. Que no tiene precio. Que más vale ser un pobre honrado que cargar con la vida de inocentes en sus espaldas.
Hecho esto y reconciliado con el abuelo… Porque sí, durante la peli se enfrentan. Por meterle en el fregado para pedirle que lo deje cuando empezaba a ver que había cabos sueltos.
Solo queda por delante pensar en Roma como destino.
Alfredo Landa y Areta
En esta película creo que Alfredo Landa no está a su propia altura. Y os razonaré mi parecer: En El crack Alfredo interpreta a Areta de un modo insuperable, pienso que en ésta película Alfredo intenta emularse a si mismo en el mismo personaje.
Interpreta no a Areta, si no al Alfredo que da vida a Areta. No sé si me he explicado bien. Creo que él mismo podría ser consciente haber interpretado el papel de su vida en El crack. Y creo que se propuso hacer lo mismo en El crack 2. Pero a sabiendas de que público y crítica iban a estudiar cada uno de sus gestos…
Creo que su preocupación, en esta película, fue estar a la altura de la primera interpretación. Por eso digo que no encarna a Areta sino al propio Landa que encarnó a Areta en la primera… menudo galimatías. Aún así, me parece fabuloso.