ANNA - 2019 - USA - Francia - Ultraviolencia - Guerra fría - KGB - CIA - el fancine - Podcast de cine - Web de cine - Blog de cine - Alvaro Garcia

Anna

Tabla de contenidos

Anna

Menudo peliculón.

Es la cuarta vez que la veo. Y la veré por quinta vez mientras escribo esta entrada.

Iba a meterla en mi serie de pelis de ultraviolencia, porque pienso que bien podría enmarcarse ahí. Y en la de Guerra fría, aunque sea una ficción. Al fin y al cabo, esta muchacha reparte bofetadas a dos manos y pelea como Neo en Matrix pero sin cámara lenta, lo cual tiene más mérito, porque más que ver venir los golpes, los intuye. Los predice.

Lo de Guerra fría es de cajón, siendo Anna un agente del KGB soviético, espiando y asesinando en la Europa de las Democracias.

Una muerte dulce

Habréis oído hablar de muertes dulces. Aquellas indoloras, y, si me apuráis, según las describen, hasta placenteras. El buceador que se queda sin oxígeno a 30m de profundidad…Suerte compartida con el astronauta que vaga a la deriva tras perder su fijación a la nave espacial. El que muere congelado en la nieve… O quien duerme para no despertar tras inhalar una fuga de gas.

A todas esas «muertes dulces» añado yo morir a manos de Anna. Por lo menos si quien muere es un espía en fase morituris. O para un profesional de la lucha, de cualquier lucha. No me digáis que es lo mismo que te de un guantazo James Bond o lo haga Anna, por lo menos para mi, claro… Dentro de lo que cabe, si tienes que morir peleando con un espía… por lo menos que lo último que veas sea a este ángel… Exterminador.

Creo que ya he contextualizado un poquito la peli, pero podría sintetizarlo aún más: «Violencia y espías a gogó«. Pero si lo dejara ahí me quedaría un comentario algo escueto que no llegaría ni a sinopsis. Así que me pondré manos a la obra.

Thriller de espionaje

Anna es un thriller de espionaje. Y yo me atrevería a decir que de los buenos. Bebe de elementos clásicos del género y los adereza con rasgos más contemporáneos. Está dirigida por Luc Besson, capaz de hacer El quinto elemento y después sacarse la espinita con Anna. Por el comentario (mordaz) comprenderéis que la del elemento no la incluyo en mi TOP5 de Ciencia Ficción. Tampoco en el TOP5005. No hay bodrio pretencioso de menor buen gusto que esa locura de colorines y falsas texturas.

Eso revaloriza a Anna. Y Anna, siendo una peli de una exuberancia contenida, y mira que acabo de contradecirme… nos enmarca un personaje bien definido, bien modelado y bien pensado y escrito con una interpretación impecable. Anna está encarnada por Sasha Luss, una modelo y actriz rusa que se revela fabulosa y camaleónica en esta peli.

Fabulosa porque enamora a la cámara y la cámara la mima. Camaleónica es porque a lo largo de la peli veremos varias Anna diferentes: jovencita, descarriada, maltratada, modelo, espía, asesina… Y en cada faceta de su vida, salvo la de niña pequeña, claro, vemos a una mujer completamente distinta de las demás.

Historia deconstruida

Lo mejor de todo es que, superado el impacto «Sasha Luss«, Anna te impacta y te atrapa en su telaraña desde nada más comenzar. Volvemos a un formato clásico de ir dando saltos en el tiempo para que el espectador tenga que ir reconstruyendo mentalmente la escala temporal de un guion que nos presentan deconstruido.

Esto lo hemos visto en muchas pelis, pero no en todas ha funcionado. En TENNET, por ejemplo, se sigue este patrón de los saltos temporales y, para mi humilde opinión, no consiguieron que fluyera todo con naturalidad. Ni que logremos terminar de ver la peli con ese puzzle temporal reconstruido. Por lo menos eso me pasa a mi, que quizás sea un pelín torpe. Eso no ocurre en Anna.

Es verdad

Todo encaja y tiene sentido. Al final. Si tienes paciencia y te gusta sentirte en las manos de un director omnisciente que sabe dónde empieza la narración y dónde termina. Y lo que hace es dar tijeretazos a la cinta (comentario de quienes conocimos el cine enlatado en bobinas) para recomponer la línea narrativa, pero desordenada.

Al desorden narrativo hemos de añadirle los cambios de perspectiva cuando retoma acciones anteriores. Perspectivas que, de entrada, nos descolocan, pero que después, vistas (de nuevo) las escenas, pero desde otro ángulo, cobran pleno sentido.

El drama de la trama

Porque el témpano de hielo que es Anna tiene un drama por trasfondo. En verdad su trasfondo, entero, es un drama, pues resulta de sumar todas las decepciones, abandonos, maltratos y vejaciones padecidas a lo largo de su vida de niña, de adolescente y de joven.

Ha sido una niña huérfana que brillaba por su hermosura y por su inteligencia, pero que, revés tras revés, tuvo que orientar su vida a sobrevivir más que a vivir. La supervivencia, como estilo de vida, es dura e ingrata. En la Sociedad nuestra, de hoy en día, resulta peliagudo salirte del mercado y ser un outsider. Pero en la Rusia comunista, la de la Unión Soviética, despiadada con sus fieles, mezquina con sus leales, para los marginales era el Infierno.

La Rusia comunista de la era soviética

Podías convertirte en marginal de mil maneras… Eso lo expliqué en mi otro blog, «el troblogdita«, cuando expliqué la biografía de Josep Landowski. El médico católico condenado al ostracismo por su fe, en Sinfonía en Rojo Mayor. Viene a cuento la referencia, porque esta niña, muchacha y mujer vive en la evolución de la Dictadura que el propio Landowski, en contra de su voluntad, se vio obligado a consolidar.

De verdad, si tenéis que elegir entre leer ese libro y ver esta peli, leed el libro. Esta peli o cualquiera de las otras 488 que la han precedido: Es una lección de Humanidad. Mejor dicho, de Inhumanidad. Ya habría querido Landowski haber permanecido en su ostracismo en vez de verse obligado a cuidar la Salud de Yagoda: Comisario del Pueblo para Asuntos Internos. Puesto equiparable al de nuestro Ministro del interior, Marlaska. Un libro maravilloso y repugnante por igual.

En esa Rusia vivió, malvivió y sobrevivió Anna

Hasta que un delincuente de poca monta la saca de la calle para convertirla en su juguete privado.

Ese tramo, inicial, de la peli, lleva a Anna a ser testigo involuntario, de un asalto, secuestro e intento de robo con violencia en el que interviene la policía de Moscú. Cosa que servirá para poner un punto final a esa vida y empezar otra nueva.

El KGB

Es detenida.

Y en la sede del KGB (¿veis cómo procedía mencionar a Landowski?) recibe una de esas ofertas irrechazables. Borrar su expediente a cambio de trabajar para la KGB. Si accediera se convertiría en espía comunista. Y accede, claro.

La recluta un tal Alexander Tchenkov, quien accede a la petición de Anna de reclutarla por un espacio de cinco años. Cuando expire el plazo, quedará libre para volver a reiniciar su vida y se podrá volver a reinventar.

Sin embargo, el capo del KGB, un tal Vassiliev, rechaza el plazo, rechaza el acuerdo y la deja bien claro que del KGB sólo se puede salir después de muerto. Ahí se terminan los sueños de libertad de la protagonista, quien termina su instrucción y pasa a estar bajo la supervisión de una tal Olga.

Ya ha sido entrenada y adiestrada como agente del KGB. Ya es espía y asesina. Sólo falta recibir su primera misión, que no tarda en llegar.

Rumbo a Francia

Esta misión enlaza con la primera escena de la película. Ya os dije que el guion es un no parar de dar saltos en el tiempo. Bueno… con la segunda, porque la primera encadena el arresto, eliminación y asesinato de nueve agentes de la CIA que vivían en Moscú.

Se hace pasar por modelo para trabajar en Paris.

La muchacha se revela implacable y letal. Objetivo que le pone el KGB objetivo que seduce y, después, lo asesina. No es solo una verdadera belleza de mujer, también es, como bien dije antes, un ángel exterminador. Su dominio de las artes marciales y de todo tipo de armamento conjugados con su frialdad hacen de ella el espía perfecto.

A partir de aquí SPOILER

La CIA

No podemos hablar del KGB sin hablar de la CIA. Recordad que esta ficción se desarrolla en los tiempos de la Guerra fría en los que el comunismo amenazaba Occidente. La caída del muro de Berlín hizo que las Democracias pensaran que habían vencido, bajaron la guardia y ahora se ha inoculado en la Sociedad a través de falsos movimientos pro libertades. Si al final va a ser que Hoover tenía razón cuando veía comunistas en los grupos que hoy llamaríamos Woke.

El caso es que la CIA tiende una trampa al KGB y pone a Anna en un brete: o espías para nosotros, o te eliminamos. Anna juega sus cartas para buscar lo que siempre ha buscado: su libertad. Sabemos que Anna no milita en el KGB por comunista. Ni militará en la CIA por demócrata. Termina militando en ambas agencias por miedo a perder su vida, aunque cada vez que se mueva se hundirá un poco más en unas arenas movedizas que la tienen atrapada hasta las rodillas.

Olga (KGB) y Lenny Miller (CIA)

Ni más ni menos que Helen Mirren (Excalibur, El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante, Gosford Park) y Cillian Murphy (La trinchera, Dunkerque y Batman begins). Estos son los actores que encarnan a Olga y a Lenny.

La verdad es que Anna es un peón más en una partida de ajedrez jugada entre los mandamases de la CIA y del KGB. ¿Os acordáis del inicio de la peli? Cuando el KGB eliminó a nueve agentes de la CIA. Pues han pasado los años, pero Lenny urdió un plan para vengar a sus agentes asesinados en Moscú. Y Anna es el peón que necesitaba para derribar al Rey del KGB. No va a por Olga, sino a por Vassiliev. El capo.

Hay una escena, de una intervención de Anna, que veremos varias veces durante la peli. Cada vez desde un prisma distinto, y en cada vuelta a la escena descubrimos un detalle nuevo. Cositas que estaban ahí pero que pasan desapercibidas hasta que nos las explican.

El resultado de esa escena será el detonante del desenlace.

Por un lado, Lenny tiende la trampa de la que os hablé y Anna cae en ella. Anna entra en un hotel como agente del KGB y sale de él como agente doble del KGB y de la CIA.

Lenny hace una propuesta a Anna que negocia, de nuevo, su libertad. Y el americano parece ser más comprensivo con el anhelo de la muchacha y parece acceder a cambio de sus servicios.

Olga no es tonta

Aprecia los detalles y comprende que hay gato encerrado. Deduce que el gato no es gato, sino gata, y el encierro es el doble juego al que se ha visto arrastrada.

Estas cosas no nos las dice el director de modo lineal y cronológico. Recordad los saltos en el tiempo. Veremos que Anna empieza a trabajar para los yanquis. Y parecerá que Olga no se entera. Pero es perfectamente consciente de la situación. Lo que hace es disimular y fingirse engañada para esperar un paso en falso de Lenny.

Vemos cómo Olga habla con Anna. La verdad es que la jefa se ve reflejada en la jovencita. Comprende sus recursos, su destreza y su habilidad en todos los campos. Y lo hace porque es como fue ella en sus días de jovencita. Eso no quita que le haga vivir una vida de perros y la arrastre por el fango cuando lo estima necesario

Spoiler a saco

Recapitulemos.

Lenny atrapa a Anna en sus redes: para asesinar a Vassiliev. Pero es atrapado por las redes de Anna, sucumbiendo a su belleza irresistible.

Por ahí sigue merodeando Alex. El que reclutó a Anna. Sigue haciéndola un marcaje férreo y, cuando puede, algo más que un marcaje. Ama a Anna (aunque nunca más que la Partido Comunista) y, a su manera, la protege.

Olga carece de escrúpulos y, cuando comprende (sonsaca) que Anna es un doble agente (de ser agente KGB pasó a KGB-CIA), da otra vuelta de tuerca al guion. No deporta a Anna a Siberia, ni la mata. Pero tendrá que fingir que sigue las órdenes de Lenny para tener informada al KGB de las intenciones de la CIA. Esto hace que ahora sea una espía triple: KGB-CIA-KGB.

KGB-CIA-KGB

Esto era frecuente, y lo sigue siendo, en el espionaje.

Espías descubiertos que no son eliminados, pero, a cambio, son obligados a trabajar para su enemigo. Espías que trabajan para su enemigo y son descubiertos por su Gobierno y deben empezar a trabajar para éste y seguirlo haciendo para el enemigo para que no sospeche nada…

En ese punto está Anna

Pero recordad: ella nunca espió, ni asesinó, por motivos políticos, ideológicos ni patrióticos. Lo hizo siempre por dos motivos: para no morir por negarse a hacerlo y como billete para comprar su libertad.

Si los americanos quieren matar a Vassiliev, dejemos que lo maten. Eso es lo que piensa Olga. Jugada maestra para terminar sucediendo a su jefe y para reposar sus posaderas en el sillón del jefe del KGB.

Por eso Olga decide no eliminar a Anna. Porque seguirá siendo un peón en sus manos y le servirá para derrocar al rey y ocupar su trono.

Entre medias Olga se echa una novia francesa. Qué pesada es la francesa, por favor. No se calla ni debajo del agua. Está obsesionada con Anna y la arrastra a una vida casi matrimonial mientras que la rusa suspira cada vez que la francesa empieza a hablar sin parar.

Anna logra unas vacaciones de Olga. Se va a la playa. Pero la pobre se tiene que llevar a la cotorra francesa para no llamar la atención. Así no se puede desconectar. Y en la playita está Lenny, quien la hace un marcaje intenso para presionar a la del KGB y pone la directa para ir a por el jefe del KGB.

Antes de meter la directa se revolcará en el colchón de su bungaló con Anna. Él no lo sabe, pero él es el jefe nuevo de Anna pero Anna manda en su corazón.

Olga deja claro que sabe cómo, y desde cuándo, está trabajando para Lenny. Pero deja que las cosas sigan como están y se urde el plan para aprovechar el asesinato del Vassiliev. Recordad que Olga aspira a suceder a Vassiliev.

Venganza consumada

Lenny cierra el episodio del asesinato de sus agentes vengando su muerte y eliminando a Vassiliev.

Pero pierde el rastro de Anna. Parece que ha caído.

Ella ha asesinado a Vassiliev rematando una partida de ajedrez (tanto literal como figurada) y dejando KO a su protector, jefe, amigo y amante Alex.

Lo que no sabemos es que descarta fugarse de la sede del KGB siguiendo el plan de la CIA. El final es más retorcido, si cabe. Planifica esa huida con Olga, quien deja volar a su espía favorita después de recibir el empujoncito que necesitaba para ser la mandamás del KGB.

El desenlace de la peli mola. Porque, en contra de todo pronóstico, veremos a los dos amantes y jefes y protectores de Anna sentados en una misma mesa. Y Anna se sentará con ambos, en una terracita de un parque de París. Y a ambos les dirá que los ha querido de verdad. Y les pedirá que hagan vales sus respectivas promesas de libertad.

Los dos amantes terminarán cediendo. Hay un rifirrafe entre agentes de ambos bandos que no llega a ningún lado. Y en medio del altercado, Olga asesina a Anna a sangre fría.

¿Fin de la historia?

Lo entretenido y divertido de esta peli es que Olga finge que asesina a Anna. Anna finge morir. Un doble sustituye a Anna. Los dos amantes corren despavoridos, a sus respectivas sedes móviles, para localizar el cuerpo de Anna. Está muerta. Eso es indiscutible.

La peli termina con Olga sentándose en el sillón de jefaza del KGB.

Enciende su portátil y tiene un mensaje de Anna. Puestos a hablar de ajedrez… la ha jaqueado el portátil y la ha dejado un mensaje por el que deja clarito que se licencia del KGB y se va a vivir su vida. Y deja más clarito, todavía, que tiene grabada la conversación en la que Olga planea lo de Vassiliev.

Esa es su llave para tan ansiada libertad.

Lo mejor es la sonrisa de cínica felicidad de Olga al ver el mensaje y comprender que Anna ha sido la horma de su zapato desde que la reclutó.

Así termina una peli super entretenida. Un thriller de espionaje con sobredosis de ultraviolencia. De una belleza sublime y sublimada en la propia Anna. Una peli muy entretenida que pasó sin pena ni gloria por los cines pero que es garantía de una noche entretenida viéndola en la tele.

Pelis mencionadas en Anna

Pelis sobre Guerra fría

Otras películas

Ir al contenido