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La noche de Halloween

Tabla de contenidos

Ficha técnica de La noche de Halloween

Título: La noche de Halloween
Título original: Halloween
Director: John Carpenter
Guión: John Carpenter, Debra Hill
Nacionalidad: U.S.A.
Año: 1978
Productor: Debra Hill
Productora: Falcon International Productions
Distribuidora: Compass International Picures
Montaje: Beth Rodgers
Duración: 91’
Fotografía: Dean Cundey
Música: John Carpenter
 

Ficha artística

Jamie Lee Curtis – Laurie Strode
Donald Pleasence – Dr. Sam Loomis
Nancy Kyes – Annie Brackett
PJ Soles – Linda Van Der Klok
Nick Castle – Michael Myers (21 años, enmascarado)
Tony Moran – Michael Myers (21 años, sin máscara)
Will Sandin – Michael Myers (6 años)
Charles Cyphers – Comisario Leigh Brackett
Kyle Richards – Lindsey Wallace
Brian Andrews – Tommy Doyle
John Michael Graham – Bob Simms
Nancy Stephens – Marion Chambers
Sandy Johnson – Judith Margarte Myers
 

John Carpenter y el Slasher

John Carpenter inaugura con La noche de Halloween un subgénero dentro del género de Cine de Terror: el Slasher.

Slasher significa agudo, puntiagudo, cortante o cuchillada

Acogerá todo un subgénero que podría resumirse en unos pocos rasgos y aspectos comunes a todas las pelis del subgénero: sexo juvenil y violencia. Ausencia de la figura paternal o, en su caso, de figura de autoridad, como la policía.

Ésta policía será siempre incapaz de concebir el alcance del problema al que sus protagonistas se enfrentan. No hablamos de una policía estúpida. No como nos la pintaba Sir Arthur Conan Doyle en sus novelas de Sherlock Holmes. No. No es el caso. Es simplemente una poli incapaz de ver lo que tiene delante de los ojos y lo niega incluso responsabilizando a los jóvenes cargados de hormonas o puestos hasta las cejas.

Los jóvenes están cargados de hormonas, eso sí es cierto

Y ellos serán uno de los puntos en común en todo este subgénero: muchachos aislados. Pueden estar de vacaciones en una cabaña en medio del bosque, o estar solos en una casa mientras los padres están cenando fuera. Siempre aprovecharán su aislamiento para darse placer sin medida. Genial, ¿verdad? Pues sí, para todos menos para ellos porque al final ese desenfreno sexual les costará la vida. Luego veremos por qué.

Rasgos del Slasher

  1. Ausencia de referencia adulta y
  2. 2 Desenfreno sexual
  3. Asesino en serie

Todo esto arranca con La noche de Halloween.

Un asesino que, por lo general, se resiente de un mal recibido en su infancia y busca saciar su rencor vengándose. Y lo hará haciendo todo el mal que pueda. Daño indiscriminado y, por lo general, asesinando a jóvenes quinceañeros. Este asesino en serie estará dotado, además, de una fuerza sobrenatural que le hará prácticamente indestructible. Un rasgo muy de cómic trasladado al cine.

Por lo general su superioridad física sólo se verá superada por dos cosas en todas las pelis Slasher:

  1. Ingenuidad de sus víctimas (que les hará pagar un alto precio) y
  2. Astucia de su rival directo, por lo general una muchacha que sí será capaz de ver la encarnación del mal en su rival

Brutalidad masculina Vs fragilidad femenina

Al anti-héroe que será el malo del Slasher hay que contraponerle la impotencia física de la heroina.

Ella irá atando cabos hasta comprender qué es lo que la angustia. Porque siempre sentirán angustia como antesala al miedo. Una angustia que se manifestará como mero instinto. Inmersa en la película la protagonista querrá quitar transcendencia a la señal de alarma de su instinto, unas veces por vergüenza, otras por no hacer ver a sus amigos su inseguridad. Otras por miedo a materializar sus temores…

Pero ya habrán sentido esa señal de alarma que las mantendrá en guardia toda la película.

Cuando el mal se manifiesta en todo su esplendor ya será tarde. Solo comprenderán a qué se enfrentan cuando el asesino haya eliminado a medio reparto. Por lo general toda la pandilla de la protagonista y algún agente de la Ley.

La chica final

Dicho esto, cuando ella sepa que hay un asesino, sabrá de sobra que el siguiente objetivo es ella (llamada incluso «la chica final«). No cejará en su ánimo de asesinarla. Ella sabrá que físicamente no tiene nada que hacer contra el asesino, y solo la quedará huir, huir, huir y escapar en una carrera infinita hacia delante. Y cada vez que mire atrás allí tendrá a su perseguidor. A paso de tortuga pero inagotable.

Los enfrentamientos en los que el asesino no salga victorioso serán desalentadores. Nos irán haciendo comprender que se le puede hacer daño pero no matar. Irán saliendo de una y otra encerrona, se escaparán de todos los males y sortearán, incluso a veces sin sentido lógico para el espectador, todos los ataques que reciba.

Totalmente desalentador.

La máscara

No he hablado de Halloween pero ya he contado todo lo que requiere el subgénero (Slasher).

Éste bebió de grandes como Hitchcock y se fraguó en esta película de John Carpenter en torno a Mike Myers y otra característica iniciática: La máscara. Los malos de estas pelis irán enmascarados, por lo general (Viernes 13, Halloween…) o desfigurados (Pesadilla en El Street) y tendrán un arma característica (sierra mecánica en La matanza de Texas o las garras de Freddie Krueger).

Capitán Kirk de Star Treck

Lo más curioso y destacable de esta máscara.. La de Myers será la adaptación del rostro del Capitán Kirk de Star Treck. A partir de él hicieron una máscara con los ojos ensanchados y pintada de blanco.

Estamos, como he mencionado varias veces, ante una película que contribuirá a cambiar el cine, y… Si no a cambiarlo, sí por lo menos a hacerlo más grande incorporando un subgénero.

Habrá otros detalles comunesal subgénero que nacen con esta película de Carpenter:

  1. La música, casi como un personaje más, a lo largo de toda la película, de fondo, en segundo plano, sugestionando al espectador y…
  2. Los usos de la cámara. Bien sea para primeros planos que nos quitarán el aliento o para fijarla en un plano cenital que nos permitirá hacernos cargo de la escena. Para verla en su totalidad, ver el contexto de la acción y acongojarnos haciéndonos sentir insignificantes. Sea para servir de preludio a la acción, sea para engañarnos y hacernos creer que va a suceder algo, o sea para demostrarnos que no hay escapatoria.

Jamie Lee Curtis

Fue descubierta en La noche de Halloween y terminó siendo bautizada como la reina del grito. Por algo será. Sin embargo confiesa que no sabía cómo interpretar el miedo, y menos que el miedo, el terror.

Por eso Carpenter hizo una escala del miedo y del terror con expresiones faciales de Jamie Lee Curtis para poderla decir, «esta escena es de miedo 8» y que ella viera la imagen a la que tenía que parecerse y la imitara.

Su físico fue importante para esta primera entrega de un género que iría cargado de hormonas y feromonas desde el principio.

¿Carpenter era misógino?

Además, su delgadez ayudaba a reflejar la fragilidad femenina ante la fuerza bruta de un depredador (sexual). Este rasgo llevó al controvertido y exagerado debate de la misoginia de Carpenter, del subgénero o de la propia sociedad.

En cualquier caso fueron ingredientes magistralmente sacudidos para hacer un cóctel de sexo y violencia.

El uso de la calabaza y el nombre de la película alimentó el resto dentro del imaginario colectivo anglosajón.

En España, por ejemplo, no existía tradición de Halloween. En los Estados Unidos es una de las citas más importantes del calendario. Mientras en España lloramos a nuestros muertos, los americanos exprimen el lado lúdico y se llevan la fecha hacia la risa y lo gótico. Resucitan vampiros, fantasmas y, a partir de esta La noche de Halloween, asesinos «zumbados» de masas adolescentes.3

De susto en susto

Son muchos los ingredientes que hicieron de Halloween una receta perfecta para pasar un rato con las palomitas en la mano sin comer ni una por miedo a atragantarte con un susto..

Porque sustos hay… a gogó. No pasan diez minutos sin un sobresalto, Otro ingrediente para retener nuestra atención y crisparnos en la butaca, Que el miedo y el terror se pueden reflejar con buen gusto y sobredosis de tensión y con alguna que otra mirada subjetiva desde los ojos del asesino para hacernos ver lo que ve éste y, si cabe, estrujarnos el corazón de miedo al ser testigos de cómo el malo tiene dentro de su campo de visión al bueno (la buena) y ésta no lo sabe.

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