En busca del arca perdida rezuma aventura por los cuatro costados.
Steven Spielberg ha sabido llevar a la pantalla los anhelos juveniles de todos sus espectadores. Personajes desenfadados y muy a su pesar, comprometidos con causas nobles. No es que ellos no lo sean, es que temen hacer frente al mal. Pero que no cejarán en su empeño con el objetivo de hacer que el bien prevalezca sobre el mal.
Steven Spielberg y su amigo George Lucas
El uno y el otro, tanto monta, monta tanto. Un tándem especial a la hora de crear un nuevo estilo de hacer cine y regalarnos Aventuras con mayúsculas.
Ambos han sabido crear los guiones que millones de espectadores han celebrado y celebramos desde hace décadas. Por separado y en equipo. Y en éste aspecto, en equipo, hemos de reconocer que han sabido rodearse de los mejores siempre.
No obstante George Lucas descubrió a Harrison Ford
Un carpintero que trabajaba en los estudios haciendo escenarios. Lo enfundó en unos pantalones azules, camisa blanca y chaleco negro. Es decir, creó un “cowboy” y lo metió en el Halcón Milenario de La guerra de las galaxias.
Un Harrison Ford que en el caso de En busca del arca perdida encarnaría al entrañable profesor de arqueología que un día viste un traje impecable y al otro se enfrenta al ejército nazi armado con un látigo.
Un alto en estos dos datos…
- Los nazis serán una constante en la filmografía de Spielberg, como buen judío que es
- Hay que destacar la capacidad interpretativa del propio Harrison Ford
No solo interpreta dos personajes (el profesor y el aventurero) completamente distintos. Además, dota de un carácter al aventurero haciendo que rompa sus propias barreras pero sin perder la noción de sus propias limitaciones.
Temeroso pero valiente, no importa que cierre los ojos cuando pega, o que lo haga mirando su propio puño como si temiera no acertar. Tiene una fuerza interior, un valor inexplicable salvo por el hecho de que cuando pelea lo hace movido por el inmenso poder del bien.
Su participación en ésta película estuvo a punto de irse al traste porque George Lucas no quería que restara protagonismo a la saga de La guerra de las galaxias.
Casi nos perdemos a Ford
Llegó incluso a tantear a Tom Sellek para interpretar el papel de Indiana. Pero Steven Spielverg logró convencerlo para el bien Ford, de ambos y de los espectadores de diferentes generaciones que seguimos vibrando con sus aventuras en defensa de la arqueología.
Veremos pues la primera película de la posiblemente segunda saga más famosa y rentable de la historia del cine, En busca del arca perdida. Como ya he anticipado: las aventuras de un arqueólogo honrado capaz de mutar en «caradura«.
Amenaza nazi
El gobierno de los Estados Unidos ve la amenaza del gobierno nazi al descubrir un proyecto de investigación arqueológica en unos yacimientos egipcios.
Intuyen que algo raro está pasando, y serán aconsejados por el Dr. Jones, quien tras descubrir el posible motivo de estos trabajos a marchas forzadas de los nazis pone rumbo a Egipto. Va a enfrentarse, él solito, no sólo a los arqueólogos nazis, también a su enemigo Rene Bellog. Con quien ya se ha encontrado en alguna ocasión a lo largo de su vida.
Indi Vs. Renè
Permitirme hacer un inciso al respecto. El enfrentamiento personal entre Indiana y Rene será decisivo para entender el mensaje de la película, (amén del entretenimiento).
Indiana es un arqueólogo vocacional, un aventurero circunstancial, y además un “recupera tesoros” para la Ciencia.
Indi se debe a la arqueología y a la Historia, René es un cazareliquias
Por ellas lucha, suda e investiga.
Rene comparte sus inclinaciones, pero desde otra perspectiva.
También él es arqueólogo, dudo que por vocación, un aventurero con ánimo de lucro y un mercenario a la caza de reliquias.
El valor definitivo que enfrenta a ambas figuras, (les une el deseo de reconocimiento público por sus hallazgos), es que si bien el uno no tiene obstáculos para lograr sus fines, no tiene escrúpulos para servir al mejor postor, (incluso a los nazis), el otro, Indiana, es honrado y defensor de la Democracia y los buenos valores y principios.
Y será ésta, junto con la libertad la que estará en juego en función de quién logre su objetivo en esta búsqueda precipitada del Arca de la Alianza.
Indi es el héroe canalla
Sin embargo, a parte de las bondades del personaje, hemos de reconocer que Ford encarna como nadie al héroe/canalla que se juega la vida por la Democracia tanto como por arrancar un beso a una extraña (o exnovia, que es peor, que huye hasta el Tíbet para intentar evadirse de la relación con el propio Indi).
Aunque para mejor explicar a Indiana Jones, hemos de entender que tiene dos caras, dos personajes diferentes.
Profesor y aventurero
El profesor timorato, repeinado, afeitado, aseado que se enfunda las gafas para estudiar día si y día también y…
La del aventurero. Cada vez que veamos esta película, o cualquiera de la saga, veremos que el profesor decente se convierte en el aventurero canalla, sudado, con barba de cuatro días. Arranca más de un suspiro en el sector femenino del patio de butacas. Con ropa hecha unos zorros, armado con su inseparable látigo y rematado con un sombrero que al final se ha convertido en marca de la casa.
Siempre amigo de sus amigos. Como veremos a lo largo de la saga con los personajes de Sallah (¿lo reconocéis? es Gimli) y el Dr Marcus Brody.
Y con un punto débil… ¡las serpientes!
No puedo por menos que recordar la primera vez que vi esa película. En el Cine Doñana de Matalascañas (Huelva), un cine de esos al aire libre que tenemos todos en la memoria. Qué años aquellos…
