Talvisota – Guerra de invierno: Contexto histórico
La guerra de invierno silenciada y olvidada por la Historia
Es curioso el batiburrillo de circunstancias históricas que llevaron a esta guerra. Desde que Finlandia se emancipó de la Rusia zarista, en 1917, tuvo que luchar para mantener su independencia y su libertad. Primero contra la Rusia imperial, que terminó en emancipación porque los rusos no estaban para tonterías con la que se les venía encima.
Ya independientes tuvieron una guerra civil en la que los nacionalistas tuvieron que pelear contra los comunistas (autodenominados blancos y rojos, como en Rusia) para preservar la Libertad, la incipiente democracia y no ser fagocitados por la Rusia ahora comunista.
Y luego vino la invasión soviética. Al más puro estilo Rusia invadiendo Ucrania, pues así.
Stalin quería rehacer el espacio geográfico ruso previo al comunismo, el propio del imperio zarista. Consiguió imponer tratados en los diferentes países bálticos por los que no se anexionaba sus territorios pero introducía bases militares del Ejército Rojo. Esto es, se preparó el camino para cuando decidiera o pudiera acometer una invasión tenerlos ya dentro. Estos países bálticos no tuvieron más remedio que firmar por miedo a ser atacados por un ejército, el comunista, abrumadoramente superior al de todos ellos juntos.
Triple objetivo soviético en Finlandia
- Por su situación geoestratégica a las puertas de una guerra recién comenzada que tenía toda la pinta de terminar siendo total:
- Para tener a buen recaudo sus fronteras ante un hipotético, casi inminente choque con la Alemania Nazi
- Para tomar el pulso a los franceses y británicos
- Para ver cómo reaccionan los suecos
- Porque Finlandia había sido parte del territorio de la Rusia zarista y se había emancipado en plena revolución comunista. Ojo, que antes de rusa Finlandia perteneció, o fue parte de Suecia
- A modo de revancha porque la Finlandia nacionalista se impuso a la pro-soviética en una guerra civil entre los finlandeses de la Guardia Blanca, que querían ser independientes de la URSS, y los de la Guardia Roja que querían integrase en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas
- Los blancos recibieron ayuda de los rusos blancos que huyeron de la dictadura comunista y los rojos del Partido Comunista de la Unión Soviética
Como veréis, Finlandia llevaba poco más de dos décadas siendo un país independiente. Su población no excedía los tres millones de habitantes y se había convertido el oscuro objeto de deseo de Stalin. Un Stalin que, como no logró colmar sus exigencias al vecino decidió invadirlo.
Es verdad que hizo un par de intentos pacíficos pero cargados de amenazas y exigencias irracionales: primero intentó anexionar Finlandia entera a la URSS y segundo, puso exigencias territoriales de hasta casi 1/3 de la geografía finesa a cambio de mentiras…
Finlandia no renegó de su soberanía ni cedió a las pretensiones comunistas. Stalin no podía quedar mal ante su nuevo socio, Adolf Hitler, con quien se había aliado unos pocos meses antes. En agosto, en el famoso pacto de no agresión entre ambos países conocido como Pacto Ribbentrop-Molotov. Los fineses, por su parte, firmes en su postura de no ceder, querían pulsar a nazis y comunistas por separado para tener elementos que les permitieran tomar una decisión de tener que apoyar a éste o aquel conforme avanzara la Segunda Guerra Mundial.
Tener a los rusos de vecino no es un trago de buen gusto. Que se lo digan a los ucranianos, quienes han sido invadidos en 2022, ¡y se veían tanques con la bandera comunista adentrándose en Ucrania!
Una vez más, quieren recuperar los territorios (ésta vez) de la Unión Soviética, a favor de Rusia y siguen sin entender que un NO es NO. Por eso Suecia y la propia Finlandia han acelerado sus respectivos procesos de ingreso en la OTAN, por aquello de «cuando las barbas de tu vecino veas cortar…» y ya están siendo amenazados y chantajeados y hasta castigados en el aspecto económico, por Rusia.
Lo inaudito es que Rusia, temerosa de tener a la OTAN en sus fronteras, se permita exigir o vetar a un país soberano vecino si puede pasar a formar parte de la OTAN o no. Es como el exnovio celoso que pierde a la novia (por celoso, posesivo, agresivo y abusón) y después quiere opinar sobre con quién puede salir o no su exnovia. La comparación es tonta pero viene como anillo al dedo. Si sales con éste voy a por ti y te mato. En el fondo eso es lo que está haciendo Rusia violando la soberanía y la capacidad para decidir su futuro de los países a los que invade (Ucrania) o amenaza con hacerlo (Finlandia y quién sabe si Suecia). En estos últimos dos casos se le pondría la cosa cuesta arriba si llegaran a entrar en la OTAN.
Cierro paréntesis de actualidad, pero creo que no venía nada mal para ilustrar la idiosincrasia de un pueblo pacífico y moderado que no duda en ponerse firme para defender su Democracia, su Libertad y su Independencia una y otra vez.
Un pueblo, el finés, que por aquellos días contaba con poco más de tres millones de habitantes frente a los más de ciento ochenta millones de soviéticos. Estas cifras eran extrapolables a los respectivos ejércitos. De hecho las cifras del ejército finés habrían sido de risa si no hubiera sido por cómo se defendieron. Como gato panza arriba cuando los rusos empezaron a enviar un ejército tras otro, hasta cuatro, y a casi un millón de combatientes. Los finlandeses tendrían que hacerles frente con nada y menos.
Los siguientes datos los he sacado de Wikipedia y os servirán para haceros una idea:
Finlandia Vs. Ejército rojo de la URSSS
De 425.640 a 760.578 HOMBRES De 337.000 a 346.000
De 2.514 a 6.541 TANQUES 32
3.880 AVIONES 114
Con estas cifras comprenderemos que nadie diera un duro por Finlandia. Eso sí, a la cifra pico de 346.000 hombres hay que sumar los 8.260 voluntarios, que son los que veremos en la peli.
Con todo esto, y viendo Rusia que las demás naciones europeas se ponían de perfil, que se lo pregunten a Polonia… Rusia tiró por el camino del medio y cruzó la frontera para invadir Finlandia.
Talvisota: película y más contexto histórico
A partir de aquí comentaré la peli que es bastante fiel a los hechos. Para ello intercalaré aspectos cinematográficos con los puramente bélicos.
Vistos los antecedentes y partiendo de la mutua desconfianza, mientras se negociaba el futuro inminente de Finlandia, los rusos prepararon sus cuatro ejércitos pero con precipitación y falta de rigor marcial que luego explicaré. Por su parte los fineses emplearon esos tiempos en formar e instruir a soldados y a voluntarios. Ensayaron tácticas de lucha en trincheras y de artillería, pues intuían la avalancha que se les venía encima.
Los rusos pecaron de soberbia. Para mi que su ataque masivo a Finlandia responde al patrón del ataque a los indios del 7º de caballería de Custer que os conté en Murieron con las botas puestas.
Las purgas estalinistas para fusilar a todos los soldados, suboficiales y oficiales rusos que no eran comunistas y su afán de meter comisarios políticos que tomaran incluso decisiones militares en combate fueron un desastre.
Esto hizo que la guerra empezara en desbandada y a lo loco. No habían consolidado su posiciones ni asegurado algo básico en toda guerra: la intendencia. El contacto con lar retaguardia y la capacidad para maniobrar, enviar suministros, comida y munición. El camino para evacuar heridos y repuestos para vehículos averiados y combustible.
Fue llegar y lanzarse a lo bruto contra las líneas defensivas finlandesas. Una línea compuesta por algún búnker aleatorio y de madera, así como trincheras, también excavadas y reforzadas de aquella manera con troncos… Lo que sí habían reforzado bien los finlandeses eran las explanadas adyacentes a las trincheras. Las habían sembrado de obstáculos contra los tanques. Ya mencioné antes la brutalidad de tanques rusos, pues bien, igual que está pasando en Ucrania en nuestros días, estos tanques cayeron como moscas.
De hecho cayeron tanques, tanquistas e infantería, porque Stalin estaba convencido de que los finlandeses comunistas harían de quinta columna y ayudarían al ejército rojo desde la retaguardia, cosa que no pasó. Pero lo peor es que contaba con abrumar a los fineses de tal manera que saldrían huyendo ante la primera oleada de soldados comunistas, pero esto tampoco pasó y aguantaron el primer mes entero de oleadas sin retroceder ni un palmo de terreno.
Obviamente…
La confianza finlandesa creció de manera inversamente proporcional a la desmoralización rusa
¿Por qué estas oleadas?
Porque los comisarios políticos del Partido Comunista lideraban los ataques y sólo concebían la carnaza. Querían asustar a los finlandeses haciéndoles ver que miles de hombres cargaban en línea recta contra ellos. Y los finlandeses acribillaban a los rusos una y otra vez. Entiendo que los comunistas no se atreverían a retroceder porque tendrían las ametralladoras del NKVD (después KGB, en el que militó 15 años el mismísimo Putin) en su retaguardia. Estas ametralladoras, como se ve en la película Enemigo a las puertas, no estaban ahí para disparar al enemigo, no… estaban ahí para disparar a los propios rusos si paraban de correr u osaban retroceder.
Eso explica que fueran carne de cañón.
El plan de sus comisarios políticos del Partido Comunista era sencillo: avanzáis en masa hasta que los finlandeses agoten su munición y entonces caláis bayonetas y cuerpo a cuerpo.
Y eso lo veremos en la peli, que los soldados finlandeses, en inferioridad de 1 a 10 se concentrarían en disparar «a bulto» a todos los que pudieran.
También veremos en la peli otros aspectos interesantes: los relevos que se les daba a los pocos soldados. Los viajes a la retaguardia para sacarlos del contexto bélico. Y lo mejor de todo era el profundo conocimiento del territorio, cosa que obviamente, desconocían los rusos. Estamos hablando de decenas de miles de lagos de mayor o menor tamaño. Y un invierno polar que te congelaba como no estuvieras bien preparado. Eso y la maniobrabilidad finlandesa, que hizo frente a las divisiones moviendo patrullas de esquiadores a toda velocidad, de un lado para otro, a modo de guerrilla que volvió locos a los rusos. Y que además permitió sacar el mayor y mejor provecho a la poca artillería finesa, pues localizaban enclaves estratégicos rojos y daban las coordenadas concretas para que los bombardearan.
Los rusos también crearon un cuerpo de esquiadores pero cayeron como los tanques, como moscas. Si el esquiador finlandés era esquiador por naturaleza, y militar, y por lo tanto especialista en tiro esquiando, el esquiador ruso era solo esquiador. Muy buenos esquiadores, deportistas olímpicos entre ellos, pero no tenían ni idea de disparar esquiando. Ni sabían orientarse como los finlandeses, ni ocultarse… así pues se los comieron con patatas fritas.
Sin embargo en la peli lo que más veremos serán los bombardeos soviéticos. Y veremos cómo arrasaban bosques enteros sin parar de bombardear un mismo enclave uno o dos o tres días enteros sin cesar. Esto explica que muchos soldados finlandeses sucumbieran al eterno bombardeo viendo caer a sus amigos y vecinos sin poder si quiera socorrerlos.
Eso al principio de la peli, que luego iremos viendo cómo van curtiéndose los fineses hasta terminar conviviendo con las bombas como quien oye llover.
Lo peor de los bombardeos es que vives o mueres por suerte, buena o mala. No hay una lógica imperante que te diga que haciendo esto o aquello te salvarás. Las bombas caen y estés donde estés te la juegas con cada proyectil que zumba en tus oídos. Cuando los fineses se acostumbraron a eso dieron por bueno que no eran dueños de sus vidas y se resignaron a esperar y ver si sobreviven a este bombardeo para esperar al siguiente.
Todo eso lo vemos en la peli, y no escatima en imágenes crudas con las que patearnos la conciencia.
La película acompaña a un pelotón de reservistas y voluntarios que acude al frente para auxiliar a sus militares. Casi todos ellos provienen de la misma ciudad y eso, tal y como había pasado en la Primera Guerra Mundial, hizo que muchos pueblos perdieran, de un plumazo, a todos sus varones en edad de combatir. Y ese es el riesgo que corre este pelotón de principio a fin de la peli. Un pelotón que irá menguando batalla tras batalla y que nos irá mostrando, yo creo que de un modo impecable, cómo se van curtiendo en el combate los civiles.
Dentro de la trama veremos amigos de toda la vida acudiendo al frente juntos y a hermanos mayores que hacen lo imposible para proteger a los menores. Es la parte más noble y hermosa de la guerra, que saca lo mejor de cada hombre inmersos en lo peor de nuestra especie: la guerra.
197 minutos de película
Esto son 3 horas y cuarto.
Es decir, que tienen tiempo para contarnos las cosas. Si hacen maniobras vemos cómo las hacen y las repiten hasta la saciedad. Si vemos que cortejan a las lugareñas antes de que las evacuen, pues lo vemos. Y metidos en materia, si nos tienen que dejar claro, meridianamente claro, el esfuerzo que hicieron para repeler un ataque tras otro. Para soportar un bombardeo tras otro. Resistir un ataque de tanques tras otro y para disparar hasta quemar las armas a la infantería rusa una vez tras otra, pues lo vemos. Nos lo cuentan sin prisas. Sin necesidad de recrearse, pero sin prisas. Y es ese tono repetitivo, porque creo que no cabría decir pausado pues la peli tiene su ritmo. Pero sí, se toman su tiempo para cada acción. Cosa que un servidor agradece porque prefiero el cine realista al de aventuras.
Veremos también cosas muy chulas que tuvieron lugar en la guerra de invierno. Por un lado a los esquiadores, ya lo comenté antes. Pero también veremos los cócteles Molotov. Estos se idearon en respuesta socarrona a una falsedad, a una mentira de Molotov, que dijo que los aviones rusos no bombardeaban las ciudades y se limitaban a echar comida para los fineses. Mentira podrida, hacían exactamente igual que hacen hoy en Ucrania: bombardear a civiles y negarlo al mismo tiempo, con la diferencia de que hoy existen los Smartphones y las redes sociales y las mentiras tienen poco recorrido.
Pues bien, a la mentira de sólo lanzamos víveres, los finlandeses dijeron «pues si vosotros ponéis la comida, nosotros los cócteles» y se liaron a combatir contra los tanquistas lanzando los archifamosos cócteles Molotov. Y funcionaron, vaya si funcionaron. Eso y las trampas que habían puesto por delante de las trincheras diezmaron considerablemente el número de tanques comunistas y la moral de su infantería.
Otro detalle interesante es el armamento y la vestimenta de los reservistas, bueno, y a los soldados… Veremos a los finlandeses con una suerte de uniformes mitad fineses mitad de la Wehrmacht alemana y terminarán con elementos civiles, con prendas comunistas y empuñando tanto armas alemanas como finlandesas y rusas. En concreto acapararán todas las Shpaguin PPsh40 y PPsh41 que pudieron porque eran más efectivas por su cargador redondo y por su efectividad.
Y hablando de armamento… fijaros, si veis la peli (que está en finés en YouTube), en las palas. Sí, las que usan para la cavar las trincheras en la arena y en la nieve. Al principio vemos que son eso, una herramienta, pero conforme avance la peli veremos cómo las afilan y las empuñan cuando toca luchar cuerpo a cuerpo. Y es que es verdad que las palas son el mejor arma para pelear en la trinchera por su filo, su contundencia y lo manejables que son.
Los finlandeses aguantaron algo más de 3 meses, hasta que los rusos rebasaron sus filas y pactaron un armisticio que incluía la cesión del 9% del territorio finés a la Unión Soviética.
Los finlandeses perdieron territorios, sí. Pero ni se lo regalaron a los soviéticos ni se achantaron y le plantaron cara y provocaron tantísimas bajas que el Ejército Rojo salió trasquilado de Finlandia y su reputación tocó fondo. Me figuro que Stalin fusilaría a todos los oficiales conforme llegaran a casita. Eso o los mandó a la Siberia de Dersu Uzala,
Guerra iniciada por los rusos en el Día de la Independencia de Finlandia. Enfrentó a fineses y comunistas haciendo bueno aquello de Libertad o Comunismo.
No creo que tarde en incorporar alguna peli del frente del este en el fancine, pero por el momento sólo os puedo recomendar ver Silencio en la nieve, una peli de cine negro sita en las filas de la División Azul en el mismo frente años después.