Ficha técnica de Murieron con las botas puestas
Título original: They died with their boots on
Guión: Aeneas MacKenzie, Wally Kline y Leonore J. Coffee
Producción: Hal B. Wallis
Nacionalidad: USA
Fotografía: Bert Glennon
Distribuidora: Warner Bross Pictures
Ficha artística
Anthony Queen – Crazy Horse
Arthur Kennedy – Ned Sharp
Charley Grapewin – California Joe
Joseph Crehan – Presidente Ulysses S. Grant
Hoy os hablaré del General Custer
Del mítico Custer.
¿Sabíais que terminó militando en el Partído Demócrata? El Partido Demócrata equivaldría a un partido socialista, pero a la americana. ¿Sabíais que quiso postularse para Presidente? ¿Y que era racista?
Aunque para muchos fue un héroe. Sobre todo entre sus contemporáneos. Es más, para los Estados Unidos lo sigue siendo, aunque les chirríe un poco su racismo.
Para poder ver y comprender quién fue nuestro protagonista, tiraré de dos fuentes.
- Una histórica, el libro Enterrad mi corazón en Wounded Knee, de Dee Brown
- La otra fuente será una ficción, obviamente, la película que estoy comentando: Murieron con las botas puestas
Voy a entrecruzar ficción y realidad
Para desentrañar qué tiene de cierto la peli, en qué partes se desmarca de la realidad y cuáles fueron los hechos verdaderos.
En Fort Apache os hablé los apaches
EnMurieron con las botas puestas os hablo de sioux
Cuando comente Hostiles os hablaré de cheyenes
Tres películas, tres pueblos y un mismo destino: Desaparecer del mapa
Haciendo buenas las palabras del General Sheridan:
«El mejor indio es un indio muerto»
Héroe de la Guerra de Secesión en el bando unionista, Es decir, de los del norte, los que «luchaban contra el racismo». Lo dijo a propósito de los cheyenes, pero sus palabras eran extensibles para toda la nación india.
Este viene a ser el contexto para esta película. Pero no para reflejarlo en su plenitud ni con total fidelidad al hecho histórico.
Los inicios de Custer: Westpoint
No hará falta que diga, a estas alturas, que esta película se hizo para ensalzar su figura. De ahí las inexactitudes que vemos a lo largo de la película si la comparamos con la biografía de Custer y con sus hechos y hazañas.
Su llegada a Westpoint, sin ir más lejos… nada más lejos de la realidad. En la peli veremos a un muchacho que responde al patrón del terrateniente sureño. Pero Custer era de Ohio, y bastante provinciano. Así que nada más lejos de la aristocracia sudista. Este es el primer amago que hace la película para que nos congraciemos con él y para meternos inconscientemente en su bolsillo.
Errol Flynn
Que sea Errol Flynn quien interpreta a este apuesto Custer no es mera casualidad. Un actor atractivo, atlético y con las mismas inclinaciones políticas que el personaje que encarna.
Este papel le viene como anillo al dedo.
El Custer de verdad será un estudiante ramplón, del montón. Y si me apuráis hasta algo zoquete que tuvo el privilegio de ser el último de toda su promoción.
Pero seamos sinceros. Todo lo que le faltaba de cerebro lo tenía de corazón.
El mismo corazón que sentía roto cuando vio cómo buena parte de su promoción de Westpoint se marchaban desfilando para engrosar las filas secesionistas.
Custer tenía bien claro que tenía que medrar y, en la guerra se medra matando o haciendo que otros mueran por ti. Y eso supo hacerlo a las mil maravillas.
Custer en la Guerra de Secesión
Custer… ¿Loco o temerario?
No creo que estuviera loco.
A sus 21 años el teniente Custer era un verdadero temerario. No dudaba en lanzarse al ataque como una exhalación siempre en pos de la Gloria. Siempre voluntario para cualquier misión, y cuanto mayor fuera el riesgo, mayor sería su entusiasmo. No podemos negarle el valor que demostró mil y una veces.
¿Tenía miedo?
Seguro que sí, como cualquiera de nosotros. Pero su valor doblegaba al miedo y siempre imponía su voluntad a golpe de sable, a golpe de acero. Y cuando fallaba el acero tiraba del plomo. Era un hombre, por tanto, valeroso y con recursos.
Aquí veremos al Custer que encandilará a todos. Y no será porque no sacrifica vidas para su propia gloria. La mejor escena, la que mejor ilustra su afán de gloria es la carga que hace y repite una y otra vez hasta que toma una posición imposible.
En la peli será todo un despropósito porque nos lo pintan como un ricachón con aires de grandeza cuando, por contra, su origen era bastante humilde. Esta humildad solo le daría más valor para codearse con el resto de cadetes. Algunos de ellos, sí, de buena familia y medrar sin parar hasta el generalato.
Disponía de un total de 5 regimientos de caballería: el 1º, el 5º, el 6º y el 7º
Pues bien, tiene que tomar una posición enemiga y, tal será su resolución. Y por su falta de escrúpulos, sumada a la falta de refeljos de sus superiores, que no logran reaccionar a tiempo, sacrifica regimiento tras regimiento. Provoca una verdadera sangría.
Caerá el 1º. Antes de recibir orden contraria lanzará una segunda oleada con dos regimientos, el 5º y el 6º. Con idéntico resultado: liquidación completa de ambos regimientos. Por fin parece ser que los mandos caen en la cuenta de un locoestá mandando a los soldados a una muerte segura avalancha tras avalancha. No era tal loco, era un megalómano, pero ellos no lo sabían.
Al final el alto mando toma una resolución. La de quitarse a ese oficial del medio. Pero cuando van a telegrafiar para comunicar esta decisión les llega la noticia de que al final el tal Custer ha tomado la posición.
Ascenso meteórico hasta convertirse en el «joven general«
Lo logra al tercer intento con un cuarto regimiento de caballería, el 7º. Pero al tomar la plaza se obvian todos los muertos que han sido necesarios para aplacar esa sed de gloria que ya empezaba a destilar.
Y para un oficial con ansiedad de seguir ascendiendo nada peor que la paz.
Fin de la Guerra de Secesión. Vuelta a las guerras indias
Coto de caza abierto: Custer puede dar caza a los pieles rojas. Y lo hará. Pero para ello, primero habrá reencuentros con antiguos camaradas de Westpoint. Alguno de ellos incluso sureño que se ha alistado en el ejército de los Estados Unidos de América al terminar la guerra derrotado.
Poco a poco se va engrasando su maquinaria de guerra. Irá forjándose un nombre, una reputación, tanto entre blancos como entre los indios. Y empezará a bordar su propio nombre en el banderín del 7º de caballería.
Al grito de:
«Los hombres mueren pero el regimiento no»
Esto deja bien clara su premisa de sacrificar todas las vidas necesarias para lograr sus misiones. Nada que no hayamos visto ya en su paso por la guerra civil. Al fin y al cabo, ir al infierno o al cielo (la gloria), según él, dependerá del punto de vista.
Garry Owen
Una de las escenas míticas de esta película será el reciclaje de la canción Garry Owen. Qiue se convertirá en el himno oficioso del 7º de caballería. Lo peor de toda la película, tanto en español como en su versión original, será la voz aflautada de Custer. Voz, tonos y timbres que te sacan de la peli cada vez que abre la boca. Pero lo pasas a inglés y sigue pasando lo mismo. Una desgracia.
Antes de Little Bighorn…
En todas las guerras indias veremos u oiremos un bailar constante de nombres indios. En este episodio de esta guerra tendremos unos cuantos de entre los que destacaré a Roman Nose, Tall Bull, Toro Sentado, Caballo loco, Black Kettle y Jerónimo.
Nos preparamos para la guerra.
La escabechina de Caballo loco
Caballo Loco y sus hombres han matado a un oficial y a sus ochenta soldados. Esta mala noticia le vendrá de perlas a Custer. Estaba inmerso en un juicio por haber cometido muchas locuras e infracciones al frente de un regimiento. Le expulsan del ejército por un año. Pero la caballería andaba baja de soldados y necesitaban voluntarios para cubrir los 600 soldados que formaban un regimiento junto con los exploradores indios.
Se volvió a enrolar y, de nuevo al frente de un regimiento, masacró a Black Kettle y a toda su tribu.
El debut de Custer en la guerra india fue brutal
Tan brutal como lo era el siglo en que vivían.
Ninguna de las partes hacía prisioneros.
Los indios porque se sentían expulsados de sus tierras a favor del invasor: primero soldados y después colonos. Estos colonos venían a por el oro. No tenían nada que perder y todo por ganar. Los americanos proponen a los indios que vayan a a vivir en reservas pero una buena parte se niega y ahí empiezan los enfrentamientos de verdad.
Roman Nose vestía sus ropas indias…
Pintaba su rostro de amarillo y remataba su atuendo de guerra con una camisa de oficial de los Estados Unidos arrebatada a un cadáver junto con sus pistoleras.
Su reputación como guerrero era buena pero no tanto como persona. No sabía mantener su palabra ni respetar ningún tratado. Alegaba que no se tomaba en serio tener que renunciar a sus tierras de caza por haber estampado su firma en un papel escrito.
Los seguidores de Roman Nose creían que era inmune al plomo de las balas americanas. Por su pureza de espíritu y su respeto a las tradiciones indias. Inmunidad que se disipó cuando sioux y cheyennes se preparaban para unir sus fuerzas en combate.
Mal augurio…
Una mujer sioux le sirvió la carne de búfalo con un tenedor en vez de con las manos. Esto fue considerado como una mal augurio. Y simbolizó la profanación de su identidad india por el hecho de tocar el alimento con el acero.
Roman Nose perdió su inmunidad (simbólica) y su confianza (psicológica). Al día siguiente partirían para la batalla. Pero él se retrasaría porque antes tendría que hacer un rito de purificación.
Pintó su rostro de amarillo
Y acudió a la batalla con la certeza de que moriría en ella.
Cayó por la noche y se llevó consigo la combatividad cheyenne. Ésta reaparecerá tiempo más tarde con Black Kettle, superviviente de Sand Creek en la que cheyennes y arapahoes cayeron como chinches ante el coronel Chivington y sus voluntarios. Sí, he dicho «voluntarios». Porque los soldados profesionales estaban en la guerra de Secesión luchando contra los sudistas. Como veréis las guerras indias empezaron mucho antes de la Guerra de Secesión y se prolongaron mucho más.
Resulta paradógico defender al bando unionista (norte) por ser quienes «lucharon para abolir la esclavitud«. Una mentira bonita y abonada para adornar la causa norteña. Esta teoría, amén de falsa, se desmonta por completo al calificar de anti racistas a quienes erradicaron poco a poco a la raza india de los Estados Unidos.
Debemos recordar que para los primeros estadounidenses (como tal Nación (os invito a leer El nacimiento de una Nación)) los indios, igual que los negros, no eran considerados personas. Quizás animales capaces de usar el lenguaje, pero no humanos.
Los indios, como los negros, carecían de alma y de conciencia
Si hubieran sido realmente anti racistas habrían defendido al piel roja del mismo modo que mienten diciendo que defendieron al piel negra. Lo cierto es que eran pieles blancas que despreciaban hasta la saciedad al indio mientras que al negro ni lo consideraban.
En 1968 caerá Black Kettle tras recibir dos balazos mientras sonaba Gary Owen en una carga de Custer. El demócrata (socialista) Custer a quien se le inyectaban los ojos en sangre (esto es una metáfora mía) cuando olía el rastro del indio. Y lo perseguía hasta vaciar todo el plomo de su cargador en sus entrañas. Su vida será una aventura en constante persecución de indios hasta 1876.
Su papel real en la historia será, para que los más jóvenes me entendáis, el del Coronel Hans Landa de Malditos bastardos interpretado por Christoph Waltz. Ambos exacerbados nacionalistas (el uno amaba a los Estados Unidos y el otro a Alemania); y ambos socialistas. Si juzgásemos a Custer con la moral del siglo XXI podríamos decir que Custer dejó aflorar al nazi que llevan muchos socialistas por dentro. Landa cazaba judíos y Custer indios.
1876 – Little Bighorn
Sioux piesnegros, Hunkpapas, Sans-arcs, Minneconjous, Oglalas, Brulés y Cheyennes…
Toro Sentado era el cabecilla de un ejército de 4000 indios. Guerreros, porque en total serían 10.000 si incluimos a mujeres, niños y ancianos. Además contó con la inestimable ayuda del también siux, Caballo loco y su más de un millar de guerreros.
Little Bighorn se ha interpretado de diferentes maneras a lo largo de la Historia
Para empezar, supuso el mayor ejemplo de necedad y precipitación para un líder militar.
Custer tenía prisa
- Necesitaba aniquilar a los indios para satisfacer tres deseos:
- Su sed de sangre india
- Convertirse en el verdadero líder del ejército de los Estados Unidos a una semana del centenario de la Declaración de Independencia
- El Partido Demócrata (socialista) buscaba un nuevo líder para acudir a las elecciones
Y sí, Custer se veía como líder del Ejército. Pero no desde una silla de montar, sino como Presidente de los Estados Unidos de América: desde la silla de la Casa Blanca.
¿Qué mejor pasaporte que borrar del mapa a varias tribus indias?
Etas ambiciones serían su perdición.
Custer desoiría todos los consejos de sentido común. Partió para la batalla sin criterio militar alguno…
- Se lanzó al galope varios días antes de ver al enemigo
- Quería ser el primero en llegar
- El primero en luchar
- Y el único en matar a Toro Sentado, Caballo Loco y a todo indio que se le cruzara
- No aceptó las órdenes de esperar al grueso del ejército
- No se reforzó con ametralladoras porque ralentizarían su galope
- Y no quiso refuerzos
- Y, por supuesto, no aceptó los consejos de sus exploradores indios que alertaban del peligro que entrañaba la masa a la que iban a enfrentarse.
Mala jornada para el 7º de caballería
Custer se caracterizó, en la Guerra de Secesión, por lanzar regimientos tras regimientos al combate con el fin de agotar las defensas enemigas y entonces vencer. Pero sus cálculos fueron erróneos en esta ocasión. Fue tal la galopada que metió a su regimiento, el 7º de caballería que, cuando llegaron al frente lo hicieron solos.
Llegaron agotados después de días galopando para llegar cuanto antes. Y agotados: llegaron, formaron y cagaron.
En frente estaban los sioux
Bien armados, descansados y en un número ingente. No salieron despavoridos huyendo del campo de batalla: hicieron frente a los americanos y los desbordaron en número, en táctica y en armas/soldados desde el minuto 1.
Decía ¿bien armados? Mejor armados que el 7º de caballería. Los soldados de Custer. Así como los de Reno empuñaban carabinas mientras que…
Los indios utilizaban Winchester de repetición
Seguramente se trataba de un armamento vendido por tratantes sin escrúpulos que hacían su agosto armando a los indios.
Ni que decir tengo que del 7º de caballería no quedaron ni las raspas.
Se cepillaron a todos los americanos y no dejaron con vida ni al general Custer. Por si se rehacía y volvía al ataque.
La primera visión de la masacre sería culpando al piel roja y tildándolo de asesino.
Hoy en día la balanza se ha ido hasta el otro lado y a quien se tilda de asesino es al propio Custer.
Lo más sensato sería hablar de las guerras indias como una guerra civil en la que americanos lucharon contra americanos sin saber comprender que el futuro tendría que haber sido como el del indio en territorios españoles: en convivencia.
El orgullo indio y la soberbia anglosajona chocaron
Terminaron con muchas naciones indias. No porque fueran crueles y mataran a sus semejantes en batalla, sino por esa condición animalesca que les atribuían y ya comenté antes.
Custer fue la última expresión de la herencia americana del colonialismo británico. Para que luego se inventen leyendas negras sobre los españoles. Mejor que revisen su historia y comprendan que no vale reescribirla. En el caso inglés pongo a Vernon y Blas de Lezo por ejemplo, y en el americano el del propio Custer: de mártir a tirano.
Tras finalizar la batalla cuatro indios se auto proclamaron ser el indio que había terminado con la vida de Custer: White Bull, de los minneconjous, Rain-in-the-face, Flat Hip y Brave Bear.
Sin embargo Red Horse declaró haber visto cómo mataba a Custer un santee anónimo.
Toro Sentado nunca pronunció el nombre del indio que mató a Cabellos Largos Custer. De hecho declaró que no se cruzaron en toda la batalla. Quizás ni lo supiera.
Otra versión. Un guerrero arapajo diría que Custer hubiera muerto linchado por un grupo de indios. No tenía munición, estaba herido en un costado, apoyado de manos y pies vomitando sangre. Esta fue la última vez que lo vieron con vida conforme fue rodeado y reventado.
La versión de cine es más gloriosa y permite que el líder blanco muera por el disparo de Caballo loco.