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Murieron con las botas puestas

Tabla de contenidos

Ficha técnica de Murieron con las botas puestas

Título: Murieron con las botas puestas
Título original: They died with their boots on
Director: Raoul Walsh
Guión: Aeneas MacKenzie, Wally Kline y Leonore J. Coffee
Producción: Hal B. Wallis
Nacionalidad: USA
Año: 1941
Duración: 140′
Música: Max Steiner
Fotografía: Bert Glennon
Montaje: William Holmes
Productora: Warner Bross Pictures
Distribuidora: Warner Bross Pictures
                 

Ficha artística

Errol Flynn – General Custer
Olivia de Havilland – Elizabeth Bacon
Anthony Queen – Crazy Horse
Arthur Kennedy – Ned Sharp
Charley Grapewin – California Joe
Joseph Crehan – Presidente Ulysses S. Grant
El responsable del destino del pueblo cheyenne era el General Sheridan. Él formuló una sentencia involuntaria pero imparable que decía «el único indio bueno es el indio muerto».
 

Hoy os hablaré del General Custer

Del mítico Custer.

¿Sabíais que terminó militando en el Partído Demócrata? El Partido Demócrata equivaldría a un partido socialista, pero a la americana. ¿Sabíais que quiso postularse para Presidente? ¿Y que era racista?

Aunque para muchos fue un héroe. Sobre todo entre sus contemporáneos. Es más, para los Estados Unidos lo sigue siendo, aunque les chirríe un poco su racismo.

Para poder ver y comprender quién fue nuestro protagonista, tiraré de dos fuentes.

  • Una histórica, el libro Enterrad mi corazón en Wounded Knee, de Dee Brown
  • La otra fuente será una ficción, obviamente, la película que estoy comentando: Murieron con las botas puestas

 

Voy a entrecruzar ficción y realidad

Para desentrañar qué tiene de cierto la peli, en qué partes se desmarca de la realidad y cuáles fueron los hechos verdaderos.

 

Tres películas, tres pueblos y un mismo destino: Desaparecer del mapa

Haciendo buenas las palabras del General Sheridan:

«El mejor indio es un indio muerto»

Héroe de la Guerra de Secesión en el bando unionista, Es decir, de los del norte, los que «luchaban contra el racismo». Lo dijo a propósito de los cheyenes, pero sus palabras eran extensibles para toda la nación india.

Este viene a ser el contexto para esta película. Pero no para reflejarlo en su plenitud ni con total fidelidad al hecho histórico.

Los inicios de Custer: Westpoint

No hará falta que diga, a estas alturas, que esta película se hizo para ensalzar su figura. De ahí las inexactitudes que vemos a lo largo de la película si la comparamos con la biografía de Custer y con sus hechos y hazañas.

Su llegada a Westpoint, sin ir más lejos… nada más lejos de la realidad. En la peli veremos a un muchacho que responde al patrón del terrateniente sureño. Pero Custer era de Ohio, y bastante provinciano. Así que nada más lejos de la aristocracia sudista. Este es el primer amago que hace la película para que nos congraciemos con él y para meternos inconscientemente en su bolsillo.

Errol Flynn

Que sea Errol Flynn quien interpreta a este apuesto Custer no es mera casualidad. Un actor atractivo, atlético y con las mismas inclinaciones políticas que el personaje que encarna.

Este papel le viene como anillo al dedo.

El Custer de verdad será un estudiante ramplón, del montón. Y si me apuráis hasta algo zoquete que tuvo el privilegio de ser el último de toda su promoción.

Pero seamos sinceros. Todo lo que le faltaba de cerebro lo tenía de corazón.

El mismo corazón que sentía roto cuando vio cómo buena parte de su promoción de Westpoint se marchaban desfilando para engrosar las filas secesionistas.

Custer tenía bien claro que tenía que medrar y, en la guerra se medra matando o haciendo que otros mueran por ti. Y eso supo hacerlo a las mil maravillas.

Custer en la Guerra de Secesión

Custer… ¿Loco o temerario?

No creo que estuviera loco.

A sus 21 años el teniente Custer era un verdadero temerario. No dudaba en lanzarse al ataque como una exhalación siempre en pos de la Gloria. Siempre voluntario para cualquier misión, y cuanto mayor fuera el riesgo, mayor sería su entusiasmo. No podemos negarle el valor que demostró mil y una veces.

¿Tenía miedo?

Seguro que sí, como cualquiera de nosotros. Pero su valor doblegaba al miedo y siempre imponía su voluntad a golpe de sable, a golpe de acero. Y cuando fallaba el acero tiraba del plomo. Era un hombre, por tanto, valeroso y con recursos.

Aquí veremos al Custer que encandilará a todos. Y no será porque no sacrifica vidas para su propia gloria. La mejor escena, la que mejor ilustra su afán de gloria es la carga que hace y repite una y otra vez hasta que toma una posición imposible.

En la peli será todo un despropósito porque nos lo pintan como un ricachón con aires de grandeza cuando, por contra, su origen era bastante humilde. Esta humildad solo le daría más valor para codearse con el resto de cadetes. Algunos de ellos, sí, de buena familia y medrar sin parar hasta el generalato.

Disponía de un total de 5 regimientos de caballería: el 1º, el 5º, el 6º y el 7º

Pues bien, tiene que tomar una posición enemiga y, tal será su resolución. Y por su falta de escrúpulos, sumada a la falta de refeljos de sus superiores, que no logran reaccionar a tiempo, sacrifica regimiento tras regimiento. Provoca una verdadera sangría.

Caerá el 1º. Antes de recibir orden contraria lanzará una segunda oleada con dos regimientos, el 5º y el 6º. Con idéntico resultado: liquidación completa de ambos regimientos. Por fin parece ser que los mandos caen en la cuenta de un locoestá mandando a los soldados a una muerte segura avalancha tras avalancha. No era tal loco, era un megalómano, pero ellos no lo sabían.

Al final el alto mando toma una resolución. La de quitarse a ese oficial del medio. Pero cuando van a telegrafiar para comunicar esta decisión les llega la noticia de que al final el tal Custer ha tomado la posición.

Ascenso meteórico hasta convertirse en el «joven general«

Lo logra al tercer intento con un cuarto regimiento de caballería, el 7º. Pero al tomar la plaza se obvian todos los muertos que han sido necesarios para aplacar esa sed de gloria que ya empezaba a destilar.

Y para un oficial con ansiedad de seguir ascendiendo nada peor que la paz.

Fin de la Guerra de Secesión. Vuelta a las guerras indias

Coto de caza abierto: Custer puede dar caza a los pieles rojas. Y lo hará. Pero para ello, primero habrá reencuentros con antiguos camaradas de Westpoint. Alguno de ellos incluso sureño que se ha alistado en el ejército de los Estados Unidos de América al terminar la guerra derrotado.

Poco a poco se va engrasando su maquinaria de guerra. Irá forjándose un nombre, una reputación, tanto entre blancos como entre los indios. Y empezará a bordar su propio nombre en el banderín del 7º de caballería.

Al grito de:

«Los hombres mueren pero el regimiento no»

Esto deja bien clara su premisa de sacrificar todas las vidas necesarias para lograr sus misiones. Nada que no hayamos visto ya en su paso por la guerra civil. Al fin y al cabo, ir al infierno o al cielo (la gloria), según él, dependerá del punto de vista.

Garry Owen

Una de las escenas míticas de esta película será el reciclaje de la canción Garry Owen. Qiue se convertirá en el himno oficioso del 7º de caballería. Lo peor de toda la película, tanto en español como en su versión original, será la voz aflautada de Custer. Voz, tonos y timbres que te sacan de la peli cada vez que abre la boca. Pero lo pasas a inglés y sigue pasando lo mismo. Una desgracia.

Flynn tenía la percha y la gracia. Fue mi Robin Hood favorito y será mi Custer favorito. Que se lo digan a su bien amada Elizabeth Bacon, encarnada por Olivia de Havilland. Menuda pareja para llenar una pantalla de cine.

Antes de Little Bighorn…

En todas las guerras indias veremos u oiremos un bailar constante de nombres indios. En este episodio de esta guerra tendremos unos cuantos de entre los que destacaré a Roman Nose, Tall Bull, Toro Sentado, Caballo loco, Black Kettle y Jerónimo.

Nos preparamos para la guerra.

La escabechina de Caballo loco

Caballo Loco y sus hombres han matado a un oficial y a sus ochenta soldados. Esta mala noticia le vendrá de perlas a Custer. Estaba inmerso en un juicio por haber cometido muchas locuras e infracciones al frente de un regimiento. Le expulsan del ejército por un año. Pero la caballería andaba baja de soldados y necesitaban voluntarios para cubrir los 600 soldados que formaban un regimiento junto con los exploradores indios.

Se volvió a enrolar y, de nuevo al frente de un regimiento, masacró a Black Kettle y a toda su tribu.

El debut de Custer en la guerra india fue brutal

Tan brutal como lo era el siglo en que vivían.

Ninguna de las partes hacía prisioneros.

Los indios porque se sentían expulsados de sus tierras a favor del invasor: primero soldados y después colonos. Estos colonos venían a por el oro. No tenían nada que perder y todo por ganar. Los americanos proponen a los indios que vayan a a vivir en reservas pero una buena parte se niega y ahí empiezan los enfrentamientos de verdad.

Roman Nose vestía sus ropas indias…

Pintaba su rostro de amarillo y remataba su atuendo de guerra con una camisa de oficial de los Estados Unidos arrebatada a un cadáver junto con sus pistoleras.

Su reputación como guerrero era buena pero no tanto como persona. No sabía mantener su palabra ni respetar ningún tratado. Alegaba que no se tomaba en serio tener que renunciar a sus tierras de caza por haber estampado su firma en un papel escrito.

Los seguidores de Roman Nose creían que era inmune al plomo de las balas americanas. Por su pureza de espíritu y su respeto a las tradiciones indias. Inmunidad que se disipó cuando sioux y cheyennes se preparaban para unir sus fuerzas en combate.

Mal augurio…

Una mujer sioux le sirvió la carne de búfalo con un tenedor en vez de con las manos. Esto fue considerado como una mal augurio. Y simbolizó la profanación de su identidad india por el hecho de tocar el alimento con el acero.

Roman Nose perdió su inmunidad (simbólica) y su confianza (psicológica). Al día siguiente partirían para la batalla. Pero él se retrasaría porque antes tendría que hacer un rito de purificación.

El otro jefe de los soldado perros cheyennes, Tall Bull, creía que uniéndose a los sioux vencerían a los blancos, pero tendrían que iniciar el combate sin Roman Nose que tenía que volverse a purificar para entrar en liza.
 
Roman Nose tenía bien planificado su ataque pero seis jóvenes guerreros quisieron destacar y ganarse el favor de sus jefes anticipándose de madrugada para robar los caballos a los blancos. Con esta torpeza pusieron sobre alerta a los blancos y desbarataron el factor sorpresa buscado por Roman Nose.
 
Esto dio tiempo a la columna de Forsyth para adentrarse en el cauce medio seco del Arikaree y organizar una defensa efectiva. Teniendo la posición tomada esperaron el ataque por oleadas de los indios y repelieron la primera con los primeros rifles de repetición.
 
Roman Nose se incorporó al combate tras su purificación para recuperar su invulnerabilidad. Le pusieron en antecedentes de la jornada desastrosa para la coalición india.
Pintó su rostro de amarillo

Y acudió a la batalla con la certeza de que moriría en ella.

Cayó por la noche y se llevó consigo la combatividad cheyenne. Ésta reaparecerá tiempo más tarde con Black Kettle, superviviente de Sand Creek en la que cheyennes y arapahoes cayeron como chinches ante el coronel Chivington y sus voluntarios. Sí, he dicho «voluntarios». Porque los soldados profesionales estaban en la guerra de Secesión luchando contra los sudistas. Como veréis las guerras indias empezaron mucho antes de la Guerra de Secesión y se prolongaron mucho más.

Resulta paradógico defender al bando unionista (norte) por ser quienes «lucharon  para abolir la esclavitud«. Una mentira bonita y abonada para adornar la causa norteña. Esta teoría, amén de falsa, se desmonta por completo al calificar de anti racistas a quienes erradicaron poco a poco a la raza india de los Estados Unidos. 

Debemos recordar que para los primeros estadounidenses (como tal Nación (os invito a leer El nacimiento de una Nación)) los indios, igual que los negros, no eran considerados personas. Quizás animales capaces de usar el lenguaje, pero no humanos.

Los indios, como los negros, carecían de alma y de conciencia

Si hubieran sido realmente anti racistas habrían defendido al piel roja del mismo modo que mienten diciendo que defendieron al piel negra. Lo cierto es que eran pieles blancas que despreciaban hasta la saciedad al indio mientras que al negro ni lo consideraban.

En 1968 caerá Black Kettle tras recibir dos balazos mientras sonaba Gary Owen en una carga de Custer. El demócrata (socialista) Custer a quien se le inyectaban los ojos en sangre (esto es una metáfora mía) cuando olía el rastro del indio. Y lo perseguía hasta vaciar todo el plomo de su cargador en sus entrañas. Su vida será una aventura en constante persecución de indios hasta 1876.

Su papel real en la historia será, para que los más jóvenes me entendáis, el del Coronel Hans Landa de Malditos bastardos interpretado por Christoph Waltz. Ambos exacerbados nacionalistas (el uno amaba a los Estados Unidos y el otro a Alemania); y ambos socialistas. Si juzgásemos a Custer con la moral del siglo XXI podríamos decir que Custer dejó aflorar al nazi que llevan muchos socialistas por dentro. Landa cazaba judíos y Custer indios.

1876 – Little Bighorn

Una verdadera confederación india encabezada por los sioux.

Sioux piesnegros, Hunkpapas, Sans-arcs, Minneconjous, Oglalas, Brulés y Cheyennes…

Toro Sentado era el cabecilla de un ejército de 4000 indios. Guerreros, porque en total serían 10.000 si incluimos a mujeres, niños y ancianos. Además contó con la inestimable ayuda del también siux, Caballo loco y su más de un millar de guerreros.

Little Bighorn se ha interpretado de diferentes maneras a lo largo de la Historia

Para empezar, supuso el mayor ejemplo de necedad y precipitación para un líder militar.

Custer tenía prisa

  1. Necesitaba aniquilar a los indios para satisfacer tres deseos:
  2. Su sed de sangre india
  3. Convertirse en el verdadero líder del ejército de los Estados Unidos a una semana del centenario de la Declaración de Independencia
  4. El Partido Demócrata (socialista) buscaba un nuevo líder para acudir a las elecciones

Y sí, Custer se veía como líder del Ejército. Pero no desde una silla de montar, sino como Presidente de los Estados Unidos de América: desde la silla de la Casa Blanca.

¿Qué mejor pasaporte que borrar del mapa a varias tribus indias?

Etas ambiciones serían su perdición.

Custer desoiría todos los consejos de sentido común. Partió para la batalla sin criterio militar alguno…

  • Se lanzó al galope varios días antes de ver al enemigo
  • Quería ser el primero en llegar
  • El primero en luchar
  • Y el único en matar a Toro Sentado, Caballo Loco y a todo indio que se le cruzara
  • No aceptó las órdenes de esperar al grueso del ejército
  • No se reforzó con ametralladoras porque ralentizarían su galope
  • Y no quiso refuerzos
  • Y, por supuesto, no aceptó los consejos de sus exploradores indios que alertaban del peligro que entrañaba la masa a la que iban a enfrentarse.

 

Mala jornada para el 7º de caballería

Custer se caracterizó, en la Guerra de Secesión, por lanzar regimientos tras regimientos al combate con el fin de agotar las defensas enemigas y entonces vencer. Pero sus cálculos fueron erróneos en esta ocasión. Fue tal la galopada que metió a su regimiento, el 7º de caballería que, cuando llegaron al frente lo hicieron solos.

Llegaron agotados después de días galopando para llegar cuanto antes. Y agotados: llegaron, formaron y cagaron.

En frente estaban los sioux

Bien armados, descansados y en un número ingente. No salieron despavoridos huyendo del campo de batalla: hicieron frente a los americanos y los desbordaron en número, en táctica y en armas/soldados desde el minuto 1.

Decía ¿bien armados? Mejor armados que el 7º de caballería. Los soldados de Custer. Así como los de Reno empuñaban carabinas mientras que…

Los indios utilizaban Winchester de repetición

Seguramente se trataba de un armamento vendido por tratantes sin escrúpulos que hacían su agosto armando a los indios.

Ni que decir tengo que del 7º de caballería no quedaron ni las raspas.

Se cepillaron a todos los americanos y no dejaron con vida ni al general Custer. Por si se rehacía y volvía al ataque.

La primera visión de la masacre sería culpando al piel roja y tildándolo de asesino.

Hoy en día la balanza se ha ido hasta el otro lado y a quien se tilda de asesino es al propio Custer.

Lo más sensato sería hablar de las guerras indias como una guerra civil en la que americanos lucharon contra americanos sin saber comprender que el futuro tendría que haber sido como el del indio en territorios españoles: en convivencia.

El orgullo indio y la soberbia anglosajona chocaron

Terminaron con muchas naciones indias. No porque fueran crueles y mataran a sus semejantes en batalla, sino por esa condición animalesca que les atribuían y ya comenté antes.

Custer fue la última expresión de la herencia americana del colonialismo británico. Para que luego se inventen leyendas negras sobre los españoles. Mejor que revisen su historia y comprendan que no vale reescribirla. En el caso inglés pongo a Vernon y Blas de Lezo por ejemplo, y en el americano el del propio Custer: de mártir a tirano.

Tras finalizar la batalla cuatro indios se auto proclamaron ser el indio que había terminado con la vida de Custer: White Bull, de los minneconjous, Rain-in-the-face, Flat Hip y Brave Bear.

Sin embargo Red Horse declaró haber visto cómo mataba a Custer un santee anónimo.

Toro Sentado nunca pronunció el nombre del indio que mató a Cabellos Largos Custer. De hecho declaró que no se cruzaron en toda la batalla. Quizás ni lo supiera.

Otra versión. Un guerrero arapajo diría que Custer hubiera muerto linchado por un grupo de indios. No tenía munición, estaba herido en un costado, apoyado de manos y pies vomitando sangre. Esta fue la última vez que lo vieron con vida conforme fue rodeado y reventado.

La versión de cine es más gloriosa y permite que el líder blanco muera por el disparo de Caballo loco.

Consecuencias de Little Bighorn para la nación india

La aparición de la Danza de los espíritus marcará al indio

No se sabe con total exactitud de dónde bebe esta «secta«.
 
Parece ser que hunde sus raíces en ciertas costumbres y tradiciones místicas indias. Paganas y supuestamente chamánicas. Venían fomentadas por una sensación dominante de total impotencia. Para cuando surgió esta secta, la Nación india no era más que los despojos de un pueblo orgulloso y altivo que había sido borrado de la faz de la tierra.

Indios en el siglo XIX

Del indio cazador y nómada que lo mismo cazaba búfalos que se enfrentaba a un oso para demostrar su orgullo no quedaba nada. El indio de este último período del siglo XIX era la sombra borracha de un indio que vivía en una reserva sin armas de guerra ni de caza. Un borracho porque en el alcohol buscaban refugio para la conciencia. Ingleses y americanos parecieron aunar fuerzas para erradicarlos de la faz de la tierra.
 
Entonces apareció este movimiento en torno a una danza animista y sectaria que invitaba al trance absoluto. Sus fieles buscaron volver a sus raíces a la espera de una pronta recuperación de sus tierras. Esperaban que el hombre blanco, tal como vino, se marcharía. Como difuminándose en el aire. Bailaban y bailaban puestos hasta las cejas de peyote hasta que caían redondos en la tierra.

Toro Sentado huyó al Canadá y Jerónimo a México

3000 guerreros acompañaron a Toro Sentado.
 
Ambos atesoraban el orgullo de su raza y prefirieron poner pies en polvorosa que terminar sus días en una reserva o morir.
 
Ambos jefes indios suponían sendas amenazas para la estabilidad y la paz en territorios estadounidenses. La llegada masiva de europeos rumbo a Montana convertía el territorio (antaño indio) en una bomba de relojería. Tiempo atrás habrían muerto muchos europeos a manos salvajes. Pero ahora los indios que quedaban por los territorios, en las reservas o rumbo a ellas no estaban en condiciones para pelear.
 
Pero Toro Sentado y sus 3000 guerreros merodeando por Canadá seguía siendo una amenaza. Estados Unidos firmó un acuerdo con la colonia británica para permitir una incursión de su caballería comandada por el General Terry. Tropa escoltada por la Policía Montada del Canadá para negociar la repatriación de todos los indios. Terry ofrecía la paz a los sioux a cambio de que abandonaran la lucha armada y se retiraran a la reserva que tenían preparada para ellos.

Ni expulsados ni bien recibidos

Toro Sentado estaba decidido a quedarse en Canadá, la tierra de la Gran Madre. Pero los representantes canadienses no quisieron comprometerse más allá de lo estrictamente necesario. Declararon que los sioux huidos de los Estados Unidos serían protegidos pero nunca se les consideraría ciudadanos canadienses ni británicos. Este matiz será importante porque se les hizo saber que no tenían ningún derecho al no ser ciudadanos británicos.
 
Quedaban pues con un status quo incómodo en el que no querían volver con quienes les habían empujado fuera de sus territorios ni permanecer con quienes no los recibían de buen grado.
 
La muerte de Cola Pintada en su propia reserva a manos de otro indio dejó a Toro Sentado como único referente de la autoridad sioux. Esto aumentaba los problemas del gobierno canadiense. No solo habían tenido que destinar un contingente de policías montados para supervisar los movimientos sioux por su territorio. Ahora muchos jefes menores acudían a pedir consejo al jefe indio y muchos periodistas acudieron para hacerle entrevistas.

Para entonces el único blanco en el que confiaba el sioux era Buffalo Bill

Años antes había incluso trabajado en su espectáculo y había nacido un vínculo de mutuo respeto.
 
La mayor sorpresa, y quizás la última, que se podría llevar Toro Sentado sería morir a manos de la policía india. A manos del indio Bull Head, quien fue herido por otro sioux cuando iba a detener a Toro Sentado. Se revolvió herido en el suelo y disparó a su agresor, con tan mala suerte que incrustó una bala en el rostro del jefe indio.

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