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Fargo

Tabla de contenidos

Ficha técnica de Fargo

Título: Fargo
Título original: Fargo
Director: Ethan y Joel Cohen
Nacionalidad: USA
Año: 1996
Producción: Ethan y Joel Cohen
Productora: PolyGram Filmed Entertainment Working Title Films

Distribuidora: Gramercy Pictures
Duración: 98′
Guion: Ethan y Joel Cohen
Música: Carter Burwell
Vestuario: Mary Zophres
Fotografía: Roger Deakins
Montaje: Roderick Jaynes

Ficha artística

Frances McDormand – Marge Gunderson
William H. Macy – Jerry Lundegaard
Steve Buscemi – Carl Showalter
Peter Stormare – Gaear Grimsrud
John Carroll Lynch – Norm Gunderson

El encanto de Fargo está en la nieve de Minnesota

Al espectador común le parecerá increíble la fotografía de Roger Deakins. Un blanco perpetuo que lo cubre todo, desde lo más cercano y tangible al infinito sin mediar un horizonte que separe la tierra del cielo.
 
Unos niveles de nieve que superan toda lógica. Filomena de octubre a mayo. Todos los años… un promedio de -13ºc y picos de hasta -31ºc. El sol sale temprano y se oculta antes de haber calentado el ambiente.
 
Esa es la Minnesota en la que yo viví en 1992 y 1993. Esa es la Minnesota de la que me enamoré y que guardo en mi corazón.
 
Todavía recuerdo las primeras nevadas en otoño, allá por octubre. Y recuerdo cómo se reían mis amigos en Blaine, cuando les decía que en Navacerrada (por entonces mi familia se mudó de Madrid al pueblo de Navacerrada) nevaba más. Y era verdad que nevaba.
 
Hasta Halloween. Durante el día nevó, a ratos, y yo andaba feliz de un lado para otro. El 30 de octubre fuimos a ver al equipo de fútbol americano, ese año fueron subcampeones estatales. La final la jugaron en el antiguo Metrodome, estadio de los Minnesota Vikings. El sábado por la mañana partido de soccer, si bien recuerdo marqué dos goles a Anoka, en la nieve. Por la tarde fuimos a ver la obra de teatro de La tienda de los horrores y terminé en la fiesta de Halloween de la tropa de Teatro, disfrazado de Alex de La naranja mecánica. Había un Pennywise, de It, varias brujitas, vampiros, un fantasma y hasta un Freddy Krueger de Pesadilla en Elm Street.
 
Y al salir de la fiesta, el milagro.
 
Todo estaba blanco. ¿Os acordáis de Filomena en Madrid? Pues así. Todo completamente blanco. Me llevó a casa una bruja, en coche, no en escoba. Noche mágica en mil y un sentidos. Y yo no daba crédito a lo que veía. Y al hecho de poder ver en la madrugada, porque la nieve parecía irradiar luz propia y había una luz rojiza-anaranjada que te permitía ver a las 03:00 de la madrugada.

Minnesota Vikings

Una Minnesota plagada de suecos, noruegos, finlandeses y daneses, como vemos en la película. Si os fijáis todos los personajes tienen apellidos nórdicos. ¿Por qué si no los «Minnesota Vikings«?
 
Era impresionante y siguió siendo impresionante hasta mediados de mayo que la nieve se fundió para dar paso a los más de 10.000 lagos que rezan las matrículas de los coches en Minnesota.

Esa es la Minnesota de los Cohen y Fargo

Aunque Fargo esté en Dakota del Norte…Parecerá que no he empezado a hablar de la peli pero la estoy contextualizando en la Minnesota delos 90s. La peli salió en 1996 y está ambientada en 1987, luego algo tengo que aportar para desbrozar esta peli y a sus personajes.
 
Fríos, parsimoniosos… como los de la peli.
 
Y las carreteras…
 
Son tal cual las vemos en Fargo. Rectas infinitas que se pierden en el horizonte cubiertas de nieve que lo difuminan y te hacen confundir cielo con nieve. En esas carreteras aprendí yo a conducir. Sobre nieve. Y si parabas el coche para salir del coche hundías los pies en la nieve. Maravilloso. Cuando ibas a cenar a casa de algún amigo salías una hora antes de marcharte, para arrancar el coche y dejarlo en marcha, con su capita de nieve por encima, para que se calentara y pudiera circular cuando te marcharas. Lo dejabas con las llaves puestas, abierto y en marcha, igual que yo tenía llaves de la casa pero no las usaba casi nunca porque la casa permanecía abierta siempre. Sin miedo a que robaran.
 
Esa es la Minnesota de los Cohen y, si la peli hubiera estado basada en un hecho real, seguro que yo me habría cruzado algunas veces con algunos de los protagonistas, sobre todo con Marge Gunderson, la poli. Porque yo circulé, cada dos por tres, por la I-35 de Minneapolis a Duluth, y al Canadá cuando nos íbamos de acampada en invierno. Como lo leéis… Plantando la tienda de campaña en la nieve y esperando que no aparecieran osos.

Si hubiera estado basada en un hecho real…

 
Y digo «si hubiera estado basada en un hecho real» porque eso dice al principio pero es mentira. Es una broma de los Cohen. Más que una broma, es un recurso empleado para captar la atención de los espectadores haciéndonos creer que la historia que estamos viendo responde a un hecho real, cosa que ellos mismos se encargaron de desmentir para explicar su argucia.
 
Y en medio de esa paz blanca de Minnesota, un secuestro y múltiples asesinatos revolucionaran a las autoridades locales. Y todo porque un comercial de un concesionario de automóviles se ha entrampado consiguiendo un préstamo del banco avalado por ventas que nunca existieron.
 
Está canino y necesita dinero para hacer frente a la devolución del préstamo, por lo que tiene dos ideas, dos caminos para hacerse con el dinero. Uno legal, a modo de negocio que seguramente le reporte beneficios pues se trata de una aparcamiento. Pero tardará en dar dinero y su suegro, lejos de invertir capital en él pretende robarle la idea. El otro camino es más sucio, se trata de fingir el secuestro de su esposa para acudir al suegro y pedirle ayuda con el rescate. Una ayuda que se embolsaría y podría, así, poner fin a sus problemas de liquidez.
 

El suegro es un caradura y un canalla

No duda en arrebatar la idea al marido de su propia hija porque estima que puede ser una buen negocio…
 
Habla con uno de los empleados del taller del concesionario, un indio exconvicto que le pone en contacto con un delincuente que conoció en la cárcel. Será entonces cuando el protagonista se vaya a Fargo, en North Dakota, para contratar los servicios del delincuente y acordar el secuestro de su mujer.
 
La secuestrará acompañado por otro delincuente y poco a poco iremos viendo que los delincuentes no son tales, son criminales de pura cepa. Imbéciles pero criminales. Entrarán en la casa del protagonista y secuestrarán a su mujer y todo irá de mal en peor porque habiendo convenido que no mediaría violencia, la mujer sufrirá un golpazo cayendo por las escaleras. Ellos subirán el precio del rescate y el comercial acudirá a su suegro.
 
El padre de la mujer secuestrada accede a socorrerle para rescatarla, pero impone la condición de ir él a la cita… Iremos viendo que lo que iba a ser un falso secuestro se termina convirtiendo en un asesinato detrás de otro porque los dos criminales no dejan títere con cabeza. Tanto es así que llegará un momento en el que se vean amenazados por la poli o más bien por sus malos actos y mutuas deslealtades, que terminaremos viendo una de las escenas más espeluznantes de la historia del cine negro.

Luego volveré a ella

 
El policía que tomará las riendas de la investigación no será «el» sino «la». Porque será un agente de policía femenino quien se encargará de intentar resolver el caso.
 
Aquí entra en acción Marge Gunderson, encarnada por Frances McDormand. Inmensa. Se comerá la pantallas desde su primera aparición interpretando a un poli de Minnesota. En esto también puedo opinar porque salí con la hija del sheriff del condado de Anoka, que vivía en Coon Rapids. Marge será una mujer que vive su oficio y profesión de policía pero sobre todo es la esposa amante de su marido. Y esto, que podrá parecer exagerado a los ojos del 95% de los espectadores es tal cual. Allí valoran la familia, aman la pesca, les gusta cazar y les gustan las armas. Y les gusta reunirse para ver el fútbol americano, hacer agujeros en el hielo en la superficie de un lago para pescar siluros durante todo un fin de semana bebiendo cerveza y comiendo sándwiches de mortadela con mostaza.
 
Por eso vemos la escena de las lombrices en la peli, cuando ella llega a la comisaría y se encuentra a su marido esperándola con un par de hamburguesas. Y por eso el secuestro se desarrolla en una casita de madera. No está explicado en la peli porque allí se sobre entiende. Pero esa casita no es una casa, es una «cabina», que es como los de Minnesota llaman a las residencias destinadas a la pesca de invierno. Cabinas de madera con lo justo para quitarse el frío de encima y de dentro.
 

Los lagos se congelan en Minnesota

Entonces llevan un remolque con una cabaña de 2x3m con ruedas y cruzan el lago circulando por el hielo. Buscan un sitio y descargan la casa de madera. Estas casas tienen el suelo de madera y en el medio un círculo, también de madera, que retiran dejando un hueco vacío sobre el hielo. Ahí meten un taladro del tamaño de una motosierra y practican un agujero en el hielo y se pasan el finde pescando sentados dentro de la cabaña, a base de cervezas y sándwiches, con una calefacción o calentándose con carbón.
 
Y los más pudientes tienen una cabina a orillas del lago, que usan como os decía, para dormir cuando van a pescar. Pues en una de esas cabinas tienen metida a la secuestrada, y la calientan con la resistencia de un horno que tienen abierto y encendido, como única fuente de calor.
 
La policía irá atando cabos y conforme lo haga irá estrechando el cerco alrededor de los criminales que irán subiendo en una espiral de violencia, estafas, asesinatos y mentiras que culminarán, como os decía hace un rato, en una escena macabra en la que el rubio y casi mudo terminará triturando a su socio, tras abrirle la cabeza de un hachazo, en una máquina que se usa para triturar hojas y ramas.
 

Lo mejor de la peli es la inmutabilidad de la protagonista

Su capacidad para vivir un embarazo en fase bastante avanzada, creo recordar que de siete meses, y compaginarlo con su labor policial. Y que cuando esta labor se exceda a lo tradicional en su tierra, sepa enfrentarse a los crímenes con la frialdad propia de esos nórdicos que habitan Minnesota.
Esa mancha blanca que veis a la derecha de la foto es el lago. El lago congelado. Ahí será donde se resuelva toda la trama de la peli, sobre una de las superficies, si no la más, características del estado de Minnesota.
 
Tanto que, terminado el caso, en vez de esperar alabanza alguna por parte de su marido, se dedican a comentar las bondades de éste en no sé qué concurso en el que había participado.
 
Un guion estrambótico interpretado con tal sencillez por actores que dan su Do de pecho en esta película.
 
He comentado el papelazo de Frances McDonrmand, pero William H. Macy interpretando a Jerry Lundegaard, el comercial, lo borda. Tanto como Steve Buscemi, que es el secuestrador Carl Showalter. Eterno aspirante a galán que sabe que nunca lo será por feo. Y no especulo, parece que él mismo lo ha confesado. Y en la peli no le llaman feo, pero sí rarito una y otra vez. Rarito, de los pies a la cabeza.

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