Como entrenar a tu dragón 2025 - Accion real - WOKE - el fancine - Blog de cine - Web de cine - Podcast de cine

Cómo entrenar a tu dragón – 2025

Tabla de contenidos

Cómo entrenar a tu dragón – 2025, o de «acción real» es el remake de su homónima de 2010, hecha en animación.

Si me ciñese al argumento de la peli no volvería a comentarla, puesto que, en esencia, en cuanto al guion, poco o nada varía. No obstante, como en 2010 me ceñí más al concepto del «vikingo» que al argumento, puedo comentar este remake sin miedo a repetirme, puesto que comparte la esencia, como os decía, aunque tiene algunos puntos en los que se desmarca de la original. Pero dejo este aspecto para más adelante.

Ahora me ciño al guion y a la trama de la peli.

Cómo entrenar a tu dragón – 2025

Por eso vuelvo a la aldea vikinga de Derk. Una aldea que, como bien nos explica Hipo, que hace las veces de narrador en la presentación, se enfrenta a una plaga poco convencional: dragones. Estos libran una eterna batalla contra los humanos y asaltan su aldea, cada dos por tres, para robar su ganado convertido en el «fast food» de los reptiles voladores. Hasta aquí poco o nada diverge el remake de la original.

Suena la alarma y toda la aldea se pone en pie de guerra. Las mismas armas, mismos escudos, mismos guerreros (supervivientes) y casas nuevas por doquier, porque en cada ataque arden y las tienen que reconstruir una y otra vez. Todos, menos un vikingo que, por no merecer, no merece ni luchar ni ser llamado eso… vikingo. Hipo habla de Hipo, es decir, nos sitúa del tirón ante su propia… ¿incapacidad, ineptitud…? No sólo no lucha contra los dragones sino que todo el que se cruza en su camino le insta a que huya de la refriega y se esconda.

Es verdad que no sabe luchar, ni quiere luchar… Este fue parte de mi argumento en 2010, cuando puse en solfa la idea de presentarnos a un vikingo cobarde. Pues bien, no es que fuera cobarde, es que no tenía la destreza, ni la fuerza, ni la entereza, ni las ganas de luchar. Él mismo reconoce todo lo dicho, pero, y muy a su manera, sí era un luchador, más por la astucia que por la destreza esgrimiendo un hacha de combate.

Porque el chaval conoce mejor que nadie sus limitaciones, pero lucha a su manera: inventando artilugios que le sirvan, sino para matar dragones, sí para reducirlos. Lo de ponerles la puntilla una vez reducidos está por verse en el inicio de la película. Por eso le vemos yendo de aquí para allá con una especie de ballesta, con redes y pesas con las que pretende atrapar a un dragón, diseñada por él mismo.

Furia nocturna

La incursión del principio de la peli se distingue de todas las anteriores por la aparición de un Furia nocturna. Un tipo de dragón que se sabe que existe (en el universo de la peli) pero que no tiene ningún registro. Por registro me refiero a que tienen catalogados a todos los dragones, menos este tipo de dragón. Se supone que son los más fieros, los más inteligentes y los más peligrosos, pero nadie, jamás, ha visto uno. Pueden haberlo padecido, pero nadie lo ha visto. No se sabe cómo son, su tamaño, sus habilidades…

Los vikingos tienen un manual de dragones en el que tienen detallado todo: tipo de armadura, tipos de ataque, dimensiones, colores, velocidad… todo. Y según ese manual los estudian para aprender a combatirlos. Pero del Furia nocturna no saben nada. De ahí que caigan presa del pánico cuando comprenden que esta vez uno de ellos lidera el ataque. Vemos vikingos corriendo de aquí para allá, despavoridos, apagando fuegos y protegiendo casas y ganado, pero nadie sabe cómo hacer frente al nuevo invitado.

Hipo decide aprovechar el caos para sacar su ballesta y buscar un sitio adecuado para intentar atrapar al dragón. De hecho cree atisbarlo, que no verlo, pues descubre que es negro y se oculta en la oscuridad de la noche cerrada. Esto lo deduce porque el cielo está estrellado y otea una mancha negra que tapa la luz de las estrellas, y dispara su ballesta y da por sentado que ha acertado al dragón.

Excursión por el bosque

Al día siguiente Hipo se escapa de la aldea para buscar a su presa. Busca y rebusca sin éxito, hasta que descubre un tronco partido por la mitad y el rastro de lo que parece un aterrizaje forzoso… y forzado. ¿Por sus redes? ¿Ha funcionado su artilugio?

Efectivamente. Sigue el rastro y encuentra un Furia nocturna atrapado en la red que disparó, ¡con tino! Toca sacar de lo mas profundo de su ser al vikingo que, se supone, lleva dentro. Saca su puñal y se dispone a poner la puntilla para cobrarse la pieza y volver triunfante a la aldea, pero el dragón abre sus ojitos e Hipo se enternece. Se amilana, se acobarda y se apiada de la pobre bestia desvalidad.

En vez de poner fin a su vida, Hipo libera al dragón de las redes con que lo cazó. El primer encuentro se salda a favor del animal que se revuelve y asusta de muerte al muchacho. Pero después lo observa, intentando emprender el vuelo sin éxito. La red que le disparó le ha dejado inválido cercenando parte de su cola y, sin esta, el dragón no puede volar.

Hipo inicia una serie de visitas en las que empieza por dibujar y describir al Furia nocturna, y termina estableciendo un vínculo de amistad con él cuando le lleva pescado para comer pues comprende que el dragón no logra hacer ninguna presa por sus propios medios.

Entrenamiento

El ataque ha sido tan desastroso para la aldea que los vikingos se echan a la mar pilotando sus drakar rumbo a la madriguera de los dragones. Matizo… en busca de dicha madriguera, pues nadie conoce su ubicación. Emprenden dicha expedición y dejan en tierra a los ancianos, niños, heridos y la mayor parte de las mujeres, pues otras parten como guerreras vikingas que son.

En el intervalo, Hipo y los demás muchachos se disponen a hacer su entrenamiento para convertirse en cazadores de dragones, estos es, en pasar de adolescentes a jóvenes, y poder integrarse en futuras expediciones de caza. Para ello tendrán que afrontar una parte teórica estudiando el manual de dragones, para aprender técnicas y tácticas válidas para luchar contra unos y otros. Es ahí cuando Hipo descubre que el apartado del Furia nocturna no tiene ninguna descripción. Esto hace que se reafirme en su estudio del Furia nocturna y siga dibujándolo y extrayendo toda la información que pueda recabar de él.

A partir de aquí se inicia un doble entrenamiento. Por un lado los chavales se preparan luchando contra dragones que tienen apresados con tal fin y, por otro lado Hipo, que fortalece paulatinamente su vínculo con el animal. Lo alimenta y empieza a explorar las muchas posibilidades que le ofrece esa nueva «amistad«. Entre otras cosas aprovecha su maña, y su destreza, para diseñar y fabricar una prótesis de la cola que permita volar al dragón. Y al recuperar su capacidad para volar, el vínculo se ha estrechado, de tal modo, que el dragón, ahora «Desdentado», permite a Hipo subirse a su grupa y empieza la magia.

La magia

Como entrenar a tu dragón 2025 - Accion real - WOKE - el fancine - Blog de cine - Web de cine - Podcast de cine

Ver volar a Hipo, a lomos de Desdentado es esa magia.

En la versión animada, de 2010, era pura fantasía, pero verlo en acción real es pura magia por el grado de realismo alcanzado en la producción de la película. Todos sus vuelos, molan, pero el primero, cuando todavía no están hechos a volar juntos y no se coordinan bien, y titubean… es alucinante. Solo por esta secuencia merece ya ser vista la película entera. Por momentos iguala y, hasta supera, la que os describí en El libro de la selva.

Sientes verdadero vértigo y, en IMAX, es un clímax cinematográfico difícil de encontrar parangón.

Y, cuando la magia está por todo lo alto, nunca mejor dicho, Astrid descubre el pastel.

Demos un salto atrás de vuelta al entrenamiento, pero no con el dragón, sino en el de los chavales para matar dragones. Al principio Hipo es un bicho raro. Por sus condiciones físicas y por su escasa o nula validez como vikingo. Está apartado y arrinconado y, si existe algún atisbo de interés por integrarse con los demás es precisamente por Astrid, de la que está locamente enamorado.

El nido de dragones

Ella es el verdadero ejemplo de vikingo. Luchadora, astuta, valiente y sin un ápice de miedo. Es la más diestra con el hacha y aprende con facilidad el peligroso arte de matar dragones. Pero pasa de Hipo por lo mismo que pasan los demás. Será justo cuando descubra el pastel y comprenda que Hipo, primero alcanzó y derribó al Furia nocturna y, segundo lo ha domado y ha aprendido a volar con él, tras un paseo forzoso entre las nubes empieza a ver a Hipo con otros ojos.

Entre medias volarán alto, muy alto, y se verán rodeados por multitud de dragones que vuelan rumbo al nido. Desdentado se une a la legión de los suyos, para no desentonar, y terminan descubriendo el nido de los dragones y descubren que no son hostiles por naturaleza sino por necesidad, y no para comer ellos sino para alimentar a un dragón inmenso, del tamaño de una montaña que se los comería a ellos si no le llevaran la comida que roban a los vikingos.

Entre medias Hipo ha aprendido muchas cosas sobre los dragones, a base de prueba y error con Desdentado, que toma ese nombre de las filas de dientes que son absorbidas por las encías cuando está en reposo. Lo descubre cuando le da de comer un bacalao. Y ese cerco de amistad se revela y materializa cuando el dragón regurgita parte del pescado y se lo ofrece a Hipo, quien, reticente y asqueado, muerde, mastica y traga un pedazo de su carne. Cerrado el círculo Hipo descubre que los dragones recelan de las anguilas, se desploman de placer cuando les rascas debajo del hocico y algunas cosas más que él usará cual tretas para someter a los demás dragones durante el entrenamiento.

La cacería frustrada y la prueba final

Los adultos regresan de su empresa con las manos vacías, algunas bajas y muchos menos navíos de los que partieron. La única alegría que se lleva Estoico, padre de Hipo y jefe del clan, es saber que su hijo no sólo ha sobrevivido al entrenamiento sino que, además, se ha convertido en el líder al que, ahora, todos siguen.

Esto pone a Hipo en un brete pues, por primera vez en toda su vida su padre está orgulloso de él. Se reúne todo el clan para ver la prueba final en la que tendrá que matar a un dragón. Él no quiere defraudar a su padre, y menos en público, pero menos aún quiere matar al animal pues entiende que podrían dejar de ser enemigos. Para no tenerlo que hacer reduce al dragón con las cosquillitas y, cuando lo va a someter posando la palma de su mano en su hocico, Estoico se revela y asusta al dragón, que se eriza en fuego y ataca con ardor al muchacho.

Desdentado percibe el peligro para su nuevo amigo e irrumpe en el recinto como un rayo. Pelea con el otro dragón y termina apresado por un puñado de vikingos. Desdentado revela su secreto y el padre ata cabos cuando Hipo le explica que Desdentado les descubrió el nido de los dragones. Pone el cepo a Desdentado y se lo lleva, como guía (como hacían los antiguos navegantes con gaviotas y camaleones) rumbo al nido sin comprender al riesgo que se enfrentan desconocedores de la bestia que les espera.

La gran batalla

Al final son los chavales quienes, montados en los dragones de entrenamiento y liderados por Hipo, acuden al nido para rescatar al resto de vikingos y para salvar a Desdentado.

Para entonces Estoico ha estorbado al gran bicho y está causando estragos hundiendo drakares y persiguiendo vikingos. Hipo llega y salva a Estoico, quien a su vez salva a Hipo de morir ahogado. Hipo monta a Desdentado para enfrentarse al gran dragón, y lo vence, aunque (según parece) pagando el precio de su propia vida en el intento, cuyo desenlace es que cae desde los cielos. Cuando Estoico acude a Desdentado para llorar la muerte de su hijo descubre que el dragón ha protegido a Hipo, ha amortiguado su caída con su cuerpo y le ha salvado la vida.

A partir de aquí también Estoico mira con otros ojos a su hijo, y acepta, agradecido, la presencia de Desdentado. Hipo se recupera y, al final de la peli vemos que la única herida sufrida en el combate con el gran dragón y tras la caída es la pérdida de un pie que el herrero ha sustituido por una prótesis ortopédica compatible con la silla de montar dragones para que siga volando con desdentado.

Cuota WOKE de Cómo entrenar a tu dragón

Hasta aquí, la película. La pena es que esta versión ha pasado por la trituradora woke y ha cambiado la esencia y la naturaleza de los vikingos haciendo de la aldea un reducto de esa ONU que pudre el cine de nuestros días.

Astrid ya no es Astrid, ni una vikinga caucásica pálida como la mantequilla y con unos ojazos azules como el azul del cielo. Ahora es mulata. Fishlegs, uno de la pandilla, ya no es caucásico sino maorí. Vemos afro vikingos, asiático vikingos y demás vikingos, menos vikingos de verdad.

Insisto, si la peli fuera de nuevo cuño y los personajes fueran creados con naturalezas diversas, por mi OK, lo que me fastidia es cambiar la identidad y la esencia de personajes que ya existían. Todavía estoy esperando ver un euro wakandés en las pelis de Pantera Negra.

Tal es la obsesión inclusiva que Brutilda, la hermana famélica y delgadita de la pareja de gemelos ahora es una niña obesa que rompe, de lleno, con el personaje original, cosa celebrada por todo el wokismo menos por los animalistas, que callan y apartan la mirada pues siendo gemela de su hermano ambos cabalgan sobre el cuello (deslomado) de un dragón de dos cabezas.

Quitando esta cuota woke que, espero, dejará ridículas a todas las pelis que la han pagado por exceso de buenismo en unas décadas, la película es maravillosa, por lo que la dejo en muy buena por el afán de adoctrinar mediante experimentos sociales inoculados en las nuevas generaciones a través del cine. Goebbles no podría dormir más feliz en su tumba viendo cómo casi un siglo después el cine ha hecho propia su doctrina propagandística entendiendo el cine como lo entendía el nacionalsocialista, cual herramienta para manipular conciencias, gustos, pensamientos y modelos sociales.

Cómo entrenar a tu dragón - el fancine - Blog de cine - AlvaroGP SEO - SEO Madrid - Cine digital - ISDI - MIB - MIBer - Digitalización - MIBers

Otras películas

Ir al contenido