Ficha técnica
- Título original: Captain Phillips
- Director: Paul Greengrass
- Nacionalidad: USA
- Año: 2013
- Producción: Michael De Luca, Dana Brunetti, Scott Rudin
- Productora: Michael De Luca Productions, Scott Rudin Productions, Trigger Street Productions
- Distribuidora: Columbia Pictures
- Duración: 133’
- Guión: Billy Ray (Libro: A Captain’s duty – Stephan Talty y Richard Phillps)
- Fotografía: Barry Ackroyd
- Música: Henry Jackman
- Montaje: Christopher Rouse
Ficha artística
- Tom Hanks (Richart Phillpis, capitán MV Maersk Alabama)
- Barkhad Abdi (Abduwali Muse, pirata somalí)
- Catherine Keener (Andrea Phillips)
- Faysal Ahmed (Najee, pirata somalí)
- Michael Chernus (Shane Murphy, 1er oficial MV Maersk Alabama)
- David Warshofsky (Mike Perry, ingeniero jefe MV Maersk Alabama)
- Corey Johnson (Ken Quinn, timonel MV Maersk Alabama)
- Yul Vazquez (Frank Castellano, Comandante USS Bainbridge)
- Omar Berdouni (Nemo, intérprete)
- Mohamed Ali (Asad, pirata somalí)
- Mahat M Ali (Elmi, pirata somalí)
- Isaak Farah Samatar (Hufan, pirata somalí (barco nodriza))
El Capitán Phillips vivió, protagonizó, sobrevivió a los piratas somalíes y después publicó un libro explicando sus vivencias, junto con Stephan Talty, que servirá como punto de partida para Billy Ray a la hora de adaptarlo al cine para Paul Greengrass.
La película recibió una buena acogida por el público en general pero sobre todo por los afectados por la piratería, pues bien refleja la indefensión de los profesionales de la mar que surcan las aguas internacionales que rodean Somalia: un hervidero de piratas sin escrúpulos que campan a sus anchas en aguas internacionales armados hasta las cejas con no más enemigo que mangueras de agua en los buques para evitar ser abordados
La política internacional no logra ponerse de acuerdo en cuanto a los medios para combatir esta piratería, dividiendo a la opinión pública que llega incluso a defender los derechos de estos pescadores reciclados en piratas. Estados Unidos, Reino Unido, Unión Europea, OTAN y otros actores de un drama que no tiene fin y cuyo único beneficiario es, como siempre, el delincuente.
Eso sí, en función de la bandera que secuestre, pues la raíz del problema radica en la política a adoptar cuando un barco se ve en el trance de ser atacado, desde las expeditivas estadounidenses (canadienses y británicas) “el único pirata bueno es el pirata muerto” a las contemplativas europeas “dejemos que la OTAN se haga cargo y echemos el muerto a los americanos” hasta la patética española “preparemos talonarios para pagar cuanto se nos pida, y tras pagarles; pasaportes para todos” prevaleciendo los Derechos Humanos de los delincuentes.
Este es el panorama de tensión y caos organizativo se desarrolla la Operación Atalanta (hay que decir que muy bien organizados, pero atados de pies y manos por falta de consenso internacional).
Y en este ambiente se desarrolla la película: un mar duro donde los haya, el Índico, en el que se impone la Ley del más fuerte, pero al revés, porque veremos en ella (y está basada en un hecho real) cómo cuatro piratas inmovilizan un buque, secuestran a su capitán, movilizan buques de guerra y hacen volar a los SEALs desde Estados Unidos con el correspondiente chorreo de dinero por no permitir el combate a los piratas (ahora sí hay “mercenarios” que hacen la labor de protección en algunos buques) y pretender combatirlos con mangueras de agua.
Y en tierra firme las aseguradoras, patrones, familias, medios de comunicación, gobiernos y militares sufriendo en pasiva lo que los marineros padecen en activa: en sus carnes.
Tom Hanks hace una gran interpretación del Capitán Phillips, encarnando al resignado responsable de un buque, su tripulación y su cargamento resignado a la voluntad del primer pirata puesto de qat que se le antoje encañonarle con un AK-47.
Quiero destacar que esta no es una película de aventuras, no hay lucimiento personal de su protagonista. El Capitán Phillips no será un héroe. No. Ni se le exige serlo. Es, eso sí, un profesional como la copa de un pino que sabe cuál es su labor: salvar al buque, su tripulación y en la medida de lo posible: la mercancía. Le veremos atemorizado, atenazado, pasando de la lucidez a la falta de ideas, acumulando tensión y desplomándose ante una situación que se le escapa de las manos.
Algunos miembros de la tripulación declararon a algunos medios de comunicación que los hechos no sucedieron al 100% como vemos en la película, pero el hecho cierto es que Phillips los protegió, fue secuestrado, intentaron llevarlo a tierra (antes de haber puesto pie en tierra habría volado por los aires), recibió unos cuantos golpes y finalmente, gracias a la determinación de los Estados Unidos y a la intervención de los Seal fue rescatado sano y salvo.
Tres de los cuatro piratas fueron abatidos y el cuarto cumple condena en una cárcel de Indiana.