Alpha

Música: Joseph S. DeBeasi

 

El trailer de Alpha

No entiendo cómo das a conocer tu película con un tráiler que no sirve para incitarnos el deseo de verla. Este trailer nos la cuenta, nos la resume. Lo ves y, en gran medida, puedes atar cabos para ahorrarte la entrada de cine.

Muchas veces me siento frente al ordenador y me estrujo los sesos para contar algo sin destripar la película. Pero me da mucha rabia cuando ves que el spoiler te viene dado desde el trailer. Dos veces. Porque nos muestra todos los eslabones de una cadena, la acción de la peli. Pero para colmo nos sobreescriben el guión, por si no quedara suficientemente claro en las imágenes.

Procuraré no hacer pues, demasiado spoiler, pero recordad, si no queréis ver un resumen de la peli, no veáis el trailer.

Pasión por el paleolítico

Si me sigues habitualmente sabrás de mi pasión por el paleolítico y cómo disfruto con las pelis de éste subgénero histórico (o «prehistórico«). Esta película entra en mi puñado de pelis del paleolítico que me hacen soñar. Son tres, con Alpha. Así que tampoco es que tenga tanto donde elegir. La mejor de todas es y, por el momento, seguirá siéndolo, En busca del fuego.

El problema es que vista En busca del fuego es complicado encontrar algo igual de bueno.

Aquélla narra una epopeya como fue estabilizar tu existencia y la de tu clan aprendiendo a controlar el fuego. Pero la línea narrativa quedó bien clara, y es la misma que usa Alpha: Elegidos para la gloria. En la otra iban a buscar «el fuego» y en esta salen a cazar.

Una ida eterna y una vuelta épica: Ulises

Un viaje que, sin que sus protagonistas lleguen a saberlo, cambiará la historia de la Humanidad. Lo vimos en en la peli de Jean-Jacques Annaud, lo veremos en esta de Albert Hughes.

Ambas pelis nos retratan a seres voluntariosos que emprenderán un viaje cotidiano que a nosotros podría parecernos épico: salir a por comida. Un viaje que duraría semanas, quizás meses, para traer comida para todo un año.

Sin embargo no fue en En busca del fuego en la que pensé viendo el trailer. Al verlo temí que ésta peli fuera un nuevo enfoque para El clan del oso cavernario. No lo es, pero casi. Al final veo a Keda e imagino a Ayla. Durante toda la peli, aunque Ayla es más poderosa, más fuerte y más decidida que Keda. Es más, al final el paralelismo con Ayla se circunscribirá al vínculo entre humano y lobo, lo que serán después los primeros perros.

¿Queréis saber a quién me recuerda de verdad Keda?

100% Woke

Keda es Hipo, el protagonista de Cómo entrenar a tu dragón. Es el prototipo del héroe occidental del siglo XXI. Un pacifista incapaz de enfrentarse a su sombra que derrota a todos con el ingenio, sin empuñar un arma. Es el fruto de lo políticamente correcto. Es más, te impone la hipersensibilidad a la fuerza bruta en el paleolítico.

En el paleolítico…

¿¡En el paleolítico!?

Seamos sensatos.

Hablamos de un período de la prehistoria en el que las hembras guardaban la cueva y los machos salían a cazar. No lo juzgo, me limito a ilustrarlo.

Una sociedad fruto de una época

Ni machista ni sexista. Salían los hombres a cazar porque resistían uno o varios meses de viaje, a veces sin alimento, luchando con sin parar.

Porque luchaban. Unas veces con clanes rivales. A veces con miembros del propio clan. Otras veces con depredadores rivales. Y las luchas no eran a «piedra, papel o tijera«. Eran a muerte. Cafres y brutales, porque es lo que había entonces. ¿Cómo si no se podría cazar el mamut, el rinoceronte lanudo, el uro o el bisonte? Con ingenio, sí, pero con fuerza bruta también. Y siempre luchando contra el reloj (porque sin caza moriría todo el clan) y contra la naturaleza.

Eran tiempos duros para tipos duros

Un melindre como el Keda de la peli no habría durado ni diez inviernos de la época. Evolucionamos por adaptación al medio, y el medio, sea en África, Europa, Asia o América, es un medio hostil. Hablamos de una sociedad cazadora. ¿Cabe un «no cazador»? Entiendo que no. Y quizás esté confundido.

Vivimos un tiempo convulso en el que prima lo políticamente correcto. Solo en Occidente, porque el resto del mundo sigue su ritmo. Aflora la hipersensibilidad y queremos sustituir la testosterona por la ternura desmedida. Me parece ideal, pero esa fórmula no podemos llevárnosla al paleolítico porque te come un tigre dientes de sable, te pisotea un mamut, te arranca la cabeza un miembro del clan rival, o tu propio padre, sobre todo si, como en la peli, es el jefe del clan.

No tenían tiempo para cultivar la sensibilidad del más mono de los niños no agresivos y antipatriarcales del clan. Mucho me temo que no. El jefe de un clan se sentiría algo más que avergonzado en una escena como la de la muerte de la primera pieza del Keda. Muerte que no se produce porque el chaval no solo es antipatriarcal, también es animalista.

Tiene tanto sentido como el Hipo de Cómo entrenar a tu dragón. Sobre todo el de la segunda peli. Un vikingo que se niega a luchar. Por Dios, ¿qué estamos inculcando a nuestros hijos? Cobarditis, flojitis… Me temo que si hubiera existido un Hipo en la vida real su cabeza habría servido para beber cerveza en él.

Lo mismo con Keda. Yo no tengo nada en contra de los personajes flojitos. Es solo que no habrían tenido un hueco en sociedades pensadas para sobrevivir. Pero claro, en la de los vikingos es el flojo el que adiestra a un dragón y en ésta es Keda quien hace lo propio con un lobo.

Ayla es más fuerte y poderosa en El clan del oso cavernario

Si volvemos a aquella peli, y qué deciros de las novelas. Ayla era dura como la piedra. Este Keda no la habría durado ni medio asalto a Ayla. Como para ser el futuro líder del clan..,

El padre llora la pérdida del hijo. Pero intuyo que le alivia pensar que su hijo no le volverá a avergonzar, por lo menos murió luchando, a su manera: huyendo, dando la espalda al peligro. Bien visto el padre solo lamentaría cómo se lo tendrá que explicar a la madre de la criaturita. Menuda joyita. El padre tendría que pensar que en buen momento se eliminó la mili.

Sobre el guion de la peli…

Poco hablaré de él. Me parece demasiado manido, o simple.

El niño torpe y flojo del que hablaba antes cambiará el mundo haciendo un descubrimiento. En este caso domesticando un lobo por primera vez.

Es su propio camino del héroe

De ser un cero a la izquierda pasará a ser un líder nato, pero ojo… Alpha, o alfa no será él: lo es el lobo. En esto sí que me engañó el que montó el tráiler. Yo esperaba que el muchacho que se hiciera con los cánidos pasaría a ser un macho alfa, pero no, él nombra «Alfa» al lobo, con lo que implícitamente está otorgando el liderazgo al animal.

Aunque por fin, cuando apriete el hambre espabilará de una vez y sacará el hombre que llevaba dentro, muy dentro, para enfrentarse a la vida.

No he podido evitar recordar El libro de la Selva cada vez aparecían los lobos. O el tigre dientes de sable. Los unos me recordaban a Akela y su manada, el otro a Shere Khan.

Quitando lo del prota flojito, por si os lo estáis preguntando…

Al final la peli sí me ha gustado

Pero no por el guion: por su fotografía

Todo lo que la peli me hacía renegar del muchacho me ganaba con su fotografía. Al principio de este comentario os decía que la mejor peli de este subgénero era En busca del fuego, y me ratifico después de ver Alpha. Pero adolece los efectos especiales y la fotografía frutos de una época. Esta, sin embargo, tiene una fotografía maravillosa. Ojo, no hablo de los paisajes, en lo que ambas van de la mano. Me refiero a los animales, a las caracterizaciones…

Como también dije al principio, cuando ví esos rinocerontes lanudos, mamuts y la manada de bisontes galopando por la estepa supe que iría a verla. Sí o sí, ensoñando haber podido vivir en aquella época para poder ver aquella naturaleza Europea. Eso si llegaba a sobrevivir, claro.

Existe una cuarta peli del ramo, pero indirectamente relacionada con el paleolitico:

Altamira

En ella nos cuentan la historia del descubrimiento de la Cueva de Altamira y nos explican los primeros pasitos de una disciplina apasionante como la paleoantropología. Ya sabréis que soy filólogo (nada más lejos), pero me apasiona esta rama del saber, como bien os comenté en mi articulo de «el troblogdita» dedicado a la Sima del Rinoceronte, explicada en mi artículo sobre la Sierra de Atapuerca.

Llegó un instante en el que me abandoné a la película. Sin darle importancia a los paralelismos con otras pelis anteriores. Esto solo puede significar que me gustó, sin olvidar esas referencias, por supuesto.

Cuando los lobos persiguen a Keda y se sube a un árbol esperaba ver a Ron Perlman en cualquier momento, teletransportado del árbol de En busca del fuego. Ambas pelis terminarán con sendos embarazos. El de la primera será embrionario para la Humanidad, el segundo para nuestro vínculo con el perro.

Pero insisto.

Antes de despedirme, insisto…

Lo mejor de esta película es su fotografía

Es belleza. Naturaleza, armonía y dulzura. De verdad. Merece la pena verse solo por ver la fauna de aquel período paseando por Europa. Los mamuts, rinocerontes, tigres diente de sable, bisontes y demás.

Un paseo por la Europa salvaje de hace un par de decenas de miles de años inmersa en una glaciación, o saliendo de ella.