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Greyhound

Tabla de contenidos

Ficha técnica de Greyhound

Título: Greyhound
Título original: Greyhound
Director: Aaron Schneider
Guión: Tom Hanks
Nacionalidad: USA
Año: 2020
Duración: 91′
Música: Blake Neely
Fotografía: Shelly Johnson
Producción: Gary Goetzman y Tom Hanks
Productora: Columbia Pictures, Playtone, Bron Studios, FilmNation Entertainment y Sycamore Pictures
Distribuidora: Sony Pictures Releases

Ficha artística

Tom Hanks – Comandante Ernest Krause de la US Navy
Elisabeth Shue – Eva Krause
Stephen Graham – Charlie Cole
Tom Brittney – Teniente Watson
Rob Morgan – Cleveland
Manuel García Rulfo – López
Karl Glusman – Eppstein
Devin Druid – Wallace
Antena Historiasacará en breve un programa dedicado a la Guerra Submarina de la Batalla del Atlántico, en la Segunda Guerra Mundial.

Si no has visto la peli puedes leer éste comentario porque sólo al final, y previo aviso, haré spoiler


En él comentaremos las pelis más destacadas del subgénero del cine bélico dedicado a los submarinos en dicha Batalla. Nos ha quedado tan redondo que ya anticipamos que tendrá dos secuelas: la primera se la dedicaremos a la máquina Enigma y Alan Turing y la segunda a la guerra submarina en el Pacifico. Y todos esos programas vienen, precisamente, de Greyhound.

Cuando vimos el trailer nos generó tantas ganas de verla que decidimos hacer esos programas por pasión compartida (Antena Historia, Mi cine bélico y HRM Ediciones) por el tema. Nada nos podía hacer imaginar que desde el trailer hasta el estreno de la peli, en AppleTV+ pasaríamos por una pandemia mundial con más de 40.000 muertos en España (¡sólo en España!), una cuarentena y un Estado de Alarma por el medio.

De ahí que el estreno no se hiciera en las salas, sino en la plataforma de televisión de Apple. Pero así son las cosas y demos gracias a Apple por haberla rescatado para estrenarla. Sé que sí o sí la volveré a ver unas cuantas veces en mi tele y cuando la reestrenen en el cine, porque la reestrenarán, iré a verla y me pondré el primero de la fila para sacar mi entrada y verla en una pantalla gigante.

Porque si en mi tele he alucinado, en el cine tiene que ser brutal.

Una película que te da lo que te promete.

En ella vemos un destructor Greyhound, pues de ahí le viene el nombre, comandado por el Comandante Ernest Krause, en su primera misión de estas características, con sus miedos y sus dudas. Pero sobre todo con su decisión.

Los destructores Greyhound vienen de un modelo de 1902, a partir del USS Greenwich que remató el concepto de «destructor» a partir, a su vez, de un modelo de 1886.

Durante todos estos años se fue definiendo el concepto del buque y se fueron puliendo diferentes aspectos para mejorar su velocidad de crucero y su poderío militar. Inicialmente disparaba torpedos que se arrojaban por la borda pero en la Primera Guerra Mundial daría un giro drástico su uso abandonando los torpedos definitivamente y convirtiéndose en su diana. En la diana de los torpedos alemanes, pues su velocidad y su maniobrabilidad convirtieron al Greyhound en el destructor perfecto para la lucha anti submarina.

Sólo Churchill supo comprender que la manera para que los buques mercantes pudieran atravesar el Atlántico sin ser hundidos por los submarinos sería mediante convoyes.

Los convoyes tenían sus pro y sus contra

Entre los contra había dos difícilmente salvables: a) el grupo ofrecería blancos fáciles a los submarinos nazis y, b) para poder mantener una formación sería imprescindible que los buques más rápidos ralentizaran su marcha para no dejar atrás a los más lentos.

Estos dos escollos, difíciles de salvar, tendrían la respuesta en proporcionar escolta militar a los buques mercantes y también de transporte de pasajeros. Para ello canadienses y británicos unieron sus fuerzas, pero no era suficiente.

A finales de 1940 seguían vivos los 18 comandantes de U-BOOTE condecorados con RK, pero su gloria duraría poco más. Pocas fechas después se firmó en Plan ABC-1 (AMerican-British Conversations) para dejar por escrito que el EJE era su enemigo común y que lo derrotarían sometiendo a los alemanes, italianos y japoneses.

Los americanos se mantenían neutrales

Pero iniciaban una guerra pasiva en la que rearmarían a los británicos y reforzarían su industria y su tecnología aportando cuantos recursos pudieran (una barbaridad) para derrotar al EJE. Fruto del esfuerzo industrial superarían con creces el número de buques hundidos reemplazándolos con nuevos y se implantaría la Ley de Préstamo y Arriendo para destinar fondos ilimitados para que los países aliados pudieran mantener su lucha.

La guerra tecnológica haría que el MIT desarrollara los primeros radares centimétricos para instalarlos no sólo en buques sino también en aviones. Unos aviones para inspeccionar y otros para bombardear a los submarinos que pasarían a estar localizables a 4’5km en superficie; sumergido a 2’5 y sumergido pero con el periscopio izado a 1’2km.

Radares Vs la Cruz de Vizcaya

Los nazis no pudieron protegerse del radar hasta que el almirante francés Darlan les regalara, en agosto de 1942 una cruz (que llamarían Cruz de Vizcaya) capaz de detectar las emisiones de radar en una distancia media de 60km. En algunas ocasiones lograrían interceptar emisiones a unos 100km, con lo que podían, de nuevo, anticiparse, de algún modo, al rastreo y persecución aliada.

Los radares aliados se sumarían a los hidrófonos como medidas para bloquear la invisibilidad de los submarinos en altamar. Todo lo relacionado con la máquina Enigma y sobre cómo se desencriptó lo expliqué en Descifrando Enigma. Sumando estos tres factores los aliados fueron inclinando la balanza a su favor, poco a poco y con un coste elevado pagado con la sangre de sus soldados, pilotos, marineros y marinos civiles que se convirtieron en presas fáciles para que los submarinos se cebaran en ellos para dañar la economía maltrecha de los británicos. Su economía y para que no recibieran material industrial, bélico y alimentos.

El submarino

No seguiré el comentario hasta que os diga que la mejor peli de submarinos es El submarino

Los alemanes irán comprendiendo, paulatinamente, que los tiempos de Prien y su gesta en Scapa Flow, a bordo del U-47 quedaban atrás y difícilmente se repetirían. Lo vimos en U-47: Comandante Prien.

Pero no será hasta el 9 de agosto del 41, cuando Roosvelt y Churchill se reúnan en la Conferencia del Atlántico, cuando los yankis decidieron escoltar los convoyes entre el Canadá e Islandia. Era poco, pero menos es nada.

Churchill comprendió, tiempo antes, que la única salvación para no abandonar el Atlántico Norte eran los convoyes escoltados, como dije al inicio, pero su verdadera eficacia llegaría con la incorporación de la US Navy.

Winston Churchill

Sin embargo, y paradógicamente, el mismo Churchill sería en parte responsable de que se alargara la agonía en el Atlántico al rechazar las sugerencias americanas de desviar todos los esfuerzos de la Royal Navy por atacar y perseguir a los alemanes y a los italianos por el Mediterráneo para ir directos a destruir las bases submarinas en Francia. Esta estrategia podría haber desbaratado los planes alemanes y quizás pudiera haber salvado muchas vidas.
Otro error, si se puede calificar como tal, de Churchill, cuyo afán por derrotar a los nazis radicaba más en preservar los despojos de su imperio que en devolver la paz a la Europa continental. En repetidas ocasiones manifestó mayor temor a la guerra submarina en La batalla del Atlántico que a la mismísima Batalla de Inglaterra. Eso y su agonía viendo caer buques y con cada buque hundido, perdiendo mercancías vitales para el sustento de un Reino Unido bloqueado por mar y aire, le empujaría a firmar un tratado nefasto con los estadounidenses: Destructores por bases.

Un negocio redondo para los americanos

Los Estados Unidos cedieron 50 petroleros y 10 destructores a los británicos y canadienses, para compensar sus pérdidas tras meses de lucha en solitario en las aguas del Atlántico Norte. A cambio éstos les concedían bases para poder desplegar a sus ejércitos. Esta, a mi modo de ver, fue la puntilla para la caída del imperio británico y el auge americano para tomar el relevo en la hegemonía marítima.
Siendo Greyhound una peli centrada en los convoyes, hay que explicar que estos convoyes no iban escoltados de puerto a puerto por el mismo convoy. Un grupo de buques de guerra americanos los escoltaba hasta un punto intermedio entre Groenlandia e Islandia y allí era relevado por otro anglo canadiense.
Los convoyes se instauraron también en sentido vertical (del globo) para unir Terranova y Florida (incluso para llegar al Brasil, cuya Armada se mostró muy activa desde que el Brasil declarara la guerra a la Alemania Nazi). El motivo fue que se autorizó a los submarinos alemanes e italianos la navegación costera en América, así desviarían parte de las marinas aliadas del Atlántico y trasladaban la guerra a territorio americano. Llegaron, incluso, a botar 10 vacas lecheras o submarinos nodrizas para prolongar la autonomía de sus submarinos por aquellas latitudes.
Un factor, a favor de la defensa contra submarinos, fue la aviación. Ésta permitía identificar a los submarinos a mayor distancia que el radar y, lo que era más importante, hundirlos mediante bombardeos. Su único (y lógico) inconveniente era que necesitaban tierra o portaaviones para estar operativos. En Greyhound vemos cómo miden los convoyes el paso del tiempo en función no de la noche o del día, sino de la cobertura aérea.
No obstante, la noche era el momento ideal para las manda de lobos que cazaban mercantes porque era el momento en el que podían luchar desde superficie casi doblando su velocidad al poder cambiar su propulsión de eléctrica a diésel. Y esto hacía que los Greyhound sacaran a relucir lo mejor de si mismos: su maniobrabilidad.

Alerta SPOILER

A partir de aquí comentaré algunas cosas que podrían estropearos la peli si no la habéis visto.
Por ejemplo, y retomando el temade la maniobrabilidad… la veremos, en la película, por lo menos dos veces. Gracias a la cual el comandante evitará irse a pique por colisión de su buque con un mercante en una y evitando el impacto de un torpedo en la segunda.
Lo del impacto con un mercante no es ninguna tontería.
A saber, cada destructor podía tener a su cargo la protección de entre 4 y 10 navíos civiles. Hubo más de 300 convoyes grandes y los hubo enormes hasta sumar casi 2000 buques escoltados en ésta batalla. El más destacado fue uno llamado HX 229 (de 50 buques con 5 escoltas) que absorbió a otro convoy (SC 122 de 60 buques con 8 escoltas) que tuvieron que enfrentarse no a una sino tres manadas de lobos que sumaban 41 submarinos.
En la peli vemos una manada de 4 submarinos y vemos cómo vuelven locos a los escoltas y cómo lanzan sus torpedos y los navíos viran, maniobran y se cruzan y entrecruzan para evitar los impactos. Si ya de por sí se rompe la formación, imaginad con los destructores yendo de un lado para otro para proteger a los civiles. Un caos total. Eso con 4, imaginad ofreciendo 110 blancos fáciles a 41 submarinos. Los alemanes perdieron un submarino por 21 barcos aliados.

Primer buque civil hundido por los submarinos alemanes

Fruto de ese caos llegarían a producirse casos tan extraños como el del Anarada. Un petrolero tan inmenso que cuando se le puso enfrente un submarino, ni corto ni perezoso forzó la velocidad hasta embestir al submarino y partirlo por la mitad. Ni que decir que se convirtió en el primer buque civil en hundir un submarino.
Quizás lo que más me guste de esta película sea cómo ha reflejado la vida a bordo de uno de estos buques. Yo he tenido la oportunidad de navegar, (aunque no por el Atlántico Norte) y también de subirme a destructor americanos y británicos de la Segunda Guerra Mundial y me fascinaba ver cuán tosco era todo en la peli. Porque era igual de tosco en la realidad.
Radares, cocina, cantina… era todo tan frío, oscuro y por lo general húmedo como vemos en la peli. En todos esos sentidos, la película es un acierto total. Y si a eso le sumamos las apariciones espectaculares de los submarinos, apaga y vámonos.
Eso y pequeños detalles que aportan veracidad a la peli, como las bengalas lanzadas al aire por los barcos, tanto escoltas como escoltados. Esta maniobra era conocida por Buttercop (botón de oro) y consistía en cubrir el cielo de bengalas durante 15/20 minutos para hacer que los submarinos se sumergieran y perdieran visibilidad y velocidad.
Otro detalle es el mismo comienzo de Greyhound. Cuando un avión advierte al convoy que están abandonando el espacio protegido desde el aire y que permanecerán así durante 
5 días…

Tom Hanks no es mi actor favorito

Y de hecho creo que deja demasiado rastro suyo en los personajes que interpreta. Para ilustrarlo, el detalle de las zapatillas, muy suyo, si no me equivoco. Quizás él lo haga con la voluntad de humanizar a sus personajes, pero yo creo que lo que hace es apropiarse de ellos por competo.
Sin embargo, sí me gusta su comandante. Le da un aire introspectivo que trasluce sus dudas, sus miedos y su aparente fragilidad. Todo ante una primera misión que por momentos teme que le venga grande. Pero cada vez que la misión parece que se le va a ir de las manos saca lo mejor de si mismo y encara a la dificultad. Creo que sería ese tipo de persona insegura de si misma que, en frío se infravalora pero mejora cuando no piensa y se limita a actuar con unos reflejos portentosos que agudizan un ingenio innato pero que subyace bajo sobredosis de temor a errar. Por eso, cuando no tiene tiempo para pensar, lo borda.
El único «pero» que le pondría a ésta peli sería en su trailer oficial. En él se da la paradoja de que han editado la imagen para borrar la esvástica de la vela de uno de los submarinos.

Los nazis eran los malos. Igual que los comunistas lo son en una peli de la guerra fría

Pero borrar sus emblemas es una falta de respeto a la Historia y, sobre todo, logra el efecto contrario: si son el enemigo al que combatir que no me borren su insignia para que nunca pueda confundirlos, sean cruces gamadas u hoces y martillos.
Esto se debe al terror a poner un pie fuera de lo políticamente correcto y recurrir a la autocensura para evitar que te señalen con el dedo los medios y demás usuarios de redes sociales. Es censura y de entre todas las censuras, la peor: la autocensura. A eso nos han llevado en nuestros días los publicistas, periodistas y políticos. Y lo peor de todo es que están borrando la Historia de occidente derribando estatuas y reescribiendo libros. No tardarán en llegar quemas de libros, y si no, al tiempo.
Incluiré esta peli en mis Pelis para MIBers por el detalle de AppleTV+ de acogerla para su estreno.

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