Star Wars – Episodio IX: El ascenso de Skywalker

 

Me gusta que hayan contenido la bis cómica de Finn y que destaque la responsabilidad de Poe. Este Poe, después de Rey, es lo mejor de la nueva tropa galáctica.

Me gusta Chewbacca… me fascinó desde pequeñito y siempre será, casi con toda seguridad, mi personaje favorito de toda la saga. Por eso se me dibujó una sonrisa de oreja a oreja cuando recibió la medalla de Han Solo, la que le impusieron tras la batalla de la Estrella de la muerte en Una nueva esperanza. Nunca comprendí por qué no había una medalla para el wookiee, pero al final Abrams (¿veis como también le reconozco y agradezco estos detalles?) ha hecho justicia al amigo inseparable de Han Solo y le ha puesto en su sitio.

 

Me fascina Rey

 

Desde el episodio VII. Pero en esta peli todavía más, sobre todo en la escena en la que le cambia la expresión cuando se siente tentada por el lado oscuro. Hay un instante en el que muda de rictus que sencillamente me estremeció en la butaca.

Su capacidad para resistir al lado oscuro, por mucho que fluya por sus venas me hace identificarme con ella. Podría convertirse en el Boromir de Star Wars, pero se mantiene fuerte y firme en su decisión por combatir al mal. Bien por ella.

Otro que, a pesar de todo me caía bien, era Ben. A pesar de haber dado matarile, de aquella manera, a Han Solo, mi segundo personaje favorito. Saboreó el mal y no supo renegar de él, y el mal, contra el que no se puede flaquear, lo arrastró al lado oscuro, en este caso el de su ambición. Mató a su padre (para regocijo de Freud) y saboreó lo que es cortar el cordón umbilical con su madre en su ataque malamente certero. Él titubeó y no disparó a la nave de Leia, pero uno de sus seguidores sí lo hizo, liderado por el propio Ren y de ahí el paseito espacial de la princesa.

 

Caballeros de Ren

 

Ver cómo se redime y cómo se ventila a sus propios guardaespaldas, los caballeros de Ren, para abrirse paso hasta Rey, y auxiliarla, me puso la carne de gallina. Aunque es un combate efímero pues no le duran ni medio telediario.

Estos caballeros de Ren serían otros padawan que, como él, estaban siendo entrenados por Luke Skywalker. Tengo entendido que habrían sido los únicos supervivientes a la matanza de Kylo, entonces Ben, y se los habría llevado consigo para formar su propia guardia pretoriana.

Otra cosa es que Abrams los pertreche con armas sin sentido. Es el peaje por hacer una peli de ficción en nuestros días. Esas armas ilógicas, empezando por el propio sable láser de Kylo Ren… cuyas defensas de láser serían más un impedimento que eso, una defensa… Se creen que cuanto más historiado y complejo sea un arma mejor. Y es al contrario, la sencillez conduce a lo práctico, y en un combate sobran los artificios.

 

Como veréis hay muchos detalles y escenas de la peli que me gustan, pero por encima de todos está Babu Frik.Podríais llamarlo «un flechazo». Desde el momento en que aparece para hackear a C3PO… desde el primer instante me cautivó y me ha divertido cada vez que ha entrado en escena el bichejo.

 

 

 

 

Viaje al lado oscuro

 

Echo el freno de mano y os pongo en antecedentes: Rey hará un viaje hacia el lado oscuro inversamente proporcional al que hará Kylo Ren hacia el lado luminoso de la Fuerza.

Habrá momentos, a lo largo de la peli, que no sepamos en qué sentido están remando, ni si lo hacen juntos o por separado.

Los «delirios de grandeza» de Kylo Ren harán que, en una bofetada de Abrams a Johnson, recomponga su yelmo, esta vez sí, quedando un poco hortera con los colorines rojos del ensamblaje y se postre, no por voluntad ante… Palpatine.

Sí, ante el emperador Palpatine. El mismo al que su abuelo Darth Vader arrojó al abismo en El retorno del Jedi. Porque sí… no murió, o murió pero resucitó, o se mantuvo latente… no tengo ni idea de cómo o por qué, pero el caso es que Abrams nos lo presenta como el nuevo malo. O como el nuevo antiguo malo, que es el malo de toda la vida de Star Wars. Confieso que aquí se me empezó a hacer un poco cuesta arriba la película.

Aunque Palpatine está presente desde los primeros títulos de crédito de esta peli. Se supone que se han interceptado mensajes, o un mensaje que habla de venganza, con la voz del mismísimo emperador. Mientras Ren lo busca para medir sus posibilidades, y destruir cualquier amenaza que ponga en duda su liderazgo, Leia enviará espías a los cuatro rincones de la galaxia para desentrañar tan misteriosa transmisión.

Así empieza la peli. Ren se hará con un «busca caminos» (creo que se llamaba así) que le hará llegar al planeta Exegol para reunirse con el hasta ahora difunto Palpatine.

El nombrecito del trasto se las trae: «Busca caminos», al más puro estilo de un artículo chorra, con nombre más chorra todavía, de la saga de Harry Potter.

De modo que volvemos a tener a Palpatine y esto provoca un cisma en el Lado Oscuro. Perdón, en el lado imperial, porque el Lado oscuro es él, o no lo es nadie. 

Por un lado tendremos a la Primera Orden, liderada por Ren, con el General Hux a la sombra… y por otro lado tendremos a Palpatine que se saca de la manga (él o Abrams, uno de los dos) una flota imperial que ríete tú del Imperio galáctico.

Resulta que durante estos años en los que todos pensábamos que estaba muerto, él se ha dedicado a crear un ejército de la nada y una flota estelar que no cabe dentro de la pantalla. Y cuando digo que no cabe dentro la pantalla, es literal. Si antes veíamos decenas, o centenares de cazas pululando entre destructores, el Emperador ha creado tal flota que, la cámara no es capaz de incluir a todos los destructores en un mismo plano.

Aquí se le va la pinza a Abrams. ¿De dónde salen? ¿De dónde saca tantas tripulaciones y tan basto ejército? Me parece todo un sinsentido con el único fin de empujar a Ren contra las cuerdas y hacerle humillar la cabeza.

A esto me refería antes cuando hablaba de los delirios de grandeza de los directores de hoy en día colapsando y saturando las pantallas con ejércitos imposibles y grotescos.

En El ascenso de Skywalker Kylo Ren buscará al emperador para eliminarle como hiciera con Snoke en Los últimos Jedi

Peca de soberbia y así se lo hará ver Palpatine. Simplemente pasará de él y le hará ver que quiere traspasarle todos los poderes de los Syth a cambio de matar a Rey y borrar hasta el último recuerdo de los Jedi. Abandonamos esta escena con una sonrisita del emperador cuando deja sin explicar a Ren quién es verdaderamente Rey.

Damos un salto en el espacio y estamos dentro del Halcón Milenario para volver a ver otra partida del ajedrez galáctico en la que Chewwie vence a Poe y Finn juntos.

Están en una misión cuyo enlace descubre que hay un espía en la Primera Orden. Y entonces volvemos a ser testigos de otro acceso de gloria personal de Abrams. A lo largo de la saga de Star Wars hemos visto persecuciones de interior, de exterior, espaciales y hasta galácticas con el Halcón. Vale, en menos de tres minutos veremos al halcón en todas estas situaciones. Veremos al Halcón en interiores, en galerías, dando saltos en el espacio para aparecer y desaparecer en diferentes sitios con los cazas imperiales pisándole los talones. Llega incluso a encararse con un gusano clavado a los de la especia en DUNE.

Nos vamos con Rey y descubrimos que está entrenando y puliendo sus habilidades jedi con Leia… y en medio de ese entrenamiento Kylo Ren interferirá de modo telepático a pesar de estar cada uno en un punto de la galaxia. Entre medias Rey tendrá destellos de memoria e irá creyendo entrever su pasado y a la familia que la habría abandonado. Ren interfiere pero no llegan a establecer contacto entre ambos.

Escena de transición con discusión Rey/Poe… y reunión de los rebeldes en la que descubren que Palpatine sigue vivo y ha creado la Orden Final y está presto para atacar a todos los planetas en menos de 24 horas desde las Regiones Desconocidas.

Palpatine está en Exegol, el mundo oculto de los Sith

 

Lo mejor es que cuando Rey escuche esto desaparecerá de la reunión, se irá a su dormitorio, buscará uno de los libros Jedi que había rescatado en la peli anterior, buscará Exegol en el libro y regresará a la reunión, que no ha avanzado ni una frase para decirle a Leia que tiene que hablar con ella y anunciar su marcha.

Vuelve a despegar el Halcón Milenario y damos un salto a la nave de Kylo Ren. Kylo pone la cabeza del espía que descubrió la existencia de otro espía, éste segundo dentro de la Primera Orden. De hecho Ren descubre a sus comandantes la existencia de éste segundo espía dentro de sus propias filas.

No faltará la escena en la que uno de los oficiales lleve la contraria al Sith y éste, al más puro estilo Vader usará la Fuerza para sofocar su rebeldía. Ya me entendéis…

Otro salto.

Pero antes de aterrizar, os diré que si tiene algo esta peli son saltos. No paramos de dar saltos: de unos personajes a otros, de una trama a otra, de un planeta a otro y de una nave a otra. Os recomiendo Biodramina para no marearos con tanto salto.

Los protagonistas llegan a Passanna, un planeta en el que todos están de fiesta y en medio de ella Ren vuelve a contactar con Rey. Esta vez sí se ven. Él ofrece a Rey que se unan para dominar la galaxia juntos. Ambos intentan remover sus respectivas conciencias atacando sus sentimientos. Ella con el asesinato del padre por parte de Kylo y él con el pasado incierto de ella en el que lo único cierto es que fue abandonada. Ren descubre el planeta en el que están los rebeldes y manda sus tropas en su busca.

 

Y entonces aparece Lando

 

Así, de la nada.

En el punto más remoto de la galaxia, supuestamente buscando la nave de un antiguo cazador de jedis que tendría un buscador de esos, como el que tenía Kylo Ren.

Persecución por el desierto con deslizadores, los malos se estrellan, claro y los buenos encuentran la nave que buscaban, que funciona, por supuesto. Todo esto pasando por unas arenas movedizas que los absorben y les hacen aparecer en unos túneles que me teletransportarán, por primera vez en esta peli a Los Goonies. En este caso encontrarán los restos de Ochie, como si fueran Chester Copperpot en busca del Infierno, el barco de Willy el tuerto.

Rey encontrará una daga y percibirá su historia y su linaje. Ella no es Gandalf ni la daga es Dardo en El Hobbit, pero casi. La escena se verá interrumpida por la irrupción de una serpiente descomunal que está sangrando y Rey revela sus poderes sanadores curando su herida. Como veréis se suceden las cosas sin tiempo para respirar: si pestañeas te quedas en fuera de juego.

Llegamos a una de las escenas más impactantes en cuanto a lo visual.

El duelo entre Rey y Kylo Ren en el desierto. El sith llega escoltado por su guardia pretoriana, que tenderá una trampa a Chewbacca y lo apresará. Sin figurar nada en pantalla. Sin mediar combate, sale Finn a buscarle y ya lo vemos subiendo a bordo de una nave imperial.

Y entonces sí, gloria bendita con el duelo nave Vs. sable…

Y duelo con la Fuerza intentando evitar que la nave que lleva a Chewbacca despegue (ella) y luchando por liberar a la nave del poder de Rey (él). En este instante veremos una escena maravillosa que después comprenderemos que no sirve para nada. En medio del duelo de poder Rey lanzará una descarga eléctrica y reventará la nave que transporta al wookie haciéndola saltar en pedazos.

El dramatismo de la peli crece sobre manera en un golpe de efecto maravilloso: el drama de Rey cargando con la responsabilidad y la culpa de haber matado a un amigo y figura carismática para toda la historia de la Rebelión.

 

Rey se queda desencajada porque, sin pretenderlo, ha matado a Chewbacca

 

Pero no.

Coitus interruptus.

Por un lado la nave de Ochie pone rumbo a Babu Frik, para sacar la información de la daga (que llevaba el wookie) de la memoria de C3PO. Obvio decir que según sale de escena veremos que una nave oculta se pone a seguirlos… como Boba Fett con el Halcón en El imperio contraataca. Por otro lado, y de ahí el coitus interruptus… Chewbacca está vivo. En menos de un minuto han tocado el Olimpo del drama griego con un amigo muerto a manos de otro, por error y al minuto siguiente nos lo tiran por los suelos.

En el planeta en que está Babu Frik Poe nos descubrirá su pasado, sí de traficante de especias. Y sí, nos lo descubrirá un antiguo amor suyo, Zorii Bliss. Es como Art3mis de Ready Player One trasladada a Star Wars.

Dentro de esta vorágine, C-3PO será reseteado por Babu Frik. Poe y Zorii harán sus paces y sentiremos la tensión sexual que hay entre los dos. Descifrarán el mensaje de la daga, Kylo Ren llegará en su destructor, Rey percibe la presencia de Chewbaca y entrarán dentro de él en una escena que combina el paso de la nave lanzadera rumbo a la Luna de Endor en El retorno del Jedi con la misión de rescate de la princesa Leia en Una nueva esperanza. Todo aderezado con el poder de la Fuerza de Obi Ben Kenobi, esta vez en las manos de Rey… Y todo esto pasa en a penas cuatro minutos. Otra biodramina por favor.

¿Os parece que la cosa se lía?

 

Falta de originalidad

En El ascenso de Skywalker volvemos a ver el mismo final que vimos en Ready Player One primero y en Avengers: Endgame después