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Midway

Tabla de contenidos

Ficha técnica de Midway

  • Título: Midway
  • Título original: Midway
  • irector: Roland Emerich
  • Nacionalidad: USA
  • Año: 2019
  • Duración: 138′
  • Guión: Wes Tooke
  • Fotografía: Robby Baumgartner
  • Música: Thomas Wander y Harald Kloser
  • Montaje: Peter R. Adam y Christoph Strothjohann
  • Producción: Roland Emerich, Mark Gordon, Harald Klores y Dong Yu
  • Productora: Polybona Films, Centropolis Entertainment y Entertainment One
  • Distribuidora: Lions Gate Entertainment

Ficha artística

Actores y personajes Americanos:
Woody Harrelson – Almirante Chester W. Nimitz
Luke Evans – Comandante Wade McClusky
Mandy Moore – Anne Best
Patrick Wilson – Edwin Layton
Nick Jonas – Bruno
Dennis Quaid – Vicealmirante William «Bul» Halsey
Mark Rolston – Contraalmirante Raymond A. Spruance

Actores y personajes Japoneses:
Etsushi Toyokawa – Almirante Isoroku Yamamoto
Jun Kunimura – Vicealmirante Chuichi Nagumo
Tadanobu Asano – Contraalmirante Tamon Yamaguchi

El viernes vi Midway

Primer podcast de cine de el fancine: La batalla de Midway + midway

De ahí que fuera a verla en el día del estreno, para poderla ver, asimilar y comentar cuanto antes para todos vosotros, lectores de el fancine y para los oyentes del podcast Antena Historia que tengan a bien darse un paseo por mi blog para leer mi comentario. He de confesaros que me llevé una gran alegría al verla, porque, para ser sinceros, no albergaba ninguna esperanza de que me gustara. No entra en mi TOP10 de cine bélico (ni el TOP20), por descontado, pero es bastante entretenida y no debemos de perder la perspectiva y entender que el cine se trata de eso, de entretener. ¿Además puede informar e instruir? debería, pero como no es el caso, lamentablemente (no en esta peli: en casi ninguna), para eso está el fancine, para rellenar esas lagunas.

Os daré la clave para entender mi comentario sobre Midway:el guión no hay por dónde cogerlo, y es una pena porque teniendo tan buena predecesora y teniendo tanta documentación gráfica e histórica, podrían haberse estrujado los sesos para, a todo el artificio que veréis, que lo hay, añadirle un sentido y una lógica que explicara correctamente Midway. Sé que hoy en día pedir un guión es como predicar en el desierto, pero soy un romántico y no puedo evitar deciros que si a esta peli la hubieran escrito uno bueno, habría sido una pasada.

¿El guión de Midway es mejorable?

Indudablemente sí.

En eso no erré a la hora de vaticinar que el guión de ésta peli dejaría mucho que desear y estaría a años luz de La batalla de Midway. Por eso por ahí no me sorprendí. En cuanto al rigor histórico… tiene algunos giros que luego comentaré que dignifican y salvan esta obra. Ya vemos un aspecto en el que Midway no resiste un pulso a La batalla de Midway: el guión.

¿Me quedo con los actores de Midway o con los de La batalla de Midway?

Charlton Heston, Henry Fonda, Robert Mitchum (aunque su presencia fuera testimonial), Glenn Ford, Pat Morita y… Toshiro Mifune. ¡Supera eso, Midway! Imposible.

Segundo KO a favor de la versión de 1976…

No es por nada, pero Patrick Wilkinson, Woody Harrelson, Luke Evans y Ed Skrein no tenían ni media oportunidad en caso de comparar ambos repartos.

No digo que los actores de la nueva versión estén mal, porque mentiría. Están bien, muy bien, pero es que su «muy bien» no alcanza al «regular» de los de la peli original. Es decir, estos actores, en su mejor papel y en su mejor actuación, no son ni la sombra de los otros, y encima, el nuevo guión, como intuía desde antes de verla… no acompaña.

Luke Kleintank interpreta a Clarence Dickinson y, en las entrevistas promocionales argumenta que es un honor participar en Midway porque su abuelo combatió en el Pacífico.

El mismo Dennis Quaid, Vicealmirante William «Bul» Halsey, declara con orgullo (bien merecido) que su padre luchó en la Segunda Guerra Mundial. Y lo hacen como aporte, como valor añadido a su mera participación en la película.

Me parece fabuloso. Sobre todo como español de nuestros días. Resulta aleccionador ver a unas personas (para colmo actores) orgullosas de su nación, del papel de su nación en la guerra, del papel de su nación en la Historia y del papel de sus familiares combatiendo. Se me cae la cara de envidia.

Pero recordemos el casting de la peli original, La batalla de Midway: empezando por el mismísimo director de la versión de Midway de 1976, buena parte del reparto combatieron en la Segunda Guerra Mundial. Un buen puñado de ellos en el Pacífico. Por lo que si los actuales actores lucen con orgullo el expediente militar de sus familiares y lo trasladan a la pantalla, ¿qué deciros de quienes estuvieron allí y sobrevivieron para contarlo?

El director de la otra fue piloto en el Pacífico entre el 44 y el 46. Charlton Heston fue operador de Radio y estuvo en una de esas torretas que vemos, como artillero. El productor Sandford responsable de sonar. Henry Fonda fue Teniente de Inteligencia a las órdenes del mismísimo Nimitz, ahí es nada. Hasta el japonés Toshiro Mifune fue responsable de fotografía y cartógrafo en el bando contrario.¿Cómo no iban a sentir sus respectivos papeles?

Aún así, reitero: me quito el sombrero ante los miembros del reparto actual por sentir y presumir del pasado combatiente de sus familiares. Sólo con la conciencia nacional intacta se puede sobrevivir como Nación.

Nuestros actores sacan pecho de todo lo contrario, nada más necesitaréis ver las entrevistas que hicieron al reparto de 1898: Los últimos de Filipinas. Y más curioso todavía, a los de Zona hostil, otra peli española para haceros una idea del nivel de sentimiento patrio que tienen. Los de 1898 no me extrañan, porque menudo papelón hicieron con la peli, pero los de Zona hostil, que dejan bien a España y a los españoles, parece que tienen que justificarse y retractarse de lo que encarnaron por temor a que sus colegas de profesión les censuren para otros trabajos. Eso tiene un nombre: Mercenarios.

En Midway veremos una escena dura, muy dura, que ilustra por si sola la crudeza de la guerra y cuán inhumana es. O mejor sería decir… cuán humana es.

Os hablo de la escena en la que el protagonsita irá al depósito de cadáveres en busca de uno de sus mejores amigos en paradero desconocido desde Pearl Harbor… y lo encuentra. Encuentra un amasijo de piel calcinada y huesos ennegrecidos tras haber ardido hasta consumirse cubriendo la huida de unos marineros a su cargo ocupando el lugar de un artillero que había caído en una de las primeras pasadas japonesas.

Woody Harrelson hará una interpretación bastante buena encarnando a Nimitz, y hasta tiene cierto aire. Para mi gusto lo mata el actor de doblaje que le pone una voz en español, como si fuera un feriante vendiendo papeletas para el siguiente sorteo. Esa voz puede valer interpretando al golfo de Tallahasse en Zombieland; mata y remata. Pero para Nimitz… qué bajuno suena.

Cuando dije en Twitter que ésta peli no me había disgustado me respondió Antonio Cruz, (alma máter de Antena Historia), que no le convencía el aire de cowboy chulo del piloto… Coincido al 100% con él, es más, también coincido en que sí tuvo que haberlos, temerarios y chulescos y seguro que si visitamos Arlington encontraremos a más de uno que no logró sobrevivir a alguna de estas batallas llevado por el impulso y arrastrando consigo a otros tantos.

Este comentario suyo me recordó, nada más leerlo, a la reprimenda que le echa la princesa Leia a Poe Dameron en el Episodio VIII de Star Wars: Los últimos Jedi. Cuando él llega cacareando que ha derribado un mega crucero imperial y ella le echa en cara que sí, pero que han pagado un precio demasiado caro en vidas y en cazas.

Unos cazas que, por cierto, brillan por su ausencia en esta peli.

Yo no soy especialista en aviación militar. Pero entiendo que a todos los aviones que lanzaron los americanos para bombardear a la flota nipona los enviarían escoltados por cazas. Con ellos cayeron como moscas, pero sin cazas que los protegieran habrían sido carne de cañón y no habría vuelto ninguno a su portaaviones.

El caza tendría por misión atacar a los bombarderos enemigos y perseguir a los cazas japoneses que, por su parte, tendrían los mismos objetivos con respecto a los americanos.

Si un bombardero hubiera tenido que combatir en el aire (sólo lo harían a modo defensivo) y, al mismo tiempo, bombardear, no habrían podido cumplir ambas misiones.

Eso creo yo, claro… que como decía arriba, opino por deducción, no por conocimiento de causa.

No quiero meteros una parrafada sobre el contexto histórico de la película… para eso ya tenéis el comentario de La batalla de Midway en el que profundizo hasta cotas insospechadas en la propia Historia en la que se inspira.

Por eso os diré que esta peli la comentaré más desde el punto de vista del cine y algunos detalles de interés, para bien o para mal. Pero también os digo que todo el que quiera empaparse de historia y recrearse desde casi una década antes, puede ir a la otra peli o, si cabe incluso mejor: escuchad el podcast de Midway en Antena Historia.

Sobre el guión de Midway…

Esta es la parte que más me iba a doler. Y lo sabía de antemano.

Es verdad que es mejor de lo que esperaba, pero es que no esperaba nada salvable. Sin embargo si tendrá algunas cosas que dentro de un rato destacaré, para hacer justicia a la película.

Nadie tendría que sorprenderse ante la afirmación de que suplen carencias de guión con una barbaridad de imágenes. Ya lo dijimos en el podcast. Ya lo anticipamos vía Twitter.

Hay dos cosas más…

Le pasa lo mismo que a tantos otros guiones de tantas otras pelis actuales. Apuntaré el qué y después intentaré explicaros el por qué, siempre bajo mi prisma.

Los guiones actuales se componen de dos elementos. Por un lado tienen la Historia real (o el libro, película en el que se basen). Por otro lado tienen el cerebro del guionista que no tiene por qué haberse leído la historia que se menciona en la peli (1898: Los últimos de Filipinas), aunque debería, si fuera profesional. Combinar ambas cosas se convierte en un ejercicio de alto riesgo en nuestras fechas. Por eso se obcecan en rellenar guión con diálogos estériles y circunloquios innecesarios (menuda redundancia).

Se van por las ramas, merodean, divagan, se extienden en lo superficial y, por lo general, cuando quieren entrar a matar lo hacen en un plis plas porque no les queda tiempo para más.

Es decir, marean la perdiz en lo insustancial y se precipitan en lo capital.

En esta y en casi todas las pelis de nuestros días.

Sin embargo, a favor de ésta, he de deciros que por lo menos se toman la molestia de explicar la importancia de la batalla de Midway.

Midway era un punto insignificante en los mapas del Océano Pacífico

Y sin embargo se convirtió en crucial para el devenir de toda la Guerra.

En el podcast y en La batalla de Midway os explico los pormenores de la batalla, de cabo a rabo. Aquí daré un par de pinceladas para explicaros su importancia.

Midway era un punto de tierra en superficie en medio del Pacífico. Digamos que era el punto intermedio entre Hawaii y el Japón. Un punto en el centro del mapa que servía para dominar las rutas marítimas, norte-sur y este-oeste.

Por eso ese pedazo de tierra era de vital importancia, para los japoneses y para los americanos: quien lo dominara dominaría los mares circundantes y podría trasladar barcos de guerra y mercantes con materiales y pertrechos para sus tropas destacadas.

Pero hay más chicha todavía…

Quien lograra mantenerlo en posesión lo haría después de haber vencido la batalla por venir y homónima, en la que ambas armadas echarían toda la carne al asador y se enfrentarían a cara de perro dándolo todo en altamar.

El que venciera esta batalla podría ganar la guerra, o no. El que la perdiera casi habría perdido la guerra.

En Midway se midieron dos maneras de entender la guerra y la vida, en general.

La inflexibilidad japonesa y su jerarquía harían de su industria bélica un gran ejército mientras el viento viniera a favor, pero con éste en contra se colapsaron.

Tú puedes planificar una batalla. Puedes prever, o intentarlo, el comportamiento de tus tropas. Puedes elucubrar con el del enemigo, pero no puedes calcular la conclusión de la misma. No puedes dar un primer paso teniendo programados los sucesivos, y así ocurrió con los nipones, desconocedores de la situación de la armada americana pero obcecados en hacer lo que tenían previsto.

Los americanos estaban igual o peor que los japoneses.

Pero tienen algo que no tienen los japoneses: reflejos.

La capacidad para comprender un error y subsanarlo, o para descubrir un camino sin salida y buscarla, buscarla y seguir buscándola hasta encontrarla. En ese aspecto los americanos serían parecidos a los españoles pudiendo improvisar sobre la marcha. Si al ingenio español le sumas la industria estadounidense el resultado es una superpotencia capaz de hacer suyos los siete mares.

Se trata de una batalla que cambiará el rumbo de la guerra. Quien venza pondrá sus naves apuntando al corazón del enemigo y éste, derrotado, no podrá sino observar cómo navegan hasta su hogar.

Es cierto que los americanos vencen en Midway y dejan a los japoneses heridos, tanto físicamente como en su orgullo, que no es poco. Pero también es cierto que el japonés no venderá su piel barata. Luchadores, dignos y sacrificados como son no darán la espalda al americano y lucharán por cada palmo de tierra en todas las costas del Pacífico.

Tanto será así que al final los americanos se verán forzados a pegar un puñetazo en la mesa y lanzarán las dos bombas atómicas que zanjarían la guerra sobre la marcha.

Volviendo sobre el guión de la peli, ésta versión de Midway se recrea, para mi gusto en demasía, con Pearl Harbor.

A eso me refería antes.

No estamos viendo una peli de Pearl Harbor, estamos viendo la batalla de Midway, y se les va más de media hora para presentarnos el ataque japonés en Hawaii. Y después, claro está, vienen las prisas y vamos sobreentendiendo temas cruciales para Midway porque no querrían que la peli se les fuera a más de 180 minutos. Ojo, la peli, aunque no lo parezca (y esto es buena señal) dura 138 minutos: dos horas y cuarto del tirón.

Hay dos cosas geniales en Midway…

Hablando del guión, claro, porque la fotografía y las escenas de combate, en si mismas, son fabulosas.

En el comentario de La batalla de Midway mencionaba que, al principio de la peli, se hablaba, de soslayo, de una intervención rápida americana que respondía al nombre de Operación Doolitle.

Pues bien, en ésta, Midway, se toman su tiempo para explicarla. Pero nos dejan a medias.

La parte nipona de la operación sí sale bien parada y bien reflejada: se trata de un raid aéreo que harán los americanos para bombardear Tokio, nada más superar Pearl Harbor, para dos cosas: Quitarse la espina y mellar la moral japonesa al hacerles comprender que los americanos pueden sobrevolar el Japón y bombardear su capital.

El nombre «Doolitle» se debe al oficial que la había ideado y que lideró a sus aviadores en territorio japonés y chino.

Y aquí viene la segunda parte del ésta misión: bombardeado el Japón sabían que no tendrían suficiente combustibla para retornar hasta los portaaviones. Por esa razón tenían previsto volar hasta el continente asiático y amerizar en las costas chinas.

En La batalla de Midway explico, en profundidad, qué estaba pasando con China en aquellos tiempos.

Sirva como resumen de la situación que China estaba sumergida en una guerra civil en la que luchaban los chinos nacionalistas contra los comunistas.

Para colmo los japoneses habían invadido China, años antes de la Guerra Mundial, y mantenían en el territorio chino más de un millón de soldados.

Si la cosa estaba cruda para los aviadores de Doolitle, más complicado lo tendrán los chinos nacionalistas cuando vean que, además de luchar contra japoneses y comunistas, los otros comunistas, los rusos, harán incursiones traspasando sus fronteras y atacando a los nacionalistas.

En la peli no senos deja esto claro.

De hecho creo que es un síntoma de cobardía por parte del director, o del guionista, o de los productores o productora de la peli con respecto a la China actual.

No se atreven a explicar este contexto por lo que veremos a los americanos en tierra china y veremos cómo los tratan, los rescatan y algunos hasta reciben ayuda por parte china. En ningún momento se especifica que esos chinos son nacionalistas y combaten a los imperialistas japoneses y a los comunistas chinos y rusos al mismo tiempo.

Es algo abstracto y superficial que se resuelve con la aparición japonesa. No mencionemos a ninguno de los comunistas… para ser políticamente correctos.

Midway se pasa la Inteligencia militar por el forro de los guiones

Igual que dije en el podcast sobre Midway de Antena Historia, si he de quedarme con una única cosa de la película antigua, la de La batalla de Midway, es la importancia capital de la Inteligencia. Una inteligencia entendida en el sentido anglosajón del término, equivalente a la 8ª acepción de nuestra RAE: «inteligencia militar». Esto es, la capacidad para recopilar datos, analizarlos y tomar decisiones que prevengan conflictos o para resolverlos satisfactoriamente. En la otra peli, bastante más fiel a la realidad que ésta, sí se refleja el hecho. Bueno, a fuerza de ser sincero, en ésta se apunta hacia ella, pero se pasa de puntillas. En la otra veremos dos factores importantes…

  1. Veremos hidroaviones Catalina sobrevolando el Pacífico buscando a la flota nipona. Obvio decir que también veremos a los nipones haciendo lo propio
  2. Y veremos a Rochefort, con mayor protagonismo que en esta, liderando a su equipo para interceptar emisiones en clave de radio japonesas e intentar descifrarlas para ayudar a orientar a Nimitz hacia dónde y cuándo debían poner rumbo sus barcos

Creo que en toda la peli vemos un hidroavión… y gracias.

La parte de Rochefort se diluye como un azucarillo en agua y se pierde la tensión que sí existe en la primera moviendo a las tropas en función de especulaciones, corazonadas y mensajes parciales. De eso y de la astucia de un lingüista que pone un cebo a los japoneses y lo muerden para darle la razón. Hablando de inteligencia, sí se ceban sin embargo en el papel de Patrick Wilson, como el oficial Edwin Layton, o mandamás en Inteligencia que conducirá y reconducirá a Nimitz hasta los japos. Él será quien apueste por Rochefort y hará lo correcto. Sobre sus hombros recae la falsa responsabilidad del ataque a Pearl Harbor. Él habría predicho que algo iba a pasar pero el predecesor de Nimitz no lo tuvo en cuenta y así le fue.

Hablando de Pearl Harbor… Pienso que ocupa demasiado metraje. Se hace cansino teniendo en cuenta que entre una y otra cita pasarán seis meses y luego, como decía antes, se precipitará todo hacia una resolución rápida y precipitada de toda la película. Que se dejen de regocijarse en Pearl Harbor y vayan a lo sustancial, la Inteligencia buscando nipones… pero no. Vemos imágenes que parecen sacadas de La batalla de Inglaterra, como los brindis en cantinas de aviadores. Vemos a la parejita feliz para hacernos entender el riesgo de perder a su familia por parte del protagonista.

A ver, alma de cántaro: la guerra es una mierda y una putada, lo sabemos. Pero no ocupes 20 minutos de película en una peli de guerra en meter cariñitos y arrumacos porque la peli, aunque larga, solo tiene 138′ minutos y los espectadores no han ido a ver al muchachito de turno lloriqueando entre sábanas de seda y a la novia con cara de no he roto un plato. Si vas a ver Midway, vas a ver portaaviones saltando por los aires; destructores humeando; cruceros reventando y aviones disparando, estrellándose, despegando y bombardeando. Pero no a la parejita bailando. Para ilustrar este tipo de fracasos cinematográficos habría comentado la película de Pearl Harbor, pero mi compromiso con los amantes del cine me lo prohíbe.

Estas películas no son, o no debería ser «de amor y lujo», o de parejitas… Son de guerra. Ni que deciros que las escenas bélicas son una pasada. Surrealistas, por no calificarlas de irreales, por cómo se desarrollan, las chorradas que vemos, las fuerzas desequilibradas por idea (¡ideal!) del director…

Parece una batalla sin cazas

Por lo menos sin los cazas americanos. Surrealista. Si así hubiera sido los japos se habrían merendado a los bombarderos americanos en tres horas. Supongo. Pero… Peeerooo… Menudo coitus interruptus. Cada vez que estás metido en una escena de batalla y ves avisperos de aviones revoloteando por la pantalla… ¡ZAS! Nos vamos a Hawaii para contactar en directo con la novia del protagonista. ¡Hay que jorobarse! Por favor. No me saques de la batalla para ver a la chica con la mirada perdida en el horizonte pensando en su novio que está en medio de una jauría de japoneses esquivando balas por doquier y soltando pepinazos capaces de hundir un buque de guerra. No me lleves hasta ella, por favor… Pues sí… A Hawaii nos vamos para darnos un chute de hipersensibilidad. Pero esta peli tiene algo que me ha fascinado…

John Ford

Veremos a John Ford grabando la batalla de Midway en directo

Esta es mi escena favorita de toda la película. Ahora haré un ejercicio de empatía para meterme en la cabeza de los millennials. Me atrevo a decir esto porque pocos se habrán puesto a leer este tocho de comentario (y menos el otro, el de La batalla de Midway). Y de haberlo, dudo que hayan leído hasta aquí. Creo que la próxima Ley de Eudación incluirá una asigntaura que sea «leed un comentario en el fancine y se os convalidarán tres cursos de Literatura y dos de Historia». Y aún así no lo leerían.

Para el resto, os comento una anécdota fabulosa que ya expliqué en el podcast de Midway en «el fancine de Antena Historia». John Ford, uno de los mejores directores de cine de la Historia, sino el mejor, estuvo en Midway cuando los japoneses atacaron. Estuvo allí, y lo que es mejor: lo filmó. Lo que vemos en la peli es lo que hizo en la realidad. Era un tipo que llevaba el cine en su ADN. Lo vivía, lo sentía. Y estaba en Midway para filmar la vida cotidiana de los soldados americanos cuando vieron llegar el enjambre de cazas japoneses.

No se lo pensó ni un minuto. Cámara en mano se puso a grabar el ataque y filmó escenas fabulosas de los americanos resistiendo el envite y sobreviviendo a la masacre nipona.

Esas escenas estaban filmándose con doble propósito: por un lado serían usadas para insertar vídeos cortos a modo de noticias en el cine, para ver a las tropas americanas antes de empezar las películas. Por otro con el objeto de tener metraje para hacer posibles documentales que ilustren la combatividad americana en un futuro próximo.

Lo que no esperaba John Ford era que unas décadas más tarde un tal Jack Smight recopilara todas esas películas, las de Inteligencia y las de Prensa de la Marina de los Estados Unidos y, por obra y gracia de su productor Walter Mirisch, terminaran dentro de una película (La batalla de Midway – 1976) para ahorrarse tener que grabar todas las escenas bélicas con actores y maquetas.

Mucho menos esperaría convertirse en el mejor director de cine de la Historia y terminar recreado en esta peli como homenaje a su arrojo para grabar a los japoneses atacando.

Con todo esto, termino diciendo lo mismo que dije al comenzar este comentario: no esperaba ver nada digno ni rescatable en esta peli y al final salí de ella con una sonrisa en mi rostro comprendiendo que había visto una peli muy entretenida y que me salía del cine con buen sabor de boca.

Por eso, si alguien me lo pregunta…

¡Sí!

Te recomiendo que la veas.

Películas dela Segunda Guerra Mundial comentadas en el fancine

Midway
La batalla de Midway
Dunkerque

La batalla de Inglaterra

Durante la tormenta

Patton

Escuadrón 633

Fury: Corazones de acero

Un puente lejano

Uno Rojo: División de choque
Mi honor se llamaba lealtad

Silencio en la nieve

El hombre del corazón de hierro

Hasta el último hombre

La solución final

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