JOBS

Ficha técnica

• Título: JOBS
• Director: Joshua Michael Stern
• Título original: JOBS
• Año: 2013
• Nacionalidad: USA
• Distribuidora: Open Road Films
• Producción: Mark Hulme, Marcos A. Rodríguez
• Duración: 120’
• Guión: Matt Whiteley
• Fotografía: Russell Carpenter (en USA) y Aseem Bajaj (en India)
• Música: John Debney

Ficha artística

• Ashton Kutcher (Steve Jobs)
• Josh Gad (Steve Wozniak)
• Amanda Crew (Julie)
• Dermot Mulroney (Mike Markkula)
• Matthew Modine (John Sculley)
• K. Simmons (Arthur Rock)
• Lukas Haas (Daniel Kottke)
• Victor Rasuk (Bill Fernandez)
• Eddie Hassell (Chris Espinosa)
• Ron Eldard (Rod Holt)
• David Denman (Al Alcorn)
• Ahna O’Reilly (Chris-Ann Brennan)
• John Getz (Paul Jobs)
• Lesley Ann Warren (Clara Jobs)
• Nelson Franklin (Bill Atkinson)
• Elden Henson (Andy Hertzfeld)
• Lenny Jacobson (Burrell Smith)
• Kevin Dunn (Gil Amelio)
• James Woods (Jack Dudman)
• Brad William Henke (Paul Terrell)
• Giles Matthey (Jonathan Ive)

Jobs tenía materia prima para convertirse en una de las grandes biografías de la década. Pero al terminarla, aun siendo buena y dejando buen sabor de boca, te sabe a poco. Te deja con ganas de más y sobre todo pasa de puntillas por la biografía de un genio destacando sus características más mundanas (positivas y negativas) sin desentrañarnos al verdadero personaje.

Pues en tal cosa se convirtió Jobs (persona) en su propio “personaje”. Y no lo digo con ánimo de crítica ni muchos menos con desdén, todo lo contrario, lo digo desde la admiración hacia una persona que supo hacer de la necesidad un arte, del trabajo una vocación y del resultado una genialidad. Dicha genialidad pasó por hacerse a si mismo tanto como todos sus productos.

Tal era la personalidad que irradiaba, tal era su potencia e intensidad, su manera de comunicar, de trabajar, de adelantarse varios pasos por delante y sobre todo, y esta es la parte más sobrecogedora, inventar, pulir su propio invento, concebir y rematar sus sueños plasmándolos en la realidad, no sólo haciéndolos funcionales sino además, estéticos, y a través de esto, la estética, demostrar que el gusto por las cosas, por la vida, por el arte y por lo hermoso se puede manifestar no solo frente a una obra artística, si no que está al alcance de todos incluso cuando trabajamos.

Ser capaz de pulir los sueños y hacerlos útiles a la humanidad, y además darnos el gusto de poderlos disfrutar mientras los utilizamos.

Steve Jobs, Bill Gates y Mark Zuckerberg: tres talentos que han cambiado el mundo

Los dos primeros compitiendo entre si (Apple y Microsoft) para facilitarnos la vida, el tercero dando rienda suelta a Facebook (La red social)

Hoy no podríamos entender nuestro mundo, nuestra vida sin que ellos hubieran influido en ellas, aun sin percibirlo.

Y de los tres, la figura más depurada, más estilizada y artística fue precisamente la de Jobs. Y buena parte de su aportación, de su espíitu y de sus sombras y luces se pierden en esta película que nos ofrece una visión superficial del genio que llevaba dentro (y digo “genio” en todos los sentidos).

En la película, veremos su evolución como estudiante, o mejor dicho, como “visitante” porque no pudo seguir pagando la matrícula y recibió permiso para asistir a algunas clases como oyente.

Sí veremos detalles de su vida “hippy” desde el principio, andar descalzo, no preocuparse por su higiene personal, relativizarlo todo… Pero incluso este hippy tenía algo que aportar y ni los alucinógenos ni la música, ni su periplo por la India hicieron que perdiera la intuición (algunos defenderán que la agudizó; por mi parte lo dejaremos en tablas) de que estaba en este mundo para hacer algo, para contribuir en algo y para hacer de nuestro paso por la vida algo mejor.

Su paso por Atari en el 76 servirá para empezar a despertar la bestia que lleva dentro, esto y asociarse con su antiguo amigo Steve Wozniak, quien ya estaba metido de lleno en la construcción de un ordenador. Así nacerá Apple y en este momento veremos el garaje más famoso de la historia, en Los Altos, California. El lugar donde nació Apple y donde fueron contratando al primer equipo (fundacional) de dicha sociedad.

Con el tiempo y mucho esfuerzo crearán el Apple II y Mike Markkula terminará apostando por ellos, inyectando dinero para darles un empujón como emprendedores.

A partir de aquí veremos parte de su vida, veremos cómo se distancia de sus amigos a medida que va triunfando. Veremos cómo se convierte (según la película) en su propio enemigo y cómo alimenta a las hienas que después le echarán de su propia empresa porque la quieren reconvertir en una empresa al uso alejándola de la vanguardia del diseño, abaratando precios a costa de prestaciones y arrinconando el puro talento de Jobs en cada uno de los proyectos.

Se irá para crear Next y volver al cabo de un tiempo para resucitar al gigante que estaban matando entre todos.

Jobs da un golpe de timón, corta cabezas a diestra y siniestra y la película nos deja con la miel en los labios con su ya archifamoso “think different”.

Destaco la actuación de Ashton Kutcher interpretando a Steve Jobs (incluyendo su seguimiento exhaustivo de la dieta de Jobs a base de fruta que le hizo perder unos cuantos kilos y pasar por el hospital justo antes de empezar a rodar la película.

Y no puedo terminar este comentario sobre Jobs sin dedicar unas líneas a la banda sonora de John Debney: impactante y capaz de sumirte en la película ofreciendo una armonía durante las dos horas de película que a buen seguro, como me sucedió a mi, a más de uno le resultarían breves y se habrá quedado con ganas de seguir avanzando en esta biografía fascinante.

Steve Jobs admiraba a Alan Turing

Éste último fue quien desencriptó la máquina Enigma en la Segunda Guerra Mundial. Un artefacto que permitía la comunicación de los submarinos nazis entre si y con las bases en tierra para organizar sus ataques a los convoyes aliados.

Turing logró poner en jaque a las manadas de lobos mediante su uso de las matemáticas aplicadas a la lingüística y a la comunicación. Pero su obra se mantuvo en secreto por motivos políticos.

Hasta aquí me diréis que qué tiene que ver Turing con Jobs… Pues bien, según tengo entendido Turing, homosexual, fue condenado por sodomía y perversión a prisión o a la castración química. Eligió la segunda opción y padeció tales trastornos que decidió suicidarse, al parecer mordiendo una manzana que había envenenado… ¿ahora caéis?

Steve Jobs, según ésta teoría, admiraba a Turing, porque era digno de tal admiración y decidió llamar Apple a su criatura en homenaje al matemático. EN Europa hace décadas que la homosexualidad dejó de ser perseguida, cosa que sigue vigente, su persecución, en países comunistas y musulmanes.

Todo esto lo explico en Descifrando Enigma.

Curiosidad y cruce de peliculas:

A modo de anécdota, ahora que he publicado la entrada de Terminator 2, destacar que la tecnología que aparece en pantalla cuando vemos a través del T-800 está basada, qué digo basada: ¡es! ni más ni menos que el código fuente de Apple II. Aparecerá cada vez que T-800 haga un escaneo visual y detecte en unos casos enemmigos, seres vivos, personas armadas o desarmadas o, como en la captura de arriba, compruebe las dimensiones de un sujeto para saber si le vendría bien o no la ropa que usa. No solo mostraba la fuente más potente del momento (ojo, en Robocop veremos MS-Dos de Microsoft), si no que Jobs nos demuestra (o Jobs o Apple, todo queda en casa) nuevamente su visión de negocio y cómo promocionarte estando presente y latente.