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Tiburón

Tabla de contenidos

Ficha técnica de Tiburón

Título: Tiburón
Título original: JAWS
Director: Steven Spielberg
Nacionalidad: U.S.A.
Año: 1975
Productor: David Brown, Richard D. Zanuck
Duración: 124’
Guion: Peter Brenchley, Carl Gottieb (novela: JAWS de Peter Brenchley)
Música: John Williams
Fotografía: Bill Butler
Montaje: Verna Fields
Distribuidora: Universal Pictures
 

Ficha artística

Roy Scheider – Martin Brody
Robert Shaw – Quint
Richard Dreyfuss – Matt Hooper
Lorraine Gary – Ellen Brody
Murray Hamilton – Alcalde Larry Vaughn
Carl Gottlieb – Meadows
Jeffrey Kramer – Lenny Hendricks
Susan Backlinie – Chrissie Watkins
Peter Benchley – Periodista
 

El primer blockbuster de la historia

Luego lo explicaré. También es una de las mejores películas de la historia del cine y está entre mis 15 favoritas. Y 5, si me apuráis.

Cuando escribí esta entrada cumplía 40 años. la película, no yo. Y desde entonces, desde que salió la peli, y no creo confundirme, todos hemos tarareado cierta melodía al meternos en la playa… Una vez por lo menos… ¿Me equivoco?

Una película que sorprendió a propios y extraños puesto que se empezó a filmar para la televisión y según fue avanzando su rodaje fue creciendo y se fue reconvirtiendo en peli para el cine. Después en una gran película, para convertirse en una peli capaz de cambiar la historia del cine y terminar siendo de culto.
 
Juegos de miradas, sonidos, música…

Suspense por los cuatro costados

Todo esto lo hará Spielberg con la historia del comisario de policía de Amity Island… bueno, del tiburón… qué digo, del monstruo. No, esta historia es la historia de una melodía que encumbró a toda una película al panteón de los grandes del cine.
 
Fue Spielberg, desde luego: por reunir un equipo que rebosaba talento. Los puso a todos juntos y posibilitó toda esta aventura.

Empezó a filmar sin guión, sin reparto y sin tiburón

Por no mencionar cómo trituraron el presupuesto y alargaron el proyecto, pero fue, sobre todo, John Williams quien logró matizar y tamizar todo lo que acabo de comentar aportando una solución musical (sonora) a todos los problemas derivados del “monstruo” y convirtiéndola en la verdadera protagonista.

La peli

Los turistas llegarán en los próximos días a Amity Island e inyectarán el dinero necesario para tirar para delante un año más.
 
Pero este verano será diferente. Tendrán un visitante inesperado e indeseado.
 
Un gran tiburón blanco acecha sus costas en busca de carne para alimentarse y ha elegido Amity Island como «comedero«. Quizás convenga recordar el daño que hizo la peli a esta especie de tuburón… 
 
Es el protagonista de una historia que saca los colores al más pintado. Resumiendo mucho el argumento: estamos a las puertas del verano, a un par de días de comenzar la temporada estival que da de comer a la comunidad de Amity Island. Las autoridades, la policía, los comercios, los hoteles, todos viven el año entero esperando las vacas gordas del verano. Y esas vacas gordas llegan por ferry a modo de turistas.
 
Las autoridades (alcalde al frente) se niegan a aceptar que haya un tiburón merodeando su costa y sus playas.  Mientras no tengan las pruebas echan balones fuera diciendo que las víctimas que va generando el tiburón son fruto de accidentes de diversas índoles.
 
Incluso cuando aceptan la autoría de un escualo tiran por el camino del medio y no solo promueven su cacería si no que también dan por buena la pieza de un tiburón tigre que apresan unos pescadores como responsable de todos los males y aquí paz y después, gloria.
 
Todo porque se niegan a tener que cerar las playas y evitar perder turistas. En contra de la opinión y del consejo del scheriff, único capaz de calcular la transcendencia de la aparición del monstruo. A ver: por un lado tenemos que entender al alcalde de una localidad cuyo 100% del PIB gira en torno al tursimo en esos dos o tres meses. Lo que es indefendible es que intente silenciar al sheriff para no auyentar a los turistas a sabiendas de que extá exponiendo a todo el mundo a un peligro desconocido. Vale que todavía no le puedan demostrar lo del tiburón blanco, pero tampoco es de recibo que niegue todas las evidencias que le ponen encima de la mesa.

JAWS

La novela homónima (JAWS) se vendía fenomenal pero no era demasiado buena. Hasta ficharon al autor para que ayudara a “reciclarla” para el cine, pero tenía demasiados paralelismos con El diablo sobre ruedas (que era la primera película de Spielberg).
 
Esto asustaba a Spielberg porque no quería encasillarse. Así pues, comenzaron a trabajar sin tener cerrado un guion. Para llevar a la pantalla a un tiburón. Recalco este concepto porque era todo un reto para la época. Se trataba en definitiva de un monstruo, pero incluso las momias, los vampiros, los gorilas… se habían rodado con anterioridad y casi todos ellos en estudio.

Un tiburón mecánico… en el mar

Este será el mayor reto y el mayor problema para Spielberg.
 
Él quería un tiburón (enorme). Un tiburón blanco devorador de hombres. Lo quería en escala 1:1, lo quería “movible” (de aquí para allá) y articulado. Y lo que es peor, lo quería meter en el mar para darle todo el realismo posible. Esto implica sal y salitre por una parte: deterioro de la maqueta y, sobre todo: deterioro de las cámaras.
 
Destaco las cámaras porque Spielberg exigió que las tomas cercanas (primeros planos) tanto del tiburón como de las personas (bañistas, surfistas) se filmaran a ras del agua con las máquinas que tenían en aquellos tiempos: Algo incocevible en nuestros días (con la maquinaria de aquellos días), por su peso, la dificultad de maniobra… Toda una aventura.

¿Una peli sin actores?

Superados los detalles expuestos… Seguían sin actores.
Quint
Tal es el caso de Quint (Robert Shaw), cuya primera opción para Spielberg era Lee Marvin. Pero este declinó la oferta para interpretar al personaje (pescador y cazador de tiburones) porque estaba de vacaciones pescando (precisamente) tiburones.
 
No faltaron otras opciones (el propio Sean Connery sonó para el papel) pero al final terminó ofreciéndole el papel a Robert Shaw: gran acierto.
Richard Dreyfuss
Richard Dreyfuss fue mas sencillo de encontrar. La primera opción para Spielberg fue siempre Matt Hooper, alejándose del “atleta” que aparecía en la novela (rubio, alto, deportista…) pues quería perfilarlo más desde el punto de vista intelectual.
Brody
El personaje de Brody le costó la amistad con Charlton Heston, (a Spielberg). Él quería ser el Scheriff pero Spielberg pensaba que Heston era tan “estrella” que si formaba parte del cartel se comería al tiburón.
 
Y el tiburón tenía que ser el protagonista.
 
Se sacó a Roy Scheider de la manga y visto ahora, con la perspectiva del tiempo, hay que reconocer que fue otro grandísimo acierto.

La partitura del tiburón

Aunque, como os he adelantado antes, el mejor fichaje fue John Williams.
 
Si bien tenemos claro a estas alturas que el protagonista sería el tiburón, las dificultades expuestas un poco más arriba hacían que el escualo no funcionara. Se rompía, no funcionaba, se hundía, se desplomaba o se desmontaba.
 
Ahí radica el acierto de Spielberg al seleccionar a Williams y encargarle una música, melodía, que permitiera evitar la necesidad de tener al tiburón en la pantalla. Necesitaba evocar al monstruo sin mostrarlo en cámara. De ahí la melodía de la película. Permitía prescindir de la maqueta y generaría sugestión en el público. Un amigo invisible, una amenaza constante, al acecho…
 
De este modo la melodía se impondrá al propio tiburón en importancia y protagonismo a lo largo de toda la película.
 
Lo hará desaparecer y lo fagocitará hasta el punto de llegarse a plantear la posibilidad de eliminarlo por completo de la película: no enseñarlo. Recurrieron a esta solución para alimentar el morbo del tiburón sin mostrarlo, insinuándolo con la melodía y con los bidones de la cacería: esto fue precisamente lo que hizo que la película creciera y mejorara en calidad.

Otra aventura fue filmar en el mar

Necesitaban todo un regimiento de personas para hacer funcionar al tiburón. Mas las personas necesarias para grabar a los actores y toda una armada para dar soporte físico a todos los equipos que intervenían en el rodaje de cada escena. Y la película está plagada de escenas memorables. De fotografías espectaculares: cómo trata Spielberg las “masas de personas” en la playa, para ilustrar la temporada estival es increíble.
 
Cada aparición de Brody (Scheider) merecería una mención si no fuera por la aparición de Hooper y la arrolladora personalidad de Quint (Dreyfuss y Shaw respectivamente).

Orca

Cada uno de ellos está genial, en toda la película, en toda slas escenas. Y para colmo, cuando parece que está todo el pescado vendido, Quint, Hooper y Brody se meten en un barco (Orca) y se lanzan a la mar para empezar el rodaje e interpretación de una película completamente nueva en menos de 14 metros de eslora.
 
Cuarenta minutos navegando en pos del tiburón con tres personajes obligados a compartir un espacio estrecho a las órdenes del capitán Quint.
 
Brody respira al ver que por fin Hooper y Quint empiezan a limar sus asperezas sociales/laborales reconociendo mutuamente los méritos el uno al otro. El uno universitario y de noble cuna y el otro un marinero de toda la vida, pescador para más detalle hecho a los rigores de la mar, duro, áspero… superviviente capaz de subsistir con lo que sea. No me resisto a dejaros en enlace a mi «receta de Tortilla marinera o Tortilla del marinero» en el gastrónomo.
 
En este ambiente (con alcohol de por medio) llega la escena del Indianápolis.
 
Escena mítica en la que Quint les cuenta cómo los tiburones devoraron a la tripulación del Indianápolis. El barco que llevó una de las bombas nucleares que sirvieron para bombardear el Japón y poner fin a la Segunda Guerra Mundial. Un barco secreto con un arma secreta.
 
Pero para colmo, como os decía… falta la escena del Indianápolis.

USS Indianapolis

Queridos lectores. Ovación y vuelta al ruedo.
 
Una de las mejores escenas de la historia del cine.
 
Los tres empiezan a mejorar la relación. Vemos una escena (tipo Arma letal) en la que los personajes se acercan (emocionalmente) al compartir cicatrices de ataques de tiburones de aventuuras anteriores.
 
En medio de este secretismo el barco se va a pique y los tiburones devoran a placer a los marineros americanos (varios días flotando a la deriva) sin ser echados en falta porque en teoría ese barco nunca tendría que haber estado allí. Un monólogo de Quint que nos pondrá la piel de gallina y nos meterá el miedo a los escualos sin mostrar una sola escena de estos (no puedo evitar acordarme de Moby Dick)
 
Una joya. Cojas la película por donde la cojas: es una joya.
 
Y todo esto tenía que acomodarse al recorrido natural del éxito de ventas de la novela original. No querían arriesgarse a estrenar la peli cuando hubiera pasado “la moda” de los tiburones. Y lo lograron. Qué digo lo lograron… desbordaron todas las expectativas generando…

el primer blockbuster de la historia

Por lo general tiene que ser una gran película, preferiblemente de Cine Fantástico. Preferiblemente con presupuesto alto y con apoyo mediático. Un apoyo que empezaba a incluir su aparición en TV.
 
No obstante, esta era la primera vez que se anunciaba una peli en la tele y que unos informativos comentaban la aparición de una película y cubrían las colas para entrar en las salas.

Merchandising

 
Si a eso le sumamos el merchandising, otro concepto novedoso para la época, sustentado, claro está, por la enorme calidad de la película… la suma de todo esto hace de Tiburón la película que es y su merecida fama y prestigio.
 
Esta película podría entrar en diferentes categorías… Cine y gastronomía (aceptando ser humano como plato principal), en Periodismo y Cine por los esfuerzos del alcalde para evitar que la noticia hunda la economía local y, sobre todo en Cine Fantástico.
 
Feliz verano 🦈
 
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Podcast de cine y pelis relacionadas con Tiburón

 
También os invito a leer mis comentarios en el fancine de las dos películas sobre el USS Indianápolis: Misión suicida y Hombres de valor

Otras películas

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