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En busca de la felicidad

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Ficha técnica de En busca de la felicidad

Título original: The pursuit of happyness
Título: En busca de la felicidad
Director: Gabriele Muccino
Guión: Steve Conrad (Novela En busca de la felicidad de Chris Gardner)
Año: 2016
Nacionalidad: USA
Producción: Will Smith, Todd Black, Jasob Blumenthal, James Lassiter, Steve Tisch
Duración: 117′
Fotografía: Phedon Papamichael
Música: Andrea Guerra
Productora: Relativity Media, Overbrook Entertainment y Escape Atists
Distribuidora: Columbia pictures (Sony Pictures Releasing)
 

Ficha artística

Will Smith – Chris Gardner
Jaden Smith – Christopher Gardner / Jaden Christopher Syre Smith
Thandie Newton – Linda Gardner
Brian Howe – Hay Twistle
Dan Castellaneta – Alan Frakesh
James Karen – Walter Ribbon
TAkayo Fischer – Mrs. Chu
Chunni Bi  Munni Bi


Si nunca has abierto tu cartera y mirado fijamente en su interior para ver 20 ó 30€ sin respiración… Si nunca has pensado «es todo cuanto me queda». Y si nunca has sudado la gota gorda pensando que con esos 30€ tendrás que criar a un niño y pagar una hipoteca… Si nunca has pasado por eso, te felicito, pero no terminarás de entender esta película.

Es desgarradora.

Por momentos hasta desagradable. Como la vida misma.

Es una película sin edulcorantes. Sin matices que suavizan la trama. Es una película de las buenas porque nos demuestra que la realidad supera a la ficción, con creces, y que para vivir una vida preñada de intensidad no necesitas ser un aventurero ni un superhéroe. Necesitas tener un hijo y perder tu empleo para poderte meter entre los intestinos de Chris Gardner y comprender lo que eso significa.

Like a Rolling Stone

Te podrá gustar. Te podrá conmover y te podrá hacer sentir la necesidad de ser mejor persona. Para no despreciar a quienes mirabas por encima del hombro hasta la fecha. Pero quizás, ni así entiendas del todo la película.

Muchos lo harán: terminarán de verla con el propósito de ser mejores personas, cosa buena. Aunque otros tantos no lo harán por convencimiento, sino por egoísmo. A ellos les invito a escuchar la canción Like a Rolling Stone, de Bob Dylan y, si no entendéis la letra, buscad su traducción en Internet, o su explicación. Siendo breves es una lección de humildad para quien pierde su status.

Sigo con lo del eogismo… ¿Egoísmo?

Tal cual. Aunque mejor lo dejo para un poco más adelante.

Emprendimiento

El Chris Gardner de la película no se queda en el paro. No pasa por un despacho de Recursos Humanos para recibir una mala noticia dada con la sensibilidad de quien estruja un punto negro. Chris Gardner se equivoca. Mide mal y hace una apuesta económica que al principio le da buenos resultados pero que poco a poco le irá hundiendo en la miseria.

Pero sirve su experiencia particular para ilustrar la de muchos otros en general.

Chris Gardner es el único responsable de sus errores. Tanto como de sus aciertos. Si está pasándolas canutas es porque se ha equivocado. Muy cierto. Una equivocación que le hace perder a su esposa, cansada de él y le hará tener que luchar incombustible para no perder la casa, que la pierde y a su hijo… que ya veremos qué pasa con él.

RR.HH. ¿o inhumanos?

Y para hacerlo me permitireis que tire el comentario de esta peli por la deriva de los Recursos Humanos. Para mí los más inhumanos de todos los recursos en muchas empresas.

Inhumanos porque tienen que abrir en canal a las personas, retirar sus entrañas, tirarlas al cubo de la basura, dejar sus despojos en el suelo y pedir que venga el de la limpieza para fregar y encerar el suelo que había manchado su desafortunada víctima. Una descripción algo despiadada…

Aviso: no seré neutral en este comentario

Suelo pensar que quien se dedica a los recursos humanos tiene que responder al perfil de una persona arruinada emocionalmente capaz de no sentir ni padecer con el mal ajeno. Sobre todo con el mal ajeno que hace él. Es más, algunos tienen que disfrutar haciéndolo. Como cura para sus propias frustraciones personales.

No se trata de tenerlos bien puestos, se trata de ser insensible. Yo no valdría para trabajar en Recursos Humanos. No niego que tengo mis nervios bien templados y mi capacidad analítica ha mejorado con el tiempo. No. Se trata de personas que te mandan al garete y después llegan a casa lamentando haber tenido un mal día. Yo no valdría para eso. Sí valdría para tomar decisiones, pero no para ser indolente.

Tienen que ser personas con vidas privadas difíciles. Si muchas veces he opinado que muchos psicólogos lo son porque son los primeros que necesitan los servicios de uno, cuando especulo sobre los profesionales de los recursos humanos pienso en fracasados emocionales. No todos, por supuesto. Yo mismo conozco algunas excepciones honrosas. Pero, desde el desconocimiento, entiendo que para ser capaz de arruinar una vida no puedes ser muy buena persona.

Salvando, siempre, los despidos por absentismo, por falta de productividad, por ser problemático… Es decir: lo que es de cajón, es de cajón. Yo voy más a la falta de interés para abrirte una puerta o para brindarte una oportunidad. Y para el que te desdeña porque tienes cierta edad, o demasiada experiencia… Para esos:

Mi desprecio

La empatía es la capacidad para ponerte en la piel del otro. Pero si no entiendes su situación, no entiendes sus circunstancias… poca empatía puedes tener. Cierto es que el argumento con el que me rebatirían sería que están ahí para velar por los intereses de la empresa. Y esta respuesta sería tan cierta y está tan llena de razón que no podré rebatirla ni debatirla.

Salto atrás y vuelvo al egoísmo que mencionaba antes.

El egoísmo del que ahora mira con piedad a quien antes miraba por encima del hombro. No es por empatía. Es por miedo. Quizás el desarrapado era como tú. Quizás tomó una mala decisión, o encadenó varias, como Chris Gardner… A lo peor era una persona admirada en una empresa y un mal divorcio o una inversión errónea le dejó en la calle. Por eso miran con miedo, porque nadie está libre de una mala racha. Y lo saben, y por eso la falsa empatía. Realmente «es miedo a perder mi status«. A todos esos les recomendaría escuchar Like a rolling Stone de Bob Dylan.

Insisto, esta peli no tiene que ver con ellos, por la trama del protagonista, pero sí se puede extrapolar a la experiencia de muchos profesionales que pasan por sus manos. Ojo, tampoco hago un ataque indiscriminado a los profesionales «de lo humano«, y lo digo yo, de formación humanista. Seguro que hay empleados que merecen ser puestos en la calle, y muchos que falsean sus curricula y mienten. Miente nuestro presidente de Gobierno diciendo que tiene una tesis doctoral, no va a mentir un cualquiera por conseguir un puesto de trabajo.

Ser honrado no tiene precio…

Pues no. Hay quienes seguimos siendo honrados, a pesar de todo. Y así nos va. Ya puse un tuit en 2013 diciendo «ser honrado no tiene precio, pero se paga caro«.

Acabo de quitarme un gran peso de encima.

Espero no haber removido demasiadas conciencias.

Pero, sobre todo, espero que si algún día me tengo que sentar frente a ti en tu despacho y entrevistarme para un puesto de trabajo… espero que no hayas leído este post. O sí, qué narices. Espero que lo hayas leído y comprendas la gravedad de tus decisiones.

Pero sobre todo, espero que no encajes en el estereotipo del mal profesional que he retratado y me des una sorpresa sabiendo entrever el valor del entrevistado. No podéis imaginar las veces que he sufrido la frasecita «estás sobrecualificado» o «tienes demasiada experiencia» o «no podremos hacer frente a tus pretensiones salariales» sin ni siquiera preguntarlas. Y volverme a casa subido en mi moto sin ver el futuro.

En busca de la felicidad

Chris Gardner emprende y se estrella. A partir de aquí, solo película.

Ve un filón en la venta de unos escáneres que miden la densidad de los huesos. El aparato que sustituirá a los Rayos X… Al menos eso pensaba él. Lo vio tan claro que hizo acopio de ellos metiendo la mayor parte de sus ahorros en la empresa.

Al principio le fue bien, sin señales de peligro. Hasta que empiezan a menguar las ventas y la tierra que tiene bajo sus pies empieza a tambalearse. Una vez que las cosas se estropean, se irá a pique poco a poco. Chris es una buena persona, con un gran corazón. Trabajador como el que más, solo que sin sacar rédito a tanto esfuerzo como hace.

Se esfuerza todos los días, pero sin que luzca. La lucha por el éxito se trunca y termina convertida en la lucha por la supervivencia. Se trata de un cambio muy duro. Aquí retomo el inicio del comentario, cuando os decía que si no has vivido lo de mirar la cartera y ver todo tu dinero en ella, no entenderás la película. Te gustará, pero, para ti será otra ficción más.

«Vas de culo y contra el viento…»

Entrecomillo la frasecita porque no es mía. La decía Don Antonio, un profe de mi etapa de EGB, en el Fray Luis de León. Se la decía a todo el que flojeaba en su asignatura.

Chris Gardner pierde a su esposa. Ella se marcha a Nueva York para trabajar, pero no se lleva a su hijo. Sabedora de que no podría ser madre soltera prefiere dejar al hijo en manos de Chris. Acertada decisión, pero arriesgada. Auqneu creo que la toma desde el egoismo, para velar por su propia libertad y comodidad, para cortar cualquier vínculo afectivo que la mantuviera unida a Chris.

Y Chris pierde su casa. Lo cual, con un hijo pequeño, será un golpe muy duro. A la lucha diaria de cualquier trabajador sumadle la inquietud de tener que buscar un techo cada noche para dar cobijo a tu hijo. Por perder, pierde hasta el coche, se veía venir.

Impagos, deudas… El coche por lo menos le servía para ir de un lado para otro. Para transportar los aparatos que necesita vender y poder pagar un alquiler semanal en un motel de mala muerte. Incluso como último referente de un «hogar» durmiendo en algo tuyo en lo que te sientes «en casa«.

Toca ir en autobús, en metro, perdiendo tiempo y el tiempo, es oro. Aunque algunos de esos trayectos sirvan para que padre e hijo puedan dormir sin miedo a ser asaltados en la oscuridad de la calle. Habrá hijos más beneficiados por parte de sus padres, pero pocos tan amados y protegidos como el hijo de Chris Gardner.

Las cosas no podrían empeorar…

Sí.

Siempre pueden empeorar.

Pueden robarte el ejemplar que ibas a vender para tener algo de liquidez…

Efectivamente, pueden empeorar.

Que me lo pregunten a mi. Que aguanté hasta terminar el MIB, el Master de Digitalización de Empresas de ISDI, tras ser embestido por un coche cuando iba a ISDI en mi moto. Lo mismo le pasa a Chris, que es atropeyado y reacciona como yo lo hice: sin parar de luchar. Recuerdo a Luis Ferrándiz el día en que mi equipo terminó la presentación final en el máster. Se dirigió a mi, sedado (yo) hasta las cejas, tras la presentación frente al público y el jurado y me dijo una sola palabra: «pundonor«. Me llegó al alma.

Así se enfrentará Chris a su cruda realidad, que había dado un pequeño giro y no podía dejar escapar su primera y única oportunidad.

La suerte (por fin «buena«) pondrá en su camino a un tipo de éxito al que interroga con simpatía, «¿qué haces, y sobre todo, cómo lo haces?«. Desde ahí le cayó bien al tipo que conducía un deportivo descapotable y, paulatinamente, conseguirá hacerse un hueco, no en su empresa, pero sí entre quienes podrían tomar la decisión de incorporarlo en ella.

Le cae bien y le demuestraser resolutivo y tener mucho desparpajo.

Llegará a pagar un trayecto en taxi a un alto cargo de la empresa a la que quiere llegar a sabiendas de no tener dinero para pagar la carrera. En medio le sorprenderá con un cubo de Rubik y seguirá ganando puntos para salir de la miseria a la que arrastra a su hijo.

Al final entra en una especie de curso en el que compite con un montón de candidatos para lograr un puesto de trabajo. Es como en la película Los becarios. Tipos talluditos que pierden su trabajo, en plena era digital y deciden echarse la manta a la cabeza y digitalizarse para volver a hacerse un hueco en el mundo laboral. En mi caso opté por hacerme Autónomo y trabajar generando contenidos digitales para páginas Web, blogs, Medios de comunicación y redes sociales de mis clientes, y eso cambió mi vida. Gracias a esa digitalización, como en Los becarios, como le sucederá a Chris en la película. Aunque por mi cuenta, como freelance.

No solo es capaz de seguir el programa que le impone la empresa. También tiene que intentar vender sus aparatos para seguir sacando algo de dinero y poder encontrar un hueco caliente para que su hijo pueda dormir cada noche. Por lo general en un albergue para sin techo, pero sin hacer ascos a dormir en el suelo del cuarto de baño público si llega el caso. Que llega, y proetge a su hijo de la suciedad e infecciones con papel higiénico. Obstaculiza la entrada con un pie y pasa la noche en vela, acurrucandoa su hijo y bebiéndose sus lágrimas de impotencia, de vergüenza, de miedo y de pena mientras da calor a su hijo con su brazo.

Esto es dignidad. O no existe la dignidad

Es como Batman. Persona de día y héroe de noche.

Sin descanso. Sin tregua. La vida es muy perra y no te da cuartel. Si ha decidido cebarse contigo, se ceba. Solo los más fuertes, mentalmente hablando, lo resisten. Aunque el cuerpo te duela y el alma se consuma. Sigues al pie del cañón, luchando, sin humillarte, sin avergonzarte, dándolo todo.

No os voy a contar el final de la peli.

No te hará falta porque tienes dos opciones: verla, que te la recomiendo, o buscar el final y que alguien te lo destripe. Solo te digo que, si en algo me estimas, la veas. Que la sufras, que aguantes las ganas de llorar, o llores. Que la veas hasta el final y comprendas si Chris logra cumplir el sueño americano o se convierte definitivamente en pesadilla.

Enhamed Enhamed

En busca de la felicidad me la descubrió Enhamed: amigo, coach, nadador olímpico, MIBer también y ciego.

No obstante Enhamed citaba a esta peli en su post «Citas de liderazgo«, como buen coach que es que  rezaba así: «Nunca dejes que nadie te diga que no puedes hacer algo«. Sacada de ésta peli en el momento en que padre e hijo hablan jugando al baloncesto y él desalienta a su hijo en algo y, sobre la marcha, se arrepiente y le insufla autoestima y coraje, que tanto tiene, para que su hijo no se deje pisotear nunca ni por nadie.

Esta película cambió la vida de Enhamed. A mi, la película y Enhamed me han hecho ver la mía con otros ojos.

Mi peli de superación es Cinderella Man

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