Ficha técnica de En busca del fuego
Director: Jean-Jacques Annaud
Título original: La guerre du feu (Quest for fire)
Año: 1981
Nacionalidad: Francia – Canadá
Producción: Coproducción franco canadiense
Duración: 105’
Guión: Gérard Brach (Novela: J.H. Rosny)
Fotografía: Claude Agostini
Música: Philippe Sarde
Ficha artística
Everett McGill
Rae Dawn Chong
Ron Perlman
Nameer El-Kadi
Gary Schwartz
Premios: Oscar Mejor Maquillaje
Hoy comentaré una grandísima película.
En busca del fuego está entre mis 10 pelis favoritas
Jean-Jacques Annaud nos ofrecerá todo su ingenio en un largometraje exento de efectos especiales. Tenerlos los tiene, ojo, pero su capacidad narrativa será tal que los efectos, artesanales y caducos, quedarán en un segundo plano.
Seguro estoy no obstante de que se trata de la mejor película del género hecha hasta 1981. Y más seguro todavía tras las películas que le sucedieron atendiendo a la prehistoria como tema para el cine.
Nos ofrece una visión tan fiel de la realidad que bien podríamos decir que más que una película se trata de un documental.
Permitidme que me explique y os razone estos dos primeros párrafos tan contundentes.
Cierto es que ya existía filmografía al respecto antes de la aparición de la película de la que estoy hablando hoy.
Una filmografía inexacta, irreal e iletrada al meter en el mismo saco (en muchos casos) a dinosaurios y las primeras etapas de la Humanidad. Mención aparte a Los cavernícolas, de Ringo Starr, al tratarse de una película no menos genial dentro del registro del género al que pertenece: comedia.
Un momento cualquiera de la Prehistoria
Narra las desventuras de los protagonistas en la incesable lucha por la llave de la vida: el fuego.
¿De la vida?
Casi sería más correcto apuntar a la «supervivencia». Pues el fuego que concibe una vida es de otra naturaleza.
Así pues, teniendo en cuenta esto, como punto de partida, Annaud se las ingenia, con los medios de la época, que no eran los que son ahora, para hacer una película extremadamente realista.
Huye de artificios, retóricas narrativas y escenas gratuitas.
Los 105’ de duración harán que no nos despeguemos de la pantalla.
- Primero disfrutando la película, que no es poco
- Segundo, logrando algo que no está al alcance de cualquier película (ni de cualquier Director): hacernos reflexionar
El guion adapta la novela homónima de J.H. Rosny
Con un grado de adaptación, no sólo al texto, sino también al contexto (esto es, “el documental prehistórico” al que me refería al principio). Y éste es el mérito.
Los protagonistas son cromañones
Los protagonistas serán los miembros de un clan de hombres de Cromagnon, (nosotros a falta de un hervor), que interactuarán con clanes de Homo Erectus y Neandertales en la lucha por el territorio y por el fuego.
Por “hervor” me refiero a que los Cromagnon son el capítulo anterior al que nosotros estamos escribiendo. Ellos vivieron la última glaciación (nuestro cambio climático pero a la inversa) demostrando una capacidad extrema para adaptarse al medio. Característica fundamental en el actual ser humano.
Compartían muchos rasgos con nosotros: el físico, casi como el nuestro, y el cerebro. Es el prototipo de “cavernícola”, pues estos sí, habitaban en cuevas para mejor aislarse del entorno hostil (por depredadores, rivales humanos, protohumanos y clima).
No hablaré de las teorias de la desaparición de los neandertales
Tampoco iniciaré el clásico debate sobre qué tipo de economía profesaban…
¿Cazadores o recolectores?
Para eso necesitaríamos un blog especializado y un maestro de ceremonias más diestro que yo en estos temas. Espero que si me lee algún erudito, sea indulgente conmigo. O se pronuncie corrigiéndome y observando mis errores en los comentarios de abajo, cosa que agradecería de corazón y con humildad, pues si algo pretendo es aprender, no enseñar.
Tan sólo diré que todas esas especies mencionadas, decenas de miles de años arriba o abajo, interactuaron en cierto grado en la realidad y en la película. Y aquí vuelvo a las intenciones tanto del autor como del Director, pues esas relaciones sirven para marcar fielmente y a las claras las pautas evolutivas que subrayan ambos en la novela y en la película.
Y es que es una película que nos habla de supervivencia. De cómo unos pierden la hegemonía hasta la extinción. Y de cómo otros toman el testigo y las riendas del destino de la Humanidad.
«No sobrevive la especie más fuerte, ni la más inteligente sino la que mejor se adapta a los cambios»
Charles Darwin
Un aspecto crucial en dicha, o para dicha evolución humana será precisamente, su humanización. O dotar de los valores inherentes a nuestra especie a la protoespecie que éramos para dotarnos de esos valores como la atención al anciano, al herido, la familia (y por entonces el clan) como simiente nuclear de lo que derivaría en Sociedad y claro está, el valor de lo trascendental. Porque todo esto va de la mano.
Por lo tanto, me centraré en dos especies de las que aparecen en la película para no hacer el comentario demasiado intrincado. La del protagonista, que es un Cromagnon. Hasta la fecha el punto álgido de la evolución capaz de dominar al resto de sus antecesores y combatir al clima con pieles y cavernas. Y después incluiré la especie de la coprotagonista que aparecerá mediada la película, que somos nosotros. Tú y yo.
Ambos, Rosny y Annaud dejarán patentes ciertos rasgos diferenciadores que aclararán “el hervor” que antes mencionaba.
En busca del fuego trata de la obtención del fuego
Los Cromagnon habían aprendido por aquel entonces a conservar el fuego, pero en la película vemos que una vez perdido, son incapaces de volver a crearlo, y de ahí la travesía que emprenden los protagonistas tratando de encontrar fuego y traerlo a modo de brasas de vuelta al clan.
Por el contrario, el Homo Sapiens Sapiens, sabrá dominarlo no en su curso, sino también en su nacimiento.
El Homo Sapiens Sapiens: tú y yo
Veremos otros rasgos que nos harán reflexionar.
La moralidad: El concepto de lo transcendental es crucial, como apuntaba antes. No fue tan patente en los hombres primitivos, capaces de deshacerse de sus caídos sin mirar atrás. Esto los dotaba de una aparente falta de sentimientos que contrastan con los rituales funerarios desarrollados por los Sapiens Sapiens y que de un modo u otro mantenemos en nuestros días.
No sé si podríamos hablar de un punto de inflexión tras adquirir cierto grado de conciencia. Y ojo, que aquí aflora el lingüista que llevo dentro. Porque por conciencia comprendo varios aspectos…
«Conciencia» como la capacidad individual y colectiva de saberte parte de un algo superior a ti. Quizás de pertenencia a un clan, y de que todos esos clanes de iguales pertenecían a una especie común. Quizás conciencia de existencia, por lo que alimentaríamos el instinto de supervivencia.
Estas formas de conciencia harían que en algún punto de nuestra prehistoria nos hicieran comprender nuestra existencia. Y si no comprenderla, sí planteárnosla, por lo que dicha conciencia física nos abrió las puertas a la conciencia trascendental. Y de la mano vinieron la racionalización del bien y del mal, de lo ético y lo moral.
Todo esto como antesala de lo que somos ahora. Aunque nos pueda parecer mentira según qué noticia de actualidad leamos…
El ser que cuida y protege a sus ancianos, a sus niños, a sus enfermos… eso es Humanidad.
Los orígenes de la Economía
Veremos cómo cambia el modo de obtención de alimentos
Los cazadores y recolectores se verán forzados al modo de vida nómada en función de las estaciones y de dónde hay frutos que recoger, tanto en la fauna como en la flora.
Según evolucie el ser humano, dará con nuevas técnicas alimenticias. La agricultura y la cría de ganado permitirán el desarrollo de una vida sedentaria dando pie a muchas otras actividades fruto del tiempo y el esfuerzo ahorrado.
Cambiarán las cuevas por las chozas. Los clanes de número reducido se convertirá en comunidades con diversas generaciones. Se agudizará el ingenio para imaginar, elaborar y mejorar los utensilios. Se cuidará de los enfermos y de los mayores en lugar de abandonarlos cuando se han convertido en una carga para la “sociedad”. Y tendrán cabida nuevos sentimientos, que no digo que no existieran antes, pero atrofiados y en fase embrionaria, como el humor.
La mejora del rendimiento al cuidar el ganado y los cultivos daría paso a un tiempo libre que rellenar, y así iría consolidándose el entretenimiento, el arte… Aunque para Arte, consciente diría yo, y si o de «arte», sí de artístico, ejemplos como Altamira… Sus bisontes, y con ellos me refiero a todo el arte rupestre, ¿eran mero arte? ¿Un reflejo de su economía de caza? ¿Manifestaciones trascendentales como parte de rituales?
Veréis que abra el melón por donde lo abra, se plantean cientos de preguntas… cada cual más interesante.
Todo esto lo iremos viendo en la película como con un cuentagotas. Magistralmente presentado por Annaud y por el darwinista Rosny ayudado por Desmond Morris, zoólogo estudioso del comportamiento animal para ilustrar los modos en que interactúan los homínidos que aparecen en la película.
Una película sin diálogos
Como filólogo no podía dejar pasar este aspecto
Mejor dicho, sí los hay, desarrollados por el lingüista Anthony Burgess, quien elaboró lenguajes ficticios que bien podrían aproximarse al empleado por los protagonistas.
Y aquí he de mencionar, y sin falta a…
Conferencia de Juan Luis Arsuaga en Expolingua
El origen del lenguaje y la mente simbólica
Tuve el placer de conocera
Arsuaga en la conferencia sobre
El origen del lenguaje y la mente simbólica, que yo mismo organicé cuando dirigía el
Congreso Internacional Expolingua. Conferencia a la que él acudió de mil amores y nunca tendré palabras de agradecimiento suficientes.
En ella hizo hincapié en la necesidad (por nuestra parte) de comprender que el ser humano es un ser social. Y que tuvo que haber un momento, un punto de inflexión en nuestra evolución que hiciera que, amén de sobrevivir, pudiéramos plantearnos pequeños y grandes retos intelectuales de modo abstracto en nuestras mentes para lograr materializarlos mediante el estudio y la práctica, como por ejemplo: el lenguaje.
Por todo esto y por muchas otras cosas no puedo evitar recomendaros ver esta película.
Es verdad que nos presenta elefantes con jersey para simular un mamut. Es verdad que sus efectos, pocos pero los tiene, son mejorables y ha envejecido mal. Pero es el mejor acercamiento que haya existido para dar a conocer los primeros y torpes pasitos dados por los nuestros para poder terminar escribiendo un blog en Madrid y que lo lean en Nueva Zelanda al segundo de pulsar un botón.
Una película capaz de emocionar
Sin embargo, y esto es a favor de esta peli, en 2018 hemos tenido la opción de ver
Alpha, la última película contextualizada en el paleolítico y veremos que la fotografía ha evolucionado que da gusto. Y vemos que los efectos especiales recrean criaturas extinguidas, pero el guión, lo que se dice «el guión», quitando las partes copiadas, bueno, inspiradas en ésta, o en
El clan del oso cavernario, incluso en
Cómo entrenar a tu dragón, deja mucho que desear. Todo lo contrario que ésta.
Digo esto porque al final, la película no es más que ese «documental» que comentaba al principio, y nos regala un paseo de miles de años por la evolución de nuestra especie.
Otros aspectos de la Evolución
Alimentación
Para que tal evolución tenga lugar, nos explica los saltos que ha habido mostrándonos a unos y otros. Nos muestra cómo evolucionó nuestra
alimentación, el tipo de caza, si fuimos o no, carroñeros, el conflicto humano con la antropofagia (esto lo podemos ver también en el comentario de la película
¡Viven!).
El fuego
Cómo influyó la aparición del fuego; cómo evolucionamos como individuos y como grupo; del tipo de economía y de la mente abstracta. Y nos muestra la evolución de nuestros sentimientos, o cómo éstos afloran con escenas de una ternura (otros de dureza) superlativa. Incluso el sentido del humor… que no deja de ser síntoma de inteligencia.
Mención aparte para
Ron Perlman, para mi el mejor descubrimiento de Jean-Jacques Annaud, precisamente en esta película, a quien volverá a dar un papel secundario pero muy destacado en
El nombre de la Rosa cinco años después. Un actor capaz de sacar un asombroso rendimiento a su físico, un tanto «particular, peculiar», demostrándonos una y otra vez sus dotes interpretativas.
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Si te ha gustado el comentario de la película y también te gusta el tema, te invito a leer algo relacionado en la crítica de la película
Altamira, de Antonio Banderas.
También te invito a leer mi artículo sobre los
Yacimientos arqueológicos de Atapuerca
Podcast de cine
Paleolítico en el cine
Paleolítico en el cine
El clan del oso cavernario
Ao, el último neandertal
En busca del fuego
Alpha
El cavernícola
Neolítico en el cine
Ötzi: El hombre de hielo
Películas que rescatan el paleolítico
Altamira