U47 Comandante Prien

Sabine Sesselmann – Sra. Ingeborg Prien
Joachim Fuchsberger – Thomas Birkeneck
Harald Juhnke – Cocinero
Dieter Borsche – Pastor Kille
RIchard Häussler – Comandante de la flota submarina alemana

El capitán Prien sería conocido como «el toro de Scapa Flow«

Scapa Flow será una misión sobre la que os hablaré en uno par de párrafos. Sin duda la más importante de su trayectoria como oficial de la Kriegsmarine de la Alemania Nazi.

Para entender esta peli iré desbrozando la parte histórica de la ficción, que tan bien hilvanadas aparecen en la peli hasta el punto de tomar por biográfica lo que es una película. De hecho, quien termine de leerlo y desee saber más sobre el personaje, el submarino y el hecho histórico que atañe a ésta película podrá esperar a que Antena Historia publique el especial sobre La batalla del Atlántico en la Segunda Guerra Mundial vista con ojos de cine en La cartelera de Antena Historia.

Está a punto de caramelo y no tardará en ser publicado. Ya os avisaré porque allí, tanto Antonio Cruz como Ignacio Pasamar (Antena Historia y HRM Ediciones respectivamente) nos explican en profundidad la veracidad, o no, de ésta película. Además, si tenéis paciencia para esperar a su estreno, Imanol, de Mi cine bélico aportará también sus comentarios cinematográficos y, entre los cuatro, esperamos haceros pasar un buen rato.

Mientras tanto aquí estoy yo, macerando el tema en el fancine.

Y como va de submarinos, me sumerjo en la trama.

Cuando Dönitz le encarga la misión suicida de entrar en Scapa Flow y hacer el mayor daño posible entre los buques de la Royal Navy.

Pero…

¿Por qué Scapa Flow? ¿Qué es y cuál es su importancia?

Scapa Flow era la principal base marina de la Royal Navy en el Atlántico Norte.

Estaba situada en el Nornordeste de Escocia y suponía un enclave estratégico para comunicar el Reino Unido con Noruega y pasar al Báltico hacia el este y, mirando hacia el oeste, para interceptar a los submarinos nazis que fueran a cazar convoyes.

Esto en cuanto al aspecto estratégico de la base, pero tenía más connotaciones. Igual que Hitler hizo firmar la rendición francesa en el mismo vagón de tren en el que los alemanes capitularon en la 1ª Guerra Mundial, Scapa Flow tenía dos significados que la vinculaban con la Kriegsmarine y con Alemania.

Por un lado ésta misión sería un segundo intento de la misma misión emprendida durante el anterior conflicto pero que nunca se logró. Por otro lado, tras claudicar Alemania, se obligó entregar su flota de guerra a los británicos precisamente en Scapa Flow y, al llegar ésta, antes de ser entregada fue hundida en la bocana para no permitir que los británicos se apoderaran de los despojos del arma naval alemán, por muy derrotado que estuvieran su orgullo no les permitió conceder ese gusto a los bretones.

Ya nos hemos situado… Pero demos al pause en el momento en que estábamos, con…

Dönitz transmitiendo las órdenes a Prien…

para retomarlo dentro de un rato, cuando os explique los antecedentes, no de Scapa Flow, sino de la deriva política y militar de la contienda. Así comprenderéis cuanto estoy por contaros.

Damos un salto atrás en el tiempo para explicaros el Plan Z. Un plan secreto mediante el cual Hitler quería construir 300 buques de guerra para reflotar su Armada y poder plantar cara a los británicos y a los franceses en aguas internacionales.

Plan Z

Era un plan secreto porque Alemania estaba forzada, por el Tratado de Versalles a subsistir con una Armada de guerra irrisoria comparada con franceses e ingleses. Esto minaba la moral de dicho ejército y alimentaba el rencor de Hitler hacia sus primos bretones. Sin embargo, Dönitz estaba convencido de que ganaría la guerra por mar si lograra reciclar ese Plan Z para convertir los 300 buques en buques submarinos.

Pero todo era una especulación. No tenía nada para demostrar al Führer que estaba en lo cierto. De ahí que empezara a atisbar en su horizonte personal un ataque (Scapa Flow) que demostrara la eficacia del arma submarina y decantara el Plan Z a su favor. Y de paso avivara la moral nazi, matando dos pájaros de un tiro. De un torpedo, más bien.

Abrimos un paréntesis para comentar otro aspecto, también histórico, que aparece en la película y servirá como detonante…

En el principio de la contienda los alemanes consensuaron no atacar a los buques franceses y limitarse a hostigar a los británicos observando, siempre, el derecho de presa.

Derecho de presa

Éste derecho de presa consistía en lo siguiente: procurar, en la medida de lo posible, no atacar indiscriminadamente a buques mercantes. Pero, en caso de hacerlo, avisar primero a su capitanía de la intención de atacarlo, dejar espacio de tiempo adecuado para que todos los civiles abandonaran la nave, torpedearla y recoger a los náufragos para llevarlos a tierra firme. Sobre el papel quedaba precioso. Otra cosa sería la realidad.

Recordad: Dönitz está buscando un golpe de efecto para centrar la atención del Führer sobre su flota submarina. Y el Führer, está obsesionado con disuadir a los aliados de Polonia (franceses e ingleses, pues ambos tenían sendos tratados con Polonia en los que ambas partes se prometían acudir en auxilio de la que fuera atacada) de intervenir en su defensa. Con tal fin quería provocar un hundimiento masivo en un punto concreto del mapa para activa su verdadera y más eficaz arma: la propaganda.

Una propaganda sobre la que luego volveré.

Mientras se está cociendo todo esto en la Europa central, al otro lado del Canal de la Mancha, Churchill, recién nombrado Lord del Almirantazgo, dicta su primera orden: que los buques mercantes surquen el Atlántico en convoyes. Claro ejemplo de su intuición, pues estaba convencido de que el dolor da cabeza se lo darían los submarinos nazis, y no los buques de superficie. Tan es así que años más tarde confesaría que entre La batalla de Inglaterra (por aire) y La batalla del Atlántico (contra submarinos) temió más a la segunda que a la primera, y eso que los aviones de la Luftwaffe sobrevolaron Inglaterra a placer.

Hundimiento del Athenia

Y he aquí que, entre unas cosas y otras, el Athenia es hundido. Se trata del primer buque transatlántico hundido nada más comenzar la Segunda Guerra Mundial. Un buque civil con 118 pasajeros, 28 de ellos estadounidenses.

El único responsable del hundimiento será Fritz Julius Lemp, capitaneando el U-30.Admitido por él mismo. Él dio la orden y él mismo registró el hecho en su cuaderno de bitácora.

Pues bien, primer acto de propaganda que hoy llamaríamos de Fake News. Hitler niega la mayor y responsabiliza al propio Reino Unido de hundir su propio barco para hacerse las víctimas y, dadas las víctimas americanas, precipitar la entrada en la guerra de los Estados Unidos.

Para ello Dönitz obligará al capitán Fritz Julius Lemp que arranque el registro de dicho acto de guerra de la memoria de su U-30 y Goebbles se multiplicará para copar todas las franjas horarias de la radio alemana para emponzoñar la verdad haciendo buena su máxima «una mentira repetida mil veces se convierte en realidad» seguida a pies juntillas, incluso en nuestras fechas, por gobiernos como el español para echar la mierda del Coronavirus a todos menos para ellos, que son quienes nos gobiernan y nos gestionan. Para que veáis que las Fake News no son nuevas, ni tampoco lo es la manipulación informativa. Entonces era un discurso y ahora lo llaman relato.

Y creedme que Fritz Julius Lemp tuvo que sentirse agradecido porque siendo marino como era, se horrorizó al saber lo que había hecho con un buque mercante y se volvió a horrorizar cuando se le comunicó que iría a un Consejo de Guerra por querer mantener su responsabilidad de los hechos. Arrancar esas páginas para borrar su rastro del acto sería una solución salomónica ideada por el mismísimo Raeder para parar los pies a Dönitz.

La campaña de propaganda mantendría el apoyo del pueblo alemán en sus dirigentes al mantener sus conciencias limpias y libres de pecado pero, sobre todo, al reforzar su condición de víctimas ante la artimaña británica.

Emisiones 24 horas para la Radio alemana y para el resto del mundo. Propaganda sin tregua.

A partir de ese momento los británicos cambian el SOS, en caso de ser atacados por submarinos, por el SSS, del save our souls (salvad nuestras almas) al save submarine souls (que podría traducirse como  salvad submarinos almas). Esto lo aprovecharán los nazis para distinguir entre una señal y otra y dieron licencia, cuando no la orden, a sus submarinos de respetar a los que emitieran SOS, e igualmente a los buques de pasajeros con Union Jack, pero que se cebaran con los mercantes que emitieran la señal SSS.

Bien. Este es el contexto y en este instante aparece nuestro protagonista.

¿Quién era Prien?

Creo que hay que explicarlo para mejor conocer al personaje. Prien era un marino mercante que años atrás se alistó en el Partido Nazionalsocialista. ¿Por convicción? No, por interés. Se había quedado en el paro y el partido nazi, después gobierno, se había convertido en la mejor agencia de colocación alemana, como Sánchez con sus familiares, amigos, socios y afiliados, lo mismo.

Como miembro del Partido Nazi pudo acceder a la Kriegsmarine. Cierto es que desde lo más bajo, y después supo ir escalando hasta convertirse en capitán y terminar siendo un héroe nacional con su Cruz de Hierro de 2ª clase ganada por el hecho del que ahora os hablaré. De 2ª clase, después de 1ª, después la Cruz de Caballero de la Cruz de Hierro y al final la Cruz de caballero con hojas de roble. Menudo expediente, en tan solo 8 años en la Kriegsmarine. Eso sí, las condecoraciones llegaron todas cuando estuvo al frente del U-47 entre 1939 y 1940.

¿Eso lo exculpa? No.

Es más, para mi es incluso peor.

Malo es el que es nazi por convicción. Pero el que no lo es pero pasa a formar parte de su engranaje por interés personal, es peor. Lo justifica, lo defiende, lo obvia, lo protege y lo excusa con tal de llevarse un sueldo para casa. De ahí la subtrama de la película que luego comentaré.

Ya están las cartas sobre la mesa.

Scapa Flow

Ahora retomemos el hilo de lo de Scapa Flow que os comentaba antes. Espero que tras esta introducción estéis mejor situados y comprendáis el calado de lo que voy a contaros.

Porque Scapa Flow será esa gloria anhelada por Dönitz para impulsar su alternativa al Plan Z y convertir en submarinos a todos los buques de superficie, a los 300, que estaban por fabricarse.

Scpa Flow es la pieza que necesita cobrarse Donitz y por eso recurre a Prien

De ahí su entrevista personal con Prien y su encargo de esta misión secreta. Tan secreta como suicida, la verdad. Entre medias creo recordar que Prien se cruza con Fritz Julius Lemp y se entera de la verdad sobre el Athenia. Este aspecto no lo tengo tan claro, pero para esta misión resultará irrelevante.

El caso es que se enfrenta a una misión imposible. El puerto, o ensenada, tiene dos entradas, una teóricamente impracticable, por la maraña de barcos hundidos, que dejan unos pocos metros para navegar sobre ellos. La otra remota y enjuta por la que no se atrevería a navegar ni un velero.

Pues bien. La misión empieza y Prien llega a la bocana, tiene que intentarlo en superficie porque los barcos de abajo podrían hacerle encallar. Mala suerte, si bien se habían tomado todas las medidas para garantizar el éxito de la misión, nadie pudo vaticinar la aurora boreal que iluminaba todo el cielo y les hacía visible desed cualquier ángulo.

Aurora boreal

Deciden abortar el primer intento y volver a probar suerte por ese caminito del que os hablaba antes. Era una locura, sí, pero cierto es que nadie podría esperar un ataque proveniente de ese punto. Se llamaba Kirk Sound, tenía 10m de ancho y tan sólo era accesible con pleamar…

Desde que se está gestando el ataque vemos a la tripulación yendo y viniendo para compensar el equilibrio del buque bajo la superficie del mar. La verdad es que con tantas bromas, gritos, quejas y chascarrillos como vemos en la peli tendrían que haberlos descubierto. No me gusta ese aire jovial que observamos en ésta y tantas otras pelis de guerra que hacen del combate algo trivial y pueril.

Luftwaffe inoportuna

Pero ahí estamos, segundo intento y logran acceder. Sin embargo la misión era tan secreta que ni la propia Luftwaffe (ejército aéreo alemán) sabía de ella. ¿Y qué pasó? Que un caza sobrevoló Scapa Flow por la mañana asustando a todo el personal británico y haciendo que la mayor parte de los barcos levaran anclas y se hicieran a la mar por lo que pudiera pasar. Y pasó que Prien sólo tuvo a tiro a un puñado de barcos, de segunda fila algunos de ellos y de entre los que destacaba, tan sólo, el acorazado de clase Revenge Royal Oak; El (viejo) portaaviones Pegasus y los cruceros pesados Belfast y Repulse.

Por partes…

Royal Oak

Hundirá el Royal Oak, tras dos oleadas de torpedos, en 20 minutos, lo cual servirá para encumbrar a Prien, mitificar al U47, debilitar la moral británica al hacerlos sentir vulnerables, levantar la moral propia y permitir a Dönitz insistir en su plan Z para submarinos. Trabajo hecho, misión imposible cumplida y vuelta para casa como héroes.

Otro detalle de interés es el HMS Belfast. Un buque que aparece en la película The Gentlemen, que casualmente publiqué ayer en el fancine. Ahora está en el Támesis y es un museo flotante. Pero a lo largo de la Segunda Guerra Mundial estuvo presente en todos los frentes y fue testigo de los mayores combates saliendo ileso de todos ellos. Algún día comentaré su historia en el troblogdita, con fotos de mi última visita a Londres.

Volvamos a la peli.

¿Recordáis que prometí explicaros el por qué de «El toro de Scapa Flow«?

El toro de Scapa Flow

Ya comprenderéis la segunda parte, lo de Scapa Flow. Ahora os contaré lo del toro. Los submarinos alemanes se enumeraban del U-1 hasta el U- lo que sea. Pero llegó un momento en el que los buques dejaron de reflejar su número de serie en la vela del submarino y lo sustituyeron por un icono, un símbolo o un dibujo. En este caso el toro era la reproducción de un toro visto en una viñeta cómica de un periódico. Ya tenéis el nombre.

Para ahondar en esta idea, la del icono o dibujo, recordad (la mejor película del subgénero de submarinos, y también alemana) El submarino, que llevaba un pez espada y el del U-571, que comentaré en breve, a modo de rayo con forma de tridente.

La verdad es que Mi cine bélico tiene toda la razón cuando comenta en La cartelera de Antena Historia que, para su gusto, Scapa Flow aparece demasiado pronto. Termina demasiado pronto, en el minuto 46 de la película. Y queda media película.

A partir de aquí entrará la segunda trama cuyo objeto, según nos explica Imanol en el podcast, responde a un intento de lavar la cara a las personas que intervinieron en la Segunda Guerra Mundial separando el trigo de la paja siendo trigo los militares y paja los nazis. Según él esto respondería a un esfuerzo por la parte democrática y occidental de la Guerra Fría para recuperar la moral de la Alemania del oeste, la democrática. Aspecto en el que yo no había caído y me parece la mar de interesante.

¿Y cómo hacerlo?

Intercalando un personaje civil, antiguo amigo o compañero de escuela de Prien, que será el que empuje su conciencia para terminar abandonando el nacismo. Es cierto que al principio Prien se negará, sobre todo saboreando las mieles del éxito. Y por encima de todo cuando su amigo le pide ayuda para proteger y salvar a disidentes políticos y judíos oprimidos por el régimen nazi.

Sus pensamientos entrarán en verdadero conflicto emocional cuando rescate a unos náufragos, en altamar, y estos salten por la borda del submarino porque son alemanes que huían de los nazis y de un campo de trabajo y preferían morir ahogados antes que regresar a Alemania.

Así pues, el resto de la película responderá a la lucha interna, moral y de conciencia de Prien para poner sus ideas en orden y elegir entre el nazismo o el bien.

Dos detalles curiosos que vinculan, tanto a Prien como a la película con España: en 1938 patrulló las costas españolas a bordo del U-38 como apoyo al bando nacional. Por otro lado, el U-47 de la película es el G-7, un submarino español parecido al empleado por Prien en Scapa Flow y cedido por la Armada Española.

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