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Chacal

Tabla de contenidos

Ficha técnica de Chacal

 
Título: Chacal
Título original: The day of the jackal
Director: Fred Zinnermann
Guión: Kenneth Ross (novela homónima de Frederick Forsyth)
Producción: John Woolf
Nacionalidad: USA, Francia
Año: 1973

Duración: 145′
Música: Georges Deleure
Fotografía: Jean Tournier
Montaje: Ralph Kemplen
Distribuidora: Universal Pictures
Productora: Warwick Film Productions, Universal Productions France

Ficha artística

 
Edward Fox: Chacal
Michael Lonsdale – Lebel
Derek Jacobi – Asistente Caron
Tony Britton – Inspector Thomas
Adrien Cayla-Legrand – Charles Degaulle

Chacal es una de esas películas que se comentan solas

Basada en la novela Chacal de Fredericl Forsyth

Novela que recrea un intento de atentado contra el presidente de la República Francesa Charles Degaulle por parte de OAS.
 
No os preocupéis porque iré explicando cada uno de los aspectos, personajes, organizaciones mencionadas.
 
Empezaré por su protagonista indirecto…

El presidente Charles Degaulle

He de adelantaros que no me despierta ninguna simpatía el personaje. Sobre todo si nos remontamos a su papelón en la Segunda Guerra Mundial. Ya apuntaba maneras el personaje, un general megalómano (enamorado de si mismo) tan inepto como oportunista. Supo aprovechar cada oportunidad para alimentar su vanidad personal y no dudó en sacrificar un buen puñado de franceses para intentar consumar la que sería su única victoria efímera contra los alemanes. Gestionó las retiradas como ningún otro general francés.
 
No dudó en utilizar todo y a todos. Incluidos Churchill, que le había dado asilo político, y Eisenhower que había reforzado y equipado a los franceses que le acompañaban. Lo hizo para medrar y trepar posiciones políticas con vistas al final de la guerra.
No se cansó de hacer feos a ingleses y americanos. Y eso mientras vivió a su costa en Inglaterra. El mayor de todos sería contravenir el plan ideado tras desembarcar en Normandía traicionando a los aliados. Lejos de liderar su división de franceses libres según la ruta y el plan pactados. La idea era ir terminando con los focos de resistencia alemanes alrededor de París para terminar echándoles de la capital. El general de Gaulle se precipitó hacia París aprovechando un despiste aliado para autoproclamarse libertador de París.

Perjudicó a los aliados en la guerra y esto repercutió en la Guerra fría

 
Esta actitud, y su decisión, no trajo más que problemas para los aliados en aquel momento; para Polonia; para toda Europa y el resto del mundo hasta nuestros días. A saber… Su cambio de planes unilateral retrasó el avance aliado hacia Berlín. Este retraso hizo que los comunistas, que se habían propuesto tomar la capital alemana antes de los aliados, llegaran a Alemania y, en vez de terminar con la dictadura nazi, cambiaran una dictadura por otra de carácter comunista.
 
Las consecuencias las estamos pagando todavía. Pero los primeros en pagar esas consecuencias fueron los polacos, que fueron sometidos y destruidos por sus (teóricamente) libertadores comunistas. Francia consumó así su segunda traición a Polonia en lo que iba de guerra. La primera fue no cumplir (junto con los ingleses) su promesa de mutua defensa en caso de ser atacados por un enemigo.
 
Pero… por si todo esto no bastara para denostar al megalómano de Gaulle, su irrupción en París (con un batallón de españoles republicanos) estuvo a punto de provocar una guerra civil en Francia. Esto sucedió porque la famosa «Resistencia» francesa tenía dos bandos enfrentados entre si. La verdadera Resistencia y la resistencia comunista. La verdadera estaba formada por franceses que querían echar a los nazis para recuperar su hegemonía nacional. La comunista quería echar a los nazis para instaurar una república soviética en Francia y abrir las puertas a Stalin.

La Resistencia francesa

 
La resistencia que resistió fue la francesa. Atacada por los nazis y abandonada por los comunistas que velaban por los intereses del partido y no de la nación. La llegada a París, sin previo aviso, de Gaulle hizo que ambas facciones se enfrentaran y empuñaran sus armas, la una en defensa de Francia, de la Libertad y de la Democracia y la otra en defensa del Partido Comunista Francés.
 
Este es el personaje… Y lo hizo todo movido por su amor a si mismo y sus deseos de entrar en la Historia de Francia.
 
Dos décadas después sería presidente de la República Francesa. Llegaría al gobierno apoyado, en su mayoría, por los franceses residentes en territorio de la Francia africana. Estos franceses, de origen francés (y sus descendientes), junto con los integrantes del ejército francés en África, y un amplio porcentaje de musulmanes moderados, fueron sus mayores defensores dada la delicada situación que se vivía en las colonias.
 
Había enfrentamientos liderados por el partido Frente de liberación Nacional y su facción armada, el Ejército de Liberación Nacional, y el bando contrario que aglutinó en torno al OAS (Organización del Ejército Secreto) a sus fundadores, sus partidarios, a miembros del ejército (o por lo menos contó con la connivencia de éstos) y a los mismos que habían votado a favor de Gaulle. La mayor parte de OAS eran argelinos de origen francés que se sentían traicionado por aquel en quien habían depositado su esperanza.

Argelia y el OAS

¿Cómo soluciona de Gaulle el problema de Argelia? Aceptando su autodeterminación.

Este es el personaje.
 
Y este es el OAS que intentará atentar contra de Gaulle en varias ocasiones. Unas veces para intentar evitar que se consumara la retirada francesa de Argelia y otras veces, después, como venganza intentando asesinar al que ellos tachaban como traidor.
 
Estos intentos de atentar contra él fueron reales. Y precisamente de este caldo de cultivo y de esta Historia bebió Forsyth para escribir su novela Chacal. Y de esa novela viene esta peli…
 

Chacal

Y para empezar a comentar la peli, mejor os presentaré a su protagonista: Chacal.

El «chacal» de la peli podría ser el hijo que toda buena madre desearía tener. O el marido que toda mujer con buen gusto y clase anhelaría. Incluso el amante que toda «viridiana» podría desear en su cama.
 
Un tipo elegante, fino, guapo, con buen cuerpo, encantador, adulador, de buenas maneras, con planta exquisita y con un toque cabroncete que volvería loca a más de una dama de esas que buscan rebajar su status en la cama. Sólo le faltan dos alitas para ser un ángel, y los cuernos para ser un diablo.
 
Porque nuestro angelito resulta ser un chacal, un carroñero y un asesino con tanta sangre fría que sería capaz de yacer con una mujer que le abre sus p… uertas para darle cobijo y calor para acto seguido, consumada la pasión, arrebatarla el último aliento rompiéndola el pescuezo a sangre fría. Esa es la criaturita de la que os hablo.
 
El nombre de guerra «Chacal» es el resultado de unir la primera sílaba del nombre con la primera del apellido: Charles Calthrop. Aunque le viene que ni pintado el apodo…
 

El OAS encarga el asesinato de de Gaulle a Chacal

 
Chacal accederá y pedirá medio millón de dólares.
 
Explica al OAS que este tipo de asesinato es uno de esos trabajos que se hacen una vez en la vida y después tienes que retirarte porque su trascendencia haría que no pudiera volver a «trabajar». Y el OAS accede.
 
A partir de aquí veremos varias fases de la peli y cada cual será más trepidante.
 
La primera fue la presentación de de Gaulle. Después vino la presentación del OAS, todavía no profundizamos en Chacal, pero una vez que acepta el encargo, veremos el proceso de recaudación de dinero por parte de los terroristas para poder pagar el caché del asesino a sueldo. Un británico flemático.
 
Ya ha recibido el primer pago (de dos: uno antes de empezar el trabajito y el otro al término) y Chacal entra en acción. Porque acción es lo que vamos a ver, de principio a fin, a lo largo de toda la peli.
 
Resulta fascinante ver en escena todos el trasiego que vive para organizar su plan. Para organizarlo y ejecutarlo. Me refiero al plan… de Gaulle vendrá después.
 

Forsyth en estado puro

Forsyth y Zinnermann, que supo tomarle el pulso al escritor mediante su guionistaKenneth Ross. Menudo guión se marcó Ross y menuda tensión palpamos en todo momento. Ya no se escriben guiones como éste.
 
Resulta apasionante ver todo el proceso previo al atentado.
 
Deciros que hubo algún país que censuró esta peli, de hecho la prohibió, porque parecía el manual del buen terrorista. Digo «buen» no por sus valores intrínsecos, si no por cómo proceder.
 
Lo veremos creando una nueva identidad y recreándose a si mismo para amoldarse a ella. Le veremos creando nueva documentación: carnés, pasaportes, incluso robando alguno. Me fascina, sobre todo, cuando tiene que revelar sus propias fotografías para documentarse.
 
Ahora vemos la peli y nos suena a chino, o les suena a quienes no lo vivieran, pero antaño las fotos no eran digitales y no podías traerte 5000 fotos en el móvil para recordar tus vacaciones. Antaño tenías (en el mejor de los casos) una cámara de fotos y un carrete de 12, 24 ó 36 fotos.

Fotógrafo clandestino

 
La cámara iba contigo todas las vacaciones y no tenías la oportunidad de decir, esperad que hago 25 por si no salimos bien. Te la jugabas a un «click» y no sabías si estaba bien hecha, o si salías bien hasta después de las vacaciones, cuando las revelabas. Ibas a la tienda de turno (yo rebelaba las fotos en Galerías Preciados de Callao, en Madrid) y tardaban una semana en revelarlas. Eso si al llegar no te decían «lo sentimos pero el carrete estaba velado».
 
Eso era «tan así» que en la peli vemos cómo necesita los servicios de un fotógrafo clandestino para que le ayude con su nueva documentación para cimentar su nueva identidad. Eso sí… se pasará de listo, el fotógrafo, e intentará sobornar al asesino. No os digo cómo termina por no «revelaros» el secreto.
 
Veremos también cómo le hacen un arma a medida que después podrá ser utilizado como muleta.
 
Todo es artesanal: su arma, su documentación…
 

A estas alturas ya habrá entrado en acción el comisario Lebel

 
La persona más opuesta al apuesto asesino. Un tipo eficaz, sí, pero aparentemente no destinado a liderar todo un operativo con el único objetivo de salvar la vida del presidente.
 
A mi siempre me hace gracia ir viendo cómo evoluciona su personaje. Cómo empieza retraído y tímido para después comerse la pantalla y la cámara y se come también al consejo de ministros, a la gendarmería y a todo bicho viviente que se le ponga por delante, de uniforme o de paisano.
 
Me gusta ver cómo va cogiendo confianza en si mismo y cómo, gradualmente, va tomando decisiones más y más arriesgadas.

Empieza la persecución

El chacal es astuto y escurridizo. Pero este policía es un lebrel, un sabueso, que no cejará en su empeño de morder el cuello del carroñero.
 
Le sigue y le persigue.
 
Dará palos de ciego.
 
Pero sabe entrever los movimientos de Chacal. Teme anticiparse a ellos para no pasarse de listo y permanece siempre agazapado y a rebufo del asesino para ir viendo e identificando el rastro que va dejando por el suelo.
 
Y mientras tanto, el malo a lo suyo: a malear.
 
Ya tiene un coche, una nueva identidad y un arma que no sabe si servirá. ¿Cómo deducirlo? Yendo al campo para probarla y, en caso de funcionar, calibrarla.
 
El hecho de seleccionar una sandía para que haga las veces de Gaulle no sé si es a conciencia o es mera coincidencia. Lo dejaré en coincidencia. Efectivamente, la usará para testar el arma que le han fabricado. No digo «practicar» porque el tío tiene pericia de sobra y acreditada con sus asesinatos anteriores.
 

La figura de la radio y del teléfono

 
Dos elementos omnipresentes a lo largo de toda la peli que, junto con la fotografía (el laboratorio clandestino en el que revela sus fotos) demuestran cómo y a qué velocidad ha pasado el tiempo. No porque la peli haya envejecido mal, que ni de broma, sino por cómo la tecnología se ha adueñado de nuestro día a día.
 
Vemos la peli y no vemos, ni una vez, un i-pad, un móvil, un smartwatch ni nada de todo eso.
 
¿Cómo le explicas a una persona de nuestros días que éramos capaces de vivir y, lo que tiene más mérito, de sobrevivir sin tecnología?
 
Eso sí… humo por todas partes. En el dormitorio, en el tren, en una terraza, dentro de un restaurante, en el salón, en el despacho, en el coche… todo ahumado.
 
Me encanta ver cómo llevan teléfonos en los maleteros de los coches de policía. Pero unos teléfonos con su cable y seguro que ocupan medio maletero… Lo normal sería usar la radio (no como ocio sino la radio para hablar entre ellos).
 
Pero eso estaba reservado para una parte ínfima de la Sociedad, por lo general polis, militares y demás. El resto de los mortales teníamos que buscar una cabina o aguantarnos.
 

Lebel contará con todos los medios posibles en su época

 
Tardará en lograr tener la primera pista.
 
Pero…
 
Una vez que huela el rastro del chacal se agudizará su instinto.
 
A partir de ese instante no cejará hasta dar con él, o por lo menos lo intenta.
 
Nos acercamos al tramo final.
 

Lebel se acerca al Chacal

 
Ya no lo intuye, lo huele. Lo percibe en el ambiente. Pero sigue siendo escurridizo.
 
Demasiado escurridizo.
Estamos en el tramo final de la película, cuando París entera sale a la calle para celebrar el Día de Francia.
 
Es el día más apropiado para intentar asesinar al presidente.
 
La muchedumbre podría ayudar a disimular un disparo, o si se echa a correr podría incluso encubrir, sin pretenderlo, al posible asesino. Además será el momento en el que de Gaulle será vulnerable, cuando se enfrente a la bandera y se rindan mutuamente honores la bandera y el Jefe del Estado.
 
Ahí sabe Lebel que será cuando Chacal apriete el gatillo. O pulse un detonador. No sabe qué intención tiene, pero sabe que hay tal intención y tiene que parar al asesino cuya vinculación con un grupo terrorista le ha convertido en terrorista a él mismo. Y magnicida, porque intentará atentar contra el presidente.

Contrarreloj y terrorismo en Europa

Lo que no os desvelaré es si Chacal logra su objetivo de asesinar a de Gaulle o Lebel llegará a tiempo.
 
No me atrevo a terminar este comentario de la película sin recomendaros encarecidamente que no confundáis ésta película maravillosa de 1973 con su remake de 1997. Esta película, la del 73 denuncia a un grupo terrorista, la del 97 hace apología del terrorismo presentándonos como bueno a un terrorista del IRA y como aliada a una romántica terrorista de ETA.
 
Para mejor ilustrar este binomio terrorista, os diré, pasando muy de puntillas sobre el tema, que el IRA comenzó siendo un movimiento revolucinario católico-nacionalista irlandés que buscaba emanciparse del Reino Unido. El paso del tiempo, el enquistamiento de las relaciones entre católicos-nacionalistas y protestantes-unionistas hizo que la violencia callejera fuera convirtiéndose en terrorismo puro y duro al mismo ritmo que una facción marxista se iba haciendo con las riendas del IRA. No sé con total exactitud si dicha facción marxista fue el resultado de una evolución de lo religioso a lo político o si ya residía a modo de embrión en los primeros estadios del IRA. En cualquier caso si alguien quisiera ilustrarme(-nos) que deje un comentario abajo por el bien de todos.
 
Parte de esta actividad, o por lo menos sus consecuencias, la vemos reflejada en la película En el nombre del padre.
 
Por otro lado estaba ETA, otro grupo terrorista e independentista. Esta vez vasco y con orientación comunista-marxista. Sobre esta banda terrorista que mató casi a mil personas liderada, entre otros, por el famoso Otegui (el «hombre de paz» para el representante de la Venezuela (comunista), Rodríguez Zapatero (socialista)) hay una peli española, El Lobo, que ilustra los esfuerzos de Mikel Lejarza, infiltrado en la banda terrorista, por descabezar a ETA. Muy recomendable.
 

Hablando de ETA…

Todo el que tenga más de 40 años sabrá lo que es lo que vemos en la foto de arriba… porque todos habremos tenido que parar el coche en algún momento delante de una cosa como esa para esperar pacientes a que la policía hiciera un control en busca de un terrorista.
 
Pues eso… el remake de esta maravillosa película ensalza en vez de denunciar el terrorismo.
 
Y ya puestos a hablar de cine y terrorismo, rescato 7 días en Entebbe. Película que retrata cómo los terroristas comunistas alemanes de Baader-Meinhoff, nostálgicos del régimen comunista de la República Democrática Alemana (los de la Stasi que aparecen en La vida de los otros) colaboraron con terroristas palestinos secuestrando un avión lleno de judíos que viajaba rumbo a Israel.
 
Todos estos grupos terroristas, de una u otra ideología, odian a Europa y a los Estados Unidos porque representan (al menos los Estados Unidos siguen haciéndolo) la Libertad y la Democracia y llegaban incluso a entrenar juntos. Sin olvidar a otros grupos terroristas americanos y siempre con financiación cubana (estos últimos), o liderados por alguno de sus jefazos, tipo el Che, o de la Unión Soviética, todos los demás.
 
Todo esto como fruto de los patinazos de Gaulle que comentaba al principio de esta entrada.
 
Como veréis ésta peli tiene un protagonista pasivo (el presidente) que influyó, queriendo o no, en la Historia de Europa y del mundo entero de un modo que ni él mismo supo intuir. Y lo hizo cada vez que asumió algún tipo de protagonismo.

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