Sharknado

Sharknado – SyFy – Cine Fantástico – el fancine – el troblogdita – ÁlvaroGP

No está de más que de vez en cuando dedique una entrada a una película como esta. Realmente esta va a ser la primera vez que lo haga, porque ninguna de las películas que he comentado en el fancine ha sido (o es) tan mala como Sharknado.


Mala de solemnidad. Por qué negarlo.

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Pero divertidísima.


Mala hasta el punto que no hay por dónde cogerla realmente. La interpretación de los actores no es que deje que desear… no… es sencillamente nefasta. El guión es espectacularmente malo, pésimo… y los efectos especiales, (y, ¡ojo! está producida y encargada por el canal de televisión SyFy) te arrancan carcajadas.


Y sin embargo os la recomiendo.

Sharknado es una película muy friki, demasiado, y en su frikismo radica su éxito. Quizás las primeras personas que la vieran esperaban ver otra peli de catástrofes… un tornado, plaga de tiburones… pero apuntaba maneras y, siendo una película hecha directamente para la televisión, superó todas las expectativas de la propia SyFy y de cualquier crítica.


No sé si es serie B, D o J pero lo que sí os puedo garantizar son risas a carcajadas si, por mi culpa y tras leer esta entrada, os decidís a verla. 87 minutos trepidantes en los que el expectador no tiene ni un descanso a base de acción, diálogos imposibles, interpretaciones desmedidas y alusiones a Tiburón que harán que te retuerzas entre risas.


Cuál sería el éxito de Sharknado que, contra toda esperanza, cuenta con dos secuelas y una cuarta que se estrenará este verano con alusión directa a Star Wars, a la séptima película (El despertar de la Fuerza), llamada Sharknado: The 4th awakwens, (El despertar del 4º en español) hasta en el cartel de la peli.


Dicho esto, me meto con la peli.

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Un tornado de dimensiones desmedidas absorbe aguas del Pacífico y las lleva hacia California. Aguas que por cierto, están infestadas de tiburones.


Según avance el tornado irá sembrando de caos y destrucción los sitios por los que pasa. Primero azotará Los Ángeles con vientos huracanados, después con lluvia mezclada con agua marina y rematará la faena haciendo caer a estos tiburones que no perderán un segundo en buscar un ser humano al que devorar. No es solo que caigan tiburones del cielo, son miles y además tienen un único objetivo: comerse a los humanos.


Si ves Sharknado verás todos los modos que tiene un hombre de morir en las fauces de un tiburón. Todas las formas lógicas (haciendo surf; nadando; despistados en una orilla) y, sobre todo (y aquí está la gracia) las ilógicas: atacando en una piscina; en un aeropuerto; entrando por la ventana de un restaurante; colapsando un túnel e incluso colgando de un helicóptero.


Pero la madre naturaleza no contaba con Fin.

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Fin es el protagonista. Un surfista profesional, retirado y campeón de todos los títulos que se pueden ganar en el surf, ahora dedicado en cuerpo y alma a un bar en el paseo marítimo.

Fin compagina ambas actividades con un matrimonio truncado y dos hijos a los que puede ver unos pocos días por mes. Una familia rota por el desamor y un padre que sigue deseando lo mejor para sus hijos y su exmujer.


El tornado le coge en el mar, surfeando, y veremos desde esta escena que no va a quedar títere con cabeza. Acto seguido le veremos en su bar con una camarera que no hace más que tirarle los tejos descaradamente.


Fin será el único capaz de comprender la verdadera transcendencia del tornado, hasta tal punto que no duda en salir armado del bar (claro que para entonces los tiburones han entrado por la ventana) armado hasta los dientes para ir a rescatar a su familia, en coche, con la compañía de sus amigos (y la camarera).

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April, su ex, vive a 10 millas de la costa y piensa que Fin está contando una milonga para hablar con ella y para llevarse a los niños (creciditos). La escena en la casa de April (era la casa de Fin antes de romperse el matrimonio), viendo cómo entran los tiburones y cómo se cargan a uno de los presentes es delirante y te hará coger el mando y volver atrás para repetirla y porder ver todo lo que te perdiste porque se te llenaron los ojos de lágrimas.


Fin logra convencer a April y salen a toda prisa para buscar y recoger al último miembro de la familia, su hijo Matt convirtiéndose en un gran héroe según avanza la película porque va salvando a todas las personas con las que se va cruzando, sean niños, sea quien sea 😉 Este será el verdadero papel de Fin en toda la saga, se convierte en un héroe que no mide el riesgo de sus actos para convertirse en un samaritano que ayuda a todo el que lo necesita.


Los desplazamientos en coche son demenciales, las escenas en las que huyen del tornado y de los tiburones son épicas. No quiero insistir en lo pésimamente hechas que están, tanto las tormentas como las avalanchas de agua como los propios tiburones. Pero eso te da igual. Si entras en la película desde el principio, cosa que recomiendo, esos detalles mal hechos, esos efectos especiales pésimos, el montaje delirante combinando escenas soleadas (planos cenitales) con tormenta apocalíptica (planos cortos) demostrando quizás falta de presupuesto o de pericia en el montaje, harán que te rías sin pausa.

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Un detalle genial es que irán teniendo siempre al alcance de la mano todo aquello que necesiten, sean armas, municiones, coches de repuesto, un helicóptero y todo un supermercado de bricolaje para hacer bombas improvisadas. Siempre habrá cartuchos cuando se agote un cargador, cerillas en una mesa cuando haya que prender fuego, coches… todo, todo lo que necesiten lo tendrán.


Pero como decía antes: todo esto da igual porque te lo estás pasando en grande.

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Al final su hijo Matt dará con la solución: reventar o anular los tornados con bombas. Ahí es nada. Eso sí, cubiertos desde tierra por Fin, que a golpe de pistola será capaz de acertar (en medio de un super tornado) cada disparo que haga cobrándose una presa por disparo.

«Vamos a necesitar un helicóptero más grande»

¿No os recuerda a Tiburón?

Y no puedo terminar esta entrada dedicada a Sharknado sin hacer una mención especial a las sierras eléctricas. Si ya la has visto sabrás a qué me refiero, y si no la has visto todavía sonreirás cuando las veas.

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Con todo esto os recomiendo pasar un gran rato viendo Sharknado y, si puedes, que veas también las dos secuelas para rematar este verano viendo la 4ª entrega. Si puedas verla con amigos, mejor que mejor 😉


Mis veranos cambiaron cuando mi amigo Samuel me la recomendó en una tarde de piscina…