El puente de los espías

Ficha técnica de El puente de los espías

El puente de los espías respira cine fotograma a fotograma

Pero no la encumbraré injustificadamente a una gran película y la dejaría en «buena» pero sin pretensiones. Y son precisamente éstas, «las pretensiones» del director, las que la achican según mi opinión.

Es un mal que adolecen las películas de Tom Hanks

Un gran actor que sobre actúa innecesariamente. El problema es que me da igual verle en Salvar al soldado Ryan, Capitan Phillips, Náufrago o en Forrest Gump. No me importa qué personaje estoy viendo porque siempre le veo a él: la misma interpretación. Y es una pena porque tiene grandes dotes pero tiende a actuar con la boca y los ojos, seguramente a modo de apuesta segura, que no ganadora, de sus directores.

Otro punto en contra es la fabulosa fotografía de Janusz Kaminski

Y pensaréis que es contradictorio el comentario. Por eso os lo razonaré a continuación.

Es fabulosa y me quedo corto, porque lo es. En tan buena que en si misma es motivo para recomendaros ver la película. Pero ojo director y ojo director de fotografía: según mi parecer ésta ha de ser un complemento del guión, Un extra de la película que ha de estar constante a lo largo de toda ella. Pero sin adquirir un protagonismo tal que haga que la película gire en torno a la fotografía y no al revés.

Esto es lo que sucede en esta película. La importancia «capital» que Spielberg concede a la fotografía hace que por momentos el guion quede relegado a un segundo plano. Y la película, por exceso de filigrana visual se convierta más en un pase de diapositivas (maravillosas todas ellas) más que en una película.

Pautas predecibles

Otra cosa que me hizo desconectar de la película son los patrones preconcebidos que hacen de ella algo predecible. Hasta el punto de convertirse en un juego para adivinar. Para ver si eres capaz de anticiparte y predecir cómo va a terminar una escena y después la siguiente.

Sabes lo que va a pasar antes de que suceda y esto rompe la magia.

Si una película (para colmo de espías) es 100% predecible, pierde la emoción. Sabes qué va a pasar cuando miras por la ventana del tren. Y los paralelismos que habrá cuando vuelvas a otro tren. Sabes cómo y hasta dónde evolucionará la relación entre los personajes. Tanto te anticipas a lo que pasará en la película que no te preocupas por verla. Solo por comprobar cuántas veces aciertas la predicción, en mi caso en casi todas.

La Stasi

Espionaje, República Democrática de Alemania… Aclaro para los menos doctos que la RDA no era democrática sino comunista. Unión Soviética, Comunismo, falta de Libertad… la Stasi.

Para ver todo esto ya tenemos La vida de los otros.

El propio Spielberg nos lo recuerda haciendo un guiño a la película rescatando a Sebastian Koch para el papel del abogado alemán, comunista y pro soviético Kovel.

Para reflejar a la CIA, en todo su esplendor, en la Alemania comunista y en los Estados Unidos… Os recomiendo ver El buen pastor, otra película a comentar en el fancine.

Es una manera de hacer cine que hace que apuntemos alto y disparemos con pólvora mojada.

No sabría afinar mi percepción para poderos hacer comprender que la película es buena, pero no tanto como esperaba. Hay personajes de Spielberg que ya había visto con anterioridad, por eso no me han sorprendido.

Mark Rylance es Rudolph Abel. Pero también es Itzhak Stern (Ben Kingsley) en La lista de Schindler (del propio Spielberg). Los mismos clichés interpretativos, mismos gestos, los mismos silencios, las mismas expresiones… Nada nuevo. Lleva un minuto en pantalla y ya has rescatado a Itzhak Stern, el que acompaña a Schindler en su lista. Fui incapaz de volver a ver un personaje sin pensar en el otro.

Buena, pero muere de gloria

Dicho todo esto, temo haber cargado las tintas demasiado contra ella. Es buena, ya lo he dicho antes, pero muere de gloria. Una obra de arte es una pieza artística que, terminada y pasada por el tiempo y la opinión se convierte en tal. Cuando tienes en mente hacer una obra de arte, y con ese fin te pones detrás de la cámara, a veces sucede que no llegas a conseguirlo.

Lo mejor de toda la película es un fotograma que me hizo ver todo el cine que hay detrás de ésta. Cuando nos damos un paseo yendo hacia una cabina de teléfonos pasamos por delante de un cine y en él proyectan cuatro películas. Dos las tengo localizadas: Uno, Dos, Tres (Billy Wilder, 1961), Espartaco (Stanley Kubrik, 1960) y otras dos cuyos nombres en alemán me despistan. Pero quedémonos con las dos mencionadas…

No sabría decir si es mi comedia preferida, pero sí que es una obra de arte (esta sí) ambientada en Berlin, durante la Guerra Fría en el momento justo de la construcción del Muro de Berlín, exactamente igual que El puente de los espías. Es una comedia que te desencaja la mandíbula a base de comparar Capitalismo y Comunismo hermanados con Coca-Cola.

Espartaco

La que me descoloca es Espartaco. Dirigida por Kubrik con guión de Dalton Trumbo (uno de «Los diez de Hollywood). Y precisamente éste es el que me descoloca en este contexto y hablando de esta película. Trumbo forma parte de Espartaco por capricho de Kirk Douglas, el verdadero alma, artífice y factotum de tan colosal película.

Para que entendáis por qué aparece en esta cartelera. Aquella película se filmó para desafiar la Caza de brujas. Es decir, los infiltrados comunistas dentro del cine estadounidense que hacían propaganda pro-soviética, velada y no siempre descubierta, en sus películas.

Esta «Caza de brujas» llevó a la cárcel a unos cuantos de éstos y censuró su participación, por activa y por pasiva en el cine. Hasta que llegó Douglas y se puso chulo. El caso es que lo consiguió y fue quien logró terminar con dicha caza. Esclavos que se sublevan; comunistas… Guerra fría y Alemania soviética, pueblo oprimido y reprimido… Muchas coincidencias para mi gusto, pero en fin, ahí queda la cartelera como guiño a la historia del cine.

Lo que no nos deja claro Spielberg es a qué esclavos alude su metáfora, que pueden ser tres:

1. Los del tiempo de los romanos
2. Comunistas apartados del cine en California
3. O los ciudadanos alemanes que morían acribillados por intentar saltar el muro y recuperar su Libertad

Quiero creer que estos últimos.

Dicho todo esto, dejaré unas pocas palabras sobre el argumento de la película para no dejaros de instar a ir a verla…

El puente de los espías existió

Punto de intercambio de espías durante la Guerra Fría.

Allí se canjeaban espías americanos por espías soviéticos. Una franja de terreno intermedia entre la República Federal de Alemania y la República Democrática de Alemania sobre el agua.

Y la película va de eso.

Intercambio de espías

Actores imprescindibles del pulso entre Democracia y dictadura.

Rudolf es un espía soviético detenido en los Estados Unidos con un fin más que cierto: la silla eléctrica.

La CIA propone que sea defendido por un abogado de prestigio para demostrar a los rusos que en Estados Unidos todos tienen derecho a un Juicio justo.

Proponen su defensa a James Donovan. Él no quiere ni oír hablar del tema por miedo a meterse en un fregado superlativo. Pero su madera de abogado le puede y termina aceptando el caso.

Por el camino irá descubriendo que no todo lo que reluce es oro, pero él hará lo posible por enderezar todo lo que anda torcido en su camino. Logra evitar la pena de muerte a cambio de prisión. Esto hará que los Estados Unidos tuvieran una moneda de cambio para un suceso que está por acontecer.

De juicio en juicio…

En la peli veremos otro juicio. Una pantomima de juicio en la que prima la propaganda sobre la Justicia.

Cuando James piensa que todo ha terminado la CIA vuelve a acudir a él. Esta vez para proponerle viajar a Alemania del Este. Para traer de vuelta, o negociarlo, a un piloto de la CIA cuyo U2 ha sido abatido en territorio de la URSS.

James acepta «de aquella manera«. Es decir, a regañadientes y en contra de su voluntad. Vuela hasta Alemania y allí descubre un mundo miserable, abominable, vergonzoso y vergonzante: la Alemania del este. Sin derechos, sin comida, sin Libertad, sin Justicia, sin privacidad y sin nada.

En el ínterin descubre que la Stasi tiene detenido a un estudiante americano que viajó a Alemania para hacer su tesis sobre la economía comunista. El mi¡uchacho traspasó el muro justo antes de terminar su construcción para rescatar a un profe y a su hija. Pero no logró regresar a Occidente dando con sus huesos en la cárcel y en manos de la Stasi.

A partir de aquí James hará un doble juego:

• A favor de la CIA haciendo su trabajo
• Intenta sal var al estudiante, por su cuenta y riesgo

No contaré nada de lo que sucede, ni cómo sucede, el resto tendréis que verlo por vosotros mismos porque lo merece.

El Telón de Acero se convirtió en la representación de la vergüenza de un régimen que tapaba las salidas para evitar que sus súbditos huyeran despavoridos. Muertos de miedo, de hambre, vergüenza… y muertos, sin mas.

De ahí el mérito de James Donovan. Se arriesga una y otra vez a cruzar el Muro de Berlin para intentar poner su granito de arena luchando por una buena causa.